Comentario de Lucas 1:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Ambos eran justos delante de Dios y vivían irreprensiblemente en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor.

1:6 Ambos eran justos delante de Dios, y andaban (vivían) irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor — No simplemente “profesaban” ser justos, sino que andaban en los mandamientos del Señor; es decir, obedecían sus mandamientos y guardaban sus ordenanzas. No eran justos solamente ante los ojos de los vecinos sino “delante de Dios”. No solamente eran piadosos en su corazón, sino que también guardaban los actos externos requeridos por Dios.

Dios obra por medio de personas que reciben su palabra y son piadosas. Lucas enfatiza la vida consagrada de los personajes principales de los que escribe: p. ej., Zacarías, Elisabet, María, Simeón (2:25, “Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él”); 2;36, “Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, 37 y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones”; 2:39, José y María, “39 Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 40 Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él. 41 Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua”. Si queremos que Dios nos emplea en su servicio es necesario que seamos fieles, justos, piadosos, en fin, obedientes a su palabra en todo.

Los “evangélicos” mal interpretan la palabra “justo”, diciendo que “básicamente no hay ningún medio por el cual una persona pueda ser verdaderamente ‘justa delante de Dios’ o ‘irreprensible’, si no es por imputación, de modo que la culpa del pecador es puesta sobre el Salvador y la justicia del Salvador se imputa al pecador” (Guillermo Hendriksen, El Evangelio según San Lucas, pág. 79). Este mismo autor se contradice en la misma página diciendo, “El mejor comentario sobre ‘justos ante los ojos de Dios’ seguramente es el texto mismo: ‘observando todos los mandamientos y ordenanzas del Señor”. Este servidor estaba a punto de hacer este comentario sobre la primera frase de Hendriksen pero luego ¡me di cuenta que él mismo lo hizo! Esta es la muy obvia verdad: los “justos” son los que observan los mandamientos y ordenanzas de Dios.

La supuesta “imputación” triple del calvinismo — el imputar (contar) el pecado de Adán al hombre, imputar (contar) el pecado del hombre a Cristo y el imputar (contar) la justicia de Cristo al creyente — es pura teología humana. Es una teoría falsa y antibíblica, basada en el error de que el hombre supuestamente nace pecador.

— andaban irreprensibles-No significa que nunca habían pecado. Ecl 7:20, “Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque”. Zacarías y Elisabet se incluyen en esto. Hch 10:2; Hch 10:22, “Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, 2 piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre… 22 Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judío”. Con todas estas buenas cualidades este hombre tuvo que oír el evangelio y obedecerlo para ser salvo. Hch 11:13, “Envía hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro; 14 él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa”. Cornelio, hombre justo y temeroso de Dios, tuvo que oír “palabras por las cuales” él y los de su casa serían salvos.

¿En qué sentido, pues, eran irreprensibles Zacarías y Elisabet? Precisamente como el texto dice: guardaban los mandamientos y ordenanzas del Señor, ordenanzas que incluían el ofrecer sacrificios para expiar sus pecados. Es lo que Pablo hacía. Flp 3:6, “…en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible”. El no dijo que nunca había pecado. Por el contrario, él dice en Rom 3:23, “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”, pero aprovechó el plan de Dios (los sacrificios por el pecado bajo la ley de Moisés) para obtener el perdón de Dios.

Compárese 1Jn 1:7-9, “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

justos delante de Dios. Luc 16:15; Gén 6:9; Gén 7:1; Gén 17:1; Job 1:1, Job 1:8; Job 9:2; Rom 3:9-25; Flp 3:6-9; Tit 3:3-7.

andando … en todos los mandamientos. 1Re 9:4; 2Re 20:3; Sal 119:6; Hch 23:1; Hch 24:16; 1Co 11:2; 2Co 1:12; Flp 3:6; Tit 2:11-14; 1Jn 2:3, 1Jn 2:29; 1Jn 3:7.

sin reprensión. Flp 2:15; Col 1:22; 1Ts 3:13; 2Pe 3:14.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

justos delante de Dios: Esta frase indica que Dios reconocía al sacerdote y a su esposa como verdaderos creyentes. Caminaban el camino de Dios y seguían sus mandamientos (Deu 6:24, Deu 6:25). Esto no indica absoluta libertad del pecado, pues guardar la Ley también implica el hacer sacrificios por el pecado y responder apropiadamente a su presencia. A Simeón (Luc 2:25), Cornelio (Hch 10:22), y José (Mat 1:19) también se les describe igual.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

JUSTOS DELANTE DE DIOS. Véase Luc 2:25, nota.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Ambos eran justos delante de Dios. Esto es, eran creyentes y justificados ante los ojos de Dios. En esta expresión se hace un eco claro a la teología paulina. Vea la Introducción: Retos de interpretación.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

1:6 Ambos eran justos delante de Dios, y andaban (vivían) irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor – No simplemente “profesaban” ser justos, sino que andaban en los mandamientos del Señor; es decir, obedecían sus mandamientos y guardaban sus ordenanzas. No eran justos solamente ante los ojos de los vecinos sino “delante de Dios”. No solamente eran piadosos en su corazón, sino que también guardaban los actos externos requeridos por Dios.
Dios obra por medio de personas que reciben su palabra y son piadosas. Lucas enfatiza la vida consagrada de los personajes principales de los que escribe: p. ej., Zacarías, Elisabet, María, Simeón (2:25, “Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él”); 2;36, “Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, 37 y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones”; 2:39, José y María, “39 Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 40 Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él. 41 Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua”. Si queremos que Dios nos emplea en su servicio es necesario que seamos fieles, justos, piadosos, en fin, obedientes a su palabra en todo.
Los “evangélicos” mal interpretan la palabra “justo”, diciendo que “básicamente no hay ningún medio por el cual una persona pueda ser verdaderamente ‘justa delante de Dios’ o ‘irreprensible’, si no es por imputación, de modo que la culpa del pecador es puesta sobre el Salvador y la justicia del Salvador se imputa al pecador” (Guillermo Hendriksen, El Evangelio según San Lucas, pág. 79). Este mismo autor se contradice en la misma página diciendo, “El mejor comentario sobre ‘justos ante los ojos de Dios’ seguramente es el texto mismo: ‘observando todos los mandamientos y ordenanzas del Señor”. Este servidor estaba a punto de hacer este comentario sobre la primera frase de Hendriksen pero luego ¡me di cuenta que él mismo lo hizo! Esta es la muy obvia verdad: los “justos” son los que observan los mandamientos y ordenanzas de Dios.
La supuesta “imputación” triple del calvinismo — el imputar (contar) el pecado de Adán al hombre, imputar (contar) el pecado del hombre a Cristo y el imputar (contar) la justicia de Cristo al creyente — es pura teología humana. Es una teoría falsa y antibíblica, basada en el error de que el hombre supuestamente nace pecador.
— andaban irreprensibles-No significa que nunca habían pecado. Ecl 7:20, “Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque”. Zacarías y Elisabet se incluyen en esto. Hch 10:2; Hch 10:22, “Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, 2 piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre… 22 Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judío”. Con todas estas buenas cualidades este hombre tuvo que oír el evangelio y obedecerlo para ser salvo. Hch 11:13, “Envía hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro; 14 él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa”. Cornelio, hombre justo y temeroso de Dios, tuvo que oír “palabras por las cuales” él y los de su casa serían salvos.
¿En qué sentido, pues, eran irreprensibles Zacarías y Elisabet? Precisamente como el texto dice: guardaban los mandamientos y ordenanzas del Señor, ordenanzas que incluían el ofrecer sacrificios para expiar sus pecados. Es lo que Pablo hacía. Flp 3:6, “…en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible”. El no dijo que nunca había pecado. Por el contrario, él dice en Rom 3:23, “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”, pero aprovechó el plan de Dios (los sacrificios por el pecado bajo la ley de Moisés) para obtener el perdón de Dios.
Compárese 1Jn 1:7-9, “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Gén 18:11-12; Jue 13:2-3; 1Sa 1:1; 1Sa 1:6.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) Véase Ap. 1D.

REFERENCIAS CRUZADAS

l 11 Gén 7:1; Flp 3:6

m 12 Job 1:1

n 13 1Re 9:4; 2Re 20:3; Sal 119:6

ñ 14 Heb 9:10

o 15 Lev 18:5; Lev 20:8; Sal 119:1

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

justos…se conducían intachablemente. Véase coment. en Mt 1:19. Los padres de Juan eran modelos de devoción religiosa, sirviendo a Dios de corazón.

Fuente: La Biblia de las Américas

6 (1) Ellos pertenecían al pueblo escogido por Dios y habían sido preservados bajo la custodia de la ley en el Antiguo Testamento, y como producto de ésta fueron útiles a Dios para la iniciación del evangelio en el Nuevo Testamento.

6 (2) Esto no contradice Rom_3:20. Aquí significa ser rectos, es decir, irreprensibles delante de Dios conforme a los mandamientos y las ordenanzas del Antiguo Testamento (2:25; Flp_3:6). No quiere decir que estos justos no eran pecaminosos, o sea que no tenían pecado ni pecados. Ellos eran irreprensibles, pero no intachables. Todavía necesitaban las ofrendas inmaculadas que presentaron por el pecado y por las transgresiones en tipología ( Lev_4:28 Lev_5:15), para recibir la propiciación a fin de tener contacto con Dios.

6 (3) Es decir, vivían según.

6 (4) La ley del Antiguo Testamento generalmente se llama «la ley»; su contenido está dividido en tres categorías: mandamientos, estatutos y ordenanzas. Los mandamientos, siendo los mandatos básicos de Dios, son los principios generales de la ley. Hay diez mandamientos (Éxo_20:2-17). Los estatutos, que son leyes o reglamentos, exponen y explican en detalle, y complementan los mandamientos escritos en Éxo_20:22-26. Las ordenanzas, así como los estatutos, exponen y explican en detalle, y complementan los mandamientos, y, además incluyen veredictos, según lo narrado en Ex 21:1-23:19. Las ordenanzas sin los veredictos llegan a ser estatutos.La palabra griega traducida ordenanzas aquí es la misma que aparece en Rom_2:26 y en Heb_9:1 , Heb_9:10.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Ambos eran justos delante de Dios. En una época de impiedad, esta pareja vivía una vida que era completamente agradable a Dios; no obstante, carecían de la tan deseado bendición de los hijos.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Biblia Peshitta 2006 Notas:

[1] 1.6 Ver nota a Mat 3:9.

Fuente: Peshitta en Español