Comentario de Éxodo 15:22 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Moisés hizo que Israel partiese del mar Rojo, y ellos se dirigieron al desierto de Shur. Caminaron tres días por el desierto, sin hallar agua,
desierto de Shur. Gén 16:7; Gén 25:18; 1Sa 15:7.
y anduvieron tres días. Éxo 3:18.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Un ángel del Señor encontró a Agar por un manantial en el camino del desierto de Shur (Gén 16:4; Gén 20:1; Gén 25:18). La falta de agua en esta área probaría constantemente la fe de Israel en Dios que los rescató milagrosamente (cap. Éxo 17:1-16).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
D. Del mar a Mara, y de allí a Elim (Éxo 15:22-27)
Análisis de discurso
Luego de cruzar el mar ―y de presentar los dos cantos de triunfo anteriores―, el relato continúa con la cuarta etapa del itinerario, internándose en el desierto. La zona recorrida es llamada “desierto de Shur”, una región que hoy es difícil de establecer. Al llegar a un lugar llamado Mara, los israelitas encuentran que las aguas no son potables, y así se explica el nombre del lugar, que significa “amargo” o “amargura” (ver Rut 1:20). La intervención de Dios hará que las aguas se tornen buenas para beber y así los israelitas puedan seguir la marcha. El contraste con lo sucedido en Egipto es una clave de este texto: mientras allí Dios había transformado el agua del Nilo en sangre, aquí transforma el agua amarga en dulce, haciéndola apta para saciar la sed.
Al llegar a Elim, los israelitas encuentran sombra y agua abundante, y deciden que es un lugar adecuado para detener la marcha.
TÍTULO: Tanto RV95 como TLA ofrecen títulos que pueden utilizarse. Es preferible el título de TLA porque enfatiza el cambio de la calidad del agua por la acción de Dios.
Análisis textual y morfosintáctico
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Sin hallar agua: Se refiere a que los israelitas no encontraron agua para beber en el camino. Otras traducciones dicen «sin encontrar agua» (BJ, DHH). La expresión de TLA, «sin encontrar una gota de agua», no responde de manera literal al hebreo, pero sí al sentido del texto hebreo.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
— desierto de Sur: Se extendía desde la frontera de Egipto hacia el oriente.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Las aguas de Mara. El breve relato de Moisés transformando las aguas amargas en dulces provee una adecuada transición de la situación que confrontaban los israelitas en Egipto y la del éxodo. El incidente ilustra el cambio que había experimentado Israel entre la “amarga” vida en Egipto y la libertad recientemente encontrada y que ahora disfrutaban. El pasaje también destaca los beneficios que pertenecen a Israel si permanecen leales a Dios. Obediencia a los mandamientos y decretos de Dios es un tema que reaparece frecuentemente en el resto de Exo., especialmente en conexión con el pacto hecho en el Sinaí. Un tema relacionado es cómo Dios probó al pueblo con el propósito de indagar hasta dónde llegaría su obediencia (25; cf. 16:4; 17:2, 7; 20:20).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
e 681 Gén 16:7; Gén 25:18
f 682 Éxo 17:1
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
al desierto de Shur. Toda la región desértica entre Egipto y la Palestina.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Lit., mar de Cañas
Fuente: La Biblia de las Américas
[.] Los israelitas dejaron definitivamente atrás la civilización más brillante del tiempo, con sus hortalizas, sus campos de riego y su prestigiosa cultura. Quedándose allá habrían desaparecido como pueblo. Pero ahora Moisés los hizo tomar el camino de la libertad. Como cualquier nación o clase social que logra su independencia, tienen que hacerse responsables de su propio destino. La libertad no es lo mismo que las vacaciones; es el principio de un camino difícil y sacrificado. En este camino, sin embargo, se manifiesta la Providencia de Dios, que permite andar confiado. Se producen maravillas inesperadas, pero Dios no multiplica sus milagros para que tengamos una vida más cómoda. No faltan los peligros en los territorios desérticos del Sinaí el hambre y la sed, los habitantes del desierto. Las páginas que siguen evocan esos peligros y recuerdan algunas intervenciones de la Providencia. Es fácil ver que a medida que transcurre el tiempo los que cuentan lo sucedido se toman algunas libertades. Después de mucho tiempo de los acontecimientos, quieren instruir a un pueblo siempre tentado por la vida fácil, atraído por las promesas de países extranjeros, con el riesgo de perder su propia identidad y el sentido de su misión. Yo soy Yavé, que te doy la salud (26). Cada dios tenía su especialidad, pero Yavé, el Dios de los padres, no es sólo liberador; también sabe ver nuestras enfermedades y su palabra es poderosa para sanarnos y mantenernos sanos.