Comentario de Lucas 6:29 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica.
6: 29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; — Mat 5:38-39, Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. 39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. No resistir al que es maloFuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Y al que te hiera. Mat 5:39.
en la mejilla. Luc 22:64; 2Cr 18:23; Isa 50:6; Lam 3:30; Miq 5:1; Mat 26:67; Jua 18:22; Hch 23:2; 1Co 4:11; 2Co 11:20.
y al que te quite la capa. 2Sa 19:30; Mat 5:40, Mat 5:41; 1Co 6:7; Heb 10:34.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
preséntale también la otra: Esta es una descripción acerca de ser repetidamente vulnerable frente a la injusticia. Quien busca amar siempre estará expuesto y en riesgo. La túnica era una prenda interior; la capa era una prenda externa.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
NI AUN LA TÚNICA LE NIEGUES. Véase Mat 5:39, nota.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
preséntale también la otra. Vea las notas sobre Mat 5:39.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
6: 29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; — Mat 5:38-39, Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. 39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.
No resistir al que es malo
Introducción.
A. Los judíos se aprovechaban de la ley que decía «ojo por ojo» para tomar venganza personal. En este texto Jesús no condena la práctica de la justicia (defender los derechos del inocente y castigar al culpable), sino la venganza personal. Debemos sufrir agravios con buena voluntad.
B. Muchos de los judíos eran querellosos, pendencieros, y litigiosos.
C. Todos los hombres, sean judíos o gentiles, deben cambiar (arrepentirse, Mat 4:17); deben transformarse conforme a la imagen de Cristo (Rom 12:2; Rom 8:29; 2Co 3:18). Todos deben nacer otra vez, Jua 3:5 (el nuevo nacimiento requiere el bautismo, pero requiere mucho más que el bautismo).
I. «Oísteis que fue dicho: ojo por ojo y diente por diente».
A. Habían oído estas enseñanzas porque la ley de Moisés se leía cada sábado en las sinagogas, Hch 15:21. Véanse Éxo 21:23-25; Lev 24:19-20; Deu 19:21.
B. Algunos hacen burla de esta ley, diciendo que era «ley salvaje y sangrienta». Creen que «el Dios del Antiguo Testamento» era duro y cruel. Pero, por el contrario, esta ley era justa porque puso límite a la venganza. Requería que el castigo solamente correspondiera al crimen; es decir, al vengador no se le permitió destruir al que le hubiera herido. Los que critican esta ley son aquellos que no conocen a Dios y se oponen al castigo de los criminales. Los tales atacan y critican a los que son víctimas del crimen, como si éstos hubieran causado o contribuido al crimen, mientras que defienden los derechos de los criminales.
C. Bajo la ley de Moisés no todo el mundo sino solamente los jueces habían de ejecutar con seriedad esta ley para practicar la justicia, para defender los derechos de los inocentes, y para castigar a los que pisoteaban la ley de Dios. Es verdad que el pueblo mismo había de apedrear a ciertos culpables (Núm 15:35; Deu 21:21), pero en ese caso el pueblo ejecutaba la justicia bajo la autoridad y dirección de los jueces. No practicaba la venganza personal.
D. Pero los judíos que vivían en el tiempo de Jesús se aprovechaban de esta ley para justificar la venganza personal, cosa no autorizada, Lev 19:18; Pro 24:29; Pro 25:21. Esta ley nunca fue dada para autorizar la venganza personal.
II. «Pero yo os digo: no resistáis al que es malo».
A. ¿En qué sentido deben ser resistidos los malos? (1). Los jueces y magistrados habían de «resistir» (castigar) a los malos. (2). Bajo el Nuevo Testamento el gobierno es el «vengador». El gobierno civil, de cualquier país, debe «resistir» al que es malo. Rom 13:1-4, «… es servidor de Dios para tu bien… no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo». La espada no es para limpiar uñas, sino para ejecutar (dar pena de muerte) a los criminales. 1Pe 2:13-17, «someteos… a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien». (3). Cristo resistió a los malos, Mat 21:12-13; Mat 23:1-39; Jua 2:13-17, pero no con odio ni con espíritu vengativo. (4). Resistimos a los malos, cuando resistimos el error y reprendemos el pecado con el evangelio, 2Ti 4:2-4, y con mansedumbre (2Ti 2:24). (5). Resistimos a los malos cuando practicamos disciplina en la iglesia, Mat 18:17; Rom 16:17; 1Co 5:1-13; 2Ts 3:6; 2Ts 3:14.
B. ¿En qué sentido, pues, no deben ser resistidos los malos? ¿Está Dios al lado de los malos? ¿Los quiere a ellos más que a sus propios hijos? Dios sí ama a los malos, pero aborrece su maldad. ¿Qué significa esta prohibición? Al decir «No resistáis a los malos», Jesús explica en qué sentido los malos no deben ser resistidos. Agrega, «antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”.
III. ¿No debemos resistir al ladrón y al asaltante?
A. No parece que Jesús se refiera en este texto a los tales. El dice (Mat 24:43) «que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa». Jesús no toma el lado de los malos en contra de los justos, sino que busca el bienestar espiritual de todos. No nos ayudan espiritualmente los golpes, a menos que los suframos con paciencia, evitando los corajes y resentimientos que destruyen el carácter de cristiano. Recuérdese siempre que es mejor estar golpeado físicamente que estar golpeado espiritualmente. El alma necesita más defensa y protección que el cuerpo.
C. El cristiano debe evitar no solamente el maldecir y el retornar golpes, sino que debe darle la otra mejilla con buena voluntad y con buen humor. Esto es para evitar los resentimientos. El discípulo de Jesús debe aprender a soportar con buena voluntad tal trato insultante.
D. Debemos evitar el espíritu vengativo. Otra vez preguntamos, ¿favorece Dios a los malos? No, Dios no favorece a los malos; El favorece a sus hijos, pero Dios sabe que si el diablo produce en nosotros espíritu vengativo, nos destruye. Ya no seremos ciudadanos del reino de los cielos; más bien seremos ciudadanos del reino de las tinieblas. Por eso, para nuestro propio bien espiritual, dice, «No resistáis…» Los que resisten a los malos (volviendo mal por mal) lo hacen enojados y con espíritu de venganza. Por eso, «No resistáis…»
E. Luc 9:51-55, cuando los samaritanos no recibieron a Jacobo y Juan, estos dijeron, «Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma?» Jesús les contestó, «Vosotros no sabéis de qué espíritu sois». Obviamente tenían espíritu vengativo. Querían hacerles «pagar» por lo que hicieron.
F. Rom 12:18-21, «Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos…» ¿Por qué? Porque el espíritu vengativo no es cualidad del buen carácter necesario para ser ciudadanos del reino de los cielos. Los que buscan venganza personal van al infierno. «Mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno» (Mat 5:29; Mat 18:8). Dios se encarga de tomar venganza. «Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor». Nos corresponde a nosotros volver bien por mal: «si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber». ¿Para el beneficio del enemigo? Sí, y también para el beneficio espiritual de nosotros mismos.
G. Hay varios ejemplos buenos para nosotros con respecto a este tema. (1). Sobre todo, el ejemplo de Jesús. El mejor comentario sobre este texto es el ejemplo de Jesús mismo. Léanse Mat 26:67; Jua 18:22-23; Jua 19:3; 1Pe 2:20-24; Luc 23:34, «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». (2). El ejemplo de Esteban, Hch 7:60, «Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y… durmió'». (3). El ejemplo de Pablo, 2Ti 4:16, «En mi primera defensa ninguna estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta».
IV. Dos grandes beneficios. Si practicamos esta enseñanza habrá dos resultados muy beneficiosos.
A. Nuestra salvación. Se prepara el alma para que podamos ser ciudadanos del reino de los cielos y vivir con Dios para siempre.
B. Trae beneficios para el ofensor. ¿Cuál es el único medio de ganarle? Si el discípulo vuelve mal por mal, insulto por insulto, y reproche por reproche, entonces los dos pierden, pero si el discípulo obedece este texto, no solamente se salva él mismo, sino que también habrá esperanza de que se salve a aquel que le maltrata. Rom 2:4, «¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?» La benignidad, paciencia y longanimidad de Dios nos guía al arrepentimiento. De la misma manera, la benignidad, paciencia y longanimidad de nosotros también guía al pecador al arrepentimiento. Rom 12:20, «pues haciendo esto («dale de comer, dale de beber») ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza»; es decir, si respondemos con bondad y bendiciones, el enemigo se sentirá afligido en su corazón. Tal bondad produce el remordimiento. Tal conducta puede producir corazón contrito (Sal 51:17). Las «ascuas» («carbones encendidos», LBLA) son las llamas de vergüenza que producen los actos y palabras de benevolencia. De esta manera (al volver bien por mal), es muy posible que el enemigo se convierta en amigo (y tal vez cristiano). Esta conducta es parte del plan de salvación.
— y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. – Mat 5:40-41, y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; 41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Mat 5:40-41, “y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; 41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos”.
No resistir al que es malo (2)
Introducción.
A. Mat 5:39 dice, «No resistáis al que es malo», y en el mismo versículo Jesús da un ejemplo de lo que enseña: «antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra».
B. Ahora estudiaremos otros dos ejemplos de esta enseñanza.
I. «Y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa». Véase también Luc 6:30.
A. Véase Éxo 22:26-27, no era confiscable la capa (el vestido), porque servía también de cobija, pero para evitar pleitos que le puedan llenar al cristiano de resentimientos y odio, fuera mejor entregarle al enemigo la capa también. Es mil veces mejor dormir con frío que ser querelloso y litigioso, viviendo enojado. Los corajes manchan y destruyen el alma.
B. Esta enseñanza es importantísima para los discípulos de Cristo en cualquier época. El pensamiento es que no conviene dejar que las injusticias, por feas que sean, nos roben el amor y el buen humor y que nos dejen con un espíritu vengativo y resentido.
C. ¿Debe el cristiano dejar que los perversos le defrauden y quiten cosas de gran valor, como la casa o el automóvil o el negocio? Claro que no. Cristo no toma el lado de los ladrones y fraudulentos. Dios siempre promueve la justicia. No hay virtud en sí en que se pierdan posesiones. La virtud está en amar al prójimo, y en no dejar que nada destruya ese amor. También la virtud está en que el cristiano tenga carácter de bondad y no carácter querelloso. Es correcto proteger el automóvil y la casa pero sería mil veces mejor perder casa, automóvil y aun el negocio en lugar de perder el alma por ser manchada con amargura y odio. Heb 10:34, «y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos».
D. Es indispensable que rehusemos tener espíritu de amargura, o espíritu vengativo, venga lo que viniere. Es mucho mejor perder todo (sean derechos o sean posesiones) en lugar de perder el alma. El alma manchada con odio, resentimientos, y amargura está perdida y seguramente va al infierno. No conviene que estemos peleando disgustados, enojados, amargados y resentidos sobre los insultos, las injusticias, las ofensas, ni siquiera sobre las posesiones. Bien sabemos que los del mundo son abusivos. Viven insultando y causando escándalos. No seamos como ellos. Ellos son hijos de tinieblas pero nosotros somos hijos de luz. Si dejamos que tales pruebas nos conviertan en amargados y resentidos (como ellos), entonces nos habrá ganado el mundo porque ya seremos como ellos. ¿El que profesa ser cristiano no debe, bajo ninguna circunstancia, vivir enojado y amargado como los del mundo!
E. El cristiano no debe vivir preocupado por sus derechos. No debe exigir que todo el mundo le conceda sus derechos. Tampoco debe estar resuelto a que se le conceda todo privilegio que le pertenece. Más bien debe pensar en sus deberes y responsabilidades. El cristiano no tiene el derecho de aborrecer a los que le maltratan; por lo contrario, el deber del cristiano es el amor. «No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el ama al prójimo, ha cumplido la ley», Rom 13:8.
II. «Y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con el dos».
A. Palestina era país sojuzgado y ocupado por los romanos. Los soldados romanos podían obligar a los judíos a servirles en muchas formas, por ejemplo, proveyendo alimentos y alojamiento para ellos y sus animales, llevando mensajes o cargas, etc. (Compárese Mat 27:32). Se comportaban muchas veces en manera tiránica. No tenían deseo alguno de congraciarse con los judíos. Por eso había mucho resentimiento contra ellos.
B. Jesús enseña a sus discípulos que si los romanos les obligan a ir una milla, que no vayan una milla enojados (con espíritu de resentimiento y odio), sino que vayan dos millas alegres, sonriendo, y de buena voluntad, no porque los ingratos lo merezcan, sino porque estamos sirviendo a Dios a quien amamos y a quien servimos siempre con gozo. El cristiano no debe dejar que nadie ni nada le llene de odio, resentimiento y espíritu vengativo. Nadie nos hace enojar; esto lo hacemos nosotros mismos. Cada quien tiene control sobre su corazón. El buen humor y el corazón alegre vale mil veces más que la libertad que tanto anhelaban los judíos, y vale mucho más que todas las posesiones que tan ardientemente la gente defiende.
III. La aplicación de este principio.
A. Hay varios textos en el Nuevo Testamento que hacen buena aplicación de esta enseñanza. Debemos tener buena voluntad todo el tiempo, porque estamos sirviendo a Dios todo el tiempo. Los textos siguientes son instrucciones para siervos (esclavos) o criados. Desde luego, los judíos no eran esclavos, pero sí eran pueblo súbdito y sujeto a muchos abusos. Los judíos eran rebeldes, y los romanos se ponían a veces tiránicos.
B. Muchos cristianos eran esclavos. William Barclay describe en su comentario sobre Mateo la situación de los 60 millones de esclavos que había en el Imperio Romano en el primer siglo. Roma era dueña del mundo entero y los ciudadanos romanos no trabajaban. Aun los médicos y maestros eran esclavos. (1). Había amos buenos y se formaban lazos fuertes de amistad, de afección y de lealtad entre ellos y sus esclavos, pero éstos eran excepcionales. La mayoría de los amos no eran así. (2). La mayoría de los romanos consideraban a sus siervos como herramienta viviente. La única diferencia entre los esclavos y los animales era que éstos no hablaban y aquéllos sí. Los esclavos eran como instrumentos que existían exclusivamente para el uso de los amos. (3). Los esclavos no tenían derechos. Cuando se enfermaban (o se envejecían), se descuidaban y se dejaban morir. El amo tenía verdadero poder de vida y muerte sobre los esclavos. Si algún esclavo se fugaba y era capturado se le marcaba a fuego con la letra «F» para indicar que era un fugitivo.
C. ¿Cómo deberían los cristianos comportarse ante esta situación? (1). No deben rebelarse. La enseñanza de Jesús no promovió la rebelión contra la esclavitud; Jesús ni siquiera dice que es pecado tener esclavos. (2). Al contrario, les enseñaba a someterse a los amos: deberían ser obedientes, eficientes, respetuosos, honestos, y cumplidos y fieles en el trabajo. (3). Deberían obedecer esta enseñanza, no pensando solamente en agradar al amo, sino pensando sobre todo en agradar a Dios, el verdadero Amo. De esta manera, podían servir y aguantar las circunstancias más duras pensando que todo esto era para Dios. La carga era soportable para los que tenían esta actitud.
D. Los textos sobre este tema: (1), Colossians 3:22,33, «Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres». La carga pesada del siervo sería aligerada si se acordaba que en realidad su verdadero Amo era Dios. El siervo había de servir todos los días con buena voluntad «como para el Señor». (2). Efe 6:7, «sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres». Esta enseñanza se aplica ahora al empleo diario, porque cuando el patrón o mayordomo maltrata al cristiano, éste debe recordar siempre que su verdadero Patrón es Dios, por lo cual, debe mantener una buena voluntad y estar alegre. (3). Tit 2:9-10, «Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios». Los trabajadores no deben ser respondones. Tampoco deben robar herramienta del taller, ni mercancía del negocio (con la excusa de que «me deben pagar mejor», etc.). Más bien, deben ser cumplidos, trabajando bien todo el día y todos los días, de buen humor, con buena voluntad, como para Dios. (4). 1Pe 2:18, «Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar». ¡Deberían soportar a los insoportables! (5). El «problema económico» (conflictos entre empresarios y trabajadores) no es un problema económico sino religioso. ¿Se quiere que haya buenos obreros y buenos patrones? No es solamente cuestión de incrementar salarios o mejorar las condiciones para trabajar, sino es cuestión de aplicar estas enseñanzas divinas.
E. Solamente de esta manera, y en la mayoría de los casos solamente de esta manera, los amos podrían aprender el evangelio. Lo aprenderían al observar la vida, la conducta y la actitud, de sus esclavos. Recuérdese Rom 2:4. ¿Cómo podían los amos (y cómo pueden los patrones ahora) conocer a Dios excepto a través de sus siervos o trabajadores? La gran mayoría de los hombres ricos, grandes y poderosos no leen la Biblia y no asisten a servicios religiosos, pero ellos pueden observar el evangelio todos los días en la conducta y en la actitud de los trabajadores.
F. 1Pe 3:1-4, es posible que la mujer cristiana gane al marido incrédulo por su conducta casta, teniendo espíritu afable y apacible, pero la mujer con espíritu amargado (una mujer corajuda y regañona) nunca lo convertirá. Tales mujeres deben convertirse para poder convertir a sus maridos.
G. Se debe enfatizar que la mayoría de la gente no lee la Biblia y no asiste a los servicios de predicación, sino que van a aprender lo que significa ser cristiano solamente por medio de observar las vidas de los cristianos. Por lo tanto, si no obedecemos estas enseñanzas de Jesús, servimos de tropiezo para los incrédulos. ¡Tenemos que enseñarles por la conducta cómo ser cristianos! 1Pe 3:15, los de afuera preguntan a los cristianos perseguidos acerca de su esperanza. El cristiano sincero quiere que la gente le pregunte acerca de su fe y esperanza.
Servimos a Dios los siete días de la semana. No estamos sirviendo a Dios solamente durante el culto, o cuando visitamos enfermos o estudiamos la palabra de Dios, sino también en el trabajo secular, las hermanas sirven a Dios en el trabajo doméstico, y los jóvenes sirven a Dios cuando estudian en la escuela. Es necesario servirle de buena voluntad todo el tiempo.
¡Qué grandes y preciosas lecciones para nosotros! Debemos evitar los resentimientos causados por los conflictos en el hogar, en el trabajo, en la escuela, entre vecinos, aun entre hermanos, y siempre ser de buen humor y de buena voluntad. Nadie nos puede quitar esta bendición de Dios. Cada quien puede tener control sobre esto.
La persona que tiene espíritu agrio y vengativo, que tiene carácter «recio» y fuerte, que vive enojado y resentido no es hijo(a) de Dios, porque no es imitador de Dios; El es «benigno para con los ingratos y malos» (Luc 6:35), y para ser hijos de Dios, tenemos que ser imitadores de Dios (es lo que la palabra «hijo» significa).
Conclusión .
A. Yo — y solamente yo — tengo control sobre mi corazón (mente, voluntad, emociones). Nadie me hace enojar, sino yo solo. Nadie me amarga, sino yo solo. Si vivo enojado, amargado, resentido, yo mismo tengo la culpa. Nadie me puede obligar o forzar a tener espíritu vengativo y amargado.
B. Verdaderamente esta enseñanza es el camino angosto (7:14); el que acepta esta enseñanza y la practica edifica sobre la roca (7:24). Es otro ejemplo de la justicia que es mayor que la de los escribas y fariseos (5:20).
C. Recuérdese que Jesús predicaba el arrepentimiento (y bautizaba a mucha gente). En el Sermón del Monte El describe el carácter de los ciudadanos del reino de los cielos. ¡Así son! El arrepentimiento significa el cambio que tenemos que hacer para poder ser ciudadanos del reino.
D. El bautismo no ayuda a los que no quieren cambiar.
Fuente: Notas Reeves-Partain
— en una mejilla: A diferencia de Mat 5:39 (ver nota), Lc no especifica si se trata de la izquierda o de la derecha.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
u 396 Mat 5:39
v 397 Mat 5:40; 1Co 6:7
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
te hiera en la mejilla. Véase coment. en Mt 5:39.
Fuente: La Biblia de las Américas
T235 El verbo κωλύω se usa con ἀπό para significar: negarle algo a alguien.
MT125 Aquí, la prohibición en aoristo sería contestada con: Evitaré hacerlo.
MT174 El imperativo de presente πάρεχε tiene un sentido de duración: presenta, ofrece.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, el manto
Fuente: La Biblia de las Américas
. tomar.