Comentario de Lucas 6:47 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Yo os mostraré a qué es semejante todo aquel que viene a mí y oye mis palabras, y las hace.
6:47 Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras — Mat 13:9, «El que tiene oídos para oír, oiga». Mar 4:24, «Mirad lo que oís». Luc 8:18, «Mirad cómo oís». Rom 10:17, «Así que la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios». Por lo tanto, es sumamente importante oír las palabras de Cristo. Muchísimas personas no las oyen. La Biblia para ellos es libro desconocido, es un libro cerrado. La Biblia ni siquiera se encuentra en muchos hogares, y en muchos otros es puro ornamento. Los humanistas hacen burla de estas enseñanzas para destruir todo aspecto de la moralidad bíblica para promover el libertinaje. Entre los que oyen estas palabras, hay cuatro clases de oyentes (Mat 13:3-9; Mat 13:18-23). Esta parábola indica que la mayoría de los oyentes no aprovechan las grandes bendiciones que Jesús ofrece. — y las hace, (las pone en práctica, LBLA) — Es una gran bendición oír la palabra de Cristo, pero no basta con solamente oír. Muchos están contentos con solamente oír la palabra y leerla. Existe una actitud muy peligrosa con respecto a oír la palabra. Muchas personas leen la Biblia, permiten que se les presente estudios bíblicos, y aun asisten a las reuniones, pero hasta allí llegan. Dicen que reciben una gran bendición porque leen y oyen la palabra. Se sienten muy contentos, muy bendecidos por hacerlo. Después de oír una lección dicen, ¡Qué bonito fue el sermón! ¡Me gustó mucho! No dejan de alabar al maestro o predicador, pero creen que basta con solamente oír.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
todo aquel que viene a mí. Luc 14:26; Isa 55:3; Mat 11:28; Jua 5:40; Jua 6:35, Jua 6:37, Jua 6:44, Jua 6:45; 1Pe 2:4.
y oye mis palabras. Mat 7:24, Mat 7:25; Mat 17:5; Jua 8:52; Jua 9:27, Jua 9:28; Jua 10:27.
y las hace. Luc 8:8, Luc 8:13; Luc 11:28; Mat 11:29; Mat 12:50; Jua 13:17; Jua 14:15, Jua 14:21-24; Jua 15:9-14; Rom 2:7-10; Heb 5:9; Stg 1:22-25; Stg 4:17; 2Pe 1:10; 1Jn 2:29; 1Jn 3:7; Apo 22:14.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
oye … y las hace: El que escucha y aplica las enseñanzas de Jesús puede enfrentar cualquier circunstancia difícil.
oyó y no hizo: El no actuar según las enseñanzas de Jesús causa que uno se vea sobrepasado por las circunstancias, lo que a final de cuentas provoca la ruina total (1Co 3:12-15; 2Jn 1:8).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Vea la nota sobre Mat 7:24-28.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
6:47 Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras — Mat 13:9, «El que tiene oídos para oír, oiga». Mar 4:24, «Mirad lo que oís». Luc 8:18, «Mirad cómo oís». Rom 10:17, «Así que la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios». Por lo tanto, es sumamente importante oír las palabras de Cristo. Muchísimas personas no las oyen. La Biblia para ellos es libro desconocido, es un libro cerrado. La Biblia ni siquiera se encuentra en muchos hogares, y en muchos otros es puro ornamento. Los humanistas hacen burla de estas enseñanzas para destruir todo aspecto de la moralidad bíblica para promover el libertinaje. Entre los que oyen estas palabras, hay cuatro clases de oyentes (Mat 13:3-9; Mat 13:18-23). Esta parábola indica que la mayoría de los oyentes no aprovechan las grandes bendiciones que Jesús ofrece.
— y las hace, (las pone en práctica, LBLA) — Es una gran bendición oír la palabra de Cristo, pero no basta con solamente oír. Muchos están contentos con solamente oír la palabra y leerla. Existe una actitud muy peligrosa con respecto a oír la palabra. Muchas personas leen la Biblia, permiten que se les presente estudios bíblicos, y aun asisten a las reuniones, pero hasta allí llegan. Dicen que reciben una gran bendición porque leen y oyen la palabra. Se sienten muy contentos, muy bendecidos por hacerlo. Después de oír una lección dicen, ¡Qué bonito fue el sermón! ¡Me gustó mucho! No dejan de alabar al maestro o predicador, pero creen que basta con solamente oír.
Dice Mat 7:28 que «la gente se admiraba de su doctrina», porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Reconocieron que Jesús no decía, «Así dice el Rabí Hillel», o «Así dice el Rabí Shammai», etc., sino que dijo, «Pero yo os digo». La palabra EKPLESSO, traducida «admirarse», es palabra fuerte. «De EK, fuera de, PLESSO, golpear, lit., golpear afuera, significa estar sumamente chocado en la propia mente de uno, estar atónito» (WEV). Es semejante a la expresión «sacar de las casillas». Quedaron boquiabiertos. Pero ¿cuántos de ellos ponían en práctica este sermón? Es lo que Jesús buscaba y busca. El no busca personas que simplemente «se admiren» de El y de su doctrina. El no vino al mundo para exhibir su talento y capacidad como el Maestro de maestros. El busca el verdadero discipulado. Las palabras importantes son hacer, obedecer, poner en práctica. Esto es lo que El busca. Véanse Mat 6:10; Mat 7:21; Mat 7:24; Mat 12:50; Luc 6:46; Luc 11:28; Jua 7:17; Rom 2:13; 1Jn 3:7, etc.
— os indicaré a quién es semejante. 48 Semejante es al hombre que al edificar una casa, (la casa de esta ilustración es la vida, el carácter, la preparación) cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, (las persecuciones, pruebas y tentaciones de la vida) el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. 49 Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa. Mat 7:24-28.
El hombre prudente (Mat 7:24), el que pone en práctica las palabras de Jesús, «cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca» (Luc 6:48), un fundamento firme y duradero. 1Jn 2:17, «el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre». Pro 12:7, «la casa de los justos permanecerá firme». Vienen las pruebas de la vida. Descendió lluvia, vinieron ríos (los torrentes, una inundación) y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra (azotaron) las dos casas. Este lenguaje indica fuertes pruebas. Todos son azotados y sacudidos por contratiempos, problemas, dificultades, aflicciones, tribulaciones de toda clase. La vida es una prueba. Es una disciplina, una escuela de preparación.
Los que ponen en práctica las enseñanzas de Jesús aguantan y soportan todas las pruebas de la vida, los demás no. El obedecer o no obedecer es el fundamento, la base, de la vida. Determina todo el curso de la vida. ¿En qué sentido somos probados? Pensando en el contexto, considérense los siguientes pensamientos: (1) La prueba del carácter. El carácter de todos se sujeta a duras pruebas todos los días, en el hogar, en el trabajo, en la escuela, y en todas las relaciones y actividades de la vida. Las tentaciones y pruebas, como tormentas violentas, nos azotan y atacan los cimientos de la vida. Los vientos y las inundaciones que nos sacuden y azotan prueban y manifiestan la clase de fundamento que escogimos para nuestra casa. Pero el carácter desarrollado y afinado por las bienaventuranzas y las demás enseñanzas del Sermón del Monte soporta todo ataque contra el alma. Esta «casa» resiste porque está cimentada sobre la Roca que es Cristo. (2) La influencia está probada (Mat 5:13-16). Nuestra influencia es probada todos los días. ¿Somos en verdad la sal de la tierra, la luz del mundo? El fundamento determina esto. La obediencia es el fundamento sólido que produce la buena influencia. La falta de obediencia destruye la influencia. (3) La prueba de nuestra relación con otros (Mat 5:21-48). Los que no practican las enseñanzas de Jesús hacen las obras de la carne (Gál 5:19-21). Los problemas y conflictos de la vida solamente producen odio, amargura y pleitos entre hombres. La casa de estos es azotada por los vientos y ríos de pasiones humanas y cae. Pero los que ponen en práctica las enseñanzas de Jesús llevan el fruto del Espíritu (Gál 5:22-23). (4) La prueba de la confianza. (Mat 6:19-34; Mat 7:7-11). ¿Confiamos en Dios o en las cosas materiales? ¿A cuál de los dos servimos? ¿Nos preocupamos (nos afanamos) por las cosas materiales o por los asuntos del reino? Todos son probados en este sentido todos los días. Job 14:1-2, «El hombre, nacido de mujer, corto de días y lleno de turbaciones, como una flor brota y se marchita, y como una sombra huye y no permanece» (LBLA). La vida está llena de problemas serios. Hay enfermedades, aflicciones, pérdidas, quiebras, desempleo, revoluciones y toda clase de «turbaciones». ¿En quién o en qué confiaremos? ¿Adónde iremos para buscar ayuda y apoyo? Así somos probados. ¿Resistirá la casa o caerá? De esta manera nuestra casa (vida) es probada con respecto a todas las enseñanzas de Jesús. Seguimos en pie si las obedecemos, caemos si no.
Por lo tanto, los que no ponen en práctica estas palabras no son sabios, sino insensatos. Por educados que sean son insensatos. Construyen su casa como casa de verano en lugares placenteros pero sin tomar en cuenta las pruebas de la vida. Job 8:13-15, «Tales son los caminos de todos los que olvidan a Dios; y la esperanza del impío perecerá; porque su esperanza será cortada, y su confianza es tela de araña. Se apoyará él en su casa, mas no permanecerá ella en pie; se asirá de ella, mas no resistirá». Pro 10:25, «Como pasa el torbellino, así el malo no permanece; mas el justo permanece para siempre». (Véase 1Jn 2:17).
Fuente: Notas Reeves-Partain
REFERENCIAS CRUZADAS
v 424 Mat 7:24
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
47 (1) Con respecto a los vs.47-49, véanse las notas de Mat_7:24-27 .
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
T79 Zerwick (sección 184) llega hasta distinguir ὁ ἀκούων (el que oye con efecto duradero) de ὁ ἀκούσας (el que oye de manera no efectiva y momentánea) en los vv. 47 y sigs., (esta es una distinción improbable de los tiempos).
T233 En general, el acusativo se usa en el N.T. para referirse a la acción de oir el discurso (excepto en este versículo, que corrige a Mat 7:24).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., hace