Biblia

Comentario de Lucas 7:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Lucas 7:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: —No llores.

7:13 Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, — La palabra compadecer, padecer con, (SPLANCHNIZOMAI), significa “ser movido en las entrañas de uno”. “En el idioma griego no hay otra palabra más fuerte que signifique piedad, simpatía y sentimiento que la que se utiliza” aquí y en otros textos para describir la compasión de Jesús (WB). Mat 9:36, “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor”; Mat 14:14, “Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos”; Mat 15:32, “Y Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer”; Mat 20:30, “ Y dos ciegos … clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! … 32 Y deteniéndose Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os haga? 33 Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos. 34 Entonces Jesús, compadecido (movido a compasión, LBLA), les tocó los ojos, y en seguida recibieron la vista; y le siguieron”. Jua 11:33, “Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, 34 y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. 35 Jesús lloró”. Mat 8:17, “El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias”.

Otra palabra semejante es SUMPATHEO, “sufrir con otro, ser afectado similarmente (castellano: simpatía), tener compasión de… Heb 4:15, “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”.

Si en verdad somos cristianos, debemos imitar a Cristo en ser misericordiosos, ser movidos “en las entrañas” para sufrir con los que sufren, sobre todo con los hermanos en la fe. Rom 12:15, “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran”. Heb 10:34, “Porque de los presos (por ejemplo, Hch 4:3; Hch 12:3; Hch 16:23) también os compadecisteis”.

— y le dijo: No llores (8:52). — Si decimos a una persona como Jesús dijo a esta viuda, “No llores”, ¿qué pensará? “¿Cómo dejaré de llorar?” Jesús se lo dijo porque El pensaba quitar la causa de su aflicción. Nosotros podemos decirlo si el difunto era cristiano, porque Pablo dice, “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza” (1Ts 4:13). A la familia de la persona que muere en Cristo podemos decir con toda confianza, “No lloren”, porque como Cristo resucitó a este joven, El levantará a nuestros seres queridos en “aquel día”, pero ¿qué se puede decir a los afligidos cuando el ser querido que muriera no era cristiano? ¿Podemos decir, “No llores porque ahora está reposando con Cristo?” Debemos tener mucho cuidado de lo que decimos en tales casos. Podemos acompañar a los dolientes en su pesar y ofrecer cualquier ayuda posible, pero no nos toca ofrecer esperanza cuando no hay esperanza. Pablo habla de “los otros que no tienen esperanza”.

Podemos tener verdadera (no fingida) compasión de la gente. Podemos llorar con ellos como Jesús lloró al entrar en la ciudad de Jerusalén. Luc 19:41, “Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella”. El no dijo que “había esperanza” para ella, pero sí tenía mucha compasión de ella y “lloró sobre ella”. Si mostramos verdadera compasión en tales momentos difíciles, muchas veces esto suaviza corazones duros para que estén más dispuestos a oír la palabra de Dios.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

se compadeció de ella. Jue 10:16; Sal 86:5, Sal 86:15; Sal 103:13; Isa 63:9; Jer 31:20; Lam 3:32, Lam 3:33; Mar 8:2; Jua 11:33-35; Heb 2:17; Heb 4:15.

No llores. Luc 8:52; Jer 31:15, Jer 31:16; Jua 20:13, Jua 20:15; 1Co 7:30; 1Ts 4:13.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

SE COMPADECIÓ DE ELLA. La compasión de Jesús por esa viuda demuestra que Dios tiene un amor e interés especial por las viudas o por cualquier persona que quede sola en el mundo. Las Escrituras enseñan lo siguiente:

(1)

Dios es Padre de los huérfanos y defensor de las viudas (véase Sal 68:5, nota). Ellos están bajo su cuidado especial y su protección (Éxo 22:22-23; Deu 10:18; Sal 146:9; Pro 15:25).

(2) Mediante los diezmos y la abundancia de su pueblo, Dios suple las necesidades de los huérfanos y las viudas (Deu 14:28-29; Deu 24:19-21; Deu 26:12-13).

(3) Él bendice a los que los ayudan y los honran (Isa 1:17; Isa 1:19; Jer 7:6-7; Jer 22:3-4).

(4) Él está contra los que se aprovechan de ellos o los perjudican (Éxo 22:22-24; Deu 24:17; Deu 27:19; Job 24:3; Sal 94:6; Sal 94:16; Zac 7:10).

(5) Las viudas son beneficiarias del tierno amor y de la compasión de Dios (Luc 7:11-17; Luc 18:2-8; Luc 21:2-4; Mar 12:42-43).

(6) La iglesia primitiva hizo del cuidado de las viudas una prioridad (Hch 6:1-6).

(7) Un aspecto de la verdadera fe en Cristo es cuidar de los huérfanos y las viudas en su aflicción (Stg 1:27; cf. 1Ti 5:3-8).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

7:13 Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, – La palabra compadecer, padecer con, (SPLANCHNIZOMAI), significa “ser movido en las entrañas de uno”. “En el idioma griego no hay otra palabra más fuerte que signifique piedad, simpatía y sentimiento que la que se utiliza” aquí y en otros textos para describir la compasión de Jesús (WB). Mat 9:36, “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor”; Mat 14:14, “Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos”; Mat 15:32, “Y Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer”; Mat 20:30, “ Y dos ciegos … clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! … 32 Y deteniéndose Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os haga? 33 Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos. 34 Entonces Jesús, compadecido (movido a compasión, LBLA), les tocó los ojos, y en seguida recibieron la vista; y le siguieron”. Jua 11:33, “Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, 34 y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. 35 Jesús lloró”. Mat 8:17, “El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias”.
Otra palabra semejante es SUMPATHEO, “sufrir con otro, ser afectado similarmente (castellano: simpatía), tener compasión de… Heb 4:15, “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”.
Si en verdad somos cristianos, debemos imitar a Cristo en ser misericordiosos, ser movidos “en las entrañas” para sufrir con los que sufren, sobre todo con los hermanos en la fe. Rom 12:15, “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran”. Heb 10:34, “Porque de los presos (por ejemplo, Hch 4:3; Hch 12:3; Hch 16:23) también os compadecisteis”.
— y le dijo: No llores (8:52). — Si decimos a una persona como Jesús dijo a esta viuda, “No llores”, ¿qué pensará? “¿Cómo dejaré de llorar?” Jesús se lo dijo porque El pensaba quitar la causa de su aflicción. Nosotros podemos decirlo si el difunto era cristiano, porque Pablo dice, “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza” (1Ts 4:13). A la familia de la persona que muere en Cristo podemos decir con toda confianza, “No lloren”, porque como Cristo resucitó a este joven, El levantará a nuestros seres queridos en “aquel día”, pero ¿qué se puede decir a los afligidos cuando el ser querido que muriera no era cristiano? ¿Podemos decir, “No llores porque ahora está reposando con Cristo?” Debemos tener mucho cuidado de lo que decimos en tales casos. Podemos acompañar a los dolientes en su pesar y ofrecer cualquier ayuda posible, pero no nos toca ofrecer esperanza cuando no hay esperanza. Pablo habla de “los otros que no tienen esperanza”.
Podemos tener verdadera (no fingida) compasión de la gente. Podemos llorar con ellos como Jesús lloró al entrar en la ciudad de Jerusalén. Luc 19:41, “Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella”. El no dijo que “había esperanza” para ella, pero sí tenía mucha compasión de ella y “lloró sobre ella”. Si mostramos verdadera compasión en tales momentos difíciles, muchas veces esto suaviza corazones duros para que estén más dispuestos a oír la palabra de Dios.

Fuente: Notas Reeves-Partain

NOTAS

(1) O: “Amo”.

REFERENCIAS CRUZADAS

j 439 Heb 4:15

k 440 Luc 8:52; Jua 11:33

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

tuvo compasión de ella. Las viudas no tenían derecho de herencia, así que la pérdida del esposo para esta mujer, y ahora de su único hijo, la sumían en una gran pobreza (vers. 12). La compasión de Jesús fue tanto por su dolor como por la situación desamparada en que había quedado.

Fuente: La Biblia de las Américas

13 super (1) Este caso es único en su género por la miseria que describe: el hijo único de una viuda era llevado en un ataúd. La compasión del Salvador también fue única en su género en Su amor y condolencia para con ella: El ofreció, en Su tierna misericordia, Su poder de resurrección para levantar de la muerte al hijo de la viuda, sin que se le pidiera. Esto indica Su comisión única: venir para salvar a los pecadores perdidos (19:10). También muestra el alto nivel de Su moralidad, como Salvador-Hombre, al salvar a los pecadores.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro