Comentario de Lucas 8:15 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Pero en cuanto a la parte que cayó en buena tierra, éstos son los que, al oír con corazón bueno y recto, retienen la palabra oída; y llevan fruto con perseverancia.
8:15 Pero la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia. — Esta es tierra fértil, limpia (preparada), húmeda, buena, como Samaria (Jua 4:35-37; Hch 8:5-12); los 3000 en el día de Pentecostés (Hch 2:41); el eunuco (Hch 8:35-39); Saulo de Tarso (Hch 9:18; Hch 22:16; Hch 26:19); Cornelio (Hch 10:33; Hch 10:48); Lidia (Hch 16:13-15); el carcelero (Hch 16:30-34); los corintios (Hch 18:10); y los efesios (Hch 19:1-5). Estos oyen la palabra con toda solicitud (Mar 12:37; Hch 17:11), la entienden, la obedecen y llevan fruto. Luc 8:15, «Son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia». Es el corazón bueno que puede ser conmovido por las grandes verdades del evangelio, y que celosamente las guarda. Oye la palabra atentamente, la estudia, la entiende y la obedece no importa quién la predique, ni con qué motivos la predique, ni quién más la obedezca, ni cuántas ofensas vengan. La que cayó en buena tierra no es como la que cayó junto al camino, porque sí entiende. No es que tenga intelecto superior, sino atención superior. No es como la que cayó en la capa delgada de tierra sobre una piedra, porque sí echa raíces y no es vencida por las pruebas de la vida. No es como la que cayó entre espinos, porque evita el afán y el engaño de las cosas materiales. Es la única que lleva fruto, «algunas semillas a ciento por uno, otras a sesenta y otras a treinta». Muchos quieren culpar al «sembrador» (predicador) por el poco fruto que se lleva en la obra, pero Jesús culpa también a los oyentes. La lección es que cada quien debe examinar cuidadosamente su corazón.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
con corazón bueno y recto. Luc 6:45; Deu 30:6; Sal 51:10; Jer 31:33; Jer 32:29; Eze 36:26, Eze 36:27; Rom 7:18; Efe 2:8; Stg 1:16-19; 1Pe 2:1, 1Pe 2:2.
retienen la palabra oída. Luc 11:28; Job 23:11, Job 23:12; Sal 1:1-3; Sal 119:11, Sal 119:127-129; Pro 3:1; Jer 15:16; Jua 14:15, Jua 14:21-24; Jua 15:10; 1Co 7:19; Heb 2:1; Stg 1:22-25; 1Jn 2:3.
llevan fruto en paciencia. Mat 24:13; Rom 2:7; Rom 6:22; Rom 7:4; Gál 5:22-26; Flp 1:11; Flp 3:13-15; Col 1:6, Col 1:10; Heb 6:11, Heb 6:12; Heb 10:36; Stg 1:4; Stg 5:7, Stg 5:8.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
dan fruto con perseverancia: Este es el grupo loable de la parábola. Lo sustancial aquí está en el corazón bueno y recto. Este «suelo» permite que eche raíces la Palabra de Dios y se vuelva productiva (Jua 15:2, Jua 15:3; Col 3:6, Col 3:16, Col 3:17; Stg 1:21).
PERSPECTIVA
|
¿Por qué usar parábolas?
|
Jesús usó frecuentemente parábolas. En el NT. se registran cerca de cuarenta historias separadas. Jesús utilizó parábolas por muchas razones.
(1) Para llamar la atención. Estas tenían un valor e interés tremendo, y además, a todo el mundo le gustan las historias.
(2) Para evitar que los oyentes rechazaran afirmaciones demasiado directas.
(3) Para estimular la pregunta y el aprendizaje. Estas historias se pueden recordar fácilmente, y por lo mismo son buenos vehículos para preservar la verdad.
(4) Para revelar la verdad. Las personas entienden una historia enseñada como parábola de manera más fácil que con la enseñanza regular.
(5) Para disimular la verdad. A menudo una historia protege la verdad de la burla de alguien que no entiende su significado. La condición espiritual de uno determina frecuentemente cuánto se entenderá lo que Jesús está diciendo.
|
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
retienen … oída … dan fruto. Esto constituye evidencia de salvación verdadera. Aquí «oída» se refiere a la capacidad y el ejercicio de entender y creer (Jua 8:31; Jua 8:47), «retienen» se refiere a una obediencia continua (Luc 11:28; vea la nota sobre Jua 14:21-24) y «dan fruto» corresponde a las buenas obras (Mat 7:16-20; Stg 2:14-26).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
8:15 Pero la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia. — Esta es tierra fértil, limpia (preparada), húmeda, buena, como Samaria (Jua 4:35-37; Hch 8:5-12); los 3000 en el día de Pentecostés (Hch 2:41); el eunuco (Hch 8:35-39); Saulo de Tarso (Hch 9:18; Hch 22:16; Hch 26:19); Cornelio (Hch 10:33; Hch 10:48); Lidia (Hch 16:13-15); el carcelero (Hch 16:30-34); los corintios (Hch 18:10); y los efesios (Hch 19:1-5). Estos oyen la palabra con toda solicitud (Mar 12:37; Hch 17:11), la entienden, la obedecen y llevan fruto. Luc 8:15, «Son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia». Es el corazón bueno que puede ser conmovido por las grandes verdades del evangelio, y que celosamente las guarda. Oye la palabra atentamente, la estudia, la entiende y la obedece no importa quién la predique, ni con qué motivos la predique, ni quién más la obedezca, ni cuántas ofensas vengan.
La que cayó en buena tierra no es como la que cayó junto al camino, porque sí entiende. No es que tenga intelecto superior, sino atención superior. No es como la que cayó en la capa delgada de tierra sobre una piedra, porque sí echa raíces y no es vencida por las pruebas de la vida. No es como la que cayó entre espinos, porque evita el afán y el engaño de las cosas materiales. Es la única que lleva fruto, «algunas semillas a ciento por uno, otras a sesenta y otras a treinta». Muchos quieren culpar al «sembrador» (predicador) por el poco fruto que se lleva en la obra, pero Jesús culpa también a los oyentes. La lección es que cada quien debe examinar cuidadosamente su corazón.
Conclusión. Siempre se debe recordar que la cosecha no depende enteramente de los esfuerzos del sembrador (predicador), porque los resultados dependen de gran manera de la condición del terreno. Las tres clases de terreno que no producen buena cosecha se pueden clasificar como el terreno de indiferencia, el terreno de la superficialidad y el terreno del doble ánimo.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Luc 21:19; Rom 2:7; Rom 8:25; Rom 15:4-5; 2Co 12:12; Col 1:11.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
u 507 Hch 16:14
v 508 Mat 13:23; Mar 4:20; Heb 10:36; Rev 3:10
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Se inserta cae para suplir elipsis del original.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
TGr181 En este versículo hay evidencias que pueden establecer que hubo una composición griega original. Jesús usa una frase que no es semítica: en un corazón bello y bueno. Es bien sabido que bello y bueno (καλὸς καὶ ἀγαθός) eran los adjetivos tradicionales que se aplicaban en griego a un caballero; no tiene paralelo en hebreo ni el arameo (es similar al uso que Sócrates le daba a la expresión -R176).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
rtf1fbidisansiansicpg1252deff0fonttblf0fromanfprq2fcharset2 Wingdings 3; . cae.