Biblia

Comentario de Lucas 8:18 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Lucas 8:18 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

“Mirad, pues, cómo oís; porque a cualquiera que tenga, le será dado, y a cualquiera que no tenga, aun lo que piense tener le será quitado.”

8:18 Mirad, pues, cómo oís; — Los apóstoles serían los embajadores de Cristo (2Co 5:20), sus testigos, sus mensajeros. Por eso, era indispensable que oyeran con cuidado la enseñanza de Cristo. Sin embargo, esta enseñanza se puede de manera general. Todos deben tener cuidado cómo oyen. Isa 40:21, “¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó?” Algunos oyen para ser divertidos. Eze 33:31-32, “Y vendrán a ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti como pueblo mío, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia. 32 Y he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de voz y que canta bien; y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra”. Algunos oyen solamente para criticar al orador. Mar 12:13, “Y le enviaron algunos de los fariseos y de los herodianos, para que le sorprendiesen en alguna palabra”. Pero algunos oyen de buena gana (Mar 12:37) y con toda solicitud (Hch 17:11).

Debemos oír como los de Mar 12:37 y los de Berea (Hch 17:11). Oír para ser bendecidos (Mat 13:16-17). Oír para tener fe salvadora (Rom 10:17; Stg 1:22). Oír para no desviarnos (Heb 2:1). Oír para no ser rechazados (Mat 10:14). Oír para llevar fruto (Luc 8:15).

— porque a todo el que tiene, se le dará; y a todo el que no tiene, aun lo que piensa tener se le quitará. — Es necesario aprender la enseñanza de Jesús pero también es necesaria ponerla en práctica y enseñarla a otros, pues solamente de esta manera podremos retener lo que hemos aprendido. “En lo espiritual, el permanecer inmóvil es imposible. La persona o gana o pierde; avanza o decae”. (GH).

Luc 19:26 “Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará”. Los apóstoles y otros discípulos de Jesús habían aprendido mucho de sus labios, habiendo seguido con El ya por mucho tiempo, pero ¿qué tanto pondría en práctica? ¿Qué tan activos serían en enseñar a otros? De lo que leemos en Hechos de los Apóstoles vemos que a los apóstoles se les dio mucho más, porque ellos mismos eran fieles y con toda diligencia enseñaban la palabra a otros. Aprovecharon su gran bendición y aunque en medio de persecuciones recibieron grandes bendiciones.

Rom 12:6, “De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8 el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría”. En este texto, como también en 1Co 12:1-31, el apóstol Pablo enseña que todo cristiano tiene su función en el cuerpo de Cristo, y que debe cumplirla con toda diligencia. Nadie debe quejarse de sus pocos talentos. Más bien debe aprovechar lo que tiene y mejorarlo. No todos tienen el talento para dirigir himnos. Si algún hermano tiene ese talento, debe esforzarse para aprender música y el arte de dirigir himnos. No es imposible y vale la pena hacerlo. No todo el mundo tiene talento para predicar y el hermano que crea que sí lo tiene debe “pagar el precio” para prepararse bien para predicar “públicamente y por las casas” y hacer un buen trabajo predicando todo el consejo de Dios (Hch 20:20; Hch 20:27).

1Ti 4:14, “No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. 15 Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren”. El descuidar las bendiciones y responsabilidades que nos da Dios acarrea consecuencias amargas. Mat 25:30, que sepamos el hombre condenado aquí ni era borracho ni ladrón, sino “inútil” porque no aprovechó su talento. Aunque tuvo un solo talento, su señor esperaba que produjera por lo menos otro.

2Ti 1:6, “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.

Lo que Jesús dice es en realidad un principio práctico de la vida. Si uno aprovecha sus bendiciones (salud, fuerza física y mental, dinero, talentos, empleo o negocio, etc.) todo irá en aumento. Tendrá aun más bendiciones. Por el otro lado, si descuida su salud, su dinero, su empleo o negocio, perderá lo que tenía.

Dos hombres compran casas pequeñas en el mismo barrio. No valen mucho, pero son adecuadas. El uno cuida su casa, la pinta, la cerca, siembra jardín, etc. y el valor de la propiedad sube; un día la vende y compra casa más grande y mejor. El otro descuida su casa, pensando que es muy pequeña y que no vale la pena cuidarla, descuida ventanas quebradas y puertas golpeadas, deja la casa despintada, y el valor va bajando año tras año. Si quisiera venderla nadie se la compraría, pues ya perdió su valor.

Lo mismo se puede decir de vehículos, muebles, ropa, herramientas, y todas las demás posesiones de al vida. Muchos hablan de “mala suerte” cuando ellos mismos son la “mala suerte”.

Cuanto más, pues, se puede aplicar al alma. Si perdemos la salud física por descuidarla, ¿qué pasará si descuidamos el alma?

Por lo tanto, en lugar de envidiar a otros, en lugar de hacer mil excusas, en lugar de hablar de “mala suerte”, seamos sumamente agradecidos y contentos con Dios por todas sus bendiciones y aprovecharlas al máximo, esforzándonos para que El nos dé más.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Mirad pues cómo oís. Luc 9:44; Deu 32:46, Deu 32:47; Pro 2:2-5; Mar 4:23, Mar 4:24; Mar 13:14; Hch 10:33; Hch 17:11; Heb 2:1; Stg 1:19-25; 1Pe 2:1, 1Pe 2:2.

porque a cualquiera que tuviere. Luc 19:26; Mat 13:12; Mat 25:29; Mar 4:25; Jua 15:2.

lo que piensa tener o, lo que cree tener. Pro 14:12; Rom 12:3; 1Co 3:18; 1Co 8:2; 1Co 14:37; Flp 3:4; Stg 1:26.

le será quitado. Luc 12:20, Luc 12:21; Luc 16:2-4, Luc 16:19-25; Mat 7:22, Mat 7:23; 1Co 13:1-3.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Mirad, pues, cómo oís: Jesús advierte a su audiencia explícitamente a escuchar y seguir la Palabra de Dios (Stg 1:22-25).

lo que piensa tener se le quitará: Esta frase presenta un principio de juicio. El que responda a la Palabra de Dios recibirá más. Pero el que no, perderá lo que pensó que tenía.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

AL TODO EL QUE TIENE, SE LE DARÁ. Véase Mat 25:29, nota.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Mirad, pues, cómo oís. La respuesta de una persona a la luz que hay en su vida es crucial, porque ante el trono de juicio no habrá oportunidad para acogerse a la verdad que fue antes menospreciada (Apo 20:11-15). Aquellos que desprecian la luz del evangelio ahora perderán todo acceso a ella en la eternidad. Cp. Luc 19:26; Mat 25:29.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

8:18 Mirad, pues, cómo oís; — Los apóstoles serían los embajadores de Cristo (2Co 5:20), sus testigos, sus mensajeros. Por eso, era indispensable que oyeran con cuidado la enseñanza de Cristo. Sin embargo, esta enseñanza se puede de manera general. Todos deben tener cuidado cómo oyen. Isa 40:21, “¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó?” Algunos oyen para ser divertidos. Eze 33:31-32, “Y vendrán a ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti como pueblo mío, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia. 32 Y he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de voz y que canta bien; y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra”. Algunos oyen solamente para criticar al orador. Mar 12:13, “Y le enviaron algunos de los fariseos y de los herodianos, para que le sorprendiesen en alguna palabra”. Pero algunos oyen de buena gana (Mar 12:37) y con toda solicitud (Hch 17:11).
Debemos oír como los de Mar 12:37 y los de Berea (Hch 17:11). Oír para ser bendecidos (Mat 13:16-17). Oír para tener fe salvadora (Rom 10:17; Stg 1:22). Oír para no desviarnos (Heb 2:1). Oír para no ser rechazados (Mat 10:14). Oír para llevar fruto (Luc 8:15).
— porque a todo el que tiene, se le dará; y a todo el que no tiene, aun lo que piensa tener se le quitará. – Es necesario aprender la enseñanza de Jesús pero también es necesaria ponerla en práctica y enseñarla a otros, pues solamente de esta manera podremos retener lo que hemos aprendido. “En lo espiritual, el permanecer inmóvil es imposible. La persona o gana o pierde; avanza o decae”. (GH).
Luc 19:26 “Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará”. Los apóstoles y otros discípulos de Jesús habían aprendido mucho de sus labios, habiendo seguido con El ya por mucho tiempo, pero ¿qué tanto pondría en práctica? ¿Qué tan activos serían en enseñar a otros? De lo que leemos en Hechos de los Apóstoles vemos que a los apóstoles se les dio mucho más, porque ellos mismos eran fieles y con toda diligencia enseñaban la palabra a otros. Aprovecharon su gran bendición y aunque en medio de persecuciones recibieron grandes bendiciones.
Rom 12:6, “De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8 el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría”. En este texto, como también en 1Co 12:1-31, el apóstol Pablo enseña que todo cristiano tiene su función en el cuerpo de Cristo, y que debe cumplirla con toda diligencia. Nadie debe quejarse de sus pocos talentos. Más bien debe aprovechar lo que tiene y mejorarlo. No todos tienen el talento para dirigir himnos. Si algún hermano tiene ese talento, debe esforzarse para aprender música y el arte de dirigir himnos. No es imposible y vale la pena hacerlo. No todo el mundo tiene talento para predicar y el hermano que crea que sí lo tiene debe “pagar el precio” para prepararse bien para predicar “públicamente y por las casas” y hacer un buen trabajo predicando todo el consejo de Dios (Hch 20:20; Hch 20:27).
1Ti 4:14, “No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. 15 Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren”. El descuidar las bendiciones y responsabilidades que nos da Dios acarrea consecuencias amargas. Mat 25:30, que sepamos el hombre condenado aquí ni era borracho ni ladrón, sino “inútil” porque no aprovechó su talento. Aunque tuvo un solo talento, su señor esperaba que produjera por lo menos otro.
2Ti 1:6, “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.
Lo que Jesús dice es en realidad un principio práctico de la vida. Si uno aprovecha sus bendiciones (salud, fuerza física y mental, dinero, talentos, empleo o negocio, etc.) todo irá en aumento. Tendrá aun más bendiciones. Por el otro lado, si descuida su salud, su dinero, su empleo o negocio, perderá lo que tenía.
Dos hombres compran casas pequeñas en el mismo barrio. No valen mucho, pero son adecuadas. El uno cuida su casa, la pinta, la cerca, siembra jardín, etc. y el valor de la propiedad sube; un día la vende y compra casa más grande y mejor. El otro descuida su casa, pensando que es muy pequeña y que no vale la pena cuidarla, descuida ventanas quebradas y puertas golpeadas, deja la casa despintada, y el valor va bajando año tras año. Si quisiera venderla nadie se la compraría, pues ya perdió su valor.
Lo mismo se puede decir de vehículos, muebles, ropa, herramientas, y todas las demás posesiones de al vida. Muchos hablan de “mala suerte” cuando ellos mismos son la “mala suerte”.
Cuanto más, pues, se puede aplicar al alma. Si perdemos la salud física por descuidarla, ¿qué pasará si descuidamos el alma?
Por lo tanto, en lugar de envidiar a otros, en lugar de hacer mil excusas, en lugar de hablar de “mala suerte”, seamos sumamente agradecidos y contentos con Dios por todas sus bendiciones y aprovecharlas al máximo, esforzándonos para que El nos dé más.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Luc 19:26.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

z 512 Mat 25:23

a 513 Mat 13:12; Mat 25:29; Mar 4:25; Luc 19:26

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

lo que…tiene se le quitará. Véase coment. en Mt 13:12.

Fuente: La Biblia de las Américas

Mat 25:29; Luc 19:26.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

O, parece tener

Fuente: La Biblia de las Américas

g Mt. 25-29; Luc 19:26.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

* “Oír”: Escuchar el mensaje de Dios.

Fuente: Versión Biblia Libre del NuevoTestamento