Biblia

Comentario de Lucas 9:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Lucas 9:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Y dondequiera que no os reciban, al salir de aquella ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies como testimonio contra ellos.

9:5 Y dondequiera que no os recibieren, — ¿Por qué no los recibirían algunos? Seguramente querían que sus seres queridos fuesen sanados, y en cuanto al reino muchos esperaban un reino terrenal. ¿Los rechazaban porque predicaban el arrepentimiento? Posiblemente, porque la mayoría de la gente no quiere cambiar o no querían saber nada de un reino espiritual (sólo querían oír de un reino como el de David y Salomón). Compárese Mat 10:16-25. Es imposible exagerar la influencia y fuerza que el prejuicio tiene sobre la mente humana. Hay muy poca esperanza para las personas que ya tienen su concepto del evangelio y de la iglesia y rehúsan abrir sus oídos y corazones para estudiar la verdad del Nuevo Testamento.

— salid de aquella ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos. — Como si fuera tierra inmunda (pagana). Esto lo hacían los judíos al salir del territorio gentil. Compárese Hch 13:50, “Pero los judíos instigaron a mujeres piadosas y distinguidas, y a los principales de la ciudad, y levantaron persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de sus límites. 51 Ellos entonces, sacudiendo contra ellos el polvo de sus pies, llegaron a Iconio”. Hch 18:6, “Pero oponiéndose y blasfemando éstos, les dijo, sacudiéndose los vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra propia cabeza; yo, limpio; desde ahora me iré a los gentiles”. Pero véase Hch 13:46. No podían culpar a Pablo, pues ellos se juzgaban solos. “Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; más puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles”.

Los que predican y enseñan la palabra de Dios deben estar conscientes de la dignidad de esta obra. La palabra de Dios merece respeto y los predicadores y maestros deben exigir ese respeto. Si el mensaje de los apóstoles en esa misión limitada fue tan digno de respeto, ¿qué diremos de la importancia del mensaje de la Gran Comisión de Mat 28:18-19; Mar 16:15-16; Luc 24:47? Este mensaje que los apóstoles llevaron a todo el mundo y que nosotros predicamos ahora es el mensaje de Dios. Debemos respetarlo y también exigir que la gente lo respete.

En toda esta instrucción observamos la urgencia de esta misión. No deberían perder tiempo con gente indigna. Habiendo enseñado la palabra los apóstoles cumplieron con su deber y al despedirse no deberían decir, “que el Señor les bendiga”, sino que deberían sacudir el polvo de los pies como testimonio contra ellos.

Recordemos lo que Jesús dice en Mat 7:6, “No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen”. El Señor no quiere que “molestemos” a la gente con el evangelio. Hay que predicarles y exhortarles, pero cuando se portan como los de Mat 7:6; Hch 13:50; Hch 18:6 debemos explicarles que ya cumplimos con nuestro deber y que su sangre está sobre su propia cabeza.

Lo que Jesús dice sobre esto en el siguiente capítulo a los setenta (Luc 10:11) es muy interesante: “Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros”; es decir, la gente podía rechazar el mensaje, pero sea lo que sea la aceptación o el rechazo del mensaje, seguramente el reino se acercaba. Lo mismo se puede decir del juicio venidero.

En Mat 10:15 Jesús agrega palabras muy alarmantes: “De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad”. Gén 19:24-28. Los de Sodoma y Gomorra son mencionados como ejemplos de los peores pecadores, Deu 32:32; Isa 1:10; Eze 16:46; Eze 16:48; 2Pe 2:6, pero Jesús dice (Mat 11:23-24; Mar 6:11; Luc 10:13-16) que el juicio será más severo para los que oyeron el evangelio y no lo aceptaron que para los de Sodoma, Gomorra y otros pueblos perversos y corruptos, porque estos nunca tuvieron la oportunidad que tenemos ahora de oír el glorioso evangelio de Cristo. Al escuchar el mensaje de los apóstoles el pueblo sería muy bendecido si lo aceptaran, pero si lo rechazaran su castigo sería peor que el de la tierra de Sodoma y Gomorra.

Lo muy duro del corazón de tales personas se observa en el hecho de que rechazaron a los apóstoles aunque éstos podían sanar sus enfermos y echar fuera los demonios de sus seres queridos.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

los que no os recibieren. Luc 9:48; Luc 10:10-12, Luc 10:16; Mat 10:14, Mat 10:15; Mar 6:11; Mar 9:37; Hch 13:51; Hch 18:6.

aun el polvo sacudid de vuestros pies. Luc 9:53-56; Neh 5:13.

en testimonio contra ellos. Luc 5:14; Mat 10:18.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

9:5 Y dondequiera que no os recibieren, — ¿Por qué no los recibirían algunos? Seguramente querían que sus seres queridos fuesen sanados, y en cuanto al reino muchos esperaban un reino terrenal. ¿Los rechazaban porque predicaban el arrepentimiento? Posiblemente, porque la mayoría de la gente no quiere cambiar o no querían saber nada de un reino espiritual (sólo querían oír de un reino como el de David y Salomón). Compárese Mat 10:16-25. Es imposible exagerar la influencia y fuerza que el prejuicio tiene sobre la mente humana. Hay muy poca esperanza para las personas que ya tienen su concepto del evangelio y de la iglesia y rehúsan abrir sus oídos y corazones para estudiar la verdad del Nuevo Testamento.
— salid de aquella ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos. – Como si fuera tierra inmunda (pagana). Esto lo hacían los judíos al salir del territorio gentil. Compárese Hch 13:50, “Pero los judíos instigaron a mujeres piadosas y distinguidas, y a los principales de la ciudad, y levantaron persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de sus límites. 51 Ellos entonces, sacudiendo contra ellos el polvo de sus pies, llegaron a Iconio”. Hch 18:6, “Pero oponiéndose y blasfemando éstos, les dijo, sacudiéndose los vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra propia cabeza; yo, limpio; desde ahora me iré a los gentiles”. Pero véase Hch 13:46. No podían culpar a Pablo, pues ellos se juzgaban solos. “Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; más puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles”.
Los que predican y enseñan la palabra de Dios deben estar conscientes de la dignidad de esta obra. La palabra de Dios merece respeto y los predicadores y maestros deben exigir ese respeto. Si el mensaje de los apóstoles en esa misión limitada fue tan digno de respeto, ¿qué diremos de la importancia del mensaje de la Gran Comisión de Mat 28:18-19; Mar 16:15-16; Luc 24:47? Este mensaje que los apóstoles llevaron a todo el mundo y que nosotros predicamos ahora es el mensaje de Dios. Debemos respetarlo y también exigir que la gente lo respete.
En toda esta instrucción observamos la urgencia de esta misión. No deberían perder tiempo con gente indigna. Habiendo enseñado la palabra los apóstoles cumplieron con su deber y al despedirse no deberían decir, “que el Señor les bendiga”, sino que deberían sacudir el polvo de los pies como testimonio contra ellos.
Recordemos lo que Jesús dice en Mat 7:6, “No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen”. El Señor no quiere que “molestemos” a la gente con el evangelio. Hay que predicarles y exhortarles, pero cuando se portan como los de Mat 7:6; Hch 13:50; Hch 18:6 debemos explicarles que ya cumplimos con nuestro deber y que su sangre está sobre su propia cabeza.
Lo que Jesús dice sobre esto en el siguiente capítulo a los setenta (Luc 10:11) es muy interesante: “Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros”; es decir, la gente podía rechazar el mensaje, pero sea lo que sea la aceptación o el rechazo del mensaje, seguramente el reino se acercaba. Lo mismo se puede decir del juicio venidero.
En Mat 10:15 Jesús agrega palabras muy alarmantes: “De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad”. Gén 19:24-28. Los de Sodoma y Gomorra son mencionados como ejemplos de los peores pecadores, Deu 32:32; Isa 1:10; Eze 16:46; Eze 16:48; 2Pe 2:6, pero Jesús dice (Mat 11:23-24; Mar 6:11; Luc 10:13-16) que el juicio será más severo para los que oyeron el evangelio y no lo aceptaron que para los de Sodoma, Gomorra y otros pueblos perversos y corruptos, porque estos nunca tuvieron la oportunidad que tenemos ahora de oír el glorioso evangelio de Cristo. Al escuchar el mensaje de los apóstoles el pueblo sería muy bendecido si lo aceptaran, pero si lo rechazaran su castigo sería peor que el de la tierra de Sodoma y Gomorra.
Lo muy duro del corazón de tales personas se observa en el hecho de que rechazaron a los apóstoles aunque éstos podían sanar sus enfermos y echar fuera los demonios de sus seres queridos.

Fuente: Notas Reeves-Partain

— el polvo pegado a sus pies. Ver nota a Mat 10:14.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Luc 10:10-11; Hch 13:51, (ver Luc 9:43; Luc 16:15; Luc 17:16; Luc 18:6).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

d 571 Luc 10:10

e 572 Neh 5:13; Mat 10:14; Mar 6:11; Hch 13:51

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

sacudid el polvo. Véase coment. en Mt 10:14.

Fuente: La Biblia de las Américas

sacudid el polvo. Véase nota en Mar 6:11.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

polvo…Hch 13:51.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

g Hch 13:51.

Fuente: La Biblia Textual III Edición