Todos comieron y se saciaron, y de lo que sobró recogieron doce canastas de pedazos.
9:17 Y comieron todos, y se saciaron; — Felipe dijo que si compraran «doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco» (6:7), pero ¿se limitaron a un poco? Dice Juan que Jesús y los discípulos les dieron todo lo que querían. Dios usa las cosas pequeñas y de poca importancia para hacer maravillas. Recuérdese como Dios usó la vara de Moisés, la honda de David, y la quijada de un asno en manos de Sansón.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
y comieron todos. Sal 37:16; Pro 13:25; Mat 14:20, Mat 14:21; Mat 15:37, Mat 15:38; Mar 6:42-44; Mar 8:8, Mar 8:9.
se hartaron. Sal 107:9.
y recogieron lo que les sobró. 2Re 4:44; Mat 16:9, Mat 16:10; Mar 8:19, Mar 8:20; Jua 6:11-13; Flp 4:18, Flp 4:19.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
doce cestas: Esta es simplemente una suma que da cuenta de la cantidad que sobró y posiblemente no se le debe dar otra interpretación. La lección para sus discípulos es que Él es la fuente de su sustento.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
cestas. Vea las notas sobre Mar 6:43 ; Mar 8:8.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
9:17 Y comieron todos, y se saciaron; — Felipe dijo que si compraran «doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco» (6:7), pero ¿se limitaron a un poco? Dice Juan que Jesús y los discípulos les dieron todo lo que querían.
Dios usa las cosas pequeñas y de poca importancia para hacer maravillas. Recuérdese como Dios usó la vara de Moisés, la honda de David, y la quijada de un asno en manos de Sansón.
Dios pone un cheque en blanco en manos de sus siervos y nos dice que llenemos la cantidad de recursos celestiales que queramos (AWP).
Dice Pablo, «todo es vuestro» (1Co 3:21).
— y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos. – Después de alimentar la multitud, no tenían cinco panes y dos pececillos, sino doce cestas llenas de comida. Dice Jua 6:12, “Y cuando se hubieron saciado (no un poco para cada uno, sino saciado), dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada”. Cristo podía haber alimentado cada día a multitudes, pero «los recursos infinitos, no obstante, no son una excusa para desperdiciar» (GH). Dios no desperdicia nada. Aun los cadáveres de animales y aves son alimento para otras de sus criaturas.
Este texto es una lección clara sobre la necesidad de no desperdiciar las bendiciones de Dios. No somos dueños de nuestros recursos, sino simplemente mayordomos, que darán cuenta a Dios por la administración de ellos.
¿Qué significa el término pródigo? ¿Qué hizo el hijo pródigo? Dice Luc 15:14, «Cuando todo lo hubo malgastado» (15:30). Compárense Luc 16:1, «disipador»; Mat 25:30, «inútil» porque desperdició su talento; Efe 5:16, aprovechar el tiempo, no desperdiciarlo, no malgastarlo. Dios no quiere que el hombre desperdicie su tiempo, su energía, sus talentos, su dinero, su vida. Si Jesús no quería que los pedazos de pan se perdieran, ¿cuánto menos querrá que algún alma se pierda? (1Ti 2:4; 2Pe 3:9).
¿Cómo explican este milagro los modernistas (incrédulos)? Dicen que la lección aquí es que un muchacho pobre compartió su comida con otros y que su falta de egoísmo y su espíritu benévolo provocaba a los demás a hacer lo mismo para que hubiera suficiente comida para todos. Si esto hubiera sido lo que en realidad sucediera, nadie habría pensado que Jesús era el Profeta.
Dice el modernista William Barclay, «Nunca sabremos con exactitud qué fue lo que sucedió en esa verde planicie de Betsaida Julia. Podemos verlo en tres formas. (a) Podemos verlo simplemente como un milagro… (b) Puede ser que en realidad se haya tratado de una comida sacramental… lo que cada persona recibió no fue más que un fragmento, como en el sacramento… (c) Puede haber otra explicación, muy hermosa. No se debe pensar que la multitud emprendió una expedición de catorce kilómetros sin hacer ningún preparativo. Si entre ellos había peregrinos, sin duda tendrían provisiones para el viaje. Pero puede ser que ninguno de ellos haya querido ofrecer lo que tenía, porque con todo egoísmo — y muy humanamente — querían guardar todo para sí. Puede ser que Jesús, con su extraña sonrisa, sacó la pequeña provisión que tenía con sus discípulos, con una fe radiante dio gracias a Dios por ella y la compartió con todos. Conmovidos por su ejemplo, todos los que tenían algo lo imitaron; y al final hubo comida suficiente, y más que suficiente, para todos». Esta «explicación» es pura incredulidad. Barclay admite que «podemos verlo como milagro», pero así hablan los modernistas (incrédulos): para ellos, esta explicación es aceptable, pero luego dan otras dos explicaciones que son incorrectas. De esta manera, rechazan la verdad.
Fuente: Notas Reeves-Partain
REFERENCIAS CRUZADAS
t 588 2Re 4:44; Sal 145:15; Mat 14:20; Mar 6:43; Jua 6:13
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
17 super (1) Véase la nota 43 super (1) de Mr 6.