Pues, ¿de qué le sirve al hombre si gana el mundo entero y se destruye o se pierde a sí mismo?
9:25 Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo? — La palabra “pues” implica lo siguiente: No rehúse negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme porque ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?” Esta es la consecuencia de no negarse a sí mismo, etc. Es el otro lado de la moneda. Lo que Jesús requiere (negarse… tomar… seguir) es el único camino razonable, el único curso sensato, porque al no negarse… tomar… seguir uno escoge la destrucción de sí mismo. En realidad ¿cuál es la ganancia de los que rehúsan negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguir a Cristo? Estos están vendiendo su alma a Satanás, y aun esta vida ¿qué es lo que ganan? Porque ellos también sufren en esta vida. Si para los que rehúsan seguir a Cristo la vida fuera puro paraíso, una vida verdadera dichosa, maravillosa, sin problemas, sin sufrimiento —con pura alegría — aun así estarían perdiendo sus almas por ¿cuántos años? Aunque vivieran cien años así, ¿qué es eso si lo compara con la eternidad? Pero en realidad los que rehúsan obedecer al evangelio se enferman, se accidentan, contraen enfermedades graves, sufren quiebras, el desempleo y toda clase de contratiempos y reveses; es decir, esta vida no es de ninguna manera pura felicidad y alegría para ellos. Además en toda esta miseria no tienen la ayuda de Dios. No pueden decir, “Padre, ayúdame” si El no es su Padre. Y no pueden decir que sus sufrimientos están obrando algún bien en su vida.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
¿qué aprovecha al hombre, si ganare todo el mundo? Luc 4:5-7; Luc 12:19-21; Luc 16:24, Luc 16:25; Sal 49:6-8; Mat 16:26; Mar 8:36; Mar 9:43-48; Hch 1:18, Hch 1:25; 2Pe 2:15-17; Apo 18:7, Apo 18:8.
y sé se pierde a sí mismo. O como en el pasaje paralelo, [ten psuche την ψυχην (πσψχην) G5590 autou (�����) G847,] ‘su alma’, o su vida. corra peligro de sí, o se destruye. Mat 13:48, Mat 13:50; 1Co 9:27.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
9:25 Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo? – La palabra “pues” implica lo siguiente: No rehúse negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme porque ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?” Esta es la consecuencia de no negarse a sí mismo, etc. Es el otro lado de la moneda. Lo que Jesús requiere (negarse… tomar… seguir) es el único camino razonable, el único curso sensato, porque al no negarse… tomar… seguir uno escoge la destrucción de sí mismo.
En realidad ¿cuál es la ganancia de los que rehúsan negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguir a Cristo? Estos están vendiendo su alma a Satanás, y aun esta vida ¿qué es lo que ganan? Porque ellos también sufren en esta vida. Si para los que rehúsan seguir a Cristo la vida fuera puro paraíso, una vida verdadera dichosa, maravillosa, sin problemas, sin sufrimiento -con pura alegría – aun así estarían perdiendo sus almas por ¿cuántos años? Aunque vivieran cien años así, ¿qué es eso si lo compara con la eternidad? Pero en realidad los que rehúsan obedecer al evangelio se enferman, se accidentan, contraen enfermedades graves, sufren quiebras, el desempleo y toda clase de contratiempos y reveses; es decir, esta vida no es de ninguna manera pura felicidad y alegría para ellos. Además en toda esta miseria no tienen la ayuda de Dios. No pueden decir, “Padre, ayúdame” si El no es su Padre. Y no pueden decir que sus sufrimientos están obrando algún bien en su vida.
¿Cuánto vale el alma? Mucha gente saca muy poco provecho de esta vida. No hallan mucha felicidad. La vida está llena de problemas, dificultades y tristeza, pero aun sin embargo, aceptan que esta pobre vida miserable que están llevando tiene más valor que el alma. No quieren cambiar la vida que llevan por la salvación de su alma eterna. La vida que el hombre perdido lleva le está costando mucho. Es una vida cara, carísima. Lo que está ganando le está costando la vida eterna. Si no cambia – si no obedece al evangelio para salvar su alma – habrá otro costo horrible: el sufrir eternamente en el fuego llamado infierno.
Así pues, todos los desobedientes están pagando un precio elevadísimo por la vida que llevan; es decir, les está costando la buena vida, la vida abundante, ahora (1Pe 3:10), y después de esta muy corta vida, pagará el precio terrible de perder su alma en el infierno para siempre.
Están vendiendo su alma al diablo ¿para obtener qué? De veras, ¿la vida mundana e indiferente que llevan es de tanto valor? ¿De veras “vale la pena”? ¿No está vendiendo su alma por un precio muy bajo? ¿Es un buen trato? Define Larousse la palabra “ganga” como “cosa que se adquiere a poca costa”. Se dice que “a ese precio el auto era una ganga”. Si alguien cree que está consiguiendo su vida mundana “a poca costa” – si cree que es una “ganga” — se está engañando a sí mismo de la manera más horrible, porque al morir será como el hombre de Luc 16:23 que “alzó sus ojos, estando en tormentos”. Estará gritando al igual que éste: “Ten misericordia de mí… porque estoy atormentado en esta llama” (v. 24).
El contador sensato calcula ganancias y pérdidas. Recuerde Flp 3:8-9.
Imagínese el ganar “todo el mundo”. No podemos comprender el ganar una pequeña porción del pueblo donde vivimos. Es impensable que algún hombre fuera el dueño de un territorio extenso (estado como Texas o Chihuahua), mucho menos de un país, por pequeño que sea. Pero si pudiera ser dueño no sólo de un país, sino de todos los tesoros de la tierra, ¿cuánto valdrían si se perdiera a sí mismo?
Lucas habla de perder a sí mismo en lugar de perder el alma (Mat 16:26). Es lo mismo, pues Lucas no habla meramente de la vida física, sino el ser (sí mismo). El verdadero ser del hombre es su alma o espíritu. El que pierde su alma pierde a sí mismo.
Mat 16:26, “¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” La pérdida material sí se puede recuperar, pero si el hombre pierde su alma, ¿con qué podría recuperar su pérdida? Será totalmente imposible, porque al perder el alma se pierde todo. Todos perderemos el cuerpo. Eso es ineludible, pero al perder el cuerpo el cristiano todavía es riquísimo porque no pierde su alma, su posesión eterna.
Fuente: Notas Reeves-Partain
REFERENCIAS CRUZADAS
e 599 Sal 49:6; Mat 16:26; Mar 8:36; Hch 1:18; Rev 18:7
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
haber ganado el mundo. El éxito en el mundo no tiene significado si implica perder la vida eterna y la comunión con Dios.
Fuente: La Biblia de las Américas
25 super (1) Palabra usada en el comercio.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
R1023 Note la condición implícita en el participio κερδήσας: si gana.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., y