Dijo a otro: —Sígueme. Pero él dijo: —Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre.
9:59 Y dijo a otro (discípulo, Mat 8:21): Sígueme. El le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. 60 Jesús le dijo: Deja que los muertos (los que están muertos espiritualmente, Efe 2:1; 1Ti 5:6) entierren a sus muertos (los que están físicamente muertos) ; y tú vé, y anuncia el reino de Dios. — Las obligaciones mundanas pueden ser atendidas por los que están muertos espiritualmente, pero Jesús le había dado a este discípulo otro deber más importante: el de anunciar el reino. Algunos creen que la expresión «permíteme que vaya primero y entierre a mi padre» significa «permíteme cuidar de mi padre anciano hasta que muera». Justifican esta explicación diciendo que si el padre de este hombre ya hubiera muerto, él habría estado en ese momento ocupado en el asunto de enterrarlo, pero no es posible probar tal teoría. Jesús no habla del futuro cuando su padre muriera, sino del tiempo presente, pues en ese momento los que deberían sepultar al padre de este discípulo estaban muertos espiritualmente, pero con el tiempo tal vez serían convertidos. Este texto es paralelo con Mat 8:18-22 y en esa ocasión “Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado”; es decir, ya había dado la orden de salir. El siguiente versículo (23) dice, “Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron”. Esto es lo que aquel discípulo debería hacer y dejar que los familiares incrédulos se encargaran de enterrar a su padre que también era incrédulo (“ sus muertos”).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Sígueme. Mat 4:19-22; Mat 9:9; Mat 16:24.
déjame que primero vaya. 1Re 19:20; Hag 1:2; Mat 6:33; Mat 8:21, Mat 8:22.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
déjame que primero vaya y entierre a mi padre: Este aspirante coloca primero sus responsabilidades familiares antes que a Jesús. La preocupación por su familia fue la piedra de tropiezo de este hombre. A diferencia del anterior (v. Luc 9:57), este hombre era más calmado, meditativo y contemplativo. Estaba considerando el costo del discipulado. La pureza del culto se consideraba importante en los círculos judíos, por lo que ser requería de un entierro rápido (Luc 7:11-17).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Vea las notas sobre Mat 8:21-22.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
9:59 Y dijo a otro (discípulo, Mat 8:21): Sígueme. El le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. 60 Jesús le dijo: Deja que los muertos (los que están muertos espiritualmente, Efe 2:1; 1Ti 5:6) entierren a sus muertos (los que están físicamente muertos) ; y tú vé, y anuncia el reino de Dios. – Las obligaciones mundanas pueden ser atendidas por los que están muertos espiritualmente, pero Jesús le había dado a este discípulo otro deber más importante: el de anunciar el reino.
Algunos creen que la expresión «permíteme que vaya primero y entierre a mi padre» significa «permíteme cuidar de mi padre anciano hasta que muera». Justifican esta explicación diciendo que si el padre de este hombre ya hubiera muerto, él habría estado en ese momento ocupado en el asunto de enterrarlo, pero no es posible probar tal teoría. Jesús no habla del futuro cuando su padre muriera, sino del tiempo presente, pues en ese momento los que deberían sepultar al padre de este discípulo estaban muertos espiritualmente, pero con el tiempo tal vez serían convertidos. Este texto es paralelo con Mat 8:18-22 y en esa ocasión “Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado”; es decir, ya había dado la orden de salir. El siguiente versículo (23) dice, “Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron”. Esto es lo que aquel discípulo debería hacer y dejar que los familiares incrédulos se encargaran de enterrar a su padre que también era incrédulo (“ sus muertos”).
Jesús no criticó a los que sepultaron a Juan (Mat 14:12), y los apóstoles no criticaron a los que sepultaron a Esteban (Hch 8:2), pero a éste Jesús le había dicho, “Sígueme” (como había dicho a los pescadores, Mat 4:18-22). Era necesario dar prioridad a ese mandamiento, no dejando que nada se lo impidiera. ¿Cuántos hermanos, llenos de pesar por haber muerto algún ser querido, descuidan por lo menos una (y a veces más) reuniones de la iglesia? En algunos países se gastan muchos miles de dólares para sepultar a los muertos y se presentan elogios elocuentes, sin tomar en cuenta la realidad del castigo eterno de los que mueren sin obedecer al evangelio de Cristo.
Cabe mencionar también que si este discípulo hubiera sepultado a su padre, se habría quedado inmundo por una semana (Núm 19:11-22). El punto es que cuando Cristo nos da un mandamiento no debemos dejar que nada interrumpa o estorbe nuestra obediencia.
Esta es otra de las palabras (enseñanzas) de Jesús que parecen duras a algunos (“Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? Jua 6:60). Se puede comparar con Mat 5:29-30 (cortar la mano, sacar el ojo); Mat 19:21 (vender lo que tienes); Luc 14:26 (aborrecer a la familia), etc. Estos textos enfatizan la necesidad de poner a Cristo y su obra primero. Son buenos comentarios sobre Mat 6:33, «Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia», con énfasis en la palabra primeramente. Los que no pueden aprender esta sencilla lección no pueden ser cristianos. Nuestro Señor Jesucristo siempre mostró misericordia y compasión, pero al mismo tiempo siempre exigió lo primero de los que querían seguirle.
Este mandamiento (“tú ve, y anuncia el reino de Dios”) es el mismo que oyeron Pedro, Andrés, Jacobo y Juan (Mat 4:18-22) y ellos dejaron todo y “le siguieron». Es otro ejemplo de la obediencia que Cristo requiere. Este mandamiento es el mismo que oyó Mateo (Mat 9:9). Jesús le dijo: «Sígueme». El no hizo excusas, sino que «Se levantó y le siguió». Este mandamiento es el mismo que oyó Felipe Jua 1:43): «Sígueme».
Pero este “otro discípulo” no puso al Señor primero. No buscó primeramente el reino de Dios y su justicia, sino que puso otra cosa primero. No obedeció a Cristo, como lo hicieron Pedro, Andrés, Jacobo, Juan y Mateo. Dios siempre ha requerido lo primero. Éxo 13:2, “Conságrame todo primogénito”; Éxo 22:29, “No demorarás la primicia de tu cosecha”; 2Co 8:5, “a sí mismos se dieron primeramente al Señor”.
Jesús conoció a este discípulo, y sabía lo que tenía que decirle. Compárese el caso del joven rico. Lo que Jesús dijo a este joven también nos puede parecer algo severo, pero el Buen Médico sabe cuándo es necesario amputar la mano derecha y sacar el ojo derecho Mat 5:29-30; Mat 18:8-9).
A veces la gente creía que la enseñanza de Jesús era dura. Jua 6:60; Jua 6:66, «A1 oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?… Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, Y ya no andaban con él”. ¿Por qué dijeron esto? ¿Por qué volvieron atrás? Porque Jesús daba énfasis a lo espiritual y minimizaba lo material (“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”, Jua 6:63). Por esta causa la gente se escandalizaba.
Mat 15:12, » Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra?” ¿Por qué? Porque Jesús condenaba las tradiciones humanas enseñadas por los fariseos.
Mat 19:10, «Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse». ¿Por qué dijeron esto? Porque Jesús había dicho (v. 9) que » Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera”. La mayoría de los judíos creían que podían divorciarse por cualquier causa, y no les gustó lo estricto de la ley de Cristo. Por esta causa aun los discípulos se escandalizaban. Lamentablemente, hasta la fecha se escandalizan por lo mismo.
Mat 19:21-22, Jesús dijo al joven rico, «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, Y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones». Se escandalizó. La enseñanza le parecía muy dura. Mat 5:29-30; Mat 18:8-9 ¿No es dura la enseñanza de que sería mejor cortar la mano derecha y sacar el ojo derecho en lugar de tropezar y ser perdido?
¿Por qué requiere Jesús tantas cosas difíciles? Para evitar tropiezos; es decir, para quitar de nuestras vidas las cosas que nos estorban espiritualmente. Si no buscamos primeramente las cosas de Dios no podemos ir al cielo. Por lo tanto, le dijo al discípulo, «Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos”… «y tú ve, y anuncia el reino de Dios». Es mandamiento «duro» pero también es dura la enseñanza de estos otros textos (Mat 5:29-30; Mat 15:1-12; Matthew 5:32: 19:9 : Mat 19:21 : Jua 6:1-71, etc.), pero era y es enseñanza necesaria para la salvación. La amputación de la mano derecha sería muy severa y dolorosa, pero valdría la pena para salvar al alma (Mat 5:29-30; Mat 18:8-9).
Al leer tales relatos recordemos que Jesús quiere que todos se salven. El sabía que este “otro discípulo” estaba en peligro de sepultar a sí mismo cuando sepultaba a su padre. Lo que Jesús dijo, pues, fue para salvar su alma.
Recuérdese que la palabra “primero” es la clave para entender este texto. Otra palabra clave es “ve”. Jesús llamaba a este hombre para ser predicador de la palabra (compárense Mat 10:1; Mat 28:9; Luc 10:1). Sin embargo, el hombre responde que en ese momento él tenía otro asunto más importante que la obra de anunciar el reino. El acepta el servicio de Cristo. Acepta ser predicador de la palabra — después. Está dispuesto a servir a Cristo – después. Dicho de otro modo, “Vayan adelante ustedes. Al rato les alcanzo. Después me junto con ustedes”. Obsérvese lo que dice el v. 57, “Y yendo ellos”. Jesús estaba trabajando constantemente. Jua 5:17, “Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo”. Luc 13:32, “He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra”. Jua 9:4, “Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar”. Estos textos indican la urgencia de la obra de Cristo y El espera que sus siervos compartan este sentimiento de urgencia y responsabilidad. El tiempo es corto y tenemos que aprovecharlo al máximo.
2Ti 2:3, “Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”. 1Co 9:24, “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. 25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. 26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, 27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado”.
Este hombre no rehusó seguir a Cristo, pero quería posponer su obediencia. Muchos se consuelan con el pensamiento de que un día van a obedecer. Interpretan esto como medio aceptar, pero no entienden es que el posponer es desobedecer.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Mat 4:19; Mat 9:9 y par.; Jua 21:22.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
s 641 Mat 8:21
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
59 super (1) Este fue llamado por el Salvador a seguirle. Pero él pensaba en su deber para con su difunto padre y no quiso seguirle inmediatamente. Por eso, el Salvador lo exhortó a pagar el precio (véase la nota 21 super (1) de Mt 8), para que él llegara a ser un seguidor en Su gran comisión de anunciar el reino de Dios.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
entierre a mi padre. El padre no había muerto; el hombre quería decir que estaba obligado a cuidar de su padre hasta que éste muriese.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
BD306(2) Ἕτερος se refiere a un segundo y a un tercer individuo en los vv. 59 y 61 (no es clásico): a otro.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Algunos mss. no incluyen: Señor
Fuente: La Biblia de las Américas
Lit. yendo.