Comentario de Lucas 11:3 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

el pan nuestro de cada día, dánoslo hoy;

11:3 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. — La palabra «pan» es palabra genérica y significa lo necesario para sostener la vida física, Gén 3:19. Es correcto y necesario pedirlo.

— de cada día — Los israelitas recogían cada mañana el maná (el sexto día recogían para dos días). Cada noche al acostarse no tenían comida para otro día. Cuando algunos lo guardaron de un día para otro, crió gusanos y hedió. Se acostaban cada noche durante cuarenta años (Éxo 16:35), totalmente dependientes de Dios para el sostén del siguiente día. Deu 8:3-4 «te sustentó con maná… para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre», es decir, por la voluntad de Dios. Jesús citó este texto (Mat 4:4), indicando que El no dependía de pan para vivir, pues Dios podía sostenerle con o sin comida. El punto es que todos somos totalmente dependientes de Dios.

¿Cómo podemos pedir el pan de cada día cuando ya tenemos comida almacenada para una semana o para un mes (o más)? El tener una cantidad de alimento en casa no es garantía de nada. Lo que se haya acumulado se puede destruir de un momento a otro de muchas maneras, ver. 19. Muchos tienen dinero, educación, buen empleo, ahorros, inversiones, etc., pero no hay nada de seguridad en tales cosas. Vivimos porque Dios lo quiere y lo permite. Sin El no hay vida (Hch 17:25). Debemos poner toda la confianza en El en lugar de ponerla en causas secundarias.

— dánoslo hoy — ¿Cómo puede el hombre decir «dame el pan» cuando tiene que trabajar y ganar su pan con el sudor del rostro? Porque por más que el hombre trabaje, él solo nunca podría mantenerse. Dios pone los medios. El hace que el sol salga, que la lluvia caiga y que la tierra fructifique. Mat 5:45; Hch 14:17; Hch 17:25; Hch 17:28. El hombre tiene que trabajar (Efe 4:28; 2Ts 3:10), pero antes de trabajar debe pedir «Danos hoy nuestro pan» y antes de comer debe dar gracias. Tenemos que cooperar con la oración. (Así es cuando pedimos la sanidad: Dios sí sana pero tenemos que hacer nuestra parte, buscando la ayuda de médicos y medicina, que también son bendiciones de Dios.)

¡Cuán agradecidos debemos estar por sus grandes bendiciones! No conviene pedir el pan de hoy si no estamos agradecidos por el pan de ayer.

Debemos siempre estar contentos. 1Ti 6:8, «Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto». Heb 13:5-6; Flp 4:11, «he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación» (así dijo Pablo cuando estaba preso en Roma).

Debemos ser sabios administradores de estos beneficios, practicando la frugalidad y sobriedad. Jua 6:12-13, Jesús alimentó a los cinco mil, «Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada». No debemos malgastar nada. Uno de los pecados del «Hijo Pródigo» se describe en Luc 15:14, «Y cuando todo lo hubo malgastado». También Luc 16:1 habla del «hombre rico que tenía un mayordomo que fue acusado ante él como disipador de sus bienes». Dios nos da ciertos «talentos» (Mat 25:14), tanto materiales como espirituales, y con estos debemos servirle, sin malgastarlos. Por lo contrario, debemos «negociar» (ver. 16) con ellos para que sean multiplicados en su servicio, para su gloria, y para avanzar su obra.

Muchas personas (hasta hermanos) sufren mucho por no trabajar diligentemente, por no cuidar su empleo o su negocio, y por no administrar bien lo que ganan. Además malgastan dinero especialmente en los niños, dándoles con exceso tantas cosas que piden (por ejemplo, juguetes, diversiones), y aun cosas que perjudican su salud (exceso de dulces, refrescos, fritos, etc.). Todo esto cuesta, y a mucha gente no les queda a ellos dinero para cosas más básicas (por ejemplo, para atención médica).

También es necesario evitar todo aspecto de avaricia. Dios nos bendice no solamente para que vivamos y proveamos para los nuestros (1Ti 5:8), sino también para beneficiar a otros (Efe 4:28). Debemos estar siempre preocupados por otros, y no pensar solamente en nuestras propias necesidades. (Desde luego, primero que todo, debemos apartar nuestra ofrenda, 1Co 16:1-2; 2Co 9:7).

Pedimos el pan porque todo proviene de Dios (Sant . 1:17). El nos da vida y salud y hace que la tierra produzca para mantenernos.

Pedimos solamente el pan de cada día. No pedimos el pan para mañana (no debemos preocuparnos por el día de mañana, ver. 34). Pro 30:8-9 es una oración muy apropiada: «No me des pobreza ni riquezas; dame a comer mi porción de pan; no sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios».

Entonces cooperemos con la oración: «que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis honradamente, para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada» (1Ts 4:11-12).

Demos gracias a Dios, reconociendo que aunque trabajemos por el pan, de todas maneras es don de Dios, porque sin El nadie vive.

Cuidemos lo que El nos da, no malgastando. Seamos mayordomos sabios.

Nos preocupemos por otros. No vivamos solamente para mantener nuestras propias vidas, sino para ser útiles al Señor (2Ti 2:21).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

El pan nuestro de cada día. Éxo 16:15-22; Pro 30:8; Isa 33:16; Mat 6:11, Mat 6:34; Jua 6:27-33.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El pan nuestro de cada día: Esta petición reconoce que necesitamos de la providencia de Dios para nuestras necesidades diarias.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA. El creyente debe aprender a orar por la provisión necesaria (cf. Mat 6:11) basado en cuatro principios.

(1) Debe orar por cualquier petición según la voluntad de Dios y para su gloria (Mat 6:10; Mat 6:33; 1Co 10:31; 1Jn 5:14-15).

(2) Debe querer que Dios muestre su amor paternal por el (Mat 6:9; Mat 6:25-34).

(3) La provisión por la que ora debe suplir sus necesidades fundamentales y darle la capacidad para llevar a cabo el servicio cristiano (2Co 9:8; 1Ti 6:8; Heb 13:5).

(4) Puede pedir cosas para sí mismo sólo después que con fidelidad les haya dado a Dios y a los demás (2Co 9:6; véase 2Co 8:2, nota).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

11:3 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. — La palabra «pan» es palabra genérica y significa lo necesario para sostener la vida física, Gén 3:19. Es correcto y necesario pedirlo.
— de cada día — Los israelitas recogían cada mañana el maná (el sexto día recogían para dos días). Cada noche al acostarse no tenían comida para otro día. Cuando algunos lo guardaron de un día para otro, crió gusanos y hedió. Se acostaban cada noche durante cuarenta años (Éxo 16:35), totalmente dependientes de Dios para el sostén del siguiente día. Deu 8:3-4 «te sustentó con maná… para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre», es decir, por la voluntad de Dios. Jesús citó este texto (Mat 4:4), indicando que El no dependía de pan para vivir, pues Dios podía sostenerle con o sin comida. El punto es que todos somos totalmente dependientes de Dios.
¿Cómo podemos pedir el pan de cada día cuando ya tenemos comida almacenada para una semana o para un mes (o más)? El tener una cantidad de alimento en casa no es garantía de nada. Lo que se haya acumulado se puede destruir de un momento a otro de muchas maneras, ver. 19. Muchos tienen dinero, educación, buen empleo, ahorros, inversiones, etc., pero no hay nada de seguridad en tales cosas. Vivimos porque Dios lo quiere y lo permite. Sin El no hay vida (Hch 17:25). Debemos poner toda la confianza en El en lugar de ponerla en causas secundarias.
— dánoslo hoy — ¿Cómo puede el hombre decir «dame el pan» cuando tiene que trabajar y ganar su pan con el sudor del rostro? Porque por más que el hombre trabaje, él solo nunca podría mantenerse. Dios pone los medios. El hace que el sol salga, que la lluvia caiga y que la tierra fructifique. Mat 5:45; Hch 14:17; Hch 17:25; Hch 17:28. El hombre tiene que trabajar (Efe 4:28; 2Ts 3:10), pero antes de trabajar debe pedir «Danos hoy nuestro pan» y antes de comer debe dar gracias. Tenemos que cooperar con la oración. (Así es cuando pedimos la sanidad: Dios sí sana pero tenemos que hacer nuestra parte, buscando la ayuda de médicos y medicina, que también son bendiciones de Dios.)
¡Cuán agradecidos debemos estar por sus grandes bendiciones! No conviene pedir el pan de hoy si no estamos agradecidos por el pan de ayer.
Debemos siempre estar contentos. 1Ti 6:8, «Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto». Heb 13:5-6; Flp 4:11, «he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación» (así dijo Pablo cuando estaba preso en Roma).
Debemos ser sabios administradores de estos beneficios, practicando la frugalidad y sobriedad. Jua 6:12-13, Jesús alimentó a los cinco mil, «Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada». No debemos malgastar nada. Uno de los pecados del «Hijo Pródigo» se describe en Luc 15:14, «Y cuando todo lo hubo malgastado». También Luc 16:1 habla del «hombre rico que tenía un mayordomo que fue acusado ante él como disipador de sus bienes». Dios nos da ciertos «talentos» (Mat 25:14), tanto materiales como espirituales, y con estos debemos servirle, sin malgastarlos. Por lo contrario, debemos «negociar» (ver. 16) con ellos para que sean multiplicados en su servicio, para su gloria, y para avanzar su obra.
Muchas personas (hasta hermanos) sufren mucho por no trabajar diligentemente, por no cuidar su empleo o su negocio, y por no administrar bien lo que ganan. Además malgastan dinero especialmente en los niños, dándoles con exceso tantas cosas que piden (por ejemplo, juguetes, diversiones), y aun cosas que perjudican su salud (exceso de dulces, refrescos, fritos, etc.). Todo esto cuesta, y a mucha gente no les queda a ellos dinero para cosas más básicas (por ejemplo, para atención médica).
También es necesario evitar todo aspecto de avaricia. Dios nos bendice no solamente para que vivamos y proveamos para los nuestros (1Ti 5:8), sino también para beneficiar a otros (Efe 4:28). Debemos estar siempre preocupados por otros, y no pensar solamente en nuestras propias necesidades. (Desde luego, primero que todo, debemos apartar nuestra ofrenda, 1Co 16:1-2; 2Co 9:7).
Pedimos el pan porque todo proviene de Dios (Sant . 1:17). El nos da vida y salud y hace que la tierra produzca para mantenernos.
Pedimos solamente el pan de cada día. No pedimos el pan para mañana (no debemos preocuparnos por el día de mañana, ver. 34). Pro 30:8-9 es una oración muy apropiada: «No me des pobreza ni riquezas; dame a comer mi porción de pan; no sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios».
Entonces cooperemos con la oración: «que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis honradamente, para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada» (1Ts 4:11-12).
Demos gracias a Dios, reconociendo que aunque trabajemos por el pan, de todas maneras es don de Dios, porque sin El nadie vive.
Cuidemos lo que El nos da, no malgastando. Seamos mayordomos sabios.
Nos preocupemos por otros. No vivamos solamente para mantener nuestras propias vidas, sino para ser útiles al Señor (2Ti 2:21).

Fuente: Notas Reeves-Partain

— que necesitamos: Ver nota a Mat 6:11.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

f 716 Sal 37:25; Isa 51:14

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

el pan nuestro de cada día. El pan es símbolo de las diarias necesidades físicas de la vida hasta que venga el reino (vers. 2).

Fuente: La Biblia de las Américas

R159 Hay una controversia sobre el significado de ἐπιούσιον. Se ha derivado sucesivamente de ἐπί y de οὐσία: pan para el sustento; aunque οὐσία sólo tiene el sentido de ὕπαρξις en lenguaje filosófico (otra teoría sostiene que la traducción es: pan de sustancia, en el sentido espiritual); pero este contexto parece que presenta el significado: pan para el presente (ἐπί y ὤν equivalen a ἐπούσιος; comp. BD123[1]).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, diariamente

O, para el día venidero

Fuente: La Biblia de las Américas