Comentario de Lucas 11:42 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
¡Ay de vosotros, fariseos! Porque diezmáis la menta, la ruda y toda hortaliza, pero pasáis por alto el juicio y el amor de Dios. Es necesario hacer estas cosas, sin pasar por alto aquéllas.
11:42 Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello. —La palabra diezmar significa pagar la décima parte. Gén 14:20, «le dio Abram (a Melquisedec) los diezmos de todo»; 28:22, Jacobo dice, «de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti». Deu 14:23, “el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite”. Los israelitas habían de diezmar para sostener a los levitas, Núm 18:21-24. — la menta, la ruda, y toda hortaliza — plantas aromáticas que se encontraban en las huertas del pueblo. Para los escribas y fariseos todos los actos externos eran muy importantes y, por eso, obedecían la ley del diezmo en las cosas más pequeñas.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
¡ay de vosotros, Fariseos! Mat 23:13, Mat 23:23, Mat 23:27.
que diezmáis la menta. Luc 18:12.
y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Deu 10:12, Deu 10:13; 1Sa 15:22; Pro 21:3; Isa 1:10-17; Isa 58:2-6; Jer 7:2-10; Jer 7:21, Jer 7:22; Miq 6:8; Mal 1:6; Mal 2:17; Jua 5:42; Tit 2:11, Tit 2:12; 1Jn 4:20.
sin dejar aquello. Lev 27:30-33; 2Cr 31:5-10; Neh 10:37; Ecl 7:18; Mal 3:8.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
pasáis por alto: Los fariseos se preocupaban del diezmo, incluso de las pequeñas hierbas y granos, que se diezmaban según a los dictámenes de la tradición, y no de acuerdo a la ley de Moisés (Núm 18:21-32; Deu 14:22-29; véase también Lev 27:30 en donde aparece la práctica de diezmar las hierbas). La Ley habla de diezmar toda cosecha, pero se discute lo que constituye la alimentación. Algunos fariseos interpretaban estrictamente la Ley, por lo que contaban casi todo e incluían las especias. Sin embargo, eran negligentes en dos asuntos básicos de los que también hablaban los profetas: Amor y justicia (Miq 6:8; Zac 7:8-10).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
¡AY DE VOSOTROS, FARISEOS! Véase Mat 23:13, nota sobre la denuncia de Cristo de los pecados de los fariseos.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
diezmáis. Vea la nota sobre Mat 23:23.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
11:42 Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello. -La palabra diezmar significa pagar la décima parte. Gén 14:20, «le dio Abram (a Melquisedec) los diezmos de todo»; 28:22, Jacobo dice, «de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti». Deu 14:23, “el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite”. Los israelitas habían de diezmar para sostener a los levitas, Núm 18:21-24.
— la menta, la ruda, y toda hortaliza — plantas aromáticas que se encontraban en las huertas del pueblo. Para los escribas y fariseos todos los actos externos eran muy importantes y, por eso, obedecían la ley del diezmo en las cosas más pequeñas.
— la justicia y el amor de Dios. – El diezmar era importante, pero les convenía dedicarse a la justicia y el amor de Dios con el mismo fervor que mostraban en diezmar las semillas más pequeñas. La ley del diezmo era ley provisional, necesaria para un tiempo limitado y para ciertas personas en particular, pero “la justicia y el amor de Dios” son de más peso porque siempre han afectado a toda la familia humana, y lo harán hasta el fin. La justicia tiene que ver con el tratamiento correcto del prójimo; el amor de Dios incluye la misericordia que significa la disposición de mostrar compasión y ayudar al prójimo, siendo paciente y tolerante en imitación de Cristo. Estas cualidades no tenían importancia para los fariseos (como se ve principalmente en su actitud hacia Jesús).
¡Compárense las cosas que eran tan importantes para los escribas y fariseos con las cosas que son tan importantes para Cristo! Hoy en día, ¡cuántos de los que asisten cumplidamente a los servicios religiosos son deshonestos, egoístas y duros en su trato de la gente! Véanse Sal 82:3; Isa 1:17-23; Ose 6:6; Miq 2:2; Miq 2:9; Miq 3:2-3; Miq 6:6-8; Mat 5:7). Los Proverbios hablan mucho sobre la justicia (Pro 31:8-9; el peso falso, etcétera). Cristo practicaba la misericordia sanando a los enfermos, dando la vista a los ciegos, etc. («Ten misericordia» significaba «ayúdame»). Col 3:12-13 y otros textos enfatizan la necesidad de la misericordia entre hermanos.
Dios es el Amigo y Protector de los oprimidos. Los escribas y fariseos condenaban a los discípulos por no lavar las manos antes de comer, pero su corazón estaba endurecido hacia los pobres, enfermos, ciegos, leprosos y pecadores. El Nuevo Testamento habla mucho del amor fraternal, pero los escribas y fariseos no sabían nada de esta virtud. Muchos religiosos entienden y practican los actos externos mejor que «la justicia, la misericordia y la fe». Cristo dice claramente que «lo más importante de la ley» son estas cualidades internas, las características de un corazón convertido al Señor.
El diezmar correctamente — de acuerdo al plan y propósito de Dios — era practicar la justicia hacia Dios (Núm 18:21), la misericordia hacia los pobres (Deu 14:28) y la fidelidad hacia sus semejantes (y, desde luego, tener completa confianza en Dios, compárese 2Co 9:8-10). Pero al diezmar los escribas y fariseos solamente cumplían con un requisito externo sin tomar en cuenta el significado del acto.
Parece que no se daban cuenta de su inconsecuencia. Profesaban estar dedicados a la ley de Moisés (Jua 8:1-5), pero la quebrantaban para apoyar sus tradiciones (Mat 15:3). Los cristianos deben ser consecuentes (1Ti 5:21) y no dar preferencia a ciertas leyes al descuidar otras (Stg 2:1-13). Deu 5:1-33, «31 te diré todos los mandamientos y estatutos y decretos que les enseñarás, a fin de que los pongan ahora por obra en la tierra que yo les doy por posesión. 32 Mirad, pues, que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado; no os apartéis a diestra ni a siniestra”; 6:24, «Y nos mandó Jehová que cumplamos todos estos estatutos»; 8:1, «Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis»; 11:22, 23, «si guardaréis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo… Jehová también echará de delante de vosotros a todas estas naciones». Existe el peligro de que tengamos mucho celo por algunos requisitos más fáciles y poco celo por otros mandamientos que no nos conviene.
La ley de Moisés requería que los israelitas pagaran el diezmo de los frutos de la tierra y del ganado (Lev 27:30-33). El diezmo era entregado a los levitas para el sostén de ellos y el culto (Núm 18:21-32; Deu 12:17-19; Deu 14:22; Deu 14:27; Heb 7:5). El pueblo descuidaba la práctica en los días del profeta Malaquías (Mal 3:7-11). Los levitas también tenían que diezmar (Núm 18:26-29; Neh 10:38).
Aparte de diezmar los israelitas habían de observar las siguientes leyes: (1) Lev 19:9-10; Lev 23:22; Deu 24:19-22, habían de dejar una parte de la cosecha para los pobres; (2) los primogénitos del pueblo, como también del ganado, eran posesión peculiar de Dios; el pueblo podía redimirlos dando dinero a los levitas (Éxo 13:12-13; Núm 3:46-48; Núm 18:15-16); (3) hacían votos de pagar ofrendas voluntarias (Deu 23:21-23); (4) cualquiera podía arrancar espigas de la cosecha del prójimo, sólo que no aplicara hoz (Deu 23:25); (5) el pueblo hacía muchas ofrendas voluntarias para el tabernáculo y el templo (y a veces daban de más; véase Éxo 36:1-6, «Ningún hombre ni mujer haga más para la ofrenda del santuario. Así se le impidió al pueblo ofrecer más; pues tenían material abundante para hacer toda la obra, y sobraba»; 1Cr 29:9; 1Cr 29:14; Neh 12:43).
Luc 18:12, «doy diezmos de todo lo que gano». Los judíos se sentían muy piadosos por ser cumplidos en diezmar.
¿Prohibió Jesús el diezmar? No, por el contrario, dijo que no dejaran de hacerlo (Mat 23:23). ¿Es parte del evangelio, pues? No lo es, sino que Jesús enseñaba el diezmo para los judíos, porque les enseñaba a guardar toda la ley, incluyendo el guardar el sábado y diezmar (Mat 5:18-20).
¿No enseña Mat 5:20 que debemos dar más que los judíos? («Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos»). En primer lugar, el diezmar no era “ofrendar”; aparte de pagar el diezmo para sostener a los levitas (Núm 18:20-21), los israelitas ofrendaban voluntariamente. En segundo lugar, Jesús no hablaba aquí del diezmar, sino de la sinceridad. Eran hipócritas los escribas y fariseos (Mat 6:1-18; Mat 23:13-29). Nuestra justicia tiene que ser mayor que la «justicia» de ellos (es decir, la «justicia» que Jesús describe en estos textos). Sin embargo, es bueno comparar el ofrendar del cristiano con las ofrendas de los judíos, porque a veces éstos eran muy generosos bajo una ley imperfecta. Nos conviene ser aun más generosos porque vivimos bajo la perfecta ley de libertad. Debemos estar sumamente agradecidos por la gracia de Dios demostrada en la muerte de Cristo.
La ley del Nuevo Testamento con respecto a ofrendar se halla en tales textos como Hch 11:27-30; 1Co 16:1-4; 2Co 8:1-9; 2Co 9:6-10, etc. Los que imponen el diezmo ahora imponen un mandamiento de hombres (Mat 15:9; Col 2:14-17), porque no es una ley de Cristo. Dios no especifica un porcentaje que debiéramos ofrendar, sino que quiere el corazón y, por eso, dice, «Cada uno dé como propuso en su corazón» (2Co 9:7). El caso de los macedonios es un buen ejemplo de esto (2Co 8:4-5). El cristiano pertenece al Señor cuerpo y alma (1Co 6:19-20). ¿Qué porcentaje debemos ofrendarle, pues? La única respuesta correcta es: ¡Ciento por ciento! ¡Qué triste es cuando los que profesan ser cristianos abusan de la libertad en Cristo! ¡Qué triste caso es cuando los que profesan ser cristianos son menos generosos que los israelitas!
El diezmar estas pequeñas semillas mostraba «la escrupulosa conciencia de los fariseos, siendo bienes susceptibles de comercialización» (ATR). «El Talmud habla del asno de un cierto Rabí que había sido tan bien instruido que rehusaba grano que no hubiera sido aún diezmado» (MRV).
Por último, ¡tengamos mucho cuidado de no usar mal este texto! Algunos hermanos que promueven la llamada “unidad en la diversidad” están citando este texto para minimizar los mandamientos y requisitos del evangelio con respecto a la organización y obra de la iglesia, el divorcio y segundas nupcias y otras doctrinas que ellos no quieren respetar y practicar. Si se cita este texto para tal propósito, pregúntese “¿se refiere a un mandamiento o un ejemplo apostólico o una inferencia necesaria? ¿Tiene que ver con la “forma (patrón) de las sanas palabras” (2Ti 1:13)? Si alguien quiere aplicar Mat 23:23 a tales cosas, será obvio que tiene concepto sectario y que ya no ama la verdad, sino que busca su propia conveniencia.
Si alguien aplica este texto al plan de salvación, pregúntese ¿cuál de los pasos de obediencia se puede clasificar como de menos peso? O si se aplica este texto a la doctrina del Nuevo Testamento sobre la iglesia (el culto, la naturaleza, organización, obra, disciplina, etc.), ¿cuál de estas cosas no tiene importancia? ¿Qué doctrinas son más importantes o de más peso? Tengamos mucho, pero mucho cuidado con la mala aplicación de este texto.
Queremos unidad, sí, pero unidad basada en la palabra de Cristo (Jua 17:8; Jua 17:14; Jua 17:21; Jua 17:23; 1Co 1:10; Efe 4:4-6).
Fuente: Notas Reeves-Partain
Deu 14:22-23; Deu 14:28.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— el diezmo de la menta: Ver nota a Mat 23:23.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) O: “el juicio”. Gr.: ten krí·sin; lat.: iu·dí·ci·um; J17,18,22(heb.): ham·misch·pát.
REFERENCIAS CRUZADAS
y 763 Lev 27:30
z 764 Mat 23:23; Jua 7:24
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
el diezmo. Véase coment. en Mt 23:23.
Fuente: La Biblia de las Américas
42 super (1) O, juicio.
42 super (2) Véase la nota 23 super (2) de Mt 23.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
diezmáis. Véase nota en Mat 23:23.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
hortaliza… → Lev 27:30.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R499 Ἀγάπην se usa con un genitivo de complemento directo en este versículo (es decir, ellos habían descuidado amar a Dios).
T90 El verbo en imperfecto ἔδει tiene un sentido presente que se refiere al hecho de que esto era necesario, pero no estaba ocurriendo: ¿No debieran ustedes haber hecho?
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
g Lev 27:30.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
‡ Literalmente, “la menta y la ruda.”