Comentario de Lucas 13:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: —Mujer, quedas libre de tu enfermedad.
13:12 Cuando Jesús la vio, la llamó — Ella no pidió la sanidad. Compárese la viuda de Naín que no pidió nada (Luc 7:11-15). — y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. 13 Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó (verbo pasivo, fue enderezada por Cristo, pues El es capaz no solamente de enderezar cuerpos encorvados, sino también corazones encorvados) luego, (fue enderezada “luego”, instantáneamente) y glorificaba a Dios (Cristo es Dios, Jua 1:1; Rom 9:5, cada vez más la gente identificaba a Cristo con el Padre) — Imagínese el cambio físico de esta mujer. Llega a la sinagoga bien “encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar”, y ahora está de pie y su cuerpo está completamente derecho. Cuando ella glorificaba a Dios, seguramente la gente hubiera querido acompañarle con lágrimas de gozo, pero hubo un problema.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Mujer. Luc 6:8-10; Sal 107:20; Isa 65:1; Mat 8:16.
libre eres de tu enfermedad. Luc 13:16; Joe 3:10.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
la llamó. Esta sanidad no fue solicitada por el ser humano, sino que Él tomó la iniciativa (cp. Luc 7:12-14). Además, no se requirió de una fe especial por parte de la mujer o de cualquier otro. En algunas ocasiones Jesús requirió la fe de los presentes, pero no siempre fue así (cp. Luc 8:48; Mar 5:34).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
13:12 Cuando Jesús la vio, la llamó – Ella no pidió la sanidad. Compárese la viuda de Naín que no pidió nada (Luc 7:11-15).
— y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. 13 Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó (verbo pasivo, fue enderezada por Cristo, pues El es capaz no solamente de enderezar cuerpos encorvados, sino también corazones encorvados) luego, (fue enderezada “luego”, instantáneamente) y glorificaba a Dios (Cristo es Dios, Jua 1:1; Rom 9:5, cada vez más la gente identificaba a Cristo con el Padre) – Imagínese el cambio físico de esta mujer. Llega a la sinagoga bien “encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar”, y ahora está de pie y su cuerpo está completamente derecho. Cuando ella glorificaba a Dios, seguramente la gente hubiera querido acompañarle con lágrimas de gozo, pero hubo un problema.
Fuente: Notas Reeves-Partain
REFERENCIAS CRUZADAS
m 877 Isa 61:1; Luc 4:18