Comentario de Éxodo 17:8 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces vino Amalec y combatió contra Israel en Refidim.
Gén 36:12, Gén 36:16; Núm 24:20; Deu 25:17; 1Sa 15:2; 1Sa 30:1; Sal 83:7.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El pueblo de Amalec era descendiente de Esaú, los edomitas (Gén 36:1, Gén 36:12). Ellos atacaron a Israel sin provocación. Los israelitas (y Jehová) consideraron este hecho como algo particularmente horrible (vv. Éxo 17:14-16).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
vino Amalec y peleó. Los amalecitas tomaban su nombre de Amalec, nieto de Esaú, y habitaban como nómadas en el Neguev. Israel tuvo su primer encuentro con sus soldados en Refidim en el desierto (Éxo 17:8-13; Deu 25:17-18). Como resultado, los amalecitas fueron condenados por Dios al exterminio (Éxo 17:14; Núm 24:20; Deu 25:19) pero no sería inmediato (Éxo 17:16). Los amalecitas derrotaron al desobediente Israel en Horma (Núm 14:43-45). Saúl fracasó al no destruirlos como Dios había ordenado (1Sa 15:2-3; 1Sa 15:9). Posteriormente, David luchó contra los amalecitas y los derrotó (1Sa 30:1-20). En tiempos de Ezequías, este rey destruyó definitivamente las reliquias de amalecitas que quedaban en la tierra (ca. 716-687 a.C.). Los descendientes finales de Agag (Est 3:1), el rey amalecita de los tiempos de Saúl, fueron destruidos en Persia en tiempos de Ester y Mardoqueo (ca. 473 a.C.; Est 2:5; Est 2:8-10).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2. Batalla contra Amalec (Éxo 17:8-16)
Análisis de discurso
Esta primera batalla de los israelitas en el desierto testifica de los problemas que tuvieron con los pueblos que habitaban la región. En Deu 25:17-19 hay una narración complementaria de este evento que informa que los amalecitas atacaron por la retaguardia, hiriendo a los ancianos y a los débiles que iban rezagados a causa del cansancio. En este caso, se los evoca como merecedores de la derrota, por sus actitudes hostiles e inhumanas. En 1Sa 15:1-9 se narra una batalla de Saúl contra ellos, con el fin de vengar la actitud de los amalecitas en el desierto.
Los amalecitas eran un pueblo de origen desconocido. Su nombre no es semita y puede rastrearse en Gén 36:12, donde se dice que Amalec era hijo de Timná, esposa de Elifaz, quien era uno de los hijos de Esaú. De modo que Amalec era una de las tribus vinculadas a los edomitas, los habitantes del desierto, al sur de Canaán. Esta narración bélica es un signo de que la enemistad entre Jacob y Esaú perduró en el tiempo e influyó sobre sus descendientes lejanos.
En este contexto, es posible que los amalecitas vieran en la llegada de los israelitas a su territorio una amenaza a su dominio de la tierra y a su control de los caminos que regularmente utilizaban las caravanas comerciales. Su ataque fue una manera de defenderse de lo que ellos consideraron una agresión y un peligro a su integridad territorial.
El extraño fenómeno de los brazos de Moisés da a la narración un colorido propio de las historias populares, que se ubican entre lo fantástico y lo legendario con la intención de representar el poder de Dios en actos simbólicos.
TÍTULO: Ambas versiones titulan esta sección de manera directa. La propuesta de TLA es más clara y preferible.
Análisis textual y morfosintáctico
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Amalec: Es de uso corriente en el Antiguo Testamento nombrar a los pueblos a partir de los nombres de sus antepasados. Así, Amalec no refiere a una persona, sino al pueblo que se constituyó con su descendencia, del mismo modo que Israel no refiere a la persona del patriarca Jacob sino al pueblo formado por su simiente. Teniendo en cuenta esto, se puede traducir con el nombre Amalec o con el patronímico «amalecitas» (TLA).
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
— amalecitas: Una de las tribus nómadas que se movían por el Négueb, cerca de Edom (ver Gén 14:7; Núm 13:29; Núm 24:20; 1Sa 15:7). Aparecen en la Biblia como unos de los enemigos tradicionales de los israelitas.
— Refidín: Lugar no identificado; probablemente se situaba en las cercanías del monte Sinaí.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
La derrota de los amalequitas
Un ataque de los amalequitas llevó a una batalla entre ellos y los israelitas. Otra vez la vara de Dios en las manos de Moisés jugó un papel simbólico en dar la victoria a los israelitas. Cuando la mantuvo en alto, Josué y el ejército israelita pudieron derrotar a los amalequitas. A través de los incidentes que ocurrieron inmediatamente después de su salida de Egipto, Dios se mostró a sí mismo más que capaz para satisfacer las necesidades de su pueblo.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) O: “Amaleq”, en sentido colectivo.
REFERENCIAS CRUZADAS
ñ 755 Gén 36:12
o 756 Deu 25:17; 1Sa 15:2
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Amalec. Este nombre designa a la tribu, no a una persona. Los amalecitas, descendientes de Esaú (Gn 36:12), habitaban desde la región cerca de Cades (Gn 14:7) hasta Shur (1 S 15:7; 27:8).
Fuente: La Biblia de las Américas
La tribu de Amalec, descendientes del nieto de Esaú (cp. Gén 36:12), atacó a Israel por la retaguardia y destruyó a los rezagados (cp. Deu 25:17-18).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Amalec… Enemigo perenne de los judíos → Deu 25:17; 1Sa 15:2-9.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
[.] La victoria sobre Amalec viene a completar estas experiencias referentes a la Providencia divina. Josué dirige el combate, pero Moisés tiene levantado su bastón, con el cual obra prodigios. De Dios viene la victoria. En este relato la tradición cristiana ha reconocido siempre una imagen de la oración que obtiene de Dios las victorias. La misión de los profetas no es solamente de hablar, sino de interceder ante Dios 1 Sam 7,7; Jer 7,16; Ex 22,30. Cuando la Biblia nos presenta el cuadro hermoso del Exodo de todo un pueblo, está simplificando la realidad. Los historiadores tienen ahora por demostrado que varios grupos nómadas entraron o salieron de Egipto en aquellos años el que se liberó con Moisés fue uno de ellos. Más aún, el relato bíblico parece mezclar los recuerdos de dos grupos diferentes. Uno habría sido expulsado de Egipto con ocasión de una peste (la décima plaga), tal vez en los años 1400, saliendo por la (Ex 16,13; Núm 11,31). Luego vinieron al oasis de Cadés, donde quedaron largo tiempo, hasta que pasó el otro grupo. Integraban esta caravana los de Rubén, Simeón, Leví y Judá; éstos entrarían a Palestina por el sur. Un segundo grupo habría salido con Moisés, huyendo de noche, en los años 1260. Estos tomaron el camino de los esclavos fugitivos, por el sur del Sinaí. Fueron testigos del milagro del Mar Rojo y, luego, llegaron al Horeb pasando por el sector donde crecen los tamariscos que producen el maná (Ex 16,14; Núm 11,7). Después de la estadía en Cadés, este grupo, integrado por las tribus de Efraím, Manasés y Benjamín, debía entrar a Palestina por el este, atravesando con Josué el Jordán (Jos 3).