Comentario de Lucas 14:20 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
El otro dijo: “Acabo de casarme y por tanto no puedo ir.”
14:20 Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. — Compárese Deu 24:1-22, “5 Cuando alguno fuere recién casado, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó”; pero aunque este nuevo marido hubiera querido aplicar esta ley, ¿no hubiera ayudado a “alegrar a la mujer que tomó” la gran cena? ¿No hubiera sido bienvenida ella también? Después de las bendiciones relacionadas con la salvación misma, no hay otra bendición más grande que la esposa. Pro 18:22, “El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová”. Pro 12:4, “La mujer virtuosa es corona de su marido”. Sin embargo, el apóstol Pablo dice, 1Co 7:1-40, “29 Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen”; es decir, no dejar que la esposa sea estorbo para su vida espiritual. Tampoco los hijos. ¿Cuántas mujeres dicen que les gustaría ir a los servicios pero que tienen muchos niños y que son muy molestos? Entonces, ¿debe Dios quitar estos estorbos?Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Luc 14:26-28; Luc 18:29, Luc 18:30; 1Co 7:29-31, 1Co 7:33.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Acabo de casarme: Pese a que el AT. eximía a un hombre de los deberes militares si estaba casado (Deu 20:7; Deu 24:5), el matrimonio no era una excusa para evadir compromisos sociales. La enseñanza deja en claro que el hombre consideró más importantes sus propios asuntos que la celebración.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
14:20 Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. — Compárese Deu 24:1-22, “5 Cuando alguno fuere recién casado, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó”; pero aunque este nuevo marido hubiera querido aplicar esta ley, ¿no hubiera ayudado a “alegrar a la mujer que tomó” la gran cena? ¿No hubiera sido bienvenida ella también?
Después de las bendiciones relacionadas con la salvación misma, no hay otra bendición más grande que la esposa. Pro 18:22, “El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová”. Pro 12:4, “La mujer virtuosa es corona de su marido”. Sin embargo, el apóstol Pablo dice, 1Co 7:1-40, “29 Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen”; es decir, no dejar que la esposa sea estorbo para su vida espiritual. Tampoco los hijos. ¿Cuántas mujeres dicen que les gustaría ir a los servicios pero que tienen muchos niños y que son muy molestos? Entonces, ¿debe Dios quitar estos estorbos?
En realidad muchos aman su familia terrenal más que su familia celestial. ¡Cuántas veces hemos escuchado tales excusas! Hay que hacer algo con la familia, o algo por la familia, y no hay tiempo para la iglesia. En el día final, ¿podrá la familia salvarles? Mat 12:46, “Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. 47 Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. 48 Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? 49 Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. 50 Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre”.
La esposa, como también los negocios y posesiones, son bendiciones del Señor. ¿Cómo, pues, dejaremos que las buenas cosas que Dios nos da nos impidan en nuestro servicio a El?
Mejor que la iglesia. Estas personas y sus excusas bien representan a los que hoy en día rehúsan buscar primeramente el reino de Dios y Su justicia. Creen que “la hacienda” es mejor que la iglesia. Creen que sus “bueyes” son mejor que la iglesia. Creen que su “esposa” es mejor que la iglesia. Por eso dicen, “no puedo”, pero se engañan solos porque Jesús no dice que “no puede”, sino que, “no quisiste” (Luc 13:34).
El que hizo la invitación estaba enojado porque los invitados despreciaron su cena. Esto bien representa al Dios de ira, que es “fuego consumidor” (Heb 12:29).
Fuente: Notas Reeves-Partain
1Co 7:33.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
t 933 Deu 24:5; 1Co 7:33