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Comentario de Lucas 14:26 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Lucas 14:26 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

“Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre, madre, mujer, hijos, hermanos, hermanas y aun su propia vida, no puede ser mi discípulo.

14: 26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. — Nos extraña mucho esta enseñanza que requiere que uno aborrezca a su familia, porque El nos enseña (Mat 5:44) que debemos amar aun a los enemigos. Los que aborrecen a sus padres en el sentido de odiarlos desobedecen Efe 6:1-24, “2 Honra a tu padre y a tu madre”. Sin embargo, debemos honrar y obedecer a Cristo aunque estemos en conflicto con los mismos padres.

Es necesario dejar que la Biblia misma explique esta palabra. Si algún mero hombre dijera que la palabra aborrecer no siempre tiene el sentido de odiar, no podríamos aceptar su palabra, pero la Biblia misma nos hace entender que esta palabra se puede usar para significar amar menos. La prueba de esto se ve en Gén 29:1-35, “30 Y se llegó también a Raquel, y la amó también más que a Lea 31 Y vio Jehová que Lea era menospreciada (aborrecida, LBLA). También se ve en Deu 21:1-23, “15 Si un hombre tuviere dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le hubieren dado hijos, y el hijo primogénito fuere de la aborrecida; 16 en el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura al hijo de la amada con preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito”. No odiaba a su mujer, sino que, como en el caso de Jacob y Lea, la amaba menos que la otra. Véase también Mal 1:2-3, “Amé a Jacob y a Esaú aborrecí”; Dios no odiaba a Esaú, sino que daba preferencia a Jacob.

Por lo tanto, el aborrecer a la familia significa amar más a Dios. Mat 10:1-42, “37 El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí”. Cristo no acepta segundo lugar en nuestra vida. La lealtad hacia El tiene que ser suprema.

El cristiano no debe mostrar mala actitud hacia los padres, pero cualquier cosa, sea en los padres o en su propia vida, que se oponga a la verdad de Cristo debe ser aborrecida. No debe permitir que la relación estrecha y cariñosa con los seres amados le lleve a tener comunión con el mal (JSL).

Este texto enseña que “Cristo debe ser amado supremamente, o de otro modo El no es amado de ninguna manera” (AB).

“Cuando un extranjero quiere hacerse ciudadano de otro país, debe renunciar lealtad a su tierra natal y debe jurar lealtad al país que ha elegido. Esto no significa que no puede seguir teniendo un alto concepto de la nación a la cual dijo Adiós, pero sí, significa que ahora debe servir a la nación que lo ha acogido” (GH).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Si alguno viene a mí. Deu 13:6-8; Deu 33:9; Sal 73:25, Sal 73:26; Mat 10:37; Flp 3:8.

y no aborrece. Gén 29:30, Gén 29:31; Deu 21:15; Job 7:15, Job 7:16; Ecl 2:17-19; Mal 1:2, Mal 1:3; Jua 12:25; Rom 9:13.

aun también su vida. Hch 20:24; Apo 12:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

no aborrece: La esencia del discipulado está en darle a Cristo el primer lugar. «Aborrecer» a la propia familia y aun su vida es una forma retórica de expresarse. Se refiere a desear menos las cosas en lugar de desear más cosas. Esta instrucción es especialmente apropiada durante los días de Jesús, cuando seguirle significaría el rechazo de la familia y la persecución hasta el punto de la muerte. Los que temían la desaprobación familiar o la persecución no podían ser discípulos de Jesús.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

NO ABORRECE A SU PADRE. La palabra «aborrece» en este pasaje significa «ama menos» (compárese este texto con Mat 10:37; véanse también Gén 29:31, nota, y Mal 1:3, nota). Jesús exige que la lealtad y el amor a Él sean mayores que los de cualquier otra relación, incluso los de la propia familia.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

aborrece. Una frase similar en Mat 10:37 es la clave para entender este mandato difícil. El «aborrecimiento» al que se alude aquí significa en realidad «menor amor». Jesús llamó a sus discípulos a cultivar una devoción tan grande hacia Él, que su apego a todo lo demás, incluidas la propia vida de cada uno de ellos, se parecería al odio en comparación. Vea Luc 16:13; Gén 29:30-31 para usos similares de expresiones alusivas a odiar y aborrecer.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

14: 26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. – Nos extraña mucho esta enseñanza que requiere que uno aborrezca a su familia, porque El nos enseña (Mat 5:44) que debemos amar aun a los enemigos. Los que aborrecen a sus padres en el sentido de odiarlos desobedecen Efe 6:1-24, “2 Honra a tu padre y a tu madre”. Sin embargo, debemos honrar y obedecer a Cristo aunque estemos en conflicto con los mismos padres.
Es necesario dejar que la Biblia misma explique esta palabra. Si algún mero hombre dijera que la palabra aborrecer no siempre tiene el sentido de odiar, no podríamos aceptar su palabra, pero la Biblia misma nos hace entender que esta palabra se puede usar para significar amar menos. La prueba de esto se ve en Gén 29:1-35, “30 Y se llegó también a Raquel, y la amó también más que a Lea 31 Y vio Jehová que Lea era menospreciada (aborrecida, LBLA). También se ve en Deu 21:1-23, “15 Si un hombre tuviere dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le hubieren dado hijos, y el hijo primogénito fuere de la aborrecida; 16 en el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura al hijo de la amada con preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito”. No odiaba a su mujer, sino que, como en el caso de Jacob y Lea, la amaba menos que la otra. Véase también Mal 1:2-3, “Amé a Jacob y a Esaú aborrecí”; Dios no odiaba a Esaú, sino que daba preferencia a Jacob.
Por lo tanto, el aborrecer a la familia significa amar más a Dios. Mat 10:1-42, “37 El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí”. Cristo no acepta segundo lugar en nuestra vida. La lealtad hacia El tiene que ser suprema.
El cristiano no debe mostrar mala actitud hacia los padres, pero cualquier cosa, sea en los padres o en su propia vida, que se oponga a la verdad de Cristo debe ser aborrecida. No debe permitir que la relación estrecha y cariñosa con los seres amados le lleve a tener comunión con el mal (JSL).
Este texto enseña que “Cristo debe ser amado supremamente, o de otro modo El no es amado de ninguna manera” (AB).
“Cuando un extranjero quiere hacerse ciudadano de otro país, debe renunciar lealtad a su tierra natal y debe jurar lealtad al país que ha elegido. Esto no significa que no puede seguir teniendo un alto concepto de la nación a la cual dijo Adiós, pero sí, significa que ahora debe servir a la nación que lo ha acogido” (GH).

Fuente: Notas Reeves-Partain

— dejar: Lit. odiar. Semitismo que significa amar menos, renunciar. Así lo interpreta el lugar paralelo de Mat 10:37 (Véase Luc 14:33).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Luc 9:23 y par.; Luc 18:29 y par.; Jua 12:26.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) O: “vida”. Véase Ap. 4A.

REFERENCIAS CRUZADAS

y 938 Rev 12:11

z 939 Deu 33:9; Mat 10:37; Luc 18:29; Jua 12:25

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

aborrece. El lenguaje de Lucas es más fuerte que el que usa Mateo en 10:37, y enfatiza la demanda radical al discipulado. Jesús no quiere decir que un discípulo tiene que abandonar el hogar, la familia, las propiedades o el trabajo; sino más bien que El debe ser la principal prioridad.

Fuente: La Biblia de las Américas

26 super (1) En los vs.26-33 el Señor les manifestó a las multitudes que iban con El (v.25) el costo de seguirle. Recibir la salvación significa ser salvo (13:23); seguir al Señor es disfrutarle como la bendición de la salvación de Dios. Esto requiere que uno renuncie a todo, aun a su propia vida, y lleve su cruz (vs.26-27,33).

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

aborrece. Esta expresión no justifica la malicia o la mala voluntad hacia la familia de uno, sino que significa que el afecto a la familia debe ocupar un segundo lugar tras el afecto que le debemos a Cristo

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

no aborrece… Es decir, no pone en segundo lugarMat 10:37.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

T43 El pronombre reflexivo ἑαυτοῦ es atributivo las dos veces que aparece en este versículo (es decir; modifica a los sustantivos πατέρα y ψυχήν): su propia.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

I.e., en comparación a su amor por El

Fuente: La Biblia de las Américas

Es decir, no pone en segundo lugar.

14.26 g Mat 10:37.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

Biblia Peshitta 2006 Notas:

[25] 14.26 Arameo, sane, que puede traducirse odiar, aborrecer. Se refiere a renunciar a vivir según los sentimiento naturales de la carne y del alma. Sería un contrasentido interpretar un aborrecimiento a las personas a quienes debemos amar. El sentido verdadero es «el que no hace a un lado». Ver Éxo_20:1-5; Mat 10:37; Jua 15:23-25; Rom 9:13.

Fuente: Peshitta en Español