Comentario de Lucas 16:18 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
“Cualquiera que se divorcia de su mujer y se casa con otra comete adulterio. Y el que se casa con la divorciada por su marido comete adulterio.
16:18 Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera. (Mat 5:32; Mat 19:9; Mar 10:11-12; Rom 7:2-3; 1Co 7:10-11). Mar 10:7 “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, 8 y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno (Gén 2:24). 9 Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”. Mal 2:16, “Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio”. Por eso, el matrimonio es un arreglo permanente. El Nuevo Testamento emplea tres verbos que significan la misma cosa: CHORIDZO, separar (Mar 10:9; 1Co 7:10; 1Co 7:15); APOLUO, repudiar (Luc 16:18); APHIEMI, dejar, abandonar (1Co 7:12). Algunos hacen distinción entre separarse y repudiar, pero lo que se prohíbe y lo que se debe enfatizar es el mal de separar lo que Dios juntó. Muchos solamente ven el divorcio formal y legal en estos textos. Al leerlos sólo ven abogados, jueces y papeleo, pero básicamente no existen tales cosas en estos tres verbos; es decir, hay mucho repudio aparte del divorcio formal y legal. Por ejemplo, 1Co 7:4-5. El desobedecer este texto es repudio e incluso bien puede hacer que una pareja cometa el adulterio (Mat 5:32) aunque tal enajenación no llegue al tribunal humano.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Mat 5:32; Mat 19:9; Mar 10:11, Mar 10:12; 1Co 7:4, 1Co 7:10-12.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
adultera: Jesús ilustra la demanda moral de la Ley al citar la naturaleza inviolable del matrimonio; tanto, que el volverse a casar constituye adulterio. En otros textos (Mat 5:32; Mat 19:9), Jesús habla de una excepción por inmoralidad sexual que puede ser razón para aceptar un divorcio, aunque nunca se acepta el divorcio como una opción preferida. Todavía se discute fuertemente en la Iglesia sobre qué constituye inmoralidad sexual y si existe tal cosa como un «divorcio permitido», o si uno se puede volver a casar luego de un divorcio así. La afirmación de Jesús no está detallada en Lucas, pero sí es más completa en Mateo. Sin embargo, simplemente sirve como una ilustración de la autoridad moral de su enseñanza. Él es quien establece la ética del Reino. Otros textos importantes sobre el tema del divorcio están en (Deu 24:1-4; Mar 10:1-12; 1Co 7:7-16). También se debatía este asunto en el judaísmo. La escuela rabínica de Shammai sólo permitía el divorcio por inmoralidad, mientras que la escuela de Hillel lo permitía por una amplia variedad de razones (Mishná, Gittim, Luc 9:10).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ADULTERA. Cualquiera que se divorcia de su cónyuge (o lo abandona) por razones no bíblicas (véase Mat 19:9, nota) y se vuelve a casar, comete adulterio. En griego, «adultera» es un presente de indicativo activo, que denota una acción continua; es decir, que mientras el cónyuge inocente desea y busca la reconciliación, la parte culpable que se vuelve a casar está viviendo en una unión adúltera. Como Dios no considera anulado el matrimonio anterior, cualquier otra unión es adulterio.
(1) El primer aspecto moral en este caso es si las segundas nupcias del cónyuge culpable implican hacer caso omiso de las obligaciones del voto y de las responsabilidades paternales del primer matrimonio, que todavía pueden cumplirse. Si hay deseo de reconciliación por parte del cónyuge inocente, el asunto es crucial. La parte culpable vive en adulterio si se casa con otra persona (cf. Mar 10:11-12).
(2) Sin embargo, si la parte ofensora
(a) no tiene la posibilidad de volver al primer matrimonio,
(b) ya ha entrado en el tipo de relación adúltera descrita por Jesús y
(c) sinceramente se arrepiente delante de Dios y se dedica a edificar la relación actual sobre la base de principios divinos, entonces la actual relación matrimonial puede llegar a ser legítima (i.e., aceptada por Dios).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
adultera. Es decir, si el divorcio carecía de razones legítimas. Lucas presenta un registro abreviado de la enseñanza de Jesús sobre el divorcio, y se limita a recalcar el asunto principal. La descripción más completa de Mateo deja en claro que Él permitió el divorcio en aquellos casos en los que uno de los cónyuges sea culpable de adulterio. Vea las notas sobre Mat 5:31-32 ; Mat 19:3-9. Esto contrarresta la doctrina de los rabinos que permitía a los hombres divorciarse con mucha facilidad de sus esposas, casi que por cualquier causa Mat 19:3).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
16:18 Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera. (Mat 5:32; Mat 19:9; Mar 10:11-12; Rom 7:2-3; 1Co 7:10-11). Mar 10:7 “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, 8 y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno (Gén 2:24). 9 Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”. Mal 2:16, “Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio”. Por eso, el matrimonio es un arreglo permanente.
El Nuevo Testamento emplea tres verbos que significan la misma cosa: CHORIDZO, separar (Mar 10:9; 1Co 7:10; 1Co 7:15); APOLUO, repudiar (Luc 16:18); APHIEMI, dejar, abandonar (1Co 7:12). Algunos hacen distinción entre separarse y repudiar, pero lo que se prohíbe y lo que se debe enfatizar es el mal de separar lo que Dios juntó. Muchos solamente ven el divorcio formal y legal en estos textos. Al leerlos sólo ven abogados, jueces y papeleo, pero básicamente no existen tales cosas en estos tres verbos; es decir, hay mucho repudio aparte del divorcio formal y legal. Por ejemplo, 1Co 7:4-5. El desobedecer este texto es repudio e incluso bien puede hacer que una pareja cometa el adulterio (Mat 5:32) aunque tal enajenación no llegue al tribunal humano.
¿Por qué aborrece Dios el repudio? (1) Porque separa lo que Dios junta. (2) No hace “una sola carne” sino dos. (3) Destruye la protección contra el pecado sexual. (4) Destruye el hogar y hace mucho daño a los hijos. En fin, acaba con todos los beneficios del matrimonio. En fin, la separación (el repudio) destruye los beneficios del matrimonio? (1) El compañerismo, Gén 2:18; (2) Satisfacer los deseos sexuales de los dos (para evitar la fornicación, 1Co 7:1-9; Pro 5:15-19 (3) La procreación. Gén 1:28; Sal 127:3; 1Ti 2:15; 1Ti 5:14.
¿Cuáles son algunos de los problemas más comunes que causan la enajenación y separación de esposos?
(1) No recordar sus votos de dejar a otros y ser fieles y leales hasta que la muerte los separe.
(2) El problema principal es que muchos esposos no se aman el uno al otro según la definición correcta de la palabra “amar” (Efe 5:25; Efe 5:28; Col 3:19; 1Pe 3:7; 1Co 13:4-7). El único amor que conocen es el amor romántico y, por eso, fácilmente se enamoran de otros. El pecado más común de los maridos es que no aman a sus esposas porque ellas no les agradan. Tienen la actitud de “Sí, yo le voy a amar si ella comienza a amarme. Seré bueno con ella cuando ella comience a ser buena conmigo”. El amar mandado por Pablo (el Espíritu Santo) no es de esa clase. Más bien, significa amar a la esposa simplemente porque ella es su esposa. Significa siempre ser bueno con ella, siempre tener buena voluntad hacia ella, no obstante cómo ella sea.
Aquí está un detalle muy importante: el hombre escogió a cierta mujer para ser su esposa. El lo hizo. Nadie lo hizo por él. Nadie le forzó a escogerla. De su propia voluntad la escogió. La quería para su esposa. Si ahora está convencido que cometió un grave error, es un error que él mismo cometió y, por eso, tiene que aceptarlo sin culpar a ella y otros. Debe ser hombre maduro y responsable delante de Dios y siempre ser bueno con ella, y amarla (1) como Cristo amó a la iglesia, y (2) amarla como ama a su propio cuerpo.
Dicen los hombres, e incluso hermanos, “Pero usted no se imagina cómo es ella”. Lo que tales hombres deben entender es que aunque ella sea prima hermana del diablo, ya es su esposa. Usted la escogió, y Dios los juntó, y le dice que debe amarla, y que usted no se puede divorciar de ella excepto por la causa de fornicación (Mat 19:9). Así también la esposa debe amar a su marido.
Me dijo un hermano, “Pero usted no se imagina cómo es dormir con una mujer que no se baña”.
(3) El marido no es cabeza, la mujer no está sujeta.
(4) Problemas económicos.
(5) Problemas con familiares (suegros, cuñados).
(6) Desacuerdos sobre la crianza y disciplina de los hijos.
(7) Falta de madurez.
(8) En fin, la carnalidad (Gál 5:19-21).
La mujer repudiada debe estudiar estos textos con mucho cuidado, porque aunque sea mujer repudiada ella no debe repudiar a su marido. Esta es una prueba dura. El hombre que repudie a su esposa la humilla, la avergüenza, la deja con hijos que ella tendrá que criar sola, la deja con problemas económicos, y todo esto produce en muchas mujeres repudiadas un espíritu amargado. Guardan rencor. Están muy resentidas y resulta que ellas también odian y repudian a sus maridos. Los rechazan y los denuncian. En tal caso el repudio es mutuo.
Tales mujeres deben recordar lo que Pablo dice en 1Co 7:10-11. Deben buscar por todo medio la reconciliación con sus maridos. Si él vuelve arrepentido, debe aceptarlo.
¿Hacemos votos de fidelidad o promesas mentirosas? Deu 23:21-23, Pro 2:17; Ecl 5:4, Mal 2:14. La luna de miel debe ser perpetua. El cariño debe durar todos los días desde y noviazgo y las bodas hasta la muerte. Es importante que los esposos expresen su amor el uno al otro todos los días en palabras y en hechos. Que todos los días digan “te amo” el uno al otro, y entonces ¡mostrarlo en las acciones!
El compromiso hecho en el matrimonio es serio. No es que “Yo lo haré si tú lo harás”; no es que “Si tú estás sujeta y me obedece, te amaré”; “si tú me amas estaré sujeta a ti”.
En este texto (Luc 16:18) el caso de la mujer es paralelo con el caso del marido. Si el marido repudia a su mujer y se casa con otra mujer, adultera. Si la mujer que repudia a su marido (Mar 10:12) o si ella es repudiada por su marido y vuelve a casarse, adultera. Según la enseñanza de algunos, la segunda parte del versículo 18 tiene que ser después de la primera parte, pero no se debe añadir palabras al texto. Jesús no dice “y después de eso”, sino simplemente “y”. No hay secuencia en el texto. Mar 10:11-12 lo hace bien claro: Jesús simplemente presenta el caso del marido que repudia a su mujer, y el caso de la mujer que repudia a su marido. Ni uno ni otro puede volverse a casar porque todavía están ligados el uno al otro (Rom 7:2-3). Este texto en Lucas no trata del repudio por causa de la fornicación (Mat 15:32; Mat 19:9).
Fuente: Notas Reeves-Partain
Mat 5:32; Mat 19:9; 1Co 7:10-11.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) Véase Mat 5:32, n: “Adulterio”.
(2) Lit.: “soltada (aflojada)”.
REFERENCIAS CRUZADAS
w 1003 Mat 5:32; Mat 19:9; Mar 10:11
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
divorcia…comete adulterio. Véanse coments. en Mt 19:8, 9.
Fuente: La Biblia de las Américas
18 super (1) Lit, despide.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
repudia. Véanse notasen Mat 5:32; Mat 19:10.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
adultera… → Mat 5:32; Mat 19:9; Mar 10:11; 1Co 7:10-11.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
B124 La construcción con el participio de presente πᾶς ὁ ἀπολύων no significa: todo el que está habituado al divorcio; aun menos probable es la siguiente traduccion: todo el que se ha divorciado; el significado es: todo el que se divorcia (cierta clase de personas).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, repudia a
O, la repudiada por el
Fuente: La Biblia de las Américas
g Mat 5:32; Mar 10:11-12; 1Co 7:10-11.