Comentario de Lucas 17:7 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
¿Y quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta, al volver éste del campo, le dirá: “Pasa, siéntate a la mesa”?
17: 7 ¿Quién (empero, FL) de vosotros, teniendo un siervo que ara (1Co 3:9) o apacienta ganado (Jua 21:15) , al volver él del campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa? — Es significativa la palabra “empero” porque este texto está conectado con el que precede. Los apóstoles podían hacer milagros y lograr grandes cosas por el Señor, pero no por eso deberían exaltarse (Rom 12:3; Rom 12:16; Gál 6:3). Ya les sobró ese espíritu y, por eso, había rivalidad entre ellos en cuanto a cuál sería el mayor en el reino (Mat 18:1-4). Recuérdese la pregunta de Pedro (Mat 19:27), “He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?” Siendo esclavos de Cristo, no es posible hacer más de lo que es el deber.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Luc 13:15; Luc 14:5; Mat 12:11.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El punto de esta parábola era que un siervo no debería esperar recompensas especiales por hacer aquello que es ante todo su deber. Los parámetros exigentes que Cristo estableció (vv. Luc 17:1-4) pudieron haber parecido demasiado altos a sus discípulos, pero solo representaban los deberes mínimos para un siervo de Cristo. Quienes obedecen no deben pensar que su obediencia es algo meritorio en sí mismos.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
17: 7 ¿Quién (empero, FL) de vosotros, teniendo un siervo que ara (1Co 3:9) o apacienta ganado (Jua 21:15) , al volver él del campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa? – Es significativa la palabra “empero” porque este texto está conectado con el que precede. Los apóstoles podían hacer milagros y lograr grandes cosas por el Señor, pero no por eso deberían exaltarse (Rom 12:3; Rom 12:16; Gál 6:3). Ya les sobró ese espíritu y, por eso, había rivalidad entre ellos en cuanto a cuál sería el mayor en el reino (Mat 18:1-4). Recuérdese la pregunta de Pedro (Mat 19:27), “He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?” Siendo esclavos de Cristo, no es posible hacer más de lo que es el deber.
Fuente: Notas Reeves-Partain
El deber. Los siervos que han completado su deber no tienen derecho a esperar más que la paga acordada y sentirse inútiles en el sentido de que no tenían nada de qué jactarse. En otro lugar Jesús enseñó y demostró una actitud diferente al servir él mismo a los discípulos (Juan 13:1-16; cf. la enseñanza de Luc. 12:35-38; 22:27). Esto muestra que aquí no está enseñando que la forma de actuar de Dios con nosotros se basa en la ley y el deber sino más bien en la gracia y la fe. Más bien, está dando una necesaria lección a todos los que son tentados a sentirse orgullosos de su fe o las buenas obras que realizan para Dios.
El uso de Jesús de una ilustración relativa a la esclavitud no prueba que él la recomendara como institución del mismo modo que no hubiera recomendado la deshonestidad (16:8).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
un siervo arando o pastoreando. Los vers. 7– 9 de la parábola describen al dueño, que por falta de recursos económicos tenía un solo siervo, el cual tenía que pastorear, arar y trabajar en los quehaceres domésticos (vers. 8).
Fuente: La Biblia de las Américas
Lit., recuéstate