Comentario de Lucas 20:45 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Cuando todo el pueblo le escuchaba, dijo a sus discípulos:
20:45 Y oyéndole todo el pueblo, dijo a sus discípulos: 46 Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, — Mat 23:5, “Pues ensanchan sus filacterias ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos”. “Interpretando literalmente Éxo 13:9; Éxo 13:16; Deu 6:8; Deu 11:18, se escribían en tiras de pergamino algunos preceptos de la ley; estos preceptos se encerraban en cajitas que eran atadas al brazo izquierdo o a la frente con filacterias o lazos. Jesús criticó que los fariseos hicieran las filacterias llamativamente anchas (Mat 23:5).Mucha gente piadosa de su tiempo llevaba las filacterias no sólo para la oración, sino durante todo el día… llegaron a convertirse en una especie de amuletos contra toda clase de amenazas y por ello Cristo echa en cara a los fariseos el hecho de que ‘ensanchen tanto sus filacterias’, o sea, que extreman la celebración externa de los actos de piedad” (Dicc. V-E). (Deu 6:6, dice, “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;… Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos”. Núm 15:1-41, “38 Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos” (también Deu 22:12, “Te harás flecos en las cuatro puntas de tu manto con que te cubras”). Estos servían para recordar al pueblo de su relación con Dios y sus leyes, que ellos eran su pueblo escogido, pero la ley no especificaba lo largo de los flecos. Los fariseos, movidos por el orgullo y el deseo de ser reconocidos como muy piadosos, alargaban los flecos. De esa manera, en lugar de cumplir el propósito original de Dios, llegaban a ser exhibición de su orgullo y su deseo de ser alabado por los demás.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Mat 15:10; Mat 23:1; Mar 8:34; Mar 12:38; 1Ti 5:20.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
devoran las casas de las viudas: Jesús pone de manifiesto la hipocresía de los escribas que sacan provecho de los demás. Tal comportamiento será juzgado.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Vea las notas sobre Mar 12:38-40.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
20:45 Y oyéndole todo el pueblo, dijo a sus discípulos: 46 Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, — Mat 23:5, “Pues ensanchan sus filacterias ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos”. “Interpretando literalmente Éxo 13:9; Éxo 13:16; Deu 6:8; Deu 11:18, se escribían en tiras de pergamino algunos preceptos de la ley; estos preceptos se encerraban en cajitas que eran atadas al brazo izquierdo o a la frente con filacterias o lazos. Jesús criticó que los fariseos hicieran las filacterias llamativamente anchas (Mat 23:5).Mucha gente piadosa de su tiempo llevaba las filacterias no sólo para la oración, sino durante todo el día… llegaron a convertirse en una especie de amuletos contra toda clase de amenazas y por ello Cristo echa en cara a los fariseos el hecho de que ‘ensanchen tanto sus filacterias’, o sea, que extreman la celebración externa de los actos de piedad” (Dicc. V-E). (Deu 6:6, dice, “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;… Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos”.
Núm 15:1-41, “38 Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos” (también Deu 22:12, “Te harás flecos en las cuatro puntas de tu manto con que te cubras”). Estos servían para recordar al pueblo de su relación con Dios y sus leyes, que ellos eran su pueblo escogido, pero la ley no especificaba lo largo de los flecos. Los fariseos, movidos por el orgullo y el deseo de ser reconocidos como muy piadosos, alargaban los flecos. De esa manera, en lugar de cumplir el propósito original de Dios, llegaban a ser exhibición de su orgullo y su deseo de ser alabado por los demás.
— y aman las salutaciones en las plazas, — Mat 23:7, “y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. 8 Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. 9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos”. La explicación de Jesús identifica el mal de llevar títulos como el usurpar a Dios como Padre y a Cristo como Maestro. Desde luego, hay maestros en la iglesia (Hch 13:1; Heb 5:12; 1Ti 3:2; 2Ti 1:11), y por implicación Pablo se refiere a sí mismo como el padre de los corintios (1Co 4:15), pero lo que se condena es el uso de títulos religiosos. Pablo nunca se refiere a sí mismo como Padre Pablo, y nunca llamó a los otros apóstoles el Padre Pedro o el Padre Juan, mucho menos el Reverendo Padre fulano de tal. El uso de tales títulos entre los que profesan ser seguidores de Cristo es innegablemente una marca de apostasía.
— y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; — Mar 12:38-39; Luke 11:43; 14:78-11; 20:46. Este problema existía en la iglesia también (Stg 2:1-4).
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL AMOR A LA GLORIA HUMANA
Lucas 20:45-47
Jesús les dijo a sus discípulos en presencia de toda la gente:
-Tened mucho cuidado con los escribas; porque les encanta ir por ahí con vestiduras largas, y que los saluden ceremoniosamente en las plazas, y ocupar los asientos preferentes en las sinagogas y los mejores sitios en los banquetes y en las cenas; y luego, con el pretexto de hacer muchos rezos, devoran las haciendas de las viudas. Esos son los que van a recibir una condenación más severa.
Los escribas y los rabinos esperaban recibir honores extraordinarios. Para ello habían establecido toda clase de reglas. En los centros de estudios, eran los rabinos más eruditos los que tenían preferencia; en los banquetes, los más viejos. Se cuenta que dos rabinos estaban muy ofendidos porque varias personas los habían saludado con «¡Que tengáis mucha paz!», sin añadir «¡Maestros míos!» Pretendían que se los considerara por encima de los padres. Decían: «El respeto que debes a tu maestro es casi como el que debes a Dios.» «El respeto que se le tiene a un maestro debe estar por encima del que se le tiene al padre, porque tanto el padre como el hijo deben respetar al maestro.» «Si el padre y el maestro pierden algo, lo que pierde el maestro es más importante, porque el padre no ha hecho más que traerle a uno a este mundo, pero el maestro le enseña la sabiduría que le permitirá entrar en el mundo venidero… Si el padre y el maestro de alguien llevan cargas, debe ayudar al maestro en primer lugar, y luego a su padre. Si su padre y su maestro están cautivos, debe redimir primero a su maestro, y después a su padre.» Tales pretensiones parecen increíbles; no era bueno que nadie las tuviera, pero mucho menos que se le tuvieran en cuenta.
Jesús también acusa a los escribas de devorar las haciendas de las viudas. La ley obligaba al rabino a no cobrar por enseñar. Todos los rabinos se suponía que tenían negocios o trabajos para mantenerse, y enseñar de balde. Eso suena muy bien; pero también se enseñaba que el mantener a un rabino era un acto de suprema piedad. Decían: «Todo el que pone parte de sus ingresos en la cartera de los sabios es merecedor de un sitio en la academia celestial.» «Al que da asilo a un discípulo de los sabios en su casa se le cuenta como si ofreciera un sacrificio todos los días.» «Deja que tu casa sea lugar de reunión de los sabios.» No cuesta creer que ciertas mujeres impresionables fueran presas fáciles de rabinos poco escrupulosos y muy dados a la codicia. Estos a veces devorarían las casas de las viudas.
.Todo ese negocio le disgustaba y repugnaba a Jesús. Y además, eran precisamente los hombres que tenían acceso a la cultura y que tenían puestos de responsabilidad en la comunidad. Dios no dará por inocente al que usa una posición de confianza para aprovecharse y abusar de los que confían en él.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
REFERENCIAS CRUZADAS
d 1230 Mat 23:1; Mar 12:38