Comentario de Juan 1:51 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Y les dijo: —De cierto, de cierto os digo que veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.
1:51 Y le dijo: De cierto, de cierto (amén, amén) os digo: — Esta es la primera de las veinte cinco veces que este doble amén se usa en este libro para enfatizar alguna verdad. De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden (Gén 28:12, Jacob «soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella». Cristo es la escalera entre el cielo y la tierra. Estando aquí en la tierra Jesús tenía comunicación continua con el Padre, y toda comunicación entre los cristianos y Dios tiene que ser a través de Cristo, 14:6) sobre el Hijo del Hombre (Dan 7:13 sig.) — Este es el nombre favorito de Jesús para sí mismo. Es el nombre del Mesías y enfatiza que como hombre Cristo representaba al Padre. Juan dijo que Cristo era el Cordero de Dios y el Hijo de Dios; Andrés dijo que era el Mesías; Felipe dijo que era aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas; Natanael dice que El es el Rey de Israel. Jesús se refiere a sí mismo como el Hijo del Hombre.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
De cierto os digo. Jua 3:3, Jua 3:5; Jua 5:19, Jua 5:24, Jua 5:25; Jua 6:26, Jua 6:32, Jua 6:47, Jua 6:53; Jua 8:34, Jua 8:51, Jua 8:58; Jua 10:1, Jua 10:7; Jua 12:24; Jua 13:16; Jua 13:20, Jua 13:21, Jua 13:38; Jua 14:12; Jua 16:20, Jua 16:23; Jua 21:18.
De aquí adelante veréis. Eze 1:1; Mat 3:16; Mar 1:10; Luc 3:21; Hch 7:56; Hch 10:11; Apo 4:1; Apo 19:11.
y los ángeles de Dios. Gén 28:12; Dan 7:9, Dan 7:10; Mat 4:11; Luc 2:9, Luc 2:13; Luc 22:43; Luc 24:4; Hch 1:10, Hch 1:11; 2Ts 1:7, 2Ts 1:9; 1Ti 3:16; Heb 1:14; Jud 1:14.
sobre el Hijo del hombre. Jua 3:13, Jua 3:14; Jua 5:27; Jua 12:23, Jua 12:24; Dan 7:13, Dan 7:14; Zac 13:7; Mat 9:6; Mat 16:13-16; Mat 16:27, Mat 16:28; Mat 25:31; Mat 26:24; Mar 14:62; Luc 22:69.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Jacob había tenido una visión de ángeles ascendiendo y descendiendo por una escalera desde el cielo (Gén 28:12). El pensamiento aquí es similar, a saber, habría comunicación entre el cielo y la tierra.
Hijo del Hombre, una expresión usada en Dan 7:13 sobre un ser celestial, era la designación favorita que Jesús usaba de sí mismo (Mat 8:20; Mar 2:10).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
VERÉIS EL CIELO ABIERTO. Jesús se presenta como la escalera por la que baja la revelación de Dios al mundo (cf. Gén 28:12; véase también Luc 5:24, nota sobre la frase «Hijo del Hombre»).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
De cierto, de cierto. Cp. Jua 5:19; Jua 5:24-25. Una frase que se emplea con frecuencia para recalcar la importancia y la veracidad de la declaración que viene a continuación. el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden. A la luz del contexto del v. Jua 1:47, este versículo se refiere con mayor probabilidad a Gén 28:12 donde Jacob soñó acerca de una escalera que bajaba del cielo. Jesús quiso dar a entender a Natanael que así como Jacob experimentó una revelación sobrenatural o enviada del cielo, Natanael y los demás discípulos también experimentarían comunicación sobrenatural que les confirmaría quién era Jesús. Además, el término «Hijo del Hombre» sustituye la escalera en el sueño de Jesús para indicar que Jesús es el único medio de acceso entre Dios y los hombres. Hijo del Hombre. Vea la nota sobre Mat 8:20. Esta es la designación favorita de Jesús para aludir a Él mismo, ya que fue usada casi siempre por Jesús en más de ochenta ocasiones. En el NT solo se refiere a Jesús y aparece más que todo en los Evangelios (cp. Hch 7:56). En el cuarto Evangelio la expresión ocurre trece veces y está vinculada por lo general con los temas de crucifixión y sufrimiento (Jua 3:14; Jua 8:28) así como revelación (Jua 6:27; Jua 6:53), pero también con autoridad escatológica (Jua 5:27; Jua 9:39). Aunque el término puede referirse en ciertas ocasiones a un ser humano o como un sustituto del pronombre personal (Jua 6:27; cp. Jua 6:20), adquiere un significado escatológico especial en conexión con Dan 7:13-14 donde el «Hijo de hombre» o Mesías viene en gloria para recibir el reino del «Anciano de días» (i. e. el Padre).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:51 Y le dijo: De cierto, de cierto (amén, amén) os digo: — Esta es la primera de las veinte cinco veces que este doble amén se usa en este libro para enfatizar alguna verdad. De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden (Gén 28:12, Jacob «soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella». Cristo es la escalera entre el cielo y la tierra. Estando aquí en la tierra Jesús tenía comunicación continua con el Padre, y toda comunicación entre los cristianos y Dios tiene que ser a través de Cristo, 14:6) sobre el Hijo del Hombre (Dan 7:13 sig.) — Este es el nombre favorito de Jesús para sí mismo. Es el nombre del Mesías y enfatiza que como hombre Cristo representaba al Padre.
Juan dijo que Cristo era el Cordero de Dios y el Hijo de Dios; Andrés dijo que era el Mesías; Felipe dijo que era aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas; Natanael dice que El es el Rey de Israel. Jesús se refiere a sí mismo como el Hijo del Hombre.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Y agregó o «También dijo» (TLA). Esta oración sirve como buena transición para lo que sigue después de la promesa a Natanael.
“Amén, amén” (25 veces en Juan) no significa mucho literalmente en una traducción contemporánea. La mayoría de las traducciones resuelve este semitismo que solo aparece doble en Juan, buscando equivalencias como: De cierto, de cierto, «Les aseguro» (TLA, DHH), «Ciertamente les aseguro» (NVI), «De verdad» (BL), «En verdad, en verdad» (BJ). Jesús habla en un principio a Natanael en segunda persona singular. Después amplía el radio de sus oyentes a los demás discípulos, en segunda persona plural: «Les aseguro que ustedes verán el cielo abierto» (TLA). Esta expresión indica que el camino de la manifestación y revelación de Dios a las personas se ha abierto. “Verán el cielo que quedará abierto”. Una traducción así indicará que la comunicación de Dios con las personas es una realidad permanente. El evangelio de Juan pone esta verdad en labios del mismo Jesús. En otras palabras, los ángeles suben y bajan sobre el Hijo del hombre. Jesús evoca aquí la visión de Jacob en Betel (cf. Gén 28:11-17). Opone a los títulos que le dio Natanael el de “Hijo de hombre”.
“Hijo de hombre” es una de las frases más problemáticas del Nuevo Testamento, tanto para intérpretes como para traductores. Es usado solo por Jesús en los Evangelios como autodesignación de su persona, con la excepción de Mar 2:10 y Hch 7:56. En los evangelios sinópticos es usada por el Señor de tres maneras: (1) en referencia a su vida terrena; (2) en cuanto a sus sufrimientos y muerte; y (3) en relación a su exaltación y glorificación. Estos tres sentidos están íntimamente relacionados. Todos se refieren a que Jesús es la persona escogida por Dios para hablar y actuar con autoridad divina. Es cierto que el “Hijo de hombre” ha aceptado las limitaciones de la existencia humana, que ha sido mal entendido y rechazado por las personas, pero de todas maneras él es el que habla y actúa con la autoridad de Dios mismo. Esta es básicamente la comprensión que se desprende de la revelación en el evangelio de Juan. En lo posible, es mejor dejar la expresión sin modificar, como otros títulos que se traducen y después se interpretan. Por más que se busque a esta expresión equivalencias en otros idiomas, se encontrarán dificultades porque no solo se busca expresar la humanidad de Jesús, sino que esta expresión también revela la divinidad y mesianidad en una persona humana concreta, de carne y hueso, como es Jesús.
Reflexión bíblica y pastoral
El texto indica que Jesús decidió ir a la región de Galilea, que era muy mal vista por la gente de Jerusalén, especialmente por las autoridades judías. Jesús sigue convocando a sus discípulos entre la gente humilde de un pueblo y una región despreciada; porque la opción de Dios y de Jesús siempre parten desde abajo, desde los que no tienen poderes. Cuando Jesús encuentra a Felipe solo le dice “sígueme”, la palabra típica de llamamiento en el Nuevo Testamento. La invitación de Jesús es a un seguimiento, a un caminar con él, a un desplazamiento donde se va aprendiendo y conociendo cada vez más de Jesús y de su proyecto. La respuesta de Felipe no está registrada, pero su actitud nos muestra que aceptó inmediatamente, de tal manera que lo primero que hace es buscar a Natanael, así como Andrés había salido también a buscar a su hermano Simón. Cuando alguien se encuentra con Jesús y recibe su llamamiento, siempre hay un impulso inicial a compartir esa experiencia gozosa, a buscar a alguien cercano y comunicar la novedad de ese encuentro.
Felipe anuncia a Jesús como el profetizado por Moisés y los profetas. Así lo ubica inmediatamente dentro de las tradiciones más importantes de su pueblo. Jesús, a pesar de su universalidad en cuanto a ser el salvador del mundo, no deja de ser parte de un pueblo, una historia y unas tradiciones religiosas y culturales específicas: él es un judío de Galilea, un hombre de pueblo humilde, un creyente judío en el Dios del Antiguo Testamento.
Teniendo en cuanta el origen terrenal de Jesús, no debe sorprendernos la reacción de Natanael: “¿De Nazaret puede salir algo bueno?” (v. Jua 1:46), ya que en realidad Nazarert era un pueblito insignificante en Palestina, probablemente solo un caserío. Pero así son los designios de Dios, quien actúa con criterios diferentes a los nuestros en sus opciones. La respuesta de Felipe no consiste en grandes explicaciones, sino solamente se limita a la invitación a “venir y ver”. Y es que el acceso a Jesús no es por medio de entender argumentos sofisticados, sino de un acercarse a él y percibir su acción, es un moverse hacia él y en aceptar su invitación a ser uno de los suyos.
Jesús acepta a Natanael y lo elogia, a pesar de su escepticismo inicial. Así como Felipe invitó a Natanael a “ver”, ahora Jesús le declara que lo “ha visto”. Un aspecto esencial de la fe es la posibilidad de ver a Jesús, especialmente en la persona del prójimo, y el saber que Dios nos ve a nosotros, en nuestras necesidades y en todas las situaciones de la vida. Jesús le promete a Natanael que “todavía cosas mayores verá” (v. Jua 1:50), ya que será testigo de la obra salvífica de Dios en Jesús.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
— Hijo del hombre: Para el título mismo, ver nota a Mat 8:20. En cuanto al episodio al que se alude, se trata del sueño de Jacob relatado en Gén 28:10-17.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Gén 28:12; (ver Mat 3:16).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) Lit.: “Verdaderamente, verdaderamente”. Gr.: A·mén, a·mén.
(2) O: “mensajeros”. Gr.: ag·gué·lous; lat.: án·ge·los. Compárese con Job 33:23; Sal 91:11.
(3) O: “al servicio del”.
REFERENCIAS CRUZADAS
z 80 Sal 104:4; Mat 4:11; Luc 22:43
a 81 Gén 28:12; Dan 7:13
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
En verdad, en verdad. Esta expresión es usada veinticinco veces en este evangelio y añade solemnidad a las palabras que siguen. Además, refleja la autoridad de Jesús en lo que El dice.
el Hijo del Hombre. Véase coment. en Mt 8:20.
Fuente: La Biblia de las Américas
51 (1) En griego: Amén, amén. Así también en todo el libro.
51 (2) Este es el cumplimiento del sueño de Jacob ( Gén_28:11-22). Cristo, como Hijo del Hombre en Su humanidad, es la escalera puesta entre la tierra y el cielo para mantener el cielo abierto a la tierra y unir la tierra al cielo con miras a la casa de Dios, Bet-el. Jacob derramó aceite (un símbolo del Espíritu Santo, la máxima expresión del Dios Triuno que llega al hombre) sobre la piedra (un símbolo del hombre transformado), para que ésta fuera la casa de Dios. En este capítulo están él Espíritu (v.32) y la piedra (v.42) para la casa de Dios junto con Cristo en Su humanidad. Donde está todo esto, allí está el cielo abierto.
51 (3) Este capítulo, como introducción de este evangelio, presenta a Cristo como el Hijo de Dios (vs.34,49) y como el Hijo del Hombre. Natanael lo reconoció cómo Hijo de Dios y se dirigió a El cómo tal (v.49), pero Cristo le dijo que El era el Hijo del Hombre. El Hijo de Dios es Dios, y como tal tiene la naturaleza divina. El Hijo del Hombre es hombre, y como tal posee la naturaleza humana. Para dar a conocer a Dios (v.18) y para traer a Dios al hombre, El es el Hijo unigénito de Dios. Mas para que la habitación de Dios sea edificada en la tierra, entre los hombres, El es el Hijo del Hombre. El edificio de Dios necesita Su humanidad. En la eternidad pasada Cristo era solamente Dios, el Hijo de Dios, y sólo tenía divinidad; pero en la eternidad futura, Cristo como Dios y hombre, y como el Hijo de Dios y el Hijo del Hombre, tendrá tanto divinidad como humanidad para siempre.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
el cielo abierto. Un símbolo de la comunión que se abre a los seguidores de Cristo.
Hijo del Hombre. Véase nota en Mat 8:20. Nótense los títulos dados a Jesús en el Cáp. Jua 1:1-51: Verbo (v. Jua 1:1), Dios (v. Jua 1:1), Creador (v. Jua 1:3), Luz (v. Jua 1:7), Unigénito (v. Jua 1:18), Cordero de Dios (vv. Jua 1:29; Jua 1:36), Hijo de Dios (vv. Jua 1:34; Jua 1:39), Mesías (v. Jua 1:41), Rey de Israel (v. Jua 1:49), e Hijo del Hombre (v. Jua 1:51).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
os digo… M↓ añaden de aquí en adelante; subiendo y bajando… → Gén 28:12; Hijo del Hombre… → Jua 5:25; Jua 5:27-29; Jua 8:36.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
M i añaden de aquí en adelante.
1.51 g Gén_28:12.
1.51 Hijo del Hombre g Jua 8:36; Jua 5:25 g Jua 5:27-29.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
‡ Refiriéndose a la experiencia de Jacob en Gén 28:12 con el término “Hijo de Dios” reemplazando la palabra “escalera”.