Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos, porque la salvación procede de los judíos.
4:22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; — Jesús no quería insultar a esta mujer, sino que quería ganar su alma, pero solamente la verdad salva; por eso, tuvo que decirle que los samaritanos estaban equivocados. Aunque profesaran adorar al Dios verdadero, en realidad El era para ellos (como lo era para los atenienses) el Dios no conocido. Parte de su culto se basaba en las prácticas paganas (los que tenían más influencia entre ellos eran los magos, Hch 8:9-11), y parte en el Pentateuco (los primeros cinco libros del Antiguo Testamento), la única sección de las Escrituras hebreas que aceptaban. No aceptaban el resto del Antiguo Testamento por causa de las muchas referencias a Jerusalén como el lugar designado por Dios para la adoración. — nosotros adoramos lo que sabemos — Muchos judíos también se habían apartado de la revelación de Dios, y seguían las tradiciones de los ancianos (los maestros ciegos, Mat 15:8-9; Mat 15:14), pero la expresión «adoramos lo que sabemos» se refiere a la revelación de la voluntad de Dios en el Antiguo Testamento . Dios no acepta el culto inventado por los hombres (culto voluntario, Col 2:20-23; Mat 7:21-23; Lev 10:1-2; 2Cr 26:16-21).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
adoráis lo que no sabéis. 2Re 17:27-29, 2Re 17:41; Esd 4:2; Hch 17:23, Hch 17:30.
adoramos lo que sabemos. 2Cr 13:10-12; Sal 147:19; Rom 3:2; Rom 9:5.
la salvación viene de los judíos. Gén 49:10; Sal 68:20; Isa 2:3; Isa 12:2, Isa 12:6; Isa 46:13; Sof 3:16, Sof 3:17; Zac 9:9; Luc 24:47; Rom 9:4, Rom 9:5; Heb 7:14.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
no sabéis. Los samaritanos no conocían a Dios. No tenían una revelación plena de Él, y por lo tanto no podían adorarlo en verdad. Los judíos tenían la revelación plena de Dios en el AT y conocían al Dios a quien adoraban, porque la verdad acerca de la salvación vino a ellos primero (vea la nota sobre Luc 19:9), y por medio de ellos al mundo (cp. Rom 3:2; Rom 9:4-5).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
4:22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; — Jesús no quería insultar a esta mujer, sino que quería ganar su alma, pero solamente la verdad salva; por eso, tuvo que decirle que los samaritanos estaban equivocados. Aunque profesaran adorar al Dios verdadero, en realidad El era para ellos (como lo era para los atenienses) el Dios no conocido. Parte de su culto se basaba en las prácticas paganas (los que tenían más influencia entre ellos eran los magos, Hch 8:9-11), y parte en el Pentateuco (los primeros cinco libros del Antiguo Testamento), la única sección de las Escrituras hebreas que aceptaban. No aceptaban el resto del Antiguo Testamento por causa de las muchas referencias a Jerusalén como el lugar designado por Dios para la adoración.
— nosotros adoramos lo que sabemos — Muchos judíos también se habían apartado de la revelación de Dios, y seguían las tradiciones de los ancianos (los maestros ciegos, Mat 15:8-9; Mat 15:14), pero la expresión «adoramos lo que sabemos» se refiere a la revelación de la voluntad de Dios en el Antiguo Testamento . Dios no acepta el culto inventado por los hombres (culto voluntario, Col 2:20-23; Mat 7:21-23; Lev 10:1-2; 2Cr 26:16-21).
— porque la salvación viene de los judíos. — Por esta razón Dios mantenía su contacto con los judíos por medio de los profetas, porque del linaje de Judá y de la familia de David vendría el Salvador del mundo (4:42). «¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios» (Rom 3:1-2). Isa 2:3, de Jerusalén saldría la Palabra del Señor.
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL VERDADERO CULTO
Juan 4:22-26
Los samaritanos no conocéis al Que dais culto -siguió diciéndole Jesús a la Samaritana-. Los judíos sí Le conocemos, y por eso la Salvación del mundo tiene su origen entre los judíos. Pero está llegando la hora, y es ahora aquí, cuando los verdaderos adoradores darán culto a Dios en espíritu y en verdad; porque esos son los adoradores que está buscando el Padre. Dios es Espíritu; y los que Le dan culto deben dárselo en espíritu y en verdad.
-Sé que el Mesías -que en griego se dice el Cristo- está al llegar -Le dijo la mujer a Jesús-. Cuando venga, nos aclarará todas las cosas.
-Soy Yo mismo, el que estoy hablando contigo -le dijo Jesús ala mujer.
Jesús le había dicho a la Samaritana que las viejas rivalidades estaban a punto de desaparecer, y que estaba próximo el día en que la controversia acerca de los respectivos méritos del monte Guerizim y del monte de Sión sería irrelevante, porque el que buscara a Dios sinceramente Le encontraría en cualquier parte. A pesar de todo, Jesús aún hace hincapié en el hecho de que la nación judía ocupaba un lugar exclusivo en el plan y en la Revelación de Dios.
Los samaritanos adoraban en ignorancia, dijo Jesús. En más de un sentido, aquello era indudablemente cierto. Los samaritanos no tenían más sagrada escritura que el Pentateuco, es decir, los primeros cinco libros del Antiguo Testamento, porque habían rechazado todo el resto. Se habían privado, por tanto, de todos los grandes mensajes de los Profetas y de toda la sincera piedad de los Salmos. Tenían una religión truncada, porque tenían una Biblia truncada. Habían rechazado el conocimiento que estaba a su alcance y que hubieran podido tener. Además, los rabinos judíos siempre habían acusado a los samaritanos de ofrecerle al Dios verdadero un culto meramente supersticioso. Siempre decían que el culto de los samaritanos no se basaba en el amor y el conocimiento, sino en la ignorancia y el miedo. Como ya hemos visto, los extranjeros que los asirios llevaron . a vivir en Samaria trajeron sus propios dioses (2R 17:29 ). Leemos que un sacerdote de Belén fue a decirles que temieran al. Señor (2R 17:28 ); pero -lo más probable es que añadieran el Dios de Israel. a la lista de sus dioses, porque. tendrían un temor supersticioso a excluirle. Después de todo, era el Dios de aquella tierra en la que entonces vivían, y podría ser peligroso no incluirle siquiera en su lista de cultos.
En los cultos falsos podemos detectar tres faltas.
(i) Un culto falso es selectivo: se queda con lo que quiere saber de Dios, y omite el resto. Los samaritanos tomaban lo que querían de las Escrituras, y omitían el resto: La religión unilateral es una de las cosas más peligrosas del mundo. Le es muy fácil a cualquiera el aceptar y retener las partes de la verdad de Dios que le interesan y pasar por alto el resto. Hemos visto, por ejemplo, que ciertos pensadores y eclesiásticos y políticos justificaban el apartheid y la segregación racial apelando a ciertos pasajes de la Escritura, mientras olvidaban muchos más que los condenan.
El pastor de una gran ciudad organizó una petición a le clemencia por uno que había cometido un cierto crimen. Le parecía que aquella era una causa en la que la piedad cristiana tenía obligación de intervenir. Sonó su teléfono y, cuando lo descolgó, escuchó una voz femenina que le decía:
-Estoy muy sorprendida de que usted, un pastor evangélico, ponga todo su peso en esta petición de clemencia.
-¿Y qué es lo que le sorprende? -preguntó él.
-Supongo que usted conoce la Biblia.
-Así lo espero.
-Entonces dijo la voz-, ¿no se da usted cuenta de que la Biblia dice «Ojo por ojo y diente por diente»?
Al parecer aquella mujer tomaba la parte de la Biblia que le convenía para su razonamiento, y olvidaba la gran enseñanza de Jesús sobre la misericordia en el Sermón del Monte.
Haríamos bien en recordar que, aunque sabemos que no llegaremos nunca a abarcar todo el orbe de la verdad, debemos proponernos como objetivo la verdad total, sin conformarnos con los fragmentos que nos convengan en nuestra posición.
(ii) Un culto falso es ignorante. El culto debe ser el acceso a Dios de la persona total. Tenemos una inteligencia, y la obligación de ejercitarla. La religión puede que empiece por una respuesta emocional; pero pronto le llega el momento en que hay que razonarla. E. F. Scot decía que la religión es mucho más que meramente un ejercicio intelectual intensivo; pero que, no obstante, una gran parte del fracaso en materia de religión se debe a la pereza intelectual más que a ninguna otra causa. El dejar de pensar a fondo las cosas importantes es ya en sí un pecado. En último análisis, una experiencia religiosa no está a salvo hasta que se puede decir, no sólo lo que se cree, sino por qué se cree. La religión es también esperanza; pero una esperanza que tiene una razón de ser y que no defrauda (1Pe 3:15 ).
(iii) Un culto falso es supersticioso. Es un culto que se da, no por un verdadero sentimiento de necesidad o por un deseo auténtico de hacerlo, sino solamente porque la persona cree que sería peligroso no darlo. Mucha gente se niega a pasar por debajo de una escalera, o a llevar el número 13 en una competición o en un concurso, o a emprender cualquier cosa en martes y trece; y se pondrá nerviosa cuando se le derrama la sal, o se le cruza un gato negro, etcétera, etcétera. No es que crean en esas supersticiones; pero tienen la sospecha de que puede que haya en ellas algo de verdad, y por eso es mejor mantenerse a salvo. Hay muchas personas cuya religión se funda en una especie de temor impreciso de lo que les podría suceder si no tuvieran en cuenta a Dios. Pero la verdadera religión se basa, no en el miedo, sino en el amor de Dios y en la gratitud por lo que Dios ha hecho. Demasiada religión no es más que una especie de superstición ritual para esquivar la posible ira. de dioses impredictibles.
Jesús define el verdadero culto. Dios, dijo, es Espíritu: En cuanto uno se da cuenta de eso, un nuevo haz de luz le envuelve. Si Dios es espíritu, no está limitado a cosas; y, por tanto, el dar culto a una imagen es, no sólo un absurdo, sino también un insulto a la verdadera naturaleza de Dios. Si Dios es espíritu, no está limitado a lugares; y, por tanto, limitar el culto de Dios a Jerusalén o a ningún otro sitio, es poner un límite a Alguien Que, por naturaleza, sobrepasa todos los límites. Si Dios es espíritu, lo que Le ofrezcamos tienen que ser dones del espíritu. Los sacrificios animales y todas las cosas que hacemos los humanos son inadecuados. Las ofrendas que corresponden a la naturaleza de Dios son los dones del espíritu: amor, fidelidad, obediencia, dedicación.
El espíritu es la parte más elevada de la persona humana. Es la porción que permanece cuando la parte física se desvanece. Es la parte que sueña los sueños y ve las . visiones que, a causa de la debilidad y las deficiencias del cuerpo, puede que nunca se hagan realidad. Es el espíritu humano el que es la fuente de sus pensamientos e ideales y deseos más elevados. El verdadero culto es cuando una persona, mediante su espíritu, alcanza la amistad y la intimidad con Dios. El culto genuino no consiste en ir a un cierto lugar, ni en llevar a cabo un cierto ritual o una cierta liturgia, ni en ofrecer ciertos dones. El verdadero culto es cuando el espíritu, la porción invisible e inmortal de la persona, se encuentra con Dios y habla con el Que es invisible e inmortal.
Este pasaje termina con una gran declaración. Se había desplegado ante la Samaritana un panorama tal que la sorprendía y alucinaba. Contenía elementos por encima de su comprensión, maravillosos. Todo lo que pudo decir fue: «Cuando venga el Mesías, el Cristo, el Ungido de Dios, entonces lo entenderemos todo.» Y Jesús le dijo: «Yo, el que estoy hablando contigo, soy el Mesías.» Es como si Jesús dijera que todo eso no es un sueño de la verdad, sino la verdad misma.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Este v. explica el Jua 4:21. Jesús establece la oposición entre «ustedes» (TLA) (samaritanos) y «nosotros» (TLA) (judíos): “La salvación es de los judíos”. Una traducción literal como esta oración puede ser malentendida. Da la idea de que la salvación pertenece sólo a los judíos, que los judíos son los únicos beneficiados de la salvación. La idea básica es que la salvación tiene su origen en la historia judía. Por eso la mayoría de las traducciones prefieren usar el verbo “viene”. Se pudiera usar también “proviene” o “procede”.
Esta verdad se puede expresar en algunos idiomas de otra forma, como por ejemplo: “Dios promete la salvación a través de los judíos” o “Dios trata con los judíos para la salvación de todo el mundo”. La “salvación” en algunas culturas puede sonar muy abstracta o expresar un concepto vago. Mejor sería pensar en la persona del Mesías. Así la equivalencia sería: “porque el Mesías procede del pueblo judío”.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Rom 9:4-5.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
q 195 2Re 17:29; 2Re 17:33
r 196 Isa 2:3; Rom 9:4
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
la salvación viene de los judíos. Sobre las raíces judías de la redención, véase Ro 3:1, 2; 9:3– 5.
Fuente: La Biblia de las Américas
la salvación viene de los judíos. El Salvador era judío, y los judíos fueron los primeros mensajeros de las buenas nuevas.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
R713 El pronombre neutro ὅ se usa dos veces para referirse al objeto de la adoración (es decir, Dios).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., es
Fuente: La Biblia de las Américas
O es.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
§ Literalmente, “lo que”