Biblia

Comentario de Juan 4:54 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 4:54 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

También hizo Jesús esta segunda señal cuando vino de Judea a Galilea.

4:54 Esta segunda señal hizo Jesús, cuando fue de Judea a Galilea. — Hizo la primera señal (convirtió el agua en vino) en Caná de Galilea (2:1-11). Había hecho otras señales en Jerusalén (2:23; 4:45), pero esta es la segunda señal hecha en Galilea.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Jua 2:1-11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

4:54 Esta segunda señal hizo Jesús, cuando fue de Judea a Galilea. — Hizo la primera señal (convirtió el agua en vino) en Caná de Galilea (2:1-11). Había hecho otras señales en Jerusalén (2:23; 4:45), pero esta es la segunda señal hecha en Galilea.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Presenta un griego redundante. Una traducción literal puede ser equívoca en algunos idiomas, ya que se puede entender que en esta ocasión particular, cuando Jesús vino de Judea a Galilea, él realizó dos señales. En realidad se refiere al segundo de dos milagros, ya que Jesús vino a Galilea en dos ocasiones diferentes. La primera ocasión se menciona en Jua 2:1 y la segunda en este contexto. Ambas señales están asociadas con Caná, y ambas ocurren cuando Jesús viene de Judea a Galilea. Para más claridad se puede traducir el versículo empezando por el final: “Esta es la segunda vez que Jesús vino de Judea a Galilea e hizo una señal milagrosa”. Pero el énfasis del texto juanino es que ésta es la segunda señal de Jesús, siendo la primera la de Jua 2:1. El sentido es más claro si se repite el pueblo de Caná que está explícito en el texto (v. Jua 4:46): “Esta es la segunda señal que Jesús hizo de nuevo en Caná, cuando él vino de Judea a Galilea”.

Reflexión bíblica y pastoral

Como el primero, también el segundo signo o segunda señal acontece en Galilea, no en Jerusalén. Esto es componente importante de la teología de Juan, quien presenta claramente la aceptación a Jesús y su mensaje en Galilea y Samaria, mas no en Jerusalén. También coinciden en que el segundo signo se realiza en también en Caná, donde Jesús transformó el agua en vino.

Juan enfatiza que “los galileos lo recibieron” (v. Jua 4:45), así como los samaritanos también lo recibieron. Este detalle, aparentemente sin mucha importancia, es muy significativo pues muestra que Jesús fue bien acogido en aquellos territorios y por aquellos pueblos que no eran considerados como muy piadosos y conocedores de la ley. Pero es precisamente en estos lugares donde Jesús manifiesta su poder y su amor, y siempre en beneficio de personas necesitadas de signos de vida y aceptación.

El hombre que lo requiere es un “oficial del rey” (v. Jua 4:46), que aunque no se puede saber si era judío o romano, seguramente era un hombre con poder e influencia. Este hombre va en busca de Jesús para pedirle por la sanidad de su hijo. Seguro que para este hombre no era fácil descender de su estatus para pedir un favor a este judío controversial, y probablemente pensaba que su solicitud no sería atendida. Pero los evangelios nos muestran a un Jesús compasivo, que abre su gratuidad salvífica a todas las personas, sin distinguir jerarquías, grupos de pertenencia o situación espiritual.

Jesús vio en el hombre su fe y le concede su petición: “Vete, tu hijo vive” (v. Jua 4:50). Jesús no lo llena de sermones ni lo amonesta ni lo instruye antes de concederle su solicitud. El centro de la necesidad y el clamor del hombre es la sanidad de su hijo, y es ahí donde Jesús también concentra su palabra. Jesús le ofrece al hombre la frase que seguramente su corazón y sus oídos más anhelaban: “tu hijo vive” (v. Jua 4:50). Esta buena noticia seguramente llenó al funcionario real de una gran alegría, así como las personas creyentes constantemente reciben la alegría de recibir las palabras de vida de Dios.

Dice Juan que “el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo” (v. Jua 4:50), y poco más adelante informa que “creyó él con toda su casa” (v. Jua 4:53). Vemos así, al igual que en las bodas de Caná, que la acción generosa de Jesús siempre llena de alegría a los receptores, pero más allá de individuos aislados, a grupos humanos amplios. Y es que la salvación de Dios en Jesús tiene dimensiones comunitarias, universales, más allá de los encuentros personales que los individuos tengan con él. Y esta es una señal no sólo para quienes presenciaron estos milagros, sino también para los lectores y las lectoras de este evangelio durante todos los tiempos, como un permanente recordatorio de la acción del Señor en las comunidades humanas.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

— milagro: Lit. señal, signo. Ver nota a Jua 2:11.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

e 236 Jua 2:11

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

la segunda señal. Es la segunda señal que Juan relata en detalle, pero también menciona otras (2:23).

Fuente: La Biblia de las Américas

54 (1) La primera señal en Caná (2:1-11) significa el cambio de muerte a vida, que establece el principio de vida. Esta segunda señal es una continuación, una aplicación, del principio de cambiar la muerte en vida. El origen de la muerte es el árbol del conocimiento, y el origen de la vida es el árbol de la vida (cfr. Gén_2:9 , Gén_2:17).

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Lit., Y ésta de nuevo

O, un segundo milagro

Fuente: La Biblia de las Américas