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Comentario de Juan 5:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 5:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Se encontraba allí cierto hombre que había estado enfermo durante treinta y ocho años.

5:5-6 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, — ¿Qué hacía Jesús en ese lugar? Siempre buscaba a los enfermos, tanto a los enfermos físicos como a los espirituales (Luc 5:31-32; Luc 19:10).

— y supo que llevaba ya mucho tiempo así, — En ese lugar había «una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos». Juan no explica cómo Jesús supo esto; desde luego, una explicación se encuentra en 2:24, 25 (es decir, conoció a este hombre como conoció a Natanael y a la mujer samaritana). ¿Por qué escogió Jesús a este paralítico? (1) Porque «supo que llevaba ya mucho tiempo así» y, por eso, era uno de los casos más patéticos, lo cual haría el milagro más evidente e impresionante (compárese Hch 3:2, «cojo de nacimiento»; 4:22, «tenía más de cuarenta años»). (2) Porque al sanar a este paralítico él tendría que llevar su camilla, lo cual provocaría un encuentro con los judíos y dar ocasión para un discurso poderoso sobre la deidad de Jesús y sobre el error de las tradiciones de los judíos con respecto al día de reposo (Mat 15:8-9).

— le dijo: ¿Quieres ser sano? — Es decir, ahora. No le pregunta si quiere en algún tiempo futuro sanar. Compárese Mar 10:51, Jesús pregunta al ciego, «¿Qué quieres que te haga?» ¿Con qué propósito le hizo esta pregunta? Desde luego, Jesús no lo habría sanado si hubiera dicho que no quería sanar, pero otro propósito fue para hacer que el paralítico fijara su atención en Jesús (compárese Hch 3:4). También al contestar la pregunta enfatizaría lo desesperado de su caso. (Todos estaríamos en una condición desesperada si Cristo no hubiera venido).

Dirá alguno que sin duda el hombre quería ser sano, pero hay personas desesperadas que ni siquiera buscan remedios y si esto sucede con respecto a la salud física, ¡cuánto más con respecto a la salud espiritual! Muchísimas personas, conscientes de su enfermedad espiritual, no quieren saber nada de perdón y santidad, porque «aman el pecado y para ellos la vida de santidad y pureza no es nada atractiva» (CRE). «Si se curaba, tendría que enfrentarse con todo el peso de ganarse la vida y asumir una vez más todas sus responsabilidades. Hay inválidos para quienes su enfermedad no es del todo desagradable, puesto que algún otro hace todo el trabajo y asume todas las responsabilidades» (WB). Esto es muy cierto porque el mundo está lleno de personas que no quieren ser responsables; solamente quieren que el gobierno u otros cuiden de ellos.

Muchos ciegos y otros afligidos se ganan la vida pidiendo ayuda a otros. ¿Querrán todos estos sanar?

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

treinta y ocho años que estaba enfermo. Jua 5:14; Jua 9:1, Jua 9:21; Mar 9:21; Luc 8:43; Luc 13:16; Hch 3:2; Hch 4:22; Hch 9:33; Hch 14:8.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

No se declara la naturaleza exacta de la enfermedad. Al parecer afectaba la habilidad del hombre para caminar (v. Jua 5:7).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

TREINTA Y OCHO AÑOS. Este hombre había sufrido durante treinta y ocho años. Había experimentado la frustración prolongada al no ser sanado, mientras con esperanza acudía repetidamente a Dios. Pero al fin llegó la sanidad. Se debió en gran parte al largo sufrimiento de ese hombre que Jesús tuvo compasión de él y decidió ayudarlo. Nunca debe abandonarse la esperanza de que pronto pudiera llegar el momento de que Dios obre directamente en favor del que acude a El.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

treinta y ocho años. Juan incluyó esta cifra para subrayar la gravedad de la enfermedad debilitante que afligía a este individuo. Puesto que su enfermedad había sido observada por muchos en el transcurso de casi cuatro décadas, tan pronto Jesús lo sanó todos supieron que se trataba de un milagro auténtico y fehaciente (cp. v. Jua 5:9).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

5:5-6 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, — ¿Qué hacía Jesús en ese lugar? Siempre buscaba a los enfermos, tanto a los enfermos físicos como a los espirituales (Luc 5:31-32; Luc 19:10).
— y supo que llevaba ya mucho tiempo así, — En ese lugar había «una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos». Juan no explica cómo Jesús supo esto; desde luego, una explicación se encuentra en 2:24, 25 (es decir, conoció a este hombre como conoció a Natanael y a la mujer samaritana). ¿Por qué escogió Jesús a este paralítico? (1) Porque «supo que llevaba ya mucho tiempo así» y, por eso, era uno de los casos más patéticos, lo cual haría el milagro más evidente e impresionante (compárese Hch 3:2, «cojo de nacimiento»; 4:22, «tenía más de cuarenta años»). (2) Porque al sanar a este paralítico él tendría que llevar su camilla, lo cual provocaría un encuentro con los judíos y dar ocasión para un discurso poderoso sobre la deidad de Jesús y sobre el error de las tradiciones de los judíos con respecto al día de reposo (Mat 15:8-9).
— le dijo: ¿Quieres ser sano? — Es decir, ahora. No le pregunta si quiere en algún tiempo futuro sanar. Compárese Mar 10:51, Jesús pregunta al ciego, «¿Qué quieres que te haga?» ¿Con qué propósito le hizo esta pregunta? Desde luego, Jesús no lo habría sanado si hubiera dicho que no quería sanar, pero otro propósito fue para hacer que el paralítico fijara su atención en Jesús (compárese Hch 3:4). También al contestar la pregunta enfatizaría lo desesperado de su caso. (Todos estaríamos en una condición desesperada si Cristo no hubiera venido).
Dirá alguno que sin duda el hombre quería ser sano, pero hay personas desesperadas que ni siquiera buscan remedios y si esto sucede con respecto a la salud física, ¡cuánto más con respecto a la salud espiritual! Muchísimas personas, conscientes de su enfermedad espiritual, no quieren saber nada de perdón y santidad, porque «aman el pecado y para ellos la vida de santidad y pureza no es nada atractiva» (CRE). «Si se curaba, tendría que enfrentarse con todo el peso de ganarse la vida y asumir una vez más todas sus responsabilidades. Hay inválidos para quienes su enfermedad no es del todo desagradable, puesto que algún otro hace todo el trabajo y asume todas las responsabilidades» (WB). Esto es muy cierto porque el mundo está lleno de personas que no quieren ser responsables; solamente quieren que el gobierno u otros cuiden de ellos.
Muchos ciegos y otros afligidos se ganan la vida pidiendo ayuda a otros. ¿Querrán todos estos sanar?

Fuente: Notas Reeves-Partain

Del montón de enfermos se escoge uno: un inválido. En la traducción no hay que dar la impresión de que el paralítico llevaba treinta y ocho años en el estanque. Su invalidez e incapacidad parece que eran de toda su vida, lo que subraya lo maravilloso del milagro. La frase “que tenía una enfermedad” en algunas culturas se refiere a enfermedades contagiosas, con fiebre y otros síntomas, que durarían mucho tiempo. Habría que indicar que la “enfermedad” o “debilidad” del hombre era que estaba “incapacitado para caminar”. Inclusive se podría pensar que el hombre “no podía moverse”, «estaba inválido» (BA).

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

5 super (1) Este hombre enfermo e incapacitado no era feliz, ni siquiera en el gozoso día de fiesta (v.1), y no tenía reposo, ni siquiera en sábado (v.10).

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

B131 El participio de presente ἔχων se refiere a una acción que comienza antes de la del verbo principal y continúa en el tiempo denotado: quien había estado enfermo durante 38 años.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Lit., con su enfermedad

Fuente: La Biblia de las Américas