Comentario de Juan 5:31 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.

5:31 Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. — Acaba de decir que no podía hacer nada por sí mismo porque su voluntad estaba perfectamente unida con la del Padre. Si independientemente pudiera dar su testimonio, es decir, aparte de la voluntad del Padre, no sería verdadero. Poco después (8:14) Jesús dice, «Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y adónde voy». Como Jesús no podía obrar independientemente del Padre, tampoco podría dar testimonio independiente del testimonio del Padre.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Jua 8:13, Jua 8:14, Jua 8:54; Pro 27:2; Apo 3:14.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El término testimonio es un concepto muy destacado de Juan. Aunque el testimonio de Jesús sobre sí mismo es verdadero, bajo la ley judía el testimonio personal no era admisible en procedimientos legales.

Otro (v. Jua 5:32): El Padre mismo es el testigo principal y final de Jesús (v. Jua 5:37). Jesús dirige también a sus oyentes a otros tres testigos.

Juan el Bautista (vv. Jua 5:33-35), las propias obras de Jesús (v. Jua 5:36), y las Escrituras (v. Jua 5:39), especialmente las de Moisés (vv. Jua 5:45-47).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

El otro testigo era Juan el Bautista (v. Jua 5:33).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

5:31 Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. — Acaba de decir que no podía hacer nada por sí mismo porque su voluntad estaba perfectamente unida con la del Padre. Si independientemente pudiera dar su testimonio, es decir, aparte de la voluntad del Padre, no sería verdadero. Poco después (8:14) Jesús dice, «Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y adónde voy». Como Jesús no podía obrar independientemente del Padre, tampoco podría dar testimonio independiente del testimonio del Padre.

Fuente: Notas Reeves-Partain

TESTIGOS DE CRISTO

Juan 5:31-36

Si Yo doy testimonio de Mí mismo, mi testimonio no tiene por qué ser aceptado como verdadero; pero es Otro el que da testimonio de Mí, y Yo sé que el testimonio que Él da acerca de Mí es verdadero. Vosotros le mandasteis emisarios a Juan, y él dio testimonio de la verdad; pero el testimonio que Yo recibo no procede de ningún ser humano; solamente lo digo para que seáis salvos. Él, Juan, era una antorcha que ardía e iluminaba. Por un tiempo tuvisteis a bien complaceros en su luz. Pero Yo tengo un testimonio mayor que el de Juan: las obras que el Padre Me concedió para que las cumpliera, las mismas obras que Yo hago, son la evidencia definitiva de que ha sido el Padre el Que Me ha enviado.

De nuevo vemos a Jesús contestando las acusaciones de Sus oponentes, que Le habían demandado: «¿Qué evidencia puedes aducir en prueba de que Tus pretensiones son ciertas?» Jesús les contesta de una forma que los rabinos no podrían por menos de entender, porque usa sus propios métodos.
(i) Empieza por admitir el principio universal de que la evidencia exclusiva de una persona acerca de sí misma no se puede aceptar como prueba. Tiene que haber por lo menos dos testigos. «Por dicho de dos testigos, o de tres testigos, morirá el que hubiere de morir; no morirá por el dicho de un solo testigo» Dt 17:6 ). «No valdrá un testigo contra ninguno en cualquier delito, o en cualquier pecado que se cometiere; en el dicho de dos testigos, o en el dicho de tres testigos consistirá el negocio» (Dt 19:15 ). Cuando Pablo amenaza a los corintios con ir allí a reprender y a disciplinar a los culpables, les dice que todas las acusaciones se confirmarán por dos o tres testigos (2 Corintios 13: I ). Jesús dice que, cuando un cristiano tiene alguna queja legítima contra otro hermano, debe llevar consigo a otros para confirmar su acusación (Mt 18:16 ). En la Iglesia Primitiva la regla era que no se admitían acusaciones contra un anciano a menos que fueran respaldadas por dos o tres testigos (1 Timoteo 5:19 ). Jesús empezó por admitir plenamente la norma legal de los judíos acerca de la evidencia.

Además, se mantenía universalmente que no se podía aceptar la evidencia de una persona acerca de sí misma. La Misná decía: » Nadie es digno de crédito cuando habla de sí mismo.» El gran orador griego Demóstenes estableció como principio de justicia que » Las leyes no permiten que una persona dé evidencia en su propio favor.» La ley antigua sabía muy bien que el interés propio producía un efecto en lo que dijera una persona acerca de sí misma. Así que Jesús está de acuerdo en que Su testimonio exclusivo acerca de Sí mismo no tiene por qué aceptarse como válido.

(ii) Pero tiene otros testigos. Dice que su testigo es .«Otro», queriendo decir Dios. Volverá a ese punto; pero antes cita a Juan el Bautista, que había dado testimonio de Jesús en repetidas ocasiones (Jn 1:19-20; Jn 1:26; Jn 1:29; Jn 1:35 y 36). Entonces Jesús hace el elogio de Juan, y desautoriza a las autoridades judías.

Dice que Juan era una lámpara que ardía e iluminaba. Eso era un elogio perfecto que le hacía. (a) Una lámpara da una luz prestada, que no le es propia: se enciende. (b) Juan tenía un ardor, porque su mensaje no era el mensaje frío del intelecto, sino el mensaje ardiente de un corazón inflamado. (c) Juan tenía luz. La función de la luz es guiar, y Juan guiaba a la gente al arrepentimiento y hacia Dios. (d) Según la naturaleza de las cosas, una lámpara se agota; al dar luz se consume a sí misma. Juan iba disminuyendo mientras Jesús iba aumentando. El verdadero testigo se consume por Dios.

Al hacer el elogio de Juan, Jesús acusa a los judíos. Estuvieron dispuestos a complacerse con Juan por cierto tiempo, pero nunca le tomaron realmente en serio. Eran, como ha dicho alguien, «como mosquitos bailando en la luz,» o como chiquillos jugando al sol. Juan les producía una sensación agradable, y estaban dispuestos a escucharle mientras dijera lo que ellos esperaban, para abandonarle después tan pronto como dijera algo que no les convenía. Mucha gente escucha así la verdad de Dios; disfrutan de un sermón como de una representación. Un famoso predicador cuenta que una vez, después de predicar un serio sermón acerca del juicio, le saludaban diciéndole: » ¡Qué majo ha sido hoy su sermón!» La verdad de Dios no es una cosa meramente divertida, sino algo que se ha de recibir en saco y ceniza de humildad y arrepentimiento.
Pero Jesús no apeló a la evidencia de Juan. Dijo que no era la evidencia de hombres falibles la que iba a aportar en defensa de Sus credenciales.
(iii) Entonces aporta el testimonio de Sus obras. Eso había hecho también cuando el mismo Juan Le mandó a algunos de sus discípulos a preguntarle si era Él el Mesías. Entonces les dijo a los emisarios de Juan que volvieran a decirle lo que habían oído y visto (Mt 11:4 , y Lc 7:22 ). Pero Jesús cita ahora Sus obras, no para atraer la atención de nadie hacia Sí mismo, sino para señalar al poder de Dios que obraba en Él y por medio de Él. Dios era Su supremo Testigo.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

3. La autorrevelación de Jesús y sus testigos (Jua 5:31-47)

Análisis de discurso

En la sección previa Jesús defiende su filiación como el enviado del Padre. Ahora trata ante los judíos de legitimar y defender esa filiación. El tema que articula esta sección y le da cohesión es el del testimonio, en contraste con la incredulidad de los judíos.

TÍTULO: Es bueno dividir el discurso de Jesús en dos secciones para que se pueda enfocar la atención en temas específicos del mismo. Las versiones se dividen en su titulación entre “pruebas”, “testimonios” y “testigos”: Testigos de Cristo (RV60, RV95), Pruebas de la autoridad de Jesús (DHH, TLA), El testimonio a favor de Jesús (BA). Se puede precisar un poco más con el título El testimonio múltiple a favor de Jesús.

Análisis textual y morfosintáctico

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

a. Los testigos con autoridad divina (vv. Jua 5:31-40)

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

La afirmación Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero señala la imposibilidad jurídica de que Jesús use su propio testimonio como evidencia legal. Él no está diciendo aquí que su testimonio es falso, sino que no tiene validez ante una corte. Una traducción literal puede llevar a equívocos, pues se da la idea de que Jesús no dice la verdad. Mejor es buscar una equivalencia que indique que su testimonio no es válido: «no vale nada» (BL), «no valdría como prueba» (DHH, TEV), «no hay manera de probar que está diciendo la verdad» (CEV).

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Jua 8:13-59; Jua 9:1-41; Jua 10:1-42; Jua 11:1-57; Jua 12:1-50; Jua 13:1-38; Jua 14:1-18; Jua 10:25; Jua 15:26; 1Jn 5:6-9; (ver Jua 19:35; Jua 21:24).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

h 271 Deu 19:15

i 272 Jua 8:14

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Si yo…doy testimonio de mí mismo. La ley rabínica sobre la evidencia legal, basada en Dt 19:15, requería dos o más testigos para establecer la prueba.

Fuente: La Biblia de las Américas

Aquí Cristo está de acuerdo con los argumentos de Sus oponentes, en que Su testimonio solo (sin otros testigos) no es verdadero. Pero pasa a recordarles que otro, Su Padre, da testimonio de la validez de Sus demandas (vv. Jua 5:32; Jua 5:37). Otros testigos citados son Juan el Bautista (v. Jua 5:33), los milagros del propio Jesús (v. Jua 5:36), las Escrituras (v. Jua 5:39), y Moisés (v. Jua 5:46). En Jua 8:14, proclama que Su testimonio es realmente verdadero.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

testimonio… → §170 (Número 2).

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R1010 Es posible tomar a ἐὰν ἐγὼ μαρτυρῶ como un presente de indicativo: como dije (si es un presente de subjuntivo, el significado sería: si yo doy testimonio; comp. Jua 8:14 -R1018). [Editor. Según la forma, este verbo puede ser indicativo o subjuntivo; pero puesto que aparece la partícula ἐάν, lo más probable es que se quiso usar el modo subjuntivo.]

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

I.e., admisible como prueba legal

Fuente: La Biblia de las Américas