Biblia

Comentario de Juan 6:59 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 6:59 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Estas cosas dijo en la sinagoga, cuando enseñaba en Capernaúm.

6:59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum. — ¿La sinagoga construida por el centurión, Luc 7:1; Luc 7:5?

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

en la sinagoga. Jua 6:24; Jua 18:20; Sal 40:9, Sal 40:10; Pro 1:20-23; Pro 8:1-3; Luc 4:31.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

la sinagoga … en Capernaum: En las ruinas de una sinagoga en Capernaum, se encontró una gran piedra con un jarro conteniendo maná grabado en ella. Algunos han sugerido que tal vez la sinagoga de este pasaje tenía tal símbolo.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

6:59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum. — ¿La sinagoga construida por el centurión, Luc 7:1; Luc 7:5?

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL ESPÍRITU IMPRESCINDIBLE

Juan 6:59-65

Estas cosas las dijo Jesús cuando estaba enseñando en la sinagoga de Cafarnaún. Cuando Le oyeron esta exposición, muchos de Sus discípulos dijeron:

-¡Qué difícil es este mensaje! ¿Cómo lo podemos escuchar?
Jesús conocía muy bien en Su interior lo que. estaban murmurando Sus discípulos, así es que les dijo:
-¿Esto os escandaliza? ¿Pues qué os pasaría si vierais al Hijo del Hombre ascender adonde estaba antes? El poder vivificador es el Espíritu; la carne no puede hacer nada. Lo que os he dicho es espíritu y vida. Pero hay algunos que no creen.
Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién iba a ser el que Le traicionara. Por eso era por lo que decía a menudo: «No hay nadie que acuda a Mí a menos que le sea concedido por Mi Padre.

No nos sorprende que los discípulos de Jesús encontraran difícil de entender Su predicación en la sinagoga de Cafamaún. Pero la palabra griega que se usa aquí es skléros, duro, que quiere decir, no difícil de entender, sino difícil de aceptar. Los discípulos sabían muy bien que Jesús había estado presentándose como la misma vida de Dios que había descendido del Cielo, y que nadie podía vivir esta vida ni enfrentarse con la eternidad sin someterse a Él.

Aquí nos encontramos con una verdad que vuelve a aparecer en cada época. Una y otra vez no es la dificultad intelectual lo que impide que muchos se hagan cristianos, sino la altura de la demanda moral de Cristo. En el corazón de toda religión tiene que haber misterio, por la sencilla razón de que allí está Dios. Es natural que las personas no podamos comprender plenamente a Dios. Cualquier sincero pensador aceptará que tiene que haber misterios.
La dificultad real del Cristianismo es doble. Demanda un acto de rendición a Cristo, aceptarle a Él como la autoridad final; y demanda un estándar moral de la más alta calidad. Los discípulos se daban cuenta de que Jesús Se había presentado como la misma vida y Mente de Dios venida a la Tierra; la dificultad de la gente era aceptar aquello como verdad, con todas sus consecuencias. Hasta el día de hoy hay muchos que rechazan a Cristo, no porque se lo pone difícil al intelecto, sino porque desafía a la vida.
Jesús continúa, no probando Sus credenciales, sino afirmando que algún día los Hechos demostrarían que tenía razón. Lo que decía era en realidad: «Os resulta difícil creer que Yo soy el pan, eso esencial para la vida, descendido del Cielo. Pues bien, no tendréis dificultad en aceptarlo cuando un día Me veáis ascendiendo de vuelta al Cielo.» Es un anuncio de la Ascensión. Quiere decir que la Resurrección es la garantía de las credenciales de Jesús. Él no fue simplemente alguien que vivió noblemente y murió heroicamente por una causa perdida; es el único Cuyas credenciales han sido confirmadas por el hecho de Su resurrección.

Jesús sigue. diciendo que lo único absolutamente imprescindible es el poder vivificador del Espíritu; la carne no puede hacer nada. Podemos expresarlo muy sencillamente de una manera que nos dará por lo menos algo de su significado: La cosa más importante es el espíritu en el que se realiza una acción. Alguien lo ha dicho de otra manera: «Todas las cosas humanas son triviales si no existen por algo que está más allá de ellas.» El verdadero valor de una cosa depende de su finalidad. Si comemos nada más que por comer, somos unos glotones, y nos hará más daño que bien; pero si comemos para mantener la vida, para cumplir mejor con nuestro trabajo, para estar sanos, tiene sentido comer. Si uno pasa un montón de tiempo haciendo deporte sin más, está, en el mejor de los casos, perdiendo el tiempo. Pero si dedica un tiempo al deporte para mantener su cuerpo en forma y así poder hacer mejor su trabajo para Dios y sus semejantes, el deporte deja de ser algo trivial y pasa a ser importante. Las cosas de la carne adquieren su verdadero valor del espíritu con que se hacen.
Jesús añade: » Mis palabras son espíritu y vida.» Él es el único que nos puede decir lo que es la vida, poner en nosotros el espíritu en que debe vivirse y darnos la fuerza para vivirla. La vida adquiere su valor de su propósito y de su invalidad. Cristo es el único que puede darnos un verdadero propósito en la vida, y el poder para desarrollar ese propósito frente a la constante oposición que nos viene de dentro y de fuera.
Jesús se daba perfecta cuenta de que algunos, no sólo rechazarían Su ofrecimiento, sino que lo rechazarían hostilmente. Nadie puede aceptar a Jesús a menos que le mueva el Espíritu de Dios; pero uno puede seguir resistiendo a ese Espíritu hasta llegar al punto en que ya no podrá cambiar de actitud. El que Le resiste es excluido, no por Dios, sino por su misma actitud.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

El tema de este versículo es circunstancial. “Cafarnaúm” como referencia local sirve para abrir y cerrar todo el material discursivo (v. Jua 6:24): abre y cierra el diálogo con la gente (vv. Jua 6:22-40) y la polémica con los judíos (vv. Jua 6:41-58): Estas cosas dijo en Capernaúm, enseñando en una sinagoga. Si es desconocido para los lectores el término “sinagoga”, una traducción como la de la CEV puede ayudar: «Jesús estaba enseñando en un lugar judío de culto, en Cafarnaúm, cuando dijo estas cosas» o como la BL que traduce sinagoga como “la casa de oración”.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

MT236 En la iglesia es una traducción válida de ἐν συναγωγῇ (Westcott fuerza demasiado esta frase al traducirla: en ocasión de una asamblea solemne).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego