Comentario de Juan 6:60 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces, al oírlo, muchos de sus discípulos dijeron: —Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?
6:60 Al oirlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; — La palabra dura no significa que ellos no podían entender que el lenguaje de Jesús era figurado. No fue que ellos pensaran que Jesús esperara que literalmente se comiera su cuerpo y se bebiera su sangre. Eso no fue el problema. Todo el problema fue que esta enseñanza de Cristo hizo clara la necesidad de su muerte. Tal enseñanza fue muy desagradable para ellos. No era dura para entender, sino dura para aceptar que El había descendido del cielo y que traía beneficios espirituales, y que no pensaba establecer un reino terrenal como ellos querían (6:15). Si esta enseñanza de Jesús hubiera sido muy dura para entender, y si sus discípulos hubieran sido sinceros, habrían pedido una aclaración de lo que decía. Compárese Mat 13:36, «Explícanos la parábola de la cizaña del campo»; entonces Jesús les explicó la parábola. De esta manera, a través de la enseñanza entendida, Dios trae a los hombres a Cristo. Pero en esta ocasión muchos de sus discípulos no pidieron explicación, sino que murmuraban y dijeron, «Dura es esta palabra», y volvieron atrás. Es obvio que a ellos no les gustó lo que Jesús decía.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
muchos de sus discípulos. Jua 6:66; Jua 8:31.
Dura es esta palabra. Jua 6:41, Jua 6:42; Jua 8:43; Mat 11:6; Heb 5:11; 2Pe 3:16.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Discípulo significa: «aprendiz» y se usa de muchas formas en el NT. Puede incluir a los incrédulos (v. Jua 6:64), a los creyentes que van más allá de la fe inicial hasta el bautismo y la obediencia (Jua 8:31), o puede aludir a los apóstoles en particular (Jua 2:11). El contexto determina cuál significado se quiere dar. Aquí, simplemente significa aprendices. Algunos de la muchedumbre eran estudiantes que vinieron a aprender. No todos habían creído en Cristo. Era difícil (duro) para los aprendices judíos aceptar la idea de comer carne y beber sangre, pues para ellos estaba prohibido incluso el probar la sangre.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Esos versículos desenmascaran la reacción de los discípulos de Jesús a su sermón sobre el «pan de vida». Al igual que la reacción de la multitud en Jerusalén (capítulo Jua 5:1-47) y en Galilea (capítulo Jua 6:1-71), aquellos respondieron con incredulidad y lo rechazaron. Juan cita dos grupos y sus reacciones correspondientes: 1) la incredulidad de los discípulos falsos (vv. Jua 6:60-66), y 2) la fe de los discípulos verdaderos (vv. Jua 6:67-71). Tras haber predicado su sermón solo un puñado de discípulos se quedó con Él (v. Jua 6:67).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
6:60 Al oirlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; — La palabra dura no significa que ellos no podían entender que el lenguaje de Jesús era figurado. No fue que ellos pensaran que Jesús esperara que literalmente se comiera su cuerpo y se bebiera su sangre. Eso no fue el problema. Todo el problema fue que esta enseñanza de Cristo hizo clara la necesidad de su muerte. Tal enseñanza fue muy desagradable para ellos. No era dura para entender, sino dura para aceptar que El había descendido del cielo y que traía beneficios espirituales, y que no pensaba establecer un reino terrenal como ellos querían (6:15).
Si esta enseñanza de Jesús hubiera sido muy dura para entender, y si sus discípulos hubieran sido sinceros, habrían pedido una aclaración de lo que decía. Compárese Mat 13:36, «Explícanos la parábola de la cizaña del campo»; entonces Jesús les explicó la parábola. De esta manera, a través de la enseñanza entendida, Dios trae a los hombres a Cristo. Pero en esta ocasión muchos de sus discípulos no pidieron explicación, sino que murmuraban y dijeron, «Dura es esta palabra», y volvieron atrás. Es obvio que a ellos no les gustó lo que Jesús decía.
— ¿quién la puede oír? — Su enseñanza era dura — difícil de aceptar — para los que esperaban que Cristo ocupara un trono terrenal y que proveyera no solamente libertad del yugo de Roma, sino pan físico en abundancia y muchas otras bendiciones materiales.
Fuente: Notas Reeves-Partain
b. La crisis de los discípulos (vv. Jua 6:60-66)
Análisis de discurso
Prácticamente todas las Biblias consideran Jua 6:60-71 como una unidad de discurso. Aquí se divide en dos.
TÍTULO: La mayoría de las versiones coinciden: Palabras de vida eterna (RV60, RV95, DHH) o muy cercanas: Palabras que dan vida eterna (TLA), Las palabras de vida eterna (BA). Pero nos parece que el título de la NBE corresponde mejor al contenido de esta sección: Reacción de los discípulos. Más preciso aún: Reacción de los discípulos a la enseñanza de Jesús.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Este versículo y los que siguen hasta el final del capítulo cierran el ministerio de Jesús en Galilea. En síntesis, el evangelista indica los resultados de dicho ministerio. Muchos de los discípulos de Jesús le han dado la espalda y no le siguen más e, incluso, uno que se queda con él lo va a traicionar. Sin embargo, Simón Pedro habla en nombre de los doce, e indica que ellos creen y saben que Jesús es el “Santo de Dios” (v. Jua 6:69).
El evangelio no omite la realidad de división entre los seguidores de Jesús. El sentido del original “muchos de los oyentes de los discípulos” muestra que estaban presentes no sólo los judíos y la multitud, sino también el grupo de discípulos de Jesús y que Juan en cierta manera los identifica en la reacción ante las palabras de Jesús. Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?, «Esto que dices es muy difícil de aceptar. ¿Quién puede estar de acuerdo contigo?» (TLA). Hay diversas opiniones a la hora de traducir el término griego logos como “palabra”, “discurso”, “enseñanza” o “mensaje”. El antecedente de estas palabras duras o difíciles no está claramente marcado. Se puede tomar como referencia todo el discurso acerca del pan de vida (comenzando con el v. Jua 6:25) o también las palabras finales del discurso (vv. Jua 6:53-58).
En algunas traducciones habrá que sustituir “duro”, que tiene otros sentidos en otros idiomas, y buscar equivalencias como “muy difícil de aceptar”, “estas palabras son insoportables” o “intolerables”. La NEB traduce de forma más coloquial: «Esto es más de lo que podemos tragar». El adjetivo “duro” se usa de algo concreto, duro y áspero. En este contexto tiene el sentido de “dificultad de aceptación” más que dificultad de comprensión. La pregunta retórica da más fuerza a la objeción de los discípulos: «¿Para qué escuchar semejantes palabras?» (NEB). El sentido no es que las palabras de Jesús no se puedan escuchar, sino que son difíciles de aceptar. Aún se puede traducir: “¿Quién puede estar de acuerdo con tales ideas?”. Como las enseñanzas de Jesús expresan lo contrario de lo que la gente esperaba, y se resisten a cambiar, está bien traducir: “¿Quién las puede aguantar?”, «¿Quién puede estar de acuerdo contigo?» (TLA) o «¿quién puede hacerle caso?» (DHH).
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
La reacción de los discípulos a la enseñanza y obra de Jesús
Las protestas de muchos de los discípulos (60, 61) muestran que la palabra “discípulo” es usada aquí en un sentido general para los seguidores marginales de Jesús. No eran verdaderos creyentes porque les resultaba duro aceptar aquella enseñanza (60). Ni siquiera podían imaginar que alguien la aceptara. Jesús sabía cuál era su verdadera posición y procedió a aconsejarlos. Sabía que el dicho sobre la carne les había perturbado. La afirmación sobre el Hijo del Hombre ascendiendo (62) implicaba que en ello habría una causa aun mayor para escandalizarse por la forma en que el Hijo del Hombre ascendería al cielo, ya que sería precedida por sufrimiento y muerte. La afirmación siguiente de que la carne no aprovecha para nada tiene el fin de dirigir sus pensamientos más allá de lo físico a lo espiritual. Aquí la afirmación es relativa. Juan ya ha declarado que el Verbo se hizo carne (1:14). Jesús no estaba desestimando la importancia de su vida terrenal, sino que estaba señalando la necesidad de cada uno para captar el significado espiritual de su enseñanza. El v. 64 es otro ejemplo en Juan donde Jesús demostró su conocimiento de los pensamientos ajenos. Sabía que la fe estaba ausente en algunos de ellos. Y una vez más la iniciativa del Padre es subrayada en el v. 65.
El contraste entre la reacción de los doce y la de quienes se volvieron atrás se presenta en los vv. 66-71. La primera, con Simón Pedro como vocero, afirmó una fe que se profundizaba. La frecuente mención de la vida eterna en la enseñanza de Jesús los había llevado a describir su enseñanza de ese modo (68). Su creencia estaba centrada en una convicción de que Jesús era alguien especial, descripto aquí como el Santo de Dios. Hay algunas lecturas textuales alternativas, pero la que se sigue aquí es la preferida por su carácter único. En Mar. 1:24 y Luc. 4:34 la frase es usada por los demonios que se dirigían a Jesús. Esta confesión de Pedro no va tan lejos como consta en Mat. 16:16. Es claro que el uso del plural en la confesión de Pedro necesitaba ser aclarado en vista de la referencia al traidor en el v. 64. No se dice nada del efecto perturbador de esta información de que uno del grupo era diablo (70). Al escribir, Juan lo identifica como Judas.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
j 354 Mat 11:6; Jua 6:66
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
sus discípulos. Este grupo no sólo parecía incluir a los llamados por el Señor, sino a muchos otros seguidores (v. coment. en 2:23).
Fuente: La Biblia de las Américas
¿la puede oír? I.e., aceptarla.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
En estos versículos se nos enseña que algunas palabras de Jesucristo parecen duras al hombre no convertido. Se nos refiere que muchos que, por algún tiempo habían seguido á nuestro Señor, se escandalizaron de lo que decía acerca de comer su carne y beber su sangre; y murmuraban diciendo: » Dura es esta palabra; ¿quién la puede oir?.
Murmuraciones y quejas como estas son muy comunes; jamás debemos sorprendernos al oirías. A algunos las palabras de Cristo les parecen difíciles de entender; á otros, como en el caso de que nos ocupamos, les parecen difíciles de creer, y aun más difíciles do practicar. Ese es solo uno de los muchos modos en que se manifiesta la corrupción del hombre.
Si anhelamos evitar el escandalizarnos, oremos a Dios nos conceda humildad. Si algunas de las palabras de Jesucristo nos parecieren difíciles de comprender, es de nuestro deber el tener presente que por ahora nos encontramos en la ignorancia, y que más tarde poseeremos mayores conocimientos. Si algunos de sus preceptos nos parecieren difíciles de practicar, debemos recordar que él jamás exige de nosotros lo imposible, y que nos dará gracia para hacer todo aquello que nos haya ordenado.
También se no enseña en estos versículos que debemos guardarnos de dar un significado material á palabras espirituales.
Nuestro Señor dijo á los judíos que se escandalizaron de la idea de comer su carne y beber su sangre: » El espíritu es el que da vida: la carne de nada aprovecha: las palabras que yo os hablo, espíritu son, y vida son..
Inútil seria negar que este versículo presenta para su interpretación muchas dificultades, puesto que contiene expresiones muy profundas. Es más fácil formar una idea general del significado del período en conjunto, que explicar palabra por palabra. Hay en él, no obstante, verdades que podemos percibir y retener con facilidad. Veamos cuáles son.
Nuestro Señor dijo: » El espíritu es el que da vida.» Con esto quiso decir que el Espíritu Santo es el autor especial de la vida espiritual que posee el hombre. Si los judíos llegaron á imaginarse que lo que el quería decir era que el hombre podía obtener vida espiritual por medio del comer y del beber material, padecieron, sin duda, una grave equivocación.
Nuestro Señor dijo: » La carne de nada aprovecha.» Con estas palabras quiso decir que ni su carne ni otra carne que comamos real y verdaderamente pueden aprovechar en nada a nuestras almas.
Los bienes espirituales no penetran por la boca, sino por el corazón. El alma no es material, y por lo tanto no puede ser nutrida con alimento material.
Nuestro Señor dijo también: » Las palabras que yo os hablo espíritu son, y vida son.» Con esto quiso decir que sus palabras y preceptos, aplicados al corazón del hombre por el Espíritu Santo, son el verdadero medio de producir resultados espirituales y comunicar vida también espiritual. Por medio de las palabras se engendran y despiertan nuevas ideas, se comunica actividad á la mente y se conmueve la conciencia. Esto es especialmente cierto de las palabras de Cristo.
El principio contenido en este versículo, aunque no nos sea dado comprenderlo sino débilmente, merece en nuestros días especial atención. Muchos hay que se inclinan á dar demasiada importancia á las exterioridades de la religión. Se olvidan que el Espíritu es el que da vida y que la carne nada aprovecha.
En estos versículos se nos enseña, finalmente, que Jesucristo tiene un conocimiento perfecto de los corazones de los hombres. Se nos dice que él sabía desde el principio quiénes eran los que no habían, de creer y quién le había de entregar.
Es con tanta frecuencia que se encuentran en los Evangelios palabras de esta naturaleza, que, por lo general, dejamos de apreciarlas en su debido valor. Y sin embargo, pocas nos será tan provechoso recordar como las que quedan citadas.
Nuestro Salvador sabe todas las cosas.
¡Cuan bien explica esto la paciencia maravillosa que manifestó nuestro Señor Jesucristo durante los primeros días de su ministerio terrenal! él sabía cuánto dolor, cuánta humillación lo aguardaban y de qué manera había cíe morir. Tampoco ignoraba que algunos que profesaban ser sus amigos íntimos eran traidores. Más «habiéndole sido propuesto gozo» lo sufrió todo.
Y cuan bien no pone de manifiesto la insensatez y la hipocresía de que adolecen los que hacen falsas profesiones en materias religiosas. Que los que son culpables de ese pecado recuerden que no pueden engañar á Jesucristo. él los ve y los conoce, y los denunciará en el último día á menos que se arrepientan. Cualquiera que sea nuestra conducta como cristianos, y por espiritualmente débiles que nos sintamos, seamos, ante todas cosas, francos, sinceros y justos.
Fuente: Los Evangelios Explicados
Lit. oírla.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
† “consentir” no solo en el sentido de “entender,” sino también de “observar” o “estar de acuerdo”.