y les preguntaron diciendo: —¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?
9:19 y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora? — Sin duda el gozo de los padres era grande. También convenía que su gratitud fuera grande. Con mucha razón pudieran haber adorado a Cristo por esta maravillosa bendición. Pero ¿qué dijeron?Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
¿Es éste vuestro hijo? Jua 9:8, Jua 9:9; Hch 3:10; Hch 4:14.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
9:19 y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora? — Sin duda el gozo de los padres era grande. También convenía que su gratitud fuera grande. Con mucha razón pudieran haber adorado a Cristo por esta maravillosa bendición. Pero ¿qué dijeron?
Fuente: Notas Reeves-Partain
Luego viene otro de los típicos semitismos: “Y ellos les preguntaron diciendo”, lo que corresponde al uso en español a las comillas en el discurso directo. El resto del versículo es una sola pregunta, pero por el carácter del interrogatorio se puede estructurar en dos o en tres preguntas: “¿Es éste el hijo de ustedes? ¿No dicen ustedes que nació ciego? Entonces ¿cómo es que ahora puede ver?”. La TEV organiza el versículo en una pregunta, una declaración y otra pregunta: «¿Es este su hijo? Ustedes dicen que nació ciego; ¿cómo es que ahora puede ver?». También en tres preguntas: «¿Es este su hijo? ¿Es cierto que nació ciego? ¿Cómo es que ahora puede ver?» (TLA); en dos preguntas: ¿Es este vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?, «¿Es éste vuestro hijo, del que decís que nació ciego? ¿Cómo se explica que ahora vea?» (BI).
Como estas preguntas están condicionadas a ciertas respuestas será acertado formular las preguntas en forma de condiciones: “¿Es este su hijo? Y si él es ¿declaran ustedes que nació ciego?”; “ y si eso es así ¿cómo es que ahora puede ver?”.