Comentario de Juan 11:11 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Habiendo dicho estas cosas después les dijo: —Nuestro amigo Lázaro duerme, pero voy para despertarlo.
11:11 Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo (15:13-15, otro nombre de los discípulos) Lázaro duerme; — Luc 8:52; Hch 7:60; 2Pe 3:4. El dormir es un eufemismo («modo de expresar con suavidad o decoro ciertas ideas») para hablar de manera más agradable de la muerte. La palabra cementerio quiere decir un lugar para dormir. El uso de este término no significa que los muertos están inconscientes, pues no se refiere al espíritu (o alma), sino al cuerpo. Esta descripción de la muerte alienta a los discípulos de Jesús, porque es «una figura que la hace una fase de la vida» (FLG). El sueño es un pensamiento agradable; no es una condición permanente sino breve. Los que están dormidos se despertarán. Es un tiempo de reposo (Apo 14:13). La muerte de los incrédulos es una pesadilla, pero la muerte de los discípulos es un dulce sueño.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Lázaro nuestro amigo. Jua 3:29; Jua 15:13-15; Éxo 33:11; 2Cr 20:7; Isa 41:8; Stg 2:23.
duerme. Jua 11:13; Deu 31:16; Dan 12:2; Mat 9:24; Mar 5:39; Hch 7:60; 1Co 15:18, 1Co 15:51; 1Ts 4:14, 1Ts 4:15; 1Ts 5:10.
voy a despertarle del sueño. Jua 11:43, Jua 11:44; Jua 5:25-29; Dan 12:2; 1Co 15:34; Efe 5:14.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Lázaro duerme: Con frecuencia se llama sueño a la muerte (Gén 47:30; Mat 27:52; 1Ts 4:13). Sin embargo, estos pasajes de ninguna forma enseñan un estado de sueño del alma o inconsciencia. La muerte para el santo es un sueño reposado de los problemas de este mundo, pero una conciencia total de otro mundo (Flp 1:23).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
duerme. Un término blando en el NT para referirse a la muerte, en particular la de los creyentes cuyo cuerpo será resucitados para vida eterna (cp. 1Co 11:30; 1Co 15:51; 1Ts 4:13).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
11:11 Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo (15:13-15, otro nombre de los discípulos) Lázaro duerme; — Luc 8:52; Hch 7:60; 2Pe 3:4. El dormir es un eufemismo («modo de expresar con suavidad o decoro ciertas ideas») para hablar de manera más agradable de la muerte. La palabra cementerio quiere decir un lugar para dormir. El uso de este término no significa que los muertos están inconscientes, pues no se refiere al espíritu (o alma), sino al cuerpo.
Esta descripción de la muerte alienta a los discípulos de Jesús, porque es «una figura que la hace una fase de la vida» (FLG). El sueño es un pensamiento agradable; no es una condición permanente sino breve. Los que están dormidos se despertarán. Es un tiempo de reposo (Apo 14:13). La muerte de los incrédulos es una pesadilla, pero la muerte de los discípulos es un dulce sueño.
Poco después Jesús dirá a sus apóstoles, «Voy, pues, a preparar lugar para vosotros» (14:2). «Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos» (Sal 116:15). Cuando el otro Lázaro murió, «fue llevado por los ángeles al seno de Abraham» (al paraíso) (Luc 16:22). Jesús dijo al ladrón en la cruz, «Hoy estarás conmigo en el paraíso» (Luc 23:43). «Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia… teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor» (Flp 1:21; Flp 1:23).
— mas voy para despertarle. — Si alguno duerme en Cristo, lo despertará porque El es la resurrección y la vida (11:25). La resurrección de Lázaro bien ilustra lo que en el Día Final Jesús hará por todos sus amigos (FP).
Fuente: Notas Reeves-Partain
UNO QUE NO SE RETIRA
Juan 11:11-16
Después de decir aquello, prosiguió diciéndoles:
-Nuestro amigo Lázaro está durmiendo; pero voy a despertarle.
-Señor -Le dijeron los discípulos-, si puede dormir, se pondrá mejor.
Jesús se refería al sueño de la muerte, pero ellos pensaban que hablaba del sueño natural. Así que Jesús les dijo claramente:
-Lázaro ha muerto; y, por causa de vosotros, Me alegro de no haber estado allí, porque todo está diseñado para que vosotros lleguéis a creer. Pero vayamos hacia él.
A eso Tomás (cuyo nombre significa «Mellizo»), dijo:
-¡Vamos nosotros también a morir con Él!
Juan usa aquí su forma habitual de contar las conversaciones de Jesús. En el Cuarto Evangelio, las conversaciones de Jesús siempre siguen el mismo esquema: Jesús dice algo que parece muy sencillo; se le malentiende, y Él explica más claro lo que quería decir. Ya lo vimos en Su conversación con Nicodemo acerca del nuevo nacimiento (Jn 3:3-8 ); y con la Samaritana, sobre el agua de la vida (Jn 4:10-15 ).
Aquí Jesús empezó diciendo que Lázaro estaba durmiendo. A los discípulos aquello les pareció una buena noticia, porque no hay mejor medicina que el sueño. Pero la palabra dormir tenía a menudo un sentido más profundo y serio. Jesús dijo también de la hija de Jairo que estaba dormida (Mt 9:24 ); al final del relato del martirio de Esteban se nos dice que se quedó dormido (Hch 7:60 ). Pablo habla de los hermanos que ya habían muerto como «los que durmieron en Jesús» (1Ts 4:13 ); y de los testigos de la Resurrección que ya se habían quedado dormidos (1Co 15:6 ). Así es que Jesús tuvo que decirles claramente que Lázaro se había muerto; y entonces siguió diciéndoles que, por el bien de ellos, era una buena cosa, porque daría lugar a un acontecimiento que los fortalecería más en la fe.
La prueba definitiva del Evangelio consiste en ver lo que Jesucristo puede hacer. Las palabras puede que no consigan convencer; pero no hay razonamientos que se le puedan oponer a la intervención de Dios. Es un hecho indiscutible que el poder de Cristo convierte al cobarde en un héroe, al vacilante en una persona segura, al egoísta en un servidor de los demás. Sobre todo, es un hecho histórico innegable que el poder de Cristo convierte a los malos en buenos.
Eso es lo que supone una responsabilidad tan tremenda para el cristiano individual. El propósito de Dios es que cada uno de nosotros sea una prueba viviente de Su poder. Nuestra tarea no consiste en recomendar a Cristo de palabra -porque contra eso siempre habrá argumentos, y siempre se podrá poner detrás de una prueba verbal cristiana Q E.D., quod erat demonstrandum, eso habría que demostrarlo-, sino el demostrar con nuestras vidas lo que Cristo ha hecho por nosotros. Sir John Reith dijo una vez: «No me gustan las crisis; pero sí las oportunidades que aportan.» La muerte de Lázaro supuso una crisis en la vida de Jesús, y Él se alegraba, porque Le daba una oportunidad de demostrar, de la manera más sorprendente, lo que Dios puede hacer. Todas las crisis deberían ser para nosotros algo así.
En aquella situación, los discípulos habrían podido negarse a seguir a Jesús; pero una voz solitaria se dejó oír. Todos creían que el volver a Jerusalén era jugarse la vida, y no daban el paso al frente. Pero entonces se oyó la voz de Tomás: «¡Vamos nosotros también a morir con Él!»
Todos los judíos de entonces tenían dos nombres: el hebreo, para la familia y el círculo más íntimo, y el griego, para todo lo demás. Tomás es el nombre hebreo y Dídimo (R-V) el griego, y los dos quieren decir lo mismo, Mellizo. En los evangelios apócrifos se urdieron algunas leyendas en torno a Tomás, y hasta se llegó a decir que era el mellizo de Jesús.
En esta ocasión, Tomás desplegó la mejor clase de valor. En su corazón, como dice R. H. Strachan, «no había una fe expectante, sino una desesperación leal.» Pero a una cosa estaba decidido: Viniera lo que viniera, él no se retiraba.
Gilbert Frankau cuenta que un oficial amigo suyo en la guerra de 1914-1918 tenía que elevarse en un globo para indicar a la artillería si sus proyectiles caían demasiado cerca o lejos del blanco. Era una de las misiones más peligrosas que se podían encomendar. Como el globo estaba atado, era un blanco fijo para los cañones y aviones enemigos. Gilbert Frankau dice que su amigo, «cada vez que se subía al globo aquel estaba con los nervios de punta; pero no se rajó.»
Esta es la más elevada clase de valor. No es que no se tenga miedo. Cuando no se tiene miedo es lo más fácil del mundo hacer lo que sea. El verdadero valor es darse cuenta perfectamente del peligro, tener miedo y, sin embargo, hacer lo que se debe. Así era Tomás aquel día. No debemos nunca avergonzarnos de tener miedo; pero sí de dejar que el miedo nos impida hacer lo que sabemos en lo más íntimo que debemos hacer.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Luego viene una frase que literalmente traducida sería: “Estas cosas dijo y después de esto él les dijo”, por lo que es mejor traducir como: “Una vez que les dijo estas cosas, Jesús añadió” o “Jesús después de hablarles estas cosas siguió diciendo” o simplemente Dicho esto, agregó. La frase temporal es semejante a la del comienzo en el v. Jua 11:7, donde “a ellos” se refiere a “los discípulos”.
Ahora Jesús retoma el tema específico de Lázaro: Nuestro amigo Lázaro duerme, «Nuestro amigo Lázaro se ha dormido» (DHH). Lázaro se encuentra en el círculo de aquellos a los que Jesús llama “amigos”. “Pero voy a Betania a despertarlo”. El texto original no tiene “Betania”, pero para evitar ambigüedades se puede anotar de nuevo hacia donde se dirige Jesús.
Estas oraciones pueden tener más de un significado, como suele ocurrir con las palabras de Jesús en este evangelio. En varias culturas, como la judía y la romana, el “estar dormido” se puede usar como un eufemismo para “estar muerto”. En español decimos a veces “descansar” para el mismo verbo “morir”. Jesús está hablando aquí en el segundo sentido, pero los discípulos lo entienden literalmente. De igual manera, el “despertar” tiene el sentido de levantar vivo a alguien que está muerto: pero voy a despertarlo. El traductor deberá tomar el significado primario “está dormido” y “a despertarlo” porque de lo contrario la respuesta de los discípulos en el versículo siguiente no tiene ningún sentido. Es decir, hay que seguir con el malentendido de los discípulos como lo presenta el texto.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
— se ha dormido: El sueño como imagen de la muerte era algo frecuente tanto entre los judíos como entre los griegos. Ver Mat 9:24; Efe 5:14 y notas a 1Co 11:30 y 1Ts 4:13.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
j 636 Sal 13:3; Mat 9:24; Hch 7:60; 1Co 15:6; 1Co 15:51
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
se ha dormido. Es decir, ha muerto. Parece que los discípulos no comprendieron esta frase del Señor (vers. 12, 13).
Fuente: La Biblia de las Américas
duerme. Aunque los discípulos entendieron esto como indicando sueño natural (v. Jua 11:12), Jesús lo usó como metáfora para denotar la muerte (Mar 5:39; cp., Hch 7:60; 1Ts 4:13).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
R895 El verbo perfecto κεκοίμηται se refiere a un estado presente: se ha dormido y está dormido.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., les dice