Comentario de Juan 12:34 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces la gente le respondió: —Nosotros hemos oído que, según la ley, el Cristo permanece para siempre. ¿Y cómo es que tú dices: “Es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado”? ¿Quién es este Hijo del Hombre?
12:34 Le respondió la gente: Nosotros hemos oído de la ley, que el Cristo permanece para siempre. — Así era su interpretación de los textos que hablaron del dominio eterno del Mesías (p. ej., Isa 9:6-7, «lo dilatado de su imperio y la paz no tendrá límite»; Sal 89:4, «Y edificaré tu trono por todas las generaciones»; al hablar del Hijo del Hombre, Daniel dijo (7:14), «Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido»; Eze 37:25, «Mi siervo David será príncipe de ellos para siempre»). Ellos creían que estos textos que hablaban del Mesías querían decir que El vencería a todos sus enemigos, y que reinaría para siempre en Jerusalén sobre los judíos aquí en la tierra. No hicieron caso de Isa 53:1-12 y otros textos que claramente profetizaban la muerte del Mesías.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
nosotros hemos oído de la ley. Jua 10:34; Jua 15:25; Rom 3:19; Rom 5:18.
que el Cristo permanece para siempre. 2Sa 7:13; Sal 72:7, Sal 72:17-19; Sal 89:36, Sal 89:37; Sal 110:4; Isa 9:7; Isa 53:8; Eze 37:24, Eze 37:25; Dan 2:44; Dan 7:14, Dan 7:27; Miq 4:7.
¿Quién es este Hijo del hombre? Jua 3:14-16; Jua 5:25-27; Jua 8:53-58; Mat 16:13; Mat 21:10; Mat 22:42-45.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
el Cristo permanece para siempre: El pueblo entendió que levantado significaba removido de la tierra mediante la muerte. También indicó que las Escrituras enseñan que el Mesías continuaría para siempre (Sal 110:4; Isa 9:7; Eze 37:25). Para el pueblo, el Mesías no tendría que morir. No entendía que sería levantado.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
permanece para siempre. El término «ley» se utilizaba de manera tan amplia que comprendía no solo los cinco libros de Moisés, sino todo el AT (vea Rom 10:4). Es posible que pensaran en Isa 9:7 que promete el reinado eterno del Mesías, o en Eze 37:25 que señala la promesa de Dios del David postrero como el eterno príncipe de Israel (vea también Sal 89:35-37).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
12:34 Le respondió la gente: Nosotros hemos oído de la ley, que el Cristo permanece para siempre. — Así era su interpretación de los textos que hablaron del dominio eterno del Mesías (p. ej., Isa 9:6-7, «lo dilatado de su imperio y la paz no tendrá límite»; Sal 89:4, «Y edificaré tu trono por todas las generaciones»; al hablar del Hijo del Hombre, Daniel dijo (7:14), «Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido»; Eze 37:25, «Mi siervo David será príncipe de ellos para siempre»). Ellos creían que estos textos que hablaban del Mesías querían decir que El vencería a todos sus enemigos, y que reinaría para siempre en Jerusalén sobre los judíos aquí en la tierra.
No hicieron caso de Isa 53:1-12 y otros textos que claramente profetizaban la muerte del Mesías.
— ¿Cómo, pues, dices tú («En oposición a la ley la Escritura) » (ATR) que es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del Hombre? — Su Entrada Triunfal indicó claramente que El era el Mesías, pero ahora ¿por qué hablaría de ser levantado? Era obvio que al hablar de sí mismo Jesús usó la expresión «el Hijo del Hombre», pero al mismo tiempo dice que este Hijo del Hombre había de ser levantado. Para ellos eso era una contradicción y, por eso, preguntaron, «¿Quién es este Hijo del Hombre?» Parece que estaban pensando, «Tú estarás hablando de otro mesías», porque no podían reconciliar estos conceptos que, para ellos, eran contradictorios.
«El Hijo del Hombre es el que descendió de los cielos (3:13), habla el lenguaje de su Padre celestial (8:28), es el vínculo entre el cielo y la tierra (1:51), cumple una misión de inspiración celestial (sufriendo por su pueblo, 3:14), tiene autoridad de los cielos para ejercer como juez tanto en el presente como en el futuro (5:27), es el pan del cielo, que el hombre debe comer (6:27, 53), es, en consecuencia, el objeto de la fe (9:35) » (GH).
Fuente: Notas Reeves-Partain
Le respondió la gente: Nosotros hemos oído que, según la Ley, el Cristo permanece para siempre, “Entonces la multitud le respondió: Sabemos por la ley que el Mesías vivirá para siempre”. “La ley” es una alusión directa a toda la Biblia judía o el Antiguo Testamento: «La Biblia dice que el Mesías vivirá para siempre» (TLA). Si hay algún pasaje específico en la mente de la gente, probablemente es el Sal 89:1-52, que la tradición rabínica interpreta mesiánicamente.
En algunos idiomas es mejor no traducir “las Escrituras/la Biblia dicen/dice”, porque no se trata de que alguna escritura hable. Mejor decir: “Hemos leído en la ley” o “de la ley hemos aprendido”. El resto del versículo está formado por dos preguntas: ¿Cómo, pues, dices tú que es necesario que el Hijo del hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del hombre?La gente identifica al Mesías con el Hijo del hombre, demás entiende que “ser levantado en alto” es sinónimo de muerte.
“¿Quién es este Hijo de hombre?”, “¿Qué clase de hombre es éste?” también puede equivaler en otros idiomas a: “¿Qué quieres decir con ‘Hijo de hombre’?”. Las preguntas revelan la antigua polémica entre el judaísmo y el cristianismo en cuanto al carácter del Mesías y la concepción de que su glorificación pasa por la entrega en la cruz. Es decir, el evangelista retrotrae una polémica vigente de su tiempo al tiempo del ministerio de Jesús.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Isa 9:7; Dan 7:14; Sal 89:4; Sal 89:36; Sal 110:4.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— nuestra ley: El término ley comprende aquí, como en otros casos, todas las Escrituras Sagradas del AT. Ver nota a Jua 10:34.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
y 738 Sal 89:36; Sal 110:4; Isa 9:7
z 739 Jua 3:14; Jua 20:9
a 740 Dan 7:13
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
la ley. Es decir, todo el A.T., que afirma el glorioso y eterno reinado del Mesías (cp. Sal 89:4; 110:4; Is 9:7; Ez 37:25).
Cristo permanecerá. El entusiasmo de la entrada triunfal llevó a algunos a pensar en la inauguración de un reino terrenal eterno.
El Hijo del Hombre. Véase coment. en Mt 8:20. Algunos en la multitud sabían acerca de esta expresión. Además, le habían oído a El hablar y aplicarse el término a sí mismo. El asunto no era nada más si Jesús era el Hijo del Hombre, sino además si El llegaría a vivir de acuerdo con las expectaciones que ellos tenían del Mesías.
Fuente: La Biblia de las Américas
No podían concebir que el celestial Hijo del Hombre fuese levantado para morir.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
En estos versículos se nos inculca el deber de hacer diligente, uso de las oportunidades que se nos presenten de bien obrar. Nuestro Señor dijo: «Aún por un poco estará la luz entre vosotros: andad entre tanto que tenéis la luz,» etc. Y no vayamos á imaginarnos que esto fué escrito solo para provecho de los judíos.
La lección que estas palabras enseñan es aplicable á toda la iglesia de Cristo. El tiempo en el cual los creyentes pueden hacer bien en el mundo es corto y limitado. El trono de la gracia no permanecerá para siempre: algún día será quitado y el trono del juicio será puesto en su lugar. La puerta de la salvación por la fe en Cristo no estará siempre abierta: algún día se cerrará para siempre y el número de los electos de Dios estará completo. La fuente del pecado y de la inmundicia no será siempre accesible: algún día será obstruido el camino que á ella conduce, y no quedará otra cosa que el lago de fuego y de azufre.
Estos pensamientos son solemnes pero ciertos. Apelan al sentimiento religioso de cristianos indiferentes y congregaciones soñolientas, y debieran promover un profundo examen de conciencia. «¿No pueden emplearse medios más eficaces para difundir el Evangelio en el interior y en el exterior? ¿Se han experimentado todos los medios para propagar el conocimiento de Cristo crucificado? Con las manos en nuestros corazones ¿podemos decir que las iglesias no han omitido ningún esfuerzo en materia de misiones?» Esas preguntas deben hacernos ruborizar cuando contemplamos por una parte el estado de la cristiandad, y por otra el estado del mundo pagano.
Pero la lección de que tratamos tiene referencia especial a nosotros como individuos. El tiempo de que podemos disponer para adquirir lo bueno es muy limitado: cuidemos de usarlo diligentemente. Caminemos en tanto que tengamos la luz. ¿Poseemos Biblia? No olvidemos leerla. ¿Se nos predica el evangelio? No nos detengamos por más tiempo vacilando entre dos opiniones más creamos para que nuestras almas sean salvas. ¿Tenemos libres los domingos? No los gastemos en el ocio, la holgazanería y la indiferencia, más dediquémoslos de todo corazón a ocupaciones sagradas y saquemos de ellos todo el provecho espiritual que podamos. La claridad nos circunda por todas partes. Resolvámonos a caminar en la luz en tanto que la poseamos, no sea que más tarde seamos arrojados en las tinieblas exteriores por toda una eternidad. Cierto es lo que dijo un antiguo teólogo, que el recuerdo de oportunidades perdidas formará la esencia misma del infierno.
En estos versículos se nos enseña, en segundo lugar, cuán grande es el endurecimiento del corazón humano. Se nos dice de los oyentes de nuestro Señor que aunque había hecho tantos milagros todavía no creían en él.
Incurren en un grave error los que suponen que el presenciar hechos portentosos convierte las almas, y que si viesen alguna manifestación sobrenatural de la gracia divina harían a un lado toda duda, y profesarían inmediatamente el Cristianismo de una manera decidida. Solo un corazón nuevo y una nueva naturaleza inoculada en nuestro ser por el Espíritu Santo, pueden hacernos verdaderos discípulos de Jesucristo.
Ni debemos sorprendernos de que la indiferencia y la incredulidad prevalezcan en tanto grado. Esa es solo una de tantas pruebas de una doctrina fundamental: la de la corrupción total y el estado caído del hombre. Que nos quejamos del escepticismo de nuestros semejantes es prueba de que no acogemos esa doctrina como debiéramos. Apenas creemos de una manera vaga que el corazón humano es engañoso. Leamos la Biblia con más atención y escudriñemos su contenido con más cuidado. Aún cuando Cristo mismo predicó la religión y obró milagros, hubo centenares de los que lo oyeron que permanecieron totalmente indiferentes. ¿Por qué pues admirarnos de que los que hoy oyen sermones permanezcan indiferentes? «El discípulo no es mayor que su maestro..
En estos versículos se nos enseña, en tercer lugar, cuán asombroso es el influjo que el amor del mundo ejerce sobre los hombres. Se nos dice que aún muchos de los príncipes creyeron en él; pero que a causa de los fariseos no le confesaron, por no ser echados de la sinagoga. «Porque amaban más la gloria (que se recibe) de los hombres que la gloria (que se recibe) de Dios..
Esos hombres desgraciados estaban convencidos, evidentemente, de que Jesús era el verdadero Mesías. La razón, la inteligencia, la conciencia los obligaba a convenir secretamente en que ninguno podía hacer los milagros que él hacía a menos de que Dios estuviese de su parte, y que el predicador de Nazaret era realmente el Ungido de Dios. Más no tenían valor para confesarlo. No se atrevían a afrontar el torbellino del ridículo, si no de persecución, que esa confesión les acarrearía. Y así, a manera de cobardes, se mantuvieron en la inacción y no comunicaron a otros sus convicciones.
Y esa cobardía moral, doloroso es decirlo, está harto generalizada. Hay millares de personas que, en materias de religión, no obran según sus convicciones.
Saben que deben presentarse ante el mundo como cristianos decididos; saben que su conducta no se ajusta a los privilegios de que gozan. Más el temor al hombre los hace retroceder; y así siguen de año en año descontentos en secreto consigo mismos, sabiendo demasiado en materias religiosas para vivir felices en medio de los goces efímeros del mundo, y aferrándose demasiado al mundo para sentir placer en la práctica de la religión.
El remedio para estos males espirituales es la fe. La creencia en un Dios, en un Cristo, en un cielo, en un juicio que no hemos visto, en un medio eficaz de vencer la timidez. Se necesita de la virtud desalojante, expulsiva, de un nuevo principio para sanar la enfermedad. «Y esta es la victoria que vence al mundo, es a saber, nuestra fe.» 1 Juan 5.4
Fuente: Los Evangelios Explicados
sea levantado… → Jua 3:14.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R697 El pronombre οὗτος tiene la idea de reproche (comp. Jua 6:42).
H423 Καί introduce en este versículo una frase interrogativa, que significa: y sin embargo (comp. Jua 1:5).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, aprendido de
I.e., el Mesías
Fuente: La Biblia de las Américas
g Sal 110:4; Isa 9:7; Eze 37:25; Dan 7:14.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
‡ Refiriéndose a lo que nosotros llamamos como El Antiguo Testamento.