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Comentario de Juan 12:42 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 12:42 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

No obstante, aun de entre los dirigentes, muchos creyeron en él, pero por causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga.

12:42 Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos (muchos, aun de los gobernantes, LBLA) creyeron en él; — Aunque «los principales sacerdotes y los fariseos habían dado orden de que… le prendiesen» (11:47), muchos, e incluso algunos de los mismos gobernantes, creyeron en El.

— pero a causa de los fariseos no lo confesaban, — (compárese Hch 6:7). En esta frase Juan describe una verdadera tragedia. «José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos» (19:38). ¿Cuánto vale el discipulado secreto? El discípulo secreto se avergüenza de Cristo (Mar 8:38). Quiere lo mejor de ambos mundos, pero del mundo celestial no obtendrá nada a menos que se arrepienta. Lo que no cuesta nada no vale nada. Estos gobernantes no querían entender que cuesta caro confesar y seguir a Cristo porque el discipulado es de supremo valor (Mat 13:44-46).

Los que no confiesan a Cristo se avergüenzan de El, como los novios que se casan en secreto se avergüenzan el uno del otro. Se dice que lo hacen por temor de alguien o de algo; por ese mismo motivo los gobernantes no confesaban a Cristo. Sea lo que fuera el pretexto, la verdad es que el discípulo secreto y los novios que se casan en secreto tienen vergüenza de la relación

— sea el discipulado o el matrimonio — y no quieren aceptar la consecuencia de ella. El matrimonio es ratificado por los testigos que acompañan a los novios (Mat 22:13, «bodas» quiere decir «fiesta de boda»; 25:10 «entraron con él a las bodas»; Luc 12:36, «aguardan a que su señor regrese de las bodas»). Los textos que hablan de bodas se refieren a eventos públicos. ¿Dónde está el texto que hable del matrimonio secreto? Si los novios no están dispuestos a aceptar la consecuencia de su matrimonio (p. ej., el enojo de la familia y el compromiso de vivir juntos hasta la muerte de uno de ellos), no deben casarse, y los que confiesen a Cristo deben estar dispuestos a ser «expulsados» de cualquier «sinagoga».

— para no ser expulsados de la sinagoga. — 9:22. Si hubieran confesado a Cristo, sus socios los habrían expulsado de la sinagoga (y la vida judía). Habrían perdido sus puestos, su prestigio y sus riquezas, pero al continuar amarrados a tales incrédulos ¿adónde los llevarían? (Mat 23:37-39; Mat 24:1-3). ¿El no confesar a Cristo no les costaría nada de valor?

La fe de los que por temor no confiesan a Cristo no vale nada (Mat 10:32-33; Mar 8:38; Rom 10:9-10), porque es una fe muerta (Stg 2:24-26).

En cuanto a la cuestión de si la fe es el único requisito para ser salvo, este versículo clara y concluyentemente da la respuesta negativa. La fe sola no salva a nadie. A los comentaristas sectarios les gusta analizar la fe de tales personas. Por ejemplo, dicen que la fe de estos gobernantes era simplemente una «media fe», o una «convicción racional… pero no una confianza salvadora en Cristo» (AH). El hablar de la fe que viene de la mente pero no del corazón (AWP) no tiene sentido, porque el corazón es, según su uso en la Biblia, la mente («con el corazón se cree», Rom 10:10), pero también el corazón es la voluntad («propuso en su corazón», 2Co 9:7). Estos gobernantes creyeron en Cristo, pero no propusieron en su corazón obedecerle. «El hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe» (Stg 2:24). Estos gobernantes tenían fe, pero solamente fe, y la fe sola no salva.

Les faltó mucho: (1) no reconocieron que eran pecadores perdidos; por eso, no se humillaron como el publicano que dijo, «Dios, sé propicio a mí, pecador» (Luc 18:13); (2) no se arrepintieron de sus pecados (Luc 13:1-5); (3) «no lo confesaban»; (4) «desecharon los designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan» (Luc 7:30). Sin embargo, ellos sí creyeron, pues Juan lo dice; por lo tanto, si la fe sola salva, entonces fueron salvos sin humillarse, sin arrepentirse, sin confesar a Cristo, y sin el bautismo para perdón de los pecados.

Los sectarios se contradicen a sí mismos. Predican la salvación por la fe sola, pero entonces dicen que la fe salvadora confesará a Cristo. Si la confesión es necesaria para la salvación, entonces la fe no es el único requisito para ser salvo. Ellos enseñan que, aparte de la fe y la confesión, también es necesario amar a Dios (Mat 22:37), arrepentirse de los pecados (Luc 13:3; Luc 13:5), e invocar al nombre del Señor (Rom 10:13). Entonces, deben dejar de afirmar que el hombre puede ser salvo por la fe sola, y predicar el evangelio puro que requiere estos actos de obediencia y también el bautismo para perdón de los pecados (Hch 2:38).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

aun de los príncipes, muchos creyeron en él. Jua 3:2; Jua 7:48-51; Jua 11:45; Jua 19:38.

no lo confesaban. Mat 10:32; Luc 12:8; Rom 10:10; 1Jn 4:2, 1Jn 4:15.

por no ser echados de la sinagoga. Jua 7:13; Jua 9:22, Jua 9:34; Jua 16:2; Pro 29:25; Isa 51:7; Isa 57:11; Isa 66:5; Mat 26:69-75; Luc 6:22; Hch 5:41; 1Pe 4:12-16.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

los gobernantes se refiere a los miembros del consejo. Debido a que ellos no lo confesaban, algunos dijeron que su fe no era genuina. Sin embargo, el texto dice que lo gobernantes creyeron en él, una construcción en griego que indica generalmente conservar la fe (Jua 8:30). Además, la frase con todo eso señala un marcado contraste entre esos creyentes y la incredulidad expresada en los versículos Jua 12:37-41. Esos hombres eran creyentes genuinos. Su problema era que temían la opinión de los otros miembros del consejo. Pero más tarde serían avergonzados por el regreso de Cristo (1Jn 2:28).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Después de la acusación de los vv. Jua 12:37-41 siguen las críticas de los vv. Jua 12:42-43 (vea Jua 1:10-11 frente a Jua 1:12-13). Mientras el pueblo se mostraba mucho más sincero y ferviente en su fe en Jesús, los líderes religiosos de Israel que creían en Él manifestaban una fe deficiente, vacilante y aun falsa (ves las notas en Jua 2:23-25; Jua 6:60; Jua 8:30-31). Su fe era tan débil que rehuían cualquier compromiso que pusiera en riesgo su posición en la sinagoga. Esta es una de las declaraciones más deplorables acerca del liderazgo espiritual, pues aquellos prefirieron el elogio de los hombres en vez de la aprobación de Dios al negarse a reconocer en público a Jesús como Mesías y como Hijo de Dios.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

12:42 Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos (muchos, aun de los gobernantes, LBLA) creyeron en él; — Aunque «los principales sacerdotes y los fariseos habían dado orden de que… le prendiesen» (11:47), muchos, e incluso algunos de los mismos gobernantes, creyeron en El.
— pero a causa de los fariseos no lo confesaban, — (compárese Hch 6:7). En esta frase Juan describe una verdadera tragedia. «José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos» (19:38). ¿Cuánto vale el discipulado secreto? El discípulo secreto se avergüenza de Cristo (Mar 8:38). Quiere lo mejor de ambos mundos, pero del mundo celestial no obtendrá nada a menos que se arrepienta. Lo que no cuesta nada no vale nada. Estos gobernantes no querían entender que cuesta caro confesar y seguir a Cristo porque el discipulado es de supremo valor (Mat 13:44-46).
Los que no confiesan a Cristo se avergüenzan de El, como los novios que se casan en secreto se avergüenzan el uno del otro. Se dice que lo hacen por temor de alguien o de algo; por ese mismo motivo los gobernantes no confesaban a Cristo. Sea lo que fuera el pretexto, la verdad es que el discípulo secreto y los novios que se casan en secreto tienen vergüenza de la relación — sea el discipulado o el matrimonio — y no quieren aceptar la consecuencia de ella. El matrimonio es ratificado por los testigos que acompañan a los novios (Mat 22:13, «bodas» quiere decir «fiesta de boda»; 25:10 «entraron con él a las bodas»; Luc 12:36, «aguardan a que su señor regrese de las bodas»). Los textos que hablan de bodas se refieren a eventos públicos. ¿Dónde está el texto que hable del matrimonio secreto? Si los novios no están dispuestos a aceptar la consecuencia de su matrimonio (p. ej., el enojo de la familia y el compromiso de vivir juntos hasta la muerte de uno de ellos), no deben casarse, y los que confiesen a Cristo deben estar dispuestos a ser «expulsados» de cualquier «sinagoga».
— para no ser expulsados de la sinagoga. — 9:22. Si hubieran confesado a Cristo, sus socios los habrían expulsado de la sinagoga (y la vida judía). Habrían perdido sus puestos, su prestigio y sus riquezas, pero al continuar amarrados a tales incrédulos ¿adónde los llevarían? (Mat 23:37-39; Mat 24:1-3). ¿El no confesar a Cristo no les costaría nada de valor?
La fe de los que por temor no confiesan a Cristo no vale nada (Mat 10:32-33; Mar 8:38; Rom 10:9-10), porque es una fe muerta (Stg 2:24-26).
En cuanto a la cuestión de si la fe es el único requisito para ser salvo, este versículo clara y concluyentemente da la respuesta negativa. La fe sola no salva a nadie. A los comentaristas sectarios les gusta analizar la fe de tales personas. Por ejemplo, dicen que la fe de estos gobernantes era simplemente una «media fe», o una «convicción racional… pero no una confianza salvadora en Cristo» (AH). El hablar de la fe que viene de la mente pero no del corazón (AWP) no tiene sentido, porque el corazón es, según su uso en la Biblia, la mente («con el corazón se cree», Rom 10:10), pero también el corazón es la voluntad («propuso en su corazón», 2Co 9:7). Estos gobernantes creyeron en Cristo, pero no propusieron en su corazón obedecerle. «El hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe» (Stg 2:24). Estos gobernantes tenían fe, pero solamente fe, y la fe sola no salva.
Les faltó mucho: (1) no reconocieron que eran pecadores perdidos; por eso, no se humillaron como el publicano que dijo, «Dios, sé propicio a mí, pecador» (Luc 18:13); (2) no se arrepintieron de sus pecados (Luc 13:1-5); (3) «no lo confesaban»; (4) «desecharon los designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan» (Luc 7:30). Sin embargo, ellos sí creyeron, pues Juan lo dice; por lo tanto, si la fe sola salva, entonces fueron salvos sin humillarse, sin arrepentirse, sin confesar a Cristo, y sin el bautismo para perdón de los pecados.
Los sectarios se contradicen a sí mismos. Predican la salvación por la fe sola, pero entonces dicen que la fe salvadora confesará a Cristo. Si la confesión es necesaria para la salvación, entonces la fe no es el único requisito para ser salvo. Ellos enseñan que, aparte de la fe y la confesión, también es necesario amar a Dios (Mat 22:37), arrepentirse de los pecados (Luc 13:3; Luc 13:5), e invocar al nombre del Señor (Rom 10:13). Entonces, deben dejar de afirmar que el hombre puede ser salvo por la fe sola, y predicar el evangelio puro que requiere estos actos de obediencia y también el bautismo para perdón de los pecados (Hch 2:38).

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA FE DE LOS COBARDES

Juan 12:42-43

No obstante, muchos de los gobernantes creían en Él; pero no confesaban públicamente su fe no fuera que los excomulgaran; porque les importaba más estar a bien con la gente que con Dios.

Jesús no se encontró sólo con oídos sordos; había algunos, incluso entre las autoridades, que creían en lo secreto de su corazón; pero tenían miedo de confesar su fe porque no querían arriesgarse a que los excomulgaran de la sinagoga. Esas personas estaban intentando lo imposible: ser discípulos secretos. El discipulado secreto es una contradicción en términos; porque, «o el secreto acaba con el discipulado, o el discipulado acaba con el secreto.»
Temían que, si se declaraban seguidores de Jesús, saldrían perdiendo. Es curioso hasta qué punto mucha gente tiene una escala de valores errónea. Una y otra vez han dejado de identificarse con una gran causa porque incidía en sus mezquinos intereses. Cuando Juana de Arco se dio cuenta de que la habían abandonado y dejado sola, dijo: «Sí, estoy sola en la Tierra; siempre he estado sola. Mi padre les dijo a mis hermanos que me ahogaran si no quería quedarme a cuidar de sus ovejas mientras Francia de desangraba hasta la muerte. Francia podía desaparecer con tal de que las ovejas estuvieran a salvo.» Para ese granjero francés era más importante que se salvaran sus ovejas que se salvara su país. Y estos gobernantes judíos eran un poco así también. Sabían que Jesús tenía razón; que sus compañeros de, gobierno estaban tratando de destruir a Jesús y todo lo que El quería hacer; pero no estaban dispuestos a correr riesgos decantándose públicamente por Él. Habría supuesto el final de su carrera, su posición, su prestigio. Habrían tenido que sufrir ostracismo, tanto social como religioso. Aquello les parecía un precio excesivo; así que vivieron una mentira por no ser capaces de vivir la verdad.
Con una frase gráfica Juan diagnostica la posición de aquella gente. «Les importaba más estar a bien con la gente que con Dios.» Se creerían, sin duda, sabios y prudentes; pero su sabiduría no llegaba tan lejos como para darse cuenta de que, mientras la opinión de la gente puede durar los pocos años que estemos en este mundo, el juicio de Dios cuenta para toda la eternidad. La verdadera sabiduría y prudencia consiste en valorar más el que Dios tenga una buena opinión de nosotros que el que la tenga la gente. Siempre será mejor estar a bien con la eternidad que por un poco de tiempo.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

— de la sinagoga: Ver nota a Jua 9:22.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Jua 7:31; Jua 9:22; Jua 16:1-4.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) Véase Jua 9:22, n.

REFERENCIAS CRUZADAS

j 749 Jua 19:38

k 750 Pro 29:25; Jua 7:13; Jua 9:22; Jua 16:2

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

muchos, aun de los gobernantes, creyeron. Posiblemente entre ellos estaban José de Arimatea y Nicodemo (19:38, 39).

Fuente: La Biblia de las Américas

R1188 Μέντοι es una combinación de dos partículas intensivas (μέν y τοί), y se usa con el significado: A pesar de eso (comp. Jua 4:27).

BD120(2) Ἀποσυνάγωγοι realmente significa: expulsados de la sinagoga (comp. Jua 9:22).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego