Comentario de Juan 13:14 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pues bien, si yo, el Señor y el Maestro, lavé vuestros pies, también vosotros debéis lavaros los pies los unos a los otros.

si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies. Mat 20:26-28; Mar 10:43-45; Luc 22:26, Luc 22:27; 2Co 8:9; Flp 2:5-8; Heb 5:8, Heb 5:9; Heb 12:2.

vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Hch 20:35; Rom 12:10, Rom 12:16; Rom 15:1-3; 1Co 8:13; 1Co 9:19-22; 2Co 10:1; Gál 5:13; Gál 6:1, Gál 6:2; Flp 2:2-5; 1Pe 4:1; 1Pe 5:5.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

vosotros también debéis lavaros [Gr.  niptôlos pies unos a otros: Algunos han señalado que el Señor instituyó un decreto de lavarse los pies. Sin embargo, esto no era un decreto judío, por eso no habrían entendido que estaba dando una orden, sino una actitud. Cristo no les dijo que hicieran lo que Él había hecho sino como, o similar a, lo que había hecho. Lo que de verdad necesitaban no era una ley, sino simplemente a alguien que estuviera dispuesto a hacer lo que todos sabían que había que hacer y podían hacer, pero no lo hacían porque estaban muy interesados en ser servidos más que servir. Jesús no está instituyendo un decreto sino usando su acción práctica para dar un ejemplo de amor a sus discípulos (Jua 13:1). Cristo no indica que se tenga que establecer un ritual de lavar pies, solamente desea que se siga su humilde ejemplo de amor en servicio de sacrificio personal. La persona que practica estas cosas será bendecida.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

DEBÉIS LAVAROS LOS PIES LOS UNOS A LOS OTROS. La iglesia primitiva parece haber seguido el ejemplo y obedecido literalmente las instrucciones de Jesús, lavándose humildemente los pies unos a otros en amor. Por ejemplo, en 1Ti 5:10 Pablo dice que la iglesia no debe cuidar de las viudas si no llenan los requisitos según ciertas normas. Uno de esos requisitos era «lavar los pies de los santos».

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Comienza con una oración que establece un hecho. El argumento parte de una condición que expresa el hecho como verdadero: “Si yo que soy su Señor y también su Maestro les he lavado los pies, pues entonces ustedes también deben lavarse los pies unos a otros”. Jesús usa aquí un argumento rabínico que va de lo mayor a lo menor. “Si el Señor y Maestro” ha hecho esto, con mayor razón deben hacerlo sus discípulos. El orden de los títulos de Jesús se invierte en este versículo en comparación con el anterior (Maestro, Señor). De la relación Maestro-discípulos, Jesús pasa a la relación de discípulos entre sí.

Aunque la estructura condicional entre ambas partes del versículo es clara, en algunos idiomas puede ser confusa y se necesitaría establecer una relación más específica, como por ejemplo: “Saben que soy su Señor y su Maestro, y acabo de lavarles los pies a todos. Si les he hecho esto, con mayor razón ustedes deben hacerlo, lavándose los pies unos a otros” o “Yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies a cada uno de ustedes, de igual manera ustedes deben lavarse los pies unos a otros”.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Mat 20:28; 1Ti 5:10.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

q 779 Luc 22:27

r 780 Mat 20:26; Luc 9:48; Luc 22:26; Rom 12:10; Gál 5:13; 1Pe 5:5

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

el Señor y el Maestro. Al cambiar el orden de las palabras en el vers. 13, Jesús llama la atención a la importancia de su posición como Señor soberano.

Fuente: La Biblia de las Américas

vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Puesto que la ilustración se refiere al perdón, esta frase significa que los creyentes deben perdonarse los pecados mutuamente (Mat 5:23-24; Efe 4:32).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie