Simón Pedro le dijo: —Señor, ¿a dónde vas? Le respondió Jesús: —A donde yo voy, no me puedes seguir ahora; pero me seguirás más tarde.
13:36, 37 Le dijo Simón Pedro: Señor, ¿a dónde vas? (13:33) Jesús le respondió: A donde yo voy (a la cruz, al sepulcro, al cielo) , no me puedes seguir ahora; mas me seguirás después. (21:18, 19). Le dijo Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? — El impulsivo Pedro siempre era lo mismo; aun se atrevía a discutir con el Señor (16:22; Hch 10:14). Si era necesario que Jesús los dejara (p. ej., para morir), él quería acompañarle. Simplemente no aceptaba la idea de que Jesús los dejara. Esto indica la lealtad de Pedro. — Mi vida pondré por ti. — Jesús había dicho, «yo pongo mi vida» (10:17); Pedro dice, «pondré mi vida». Los apóstoles habían dejado todo para seguir a Jesús (Mat 19:27; Mar 10:28; Luc 18:28); Pedro le había acompañado en el monte de transfiguración (Mat 17:1-5); y ahora dice que está dispuesto a morir por Jesús. Pondría su vida, pero no como Cristo pondría la suya, pues no pensaba poner su vida sin pelear.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Señor, ¿adónde vas? Jua 13:33; Jua 14:4, Jua 14:5; Jua 16:17; Jua 21:21.
no me puedes ahora seguir; mas me seguirás después. Jua 21:18, Jua 21:19, Jua 21:22; 2Pe 1:14.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Señor, ¿a dónde vas?: Esta pregunta, que ya había hecho a Jesús dos veces antes, indica que Pedro perdió completamente el punto de lo que Jesús dijo en los versículos Jua 13:34 y Jua 13:35. Lo que lleva a la siguiente pregunta infantil de la cual somos todos culpables muy a menudo: ¿Por qué?
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
no me puedes seguir. Su obra estaba casi terminada, la de ellos apenas comenzaba (Mat 28:16-20; Mar 16:15; Luc 24:47). En particular, Pedro tenía una obra que hacer (vea las notas sobre Jua 21:15-19). Solo Jesús, como el sacrificio libre de pecado por las transgresiones del mundo, podía ir a la cruz y morir en expiación perfecta (1Pe 2:22-24). Además, Él era el único que podía ser glorificado en la presencia del Padre con la gloria que poseyó antes de su encarnación (vea Jua 12:41; Jua 17:1-5).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
13:36, 37 Le dijo Simón Pedro: Señor, ¿a dónde vas? (13:33) Jesús le respondió: A donde yo voy (a la cruz, al sepulcro, al cielo) , no me puedes seguir ahora; mas me seguirás después. (21:18, 19). Le dijo Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? — El impulsivo Pedro siempre era lo mismo; aun se atrevía a discutir con el Señor (16:22; Hch 10:14). Si era necesario que Jesús los dejara (p. ej., para morir), él quería acompañarle. Simplemente no aceptaba la idea de que Jesús los dejara. Esto indica la lealtad de Pedro.
— Mi vida pondré por ti. — Jesús había dicho, «yo pongo mi vida» (10:17); Pedro dice, «pondré mi vida». Los apóstoles habían dejado todo para seguir a Jesús (Mat 19:27; Mar 10:28; Luc 18:28); Pedro le había acompañado en el monte de transfiguración (Mat 17:1-5); y ahora dice que está dispuesto a morir por Jesús. Pondría su vida, pero no como Cristo pondría la suya, pues no pensaba poner su vida sin pelear.
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA LEALTAD VACILANTE
Juan 13:36-38
-Señor, ¿adónde Te vas? -Le preguntó Pedro.
Adonde Yo voy -le contestó Jesús- tú no Me puedes seguir ahora; ya Me seguirás después.
-Señor -Le dijo Pedro-, ¿por qué no Te puedo seguir ahora? ¡Daré la vida por Ti!
-¿Conque darás la vida por Mí? -le contestó Jesús-. Te diré la pura verdad: antes que cante el gallo Me habrás negado tres veces.
¿Qué diferencia había entre Judas y Pedro? Judas traicionó a Jesús, y Pedro, cuando Jesús le necesitaba más, Le negó por tres veces, hasta con juramentos y blasfemias; sin embargo, mientras que el nombre de Judas ha pasado a la Historia como el símbolo de la vergüenza más negra, Pedro ha dejado el suyo a la mayor dignidad que se conoce en la historia de la Iglesia. Hay algo infinitamente atrayente en la persona de Pedro. La diferencia consiste en que la traición de Judas fue deliberada; la llevó a cabo a sangre fría; debe de haber sido el resultado de una idea y una planificación concienzuda; y, por último, rehusó impasiblemente la invitación más entrañable. Pero la negación de Pedro no tuvo nada de deliberada. Jamás pensó hacerlo; se vio arrastrado en un momento por la debilidad y por las circunstancias. Por un momento su voluntad fue demasiado débil, pero su corazón no le traicionó.
Hay siempre una diferencia abismal entre un pecado calculado fría y deliberadamente, y el que arrastra involuntariamente a una persona en un momento de debilidad o de pasión. Sencillamente, no se pueden comparar el pecado a sabiendas, y el que le sobreviene a uno cuando está tan debilitado o tan inflamado que apenas se da cuenta de lo que hace. ¡Que Dios nos salve a nosotros de hacerle daño deliberadamente a Él o a cualquiera de los que nos aman!
Hay algo muy entrañable en la relación entre Jesús y Pedro.
(i) Jesús conocía a Pedro en toda su debilidad. Sabía lo impulsivo y lo inestable que era; sabía que tenía el hábito de hablar con el corazón antes de pensárselo con la cabeza. Conocía bien la fuerza de su lealtad y la debilidad de su voluntad. Jesús sabía cómo era Pedro.
(ii) Jesús sabía que Pedro Le amaba. Hiciera Pedro lo que hiciera, Jesús sabía que Le amaba. Ojalá nosotros nos diéramos cuenta de que, a menudo, cuando alguien nos desilusiona, nos falla, nos ofende o nos hiere, no es la misma persona que nos ama la que lo hace. La verdadera persona no es la que nos falla o nos ofende, sino la que nos ama. Lo auténtico no es su fallo, sino su amor. Jesús lo sabía de Pedro, porque le amaba. Nos ahorraríamos muchas desilusiones desgarradoras y muchos rompimientos trágicos si recordáramos el amor soterraño y perdonáramos el fallo de un momento.
(iii) Jesús conocía, no sólo al Pedro que era, sino al que podría llegar a ser. Sabía que, de momento, Pedro no podría seguirle; pero estaba seguro de que llegaría el día en que él también seguiría el mismo camino rojo hacia el martirio. La grandeza de Jesús está en que Él ve al héroe cuando no es más que un cobarde; Él tiene el amor de ver lo que podemos ser, y el poder para ayudarnos a alcanzarlo.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
5. El anuncio de la negación de Pedro (Jua 13:36-38)
Análisis de discurso
El anuncio de la negación de Pedro es un relato común en los cuatro evangelios (cf. Mat 26:31-35; Mar 14:27-31; Luc 22:31-34). Marcos y Mateo indican que este anuncio se hizo después que Jesús y los discípulos habían salido de la casa e iban camino a Getsemaní. Según Lucas se hizo durante el corto discurso que siguió a la cena. En Marcos y Mateo el apóstol Pedro está dispuesto a morir después de que Jesús anuncia la negación. En Lucas y Juan la disposición de Pedro de morir precede al anuncio. En Marcos y Mateo la predicción de la negación es antes de que el gallo cante. En Lucas y Juan la negación acontecerá tres veces y después cantará el gallo.
TÍTULO: También para este pasaje hay coincidencia en la titulación, con ligeras variantes: Jesús anuncia la negación de Pedro (RV60, RV95), El anuncio de las negaciones de Pedro(BA). Inadecuada nos parece la propuesta de la TLA Pedro niega conocer a Jesús, porque esta negación será posterior. Proponemos Jesús anuncia a Pedro su próxima triple negación.
Análisis textual y morfosintáctico
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Sigue un diálogo sencillo y escueto, pero muy significativo: «Simón Pedro le preguntó a Jesús: -Señor, ¿a dónde vas a ir? Jesús le respondió: -Ahora no puedes venir conmigo. Pero después sí vendrás» (TLA), “Ahora no me puedes seguir a donde yo voy. Pero más tarde sí me seguirás”. “Seguir” se usa básicamente para indicar el seguimiento de un discípulo. La estructura es enfática: “De ninguna manera me podrás seguir ahora”. Jesús se refiere a su partida hacia la muerte, por ello Pedro tendrá que esperar para seguir ese camino.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Jua 7:34-35 (ver Jua 14:5; Jua 16:5; Jua 21:18-19).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
q 806 Jua 14:3; 2Pe 1:14; Rev 14:4
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Simón Pedro le dijo. Pedro ya había declarado al Señor su total obediencia y lealtad (6:68, 69), pero él busca una aclaración de la posible partida repentina de Jesús (vers. 33).
me seguirás después. Posiblemente es una referencia al martirio de Pedro.
Fuente: La Biblia de las Américas
R857 Ἀκολουθῆσαι aparentemente se usa como un aoristo que presenta como un solo hecho una acción realizada durante un tiempo (es decir, expresa como definido un acto que en sí mismo no está confinado a un incidente particular).