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Comentario de Juan 15:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 15:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como la rama no puede llevar fruto por sí sola, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

15:4 Permaneced en mí, — «el que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él», 6:56; 15:6, 7, 9, 10; 1Jn 2:6; 1Jn 2:19; 1Jn 2:28. Para permanecer en El debemos permanecer en su palabra: «Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos» (8:31); «la palabra de Dios permanece en vosotros (1Jn 2:14); «Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre» (1Jn 2:24); «Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas» (12:46).

El permanecer en El significa que andamos como El anduvo: «El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo» (1Jn 2:6). «Todo aquel que permanece en él no peca» (no practica el pecado) (1Jn 3:6; 1Jn 3:9). «El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él» (1Jn 4:16).

La palabra permanecer significa la participación (tener comunión) con Cristo, es decir, participar de las cosas mejores que pertenecen a la salvación (Heb 6:9). Escuchamos a los apóstoles y aceptamos su testimonio para poder tener participar (tener comunión) con ellos y, a través de su palabra, participar (tener comunión) con el Padre y con el Hijo (1Jn 1:1-3); «Fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor» (1Co 1:10); «La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?» (1Co 10:16); «sois participantes conmigo de la gracia» (Flp 1:7); «nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz» (Col 1:12); » participantes del llamamiento celestial» (Heb 3:1); «para que participemos de su santidad» (Heb 12:10); «por vuestra comunión (participación) en el evangelio» (Flp 1:5; Flp 4:15); «el privilegio de participar en este servicio para los santos» (2Co 8:4); » cooperemos con la verdad» (3Jn 1:8); » participantes de la naturaleza divina» (2Pe 1:4); » participantes de la gloria que será revelada», (1Pe 5:1).

«El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre» (1Jn 2:17).

— y yo en vosotros — Debemos permanecer en Cristo para que El pueda permanecer en nosotros (1Jn 3:24; 1Jn 4:12). Este es el requisito primordial para que el sarmiento tenga vida y lleve fruto. Permanecemos en El cuando guardamos su palabra (su enseñanza). «El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él» (14:23). «Judas ha salido y Satanás sacudirá al resto de ellos como a trigo (Luc 22:31 s) » (ATR); ¿permanecerían en Cristo? La salvación de todo ser humano depende de dos cosas: (1) entrar en Cristo; y (2) permanecer en Cristo (Apo 14:13) (JBC).

— Como el pámpano (sarmiento, LBLA) no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. — Esta ilustración es sencilla y clara. Un niño puede entenderla, porque si el sarmiento está separado de la vid, inmediatamente comienza a secarse. Hay una diferencia, sin embargo, entre el sarmiento literal y el discípulo de Cristo como sarmiento: el sarmiento físico no puede, por medio de su propia fuerza, separarse de la vid, pero por su propia voluntad y fuerza, el discípulo de Cristo sí puede alejarse de Cristo (FP).

Los sarmientos espirituales que se separan de la iglesia se separan de Cristo.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Permaneced en mí. Jua 6:68, Jua 6:69; Jua 8:31; Cnt 8:5; Luc 8:15; Hch 11:23; Hch 14:22; Gál 2:20; Col 1:23; Col 2:6; 1Ts 3:5; Heb 10:39; 1Jn 2:6, 1Jn 2:24-28; 2Jn 1:9; Jud 1:20, Jud 1:21.

y yo en vosotros. Jua 6:56; Jua 14:20; Jua 17:23; Rom 8:9, Rom 8:10; 2Co 13:5; Efe 3:17; Col 1:27.

el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo. Isa 27:10, Isa 27:11; Eze 15:2-5; Ose 14:8; 2Co 12:8-10; Gál 2:20; Flp 1:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Para que la rama produzca más fruto, debe permanecer, lo que significa morar, quedarse, establecerse en, sumergirse profundamente. La forma de permanecer en Cristo es obedecer (Jua 15:10; 1Jn 3:24). El creyente que obedece con amor la Palabra de Dios produce mucho fruto.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

PERMANECED EN MÍ. Después que uno cree en Cristo y es perdonado, recibe la vida eterna y el poder para permanecer en Él. Una vez que recibe ese poder, uno debe aceptar su responsabilidad en la salvación y permanecer en Cristo. El vocablo griego meno significa quedarse, continuar, permanecer o vivir. Así como el pámpano tiene vida sólo mientras la vida de la vid fluye dentro de él, el creyente tiene la vida de Cristo sólo mientras esa vida fluye en su interior a medida que permanece en Cristo. Las condiciones por las cuales los creyentes permanecen en Cristo son:

(1) guardar la Palabra de Dios de continuo en la memoria y la mente y hacerla guía de sus acciones (y. Jua 15:7);

(2) mantener la costumbre de la comunión cercana y constante con Cristo para obtener de Él fortaleza (v. Jua 15:7);

(3) obedecer sus mandamientos, permanecer en su amor (v. Jua 15:10) y amarse unos a otros (Jua 15:12; Jua 15:17);

(4) mantener la vida limpia mediante la Palabra, resistir todo pecado y someterse a la dirección del Espíritu Santo (v. Jua 15:3; Jua 17:17; Rom 8:14; Gál 5:16-25; Efe 5:26; 1Pe 1:22).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Permaneced en mí. La palabra «permanecer» significa quedarse o persistir. El hecho de permanecer constituye una evidencia de que la salvación ya ha tenido lugar (1Jn 2:19). El fruto o la evidencia de salvación es la permanencia y la continuidad en el servicio a Él y en su enseñanza (Jua 8:31; 1Jn 2:24; Col 1:23). El creyente que permanece es el único creyente legítimo. De hecho, permanecer y creer son aspectos esenciales de la salvación genuina (Heb 3:6-19). Para una discusión sobre la perseverancia de los santos, vea la nota sobre Mat 24:13.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

15:4 Permaneced en mí, — «el que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él», 6:56; 15:6, 7, 9, 10; 1Jn 2:6; 1Jn 2:19; 1Jn 2:28. Para permanecer en El debemos permanecer en su palabra: «Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos» (8:31); «la palabra de Dios permanece en vosotros (1Jn 2:14); «Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre» (1Jn 2:24); «Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas» (12:46).
El permanecer en El significa que andamos como El anduvo: «El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo» (1Jn 2:6). «Todo aquel que permanece en él no peca» (no practica el pecado) (1Jn 3:6; 1Jn 3:9). «El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él» (1Jn 4:16).
La palabra permanecer significa la participación (tener comunión) con Cristo, es decir, participar de las cosas mejores que pertenecen a la salvación (Heb 6:9). Escuchamos a los apóstoles y aceptamos su testimonio para poder tener participar (tener comunión) con ellos y, a través de su palabra, participar (tener comunión) con el Padre y con el Hijo (1Jn 1:1-3); «Fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor» (1Co 1:10); «La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?» (1Co 10:16); «sois participantes conmigo de la gracia» (Flp 1:7); «nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz» (Col 1:12); » participantes del llamamiento celestial» (Heb 3:1); «para que participemos de su santidad» (Heb 12:10); «por vuestra comunión (participación) en el evangelio» (Flp 1:5; Flp 4:15); «el privilegio de participar en este servicio para los santos» (2Co 8:4); » cooperemos con la verdad» (3Jn 1:8); » participantes de la naturaleza divina» (2Pe 1:4); » participantes de la gloria que será revelada», (1Pe 5:1).
«El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre» (1Jn 2:17).
— y yo en vosotros — Debemos permanecer en Cristo para que El pueda permanecer en nosotros (1Jn 3:24; 1Jn 4:12). Este es el requisito primordial para que el sarmiento tenga vida y lleve fruto. Permanecemos en El cuando guardamos su palabra (su enseñanza). «El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él» (14:23). «Judas ha salido y Satanás sacudirá al resto de ellos como a trigo (Luc 22:31 s) » (ATR); ¿permanecerían en Cristo? La salvación de todo ser humano depende de dos cosas: (1) entrar en Cristo; y (2) permanecer en Cristo (Apo 14:13) (JBC).
— Como el pámpano (sarmiento, LBLA) no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. — Esta ilustración es sencilla y clara. Un niño puede entenderla, porque si el sarmiento está separado de la vid, inmediatamente comienza a secarse. Hay una diferencia, sin embargo, entre el sarmiento literal y el discípulo de Cristo como sarmiento: el sarmiento físico no puede, por medio de su propia fuerza, separarse de la vid, pero por su propia voluntad y fuerza, el discípulo de Cristo sí puede alejarse de Cristo (FP).
Los sarmientos espirituales que se separan de la iglesia se separan de Cristo.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Permaneced en mí, y yo en vosotros, como oración literal puede no quedar completamente clara, ya que se puede entender como una comparación o como una condición. Si se traduce con el primer sentido se debe conservar el imperativo, como lo hacen la mayoría de las versiones: «Permanezcan unidos en mí, como yo lo estoy a ustedes» (LPD). “Y yo en ustedes” se entiende “como yo estoy unido a ustedes”. Si se sigue la idea de estar unido a las ramas se traduciría así: “Continúen siendo parte de mí, como yo soy parte de ustedes”. En el caso de una oración condicional la equivalencia sería: “Si ustedes permanecen unidos a mí, yo seguiré unido a ustedes”, o en forma condicional: «Si ustedes siguen unidos a mí, yo seguiré unido a ustedes» (TLA). Es de notarse que la forma verbal “permanezcan” abre y cierra el versículo. Como está en presente continuo, muy bien puede entenderse como “sigan permaneciendo unidos a mí”.

Jesús profundiza la imagen o metáfora: «Ya saben que una rama no puede producir uvas si no está unida a la planta. Del mismo modo, ustedes no podrán hacer nada si no están unidos a mí» (TLA). Pueden presentarse también aquí algunos problemas para la traducción, especialmente si se quiere conservar las imágenes metafóricas. (Jua 15:1) En algunos idiomas no es claro que una persona lleve fruto en sí misma, sino sólo en un recipiente como canasta o bolsa. Tal vez sea mejor desarrollar la figura diciendo: “así también ustedes no pueden hacer nada si no están unidos a mí” o “así ustedes no pueden producir nada”. (Jua 15:2) “En sí misma” es la misma expresión de 5.19, que se entiende “por su propia cuenta” o “si no está pegada al tronco”. (Jua 15:3) Para más claridad se puede repetir la oración “así ustedes tampoco pueden hacer nada”, «dar uvas» (DHH) o «producir fruto» (BL).

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

REFERENCIAS CRUZADAS

g 861 Jua 6:56; 1Co 12:27; Col 2:19

h 862 Gál 2:20; Efe 2:21; 1Jn 2:6

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Permaneced en mí. Permanecer significa quedarse; el que permanece en Cristo es el que cree en Cristo y permanece con El. El requisito esencial para una vida fructífera es una comunión constante y vital con Cristo, quien es la única fuente de fuerza espiritual que nos ayuda a cumplir con las demandas de nuestro discipulado con El.

Fuente: La Biblia de las Américas

Permaneced en mí. Juan explica lo que esto significa cuando usa la misma palabra en 1Jn 3:24. El permanecer depende de guardar los mandamientos de Cristo (Jua 15:10).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

† Obviamente, la palabra “en” debe tomarse como “en conexión con” tal como lo deja claro el resto del versículo.

Fuente: Versión Biblia Libre del NuevoTestamento