Comentario de Juan 16:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Pero ahora voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: ‘¿A dónde vas?’
16:5 Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? — Habían preguntado (13:36; 14:5), pero en estos momentos estaban confusos y abrumados por causa de las palabras de Jesús de que El se iba y que ellos serían perseguidos. No preguntaron acerca de El porque estaban muy preocupados por sí mismos.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
ahora voy al que me envió. Jua 16:10, Jua 16:16, Jua 16:28; Jua 6:62; Jua 7:33; Jua 13:3; Jua 14:28; Jua 17:4, Jua 17:13; Efe 4:7-11; Heb 1:3; Heb 12:2.
¿Adónde vas? Jua 13:36; Jua 14:4-6.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas?: Pedro había hecho esta misma pregunta (Jua 13:36) y Tomás la había insinuado. Sin embargo, las cosas eran diferentes ahora. Los discípulos habían aprendido sobre negaciones, sufrimiento y muerte. Avanzar al lado de Jesús involucraba las consecuencias más graves.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ninguno de vosotros me pregunta. Antes solían hacerlo (Jua 13:36; Jua 14:5), pero debido a la pena y a la confusión que los embargaba llegaron al punto de despreocuparse por el lugar adonde iba. Al parecer estaban afligidos por lo que les sobrevendría (v. Jua 16:6).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
16:5 Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? — Habían preguntado (13:36; 14:5), pero en estos momentos estaban confusos y abrumados por causa de las palabras de Jesús de que El se iba y que ellos serían perseguidos. No preguntaron acerca de El porque estaban muy preocupados por sí mismos.
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO
Juan 16:5-11
-Esto no os lo dije Yo al principio porque estaba con vosotros. Pero ahora vuelvo al Que Me envió, y ninguno Me preguntáis: ¿Adónde vas?; sino que la tristeza os ha embargado el corazón por lo que os he dicho. Pero lo que os estoy diciendo es la pura verdad: Os conviene que Yo Me vaya; porque, si no, no vendría a vosotros el Ayudador. Pero, cuando venga, dictará sentencia de pecado al mundo, y de justicia y de juicio: de pecado, porque no ha creído en Mí; la justicia, porque Yo voy al Padre y ya no Me veréis más, y de juicio, porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado.
Los discípulos estaban desconcertados y apesadumbrados. Todo lo que habían comprendido era que iban a perder a Jesús. Pero Él les dijo que, a fin de cuentas, todo sería para su bien; porque, cuando El se fuera, vendría el Ayudador, es decir, el Espíritu Santo. Cuando Él estaba en el cuerpo, no podía estar con ellos en todas partes; siempre era cosa de despedidas y bienvenidas. Cuando estaba en el cuerpo no podía llegar a las mentes, los corazones y las conciencias de las personas en todas partes, sino que estaba confinado por las limitaciones del espacio y el tiempo. Pero el Espíritu no está sujeto a limitaciones. Dondequiera que vaya una persona, el Espíritu va con ella. La venida del Espíritu sería el cumplimiento de la promesa: » He aquí Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28:20 ). El Espíritu traería a la humanidad una comunión ininterrumpida y para siempre; y le traería al predicador cristiano un poder y una eficacia que no dependería del lugar ni de la ocasión en que se encontrara.
Aquí tenemos un sumario casi completo de la obra del Espíritu. Juan usa la palabra elenjein, que se traduce en la versión Reina-Valera.60 por convencer, palabra que ya no tiene el sentido polémico y jurídico del latín, que reflejaba mejor redargüir, que heredamos de las versiones clásicas españolas. Se usa para el interrogatorio de un acusado o de un testigo en un juicio, o para la contestación de un contrario en una discusión. Siempre conserva la idea del examen o interrogatorio al que se somete a una persona hasta que admite sus errores o se muestra convencido por un razonamiento de algo que no había comprendido antes. La usaban a veces, por ejemplo, los griegos, del examen de conciencia en la mente o el corazón de una persona. Está claro que un interrogatorio semejante puede conseguir dos cosas: (a) Puede demostrar la culpabilidad de una persona, dejándola convicta, aunque no necesariamente confesa. (b) O puede convencer a una persona de la flojedad de su caso y la fuerza del opositor al que trataba de vencer con razones falsas o insuficientes. En este pasaje necesitamos ambos sentidos: dejar al otro convicto y convencido. Vamos a ver lo que Jesús dice que hará el Espíritu Santo.
(i) El Espíritu Santo demostrará que el mundo es culpable de pecado. Cuando los judíos crucificaron a Jesús creían, no que estaban pecando, sino que estaban sirviendo a Dios. Pero, cuando se predicó después la crucifixión de Jesús, aquello les atravesó el corazón (Hch 2:37 ). Repentinamente tuvieron la convicción de que habían cometido el crimen más horrible de toda la Historia de la humanidad, y de que aquello había sido la consecuencia de su pecado.
¿Qué es lo que nos produce el sentimiento de pecado y nos hace reconocerlo? ¿Qué es lo que nos humilla hasta el polvo ante la Cruz? Una vez estaba contando un misionero la historia de Cristo en una aldea de la India valiéndose de una serie de diapositivas que proyectaba en una pared enjalbegada. Cuando puso la escena de la Cruz, un indio pasó al frente como si no pudiera contenerse, y gritó: «¡Baja de la Cruz, Jesús! ¡Soy yo el que tiene que estar colgado ahí, y no Tú!» ¿Por qué la historia de Uno que fue crucificado como un criminal en Palestina hace veinte siglos sigue rasgándole el corazón a la gente todavía ahora? Es la acción del Espíritu Santo.
(ii) El Espíritu Santo convencerá a la humanidad de la justicia. Queda claro lo que quiere decir cuando vemos que es de la justicia de Cristo de la que se convencerá el mundo. Jesús fue crucificado como un criminal. Le juzgaron; le encontraron culpable; los judíos Le consideraron un malvado hereje o blasfemo, y los Romanos, un elemento peligroso para la seguridad del estado; Le condenaron a la peor muerte, que se reservaba para los peores criminales, marcándole como enemigo de la humanidad y de Dios. ¿Cómo se cambió aquel dictamen? ¿Qué hizo ver en la figura de aquel Crucificado al Hijo de Dios, como le pasó al centurión al pie de la Cruz (Mateo 27.54), y a Saulo en la carretera de Damasco Hch 9:1-9 )? Es alucinante el que haya tantas personas que ponen su confianza para toda eternidad en un criminal judío Que murió crucificado. Es la acción del Espíritu Santo. Es Él el Que convence a las personas de la justicia absolutamente perfecta de Cristo, respaldada por el hecho de que resucitó y volvió a la gloria de Su Padre.
(iii) El Espíritu Santo convence al mundo de juicio. En la Cruz es el mal el que ha quedado condenado y derrotado. ¿Qué nos hace estar seguros de que nos espera un juicio? Es la obra del Espíritu Santo. Es El Quien nos da la inquebrantable convicción de que hemos de comparecer todos ante el tribunal de Dios.
(iv) Queda otra cosa que, de momento, Juan no pasa a mencionar. Cuando estamos convencidos de nuestro pecado, cuando estamos convencidos de la justicia de Cristo y cuando estamos convencidos del juicio venidero, ¿qué nos da la seguridad de que en la Cruz de Cristo tenemos el perdón de nuestros pecados y la salvación del juicio? También esto es la obra del Espíritu Santo. Es Él Quien nos convence y nos asegura de que en esta Figura crucificada podemos reconocer a nuestro Salvador y a nuestro Señor. El Espíritu Santo nos convence de la realidad de nuestro pecado y nos convence de la suficiencia de nuestro Salvador.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Pero ahora como frase temporal contrasta con “al principio” en Jua 16:4. El voy al que me envió es una clara referencia al Padre, con lo que se repiten las palabras de Jua 7:33, mismo tema que aparecerá de nuevo en Jua 16:10, Jua 16:17, Jua 16:28 (cf. Jua 14:12). Para explicitar que Jesús se refiere a su retorno a Dios su Padre habría que proveer más información como “yo voy para estar con mi Padre que me envió”, o como lo expresa la TLA: «pero ahora que regreso para estar con Dios mi Padre». La continuación Y ninguno de vosotros me pregunta: “¿A dónde vas?” es una traducción casi literal del original, que es suficientemente clara y no hay necesidad de reorganizarla. Varias versiones optan por traducir la pregunta como discurso, mientras otras prefieren traducirla como discurso indirecto: «y aún ¿ninguno de ustedes me pregunta adónde voy?» (BP, NEB, TEV). Otras prefieren dejar el versículo como una afirmación: «ninguno de ustedes me pregunta a dónde voy» (TLA, DHH).
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Jua 7:33; Jua 13:36; Jua 14:5.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
La obra del Espíritu Santo. Pareciera haber una contradicción entre el v. 5 y el 13:36 y 14:5, dado que en esos casos Pedro y Tomás sí preguntaron adónde iba Jesús. Pero debemos considerar los distintos contextos. Aquí Jesús estaba preocupado con el cumplimiento pleno de toda su misión. Los discípulos tenían comprensión insuficiente para inquirir sobre esto. Ni Pedro ni Tomás habían captado antes el pleno significado de su pregunta. Ahora los discípulos estaban sumergidos en una perplejidad aun mayor por las nuevas revelaciones de Jesús. Este comentó que vuestro corazón se ha llenado de tristeza (6). A fin de aliviarla, Jesús les aseguró que su partida sería de beneficio para ellos. Una vez más, la respuesta se encuentra en la venida prometida del Espíritu; éste es el cuarto dicho sobre el Paracleto. Hay una estrecha relación entre Jesús y el Espíritu (7). La alusión es primordialmente a la venida del Espíritu en Pentecostés lo que fue posterior a la pasión y resurrección de Jesús. La acción del Espíritu sería la de con vencer. Puesto que la palabra gr. precede a una preposición que significa “en vista de”, seguida por tres sujetos diferentes, el acto de convicción se relaciona con los tres (8). El primero, el pecado, es menos difícil que los otros dos. El significado debe ser que el Espíritu convencerá al mundo de pecado, justicia y juicio. El mundo no tiene una verdadera comprensión de la naturaleza del pecado, pero el Espíritu mostrará a la gente que son pecadores debido a su incredulidad frente a Cristo (9). El Espíritu también convence de justicia (10), una idea inesperada hasta que se reconozca que la idea del mundo en cuanto a la justicia es muy diferente de la de Dios. Sólo cuando el mundo sea convencido de lo vacío de su propia justicia apreciará la justicia de Cristo, que ha sido reivindicada por su exaltación. La tercera actividad del Espíritu es la de convencer de juicio (11). Una vez más, el juicio del mundo es errado, al basarse en el príncipe de este mundo, pero como éste está condenado, el método de juicio del mundo queda expuesto. El mundo está condenado al mismo tiempo que su príncipe.
El quinto dicho sobre el Paracleto, que sigue directamente al cuarto, se enfoca en la obra del Espíritu en la revelación. Toda la verdad (13) se refiere a la plena revelación que viene por medio de Jesucristo. El Espíritu guía sólo en armonía con su propia naturaleza, o sea la verdad. El pronombre masculino se usa aquí para señalar la personalidad del Espíritu como guía. Además, no habla por su propia autoridad sino sólo de lo que oye, una clara alusión a la estrecha relación entre el Espíritu y aquel que lo envía. ¿Cuáles son las cosas que han de venir? No es probable que sean eventos del futuro distante. Es preferible ver aquí una alusión a la más plena revelación que seguiría al derramamiento del Espíritu. Su obra es la de glorificar a Cristo (14), una importante comprensión de su obra que excluye cualquier glorificación del Espíritu. Esto se subraya en el v. 15 y se ilustra abundantemente en este Evangelio.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
f 900 Jua 7:33; Jua 13:3
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
ninguno…pregunta: ¿Adónde vas? El propósito de la pregunta de Pedro en 13:36 era más bien saber qué efecto tendría para los discípulos la partida de Jesús.
Fuente: La Biblia de las Américas
pregunta… Es decir, inquiere (Pedro había hecho esa pregunta → Jua 13:36).
Fuente: Biblia Textual IV Edición
H469 Καί tiene aquí un sentido adversativo: pero.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Es decir, investigar o descubrir, pues Pedro le había hecho precisamente esa pregunta g 13.36.