Biblia

Comentario de Juan 18:36 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 18:36 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Contestó Jesús: —Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos. Ahora, pues, mi reino no es de aquí.

18:36 Respondió Jesús: (no contesta la pregunta del ver. 35, sino la del ver. 33) Mi reino no es de este mundo; — El reino de Cristo no es como el imperio romano u otro gobierno humano. No es de la misma naturaleza, y no tiene el mismo propósito. Pilato no tenía comprensión alguna de algún reino no de este mundo.

— si mi reino fuera de este mundo, — el reino de Cristo fue establecido aquí en la tierra, pues los seguidores de Cristo son los ciudadanos de su reino, pero el origen de su reino no era terrenal (no era de la voluntad o fuerza humanas).

— mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; — Como Rey Jesús tenía servidores pero ¿cómo eran? ¿eran guerreros? ¿andaban por las calles armados, como los soldados romanos? En esto se ve claramente la prueba de que el reino de Cristo no era de este mundo, sino más bien era un reino espiritual y pacífico. Aun los romanos tenían que saber algo de la vida, enseñanza y práctica de Jesús, pues tenía más de tres años enseñando en ese territorio, aun en Jerusalén en el templo. Así, pues, no sólo los judíos, sino también aun los romanos podrían saber con toda seguridad qué Cristo no era un rey terrenal, sino el Rey espiritual. ¡Véanse los servidores de este Rey! ¡Allí está la prueba!

Los reinos del mundo tienen ejércitos y se defienden con armas, pero Jesús no tenía ni quería tener un ejército militar. «No militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo» (2Co 10:3-5). Si Cristo y sus seguidores hubieran tenido propósitos políticos, se habrían preparado con armas para que El no fuera prendido.

Si Cristo hubiera querido el apoyo de armas físicas, habría promovido este plan durante su ministerio. Si Cristo hubiera dado su permiso, los que querían «apoderarse de él y hacerle rey» (6:15), y muchos de los que lo alababan cuando entró en la ciudad (12:12, 13), y aun sus apóstoles (11:16; 18:10; Luc 22:49) habrían peleado para defenderlo. Además, El pudiera haber orado a su Padre, y le habría dado «más de doce legiones de ángeles» (Mat 26:53). Los romanos tenían unos cuantos centenares de soldados y los judíos tenían unos cuantos alguaciles, pero si Jesús hubiera querido tomar el poder, lo habría hecho, aun sin la ayuda de las «doce legiones de ángeles».

— pero mi reino no es de aquí. — Por lo tanto, Jesús y su reino no presentaban ninguna amenaza contra los romanos. El refutó el concepto de los judíos y de los premilennialistas de que el Mesías tendría un reino terrenal como el de David. Su reino es espiritual (Col 1:12-13). Los que nacen otra vez (3:3, 5) entran en su reino. El apóstol Pedro explicó la naturaleza espiritual del reino de Cristo el día de Pentecostés (Hch 2:29-36).

Cristo no sólo es un rey, sino más bien es el Rey de reyes, pero su dominio es sobre el corazón del hombre, y el enemigo de este reino son el error y todo pecado, incluyendo los deseos de la carne (1Pe 2:11).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Respondió Jesús. 1Ti 6:13.

Mi reino no es de este mundo. Jua 6:15; Jua 8:15; Sal 45:3-7; Isa 9:6, Isa 9:7; Dan 2:44; Dan 7:14; Zac 9:9; Luc 12:14; Luc 17:20, Luc 17:21; Rom 14:17; Col 1:12-14.

mis servidores pelearían. Jua 18:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Mi reino no es de este mundo: Jesús señaló que, aunque era Rey, no era una amenaza para Roma porque su Reino no vendría mediante una revolución mundana.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

MI REINO NO ES DE ESTE MUNDO. Con respecto a la verdadera naturaleza del reino de Cristo y su propósito redentor, deben observarse tres puntos:

(1) Lo que no es el reino de Jesús. «No es de este mundo». No se originó en este mundo ni procura conquistar el sistema mundial. Jesús no vino a establecer una teocracia político-religiosa ni a aspirar al dominio mundial. Jesús declara que si hubiera venido a establecer un reino político en la tierra, sus «servidores pelearían». Como esa no es la naturaleza del reino, ellos no recurren a la guerra ni a la revolución para promover el propósito de Cristo en la tierra (cf. Mat 26:51-52). No se alían con los partidos políticos, grupos de presión social ni ningún tipo de organización secular a fin de establecer el reino de Dios. Se niegan a convertir la cruz en un soberbio intento por gobernar la sociedad. En vez de usar armas camales (2Co 10:4), los seguidores de Cristo están armados sólo con armas espirituales (Efe 6:10-18). Sin embargo, eso no significa que los discípulos de Jesucristo sean indiferentes a lo que Dios exige en cuanto a un gobierno justo, la justicia, la paz o la reducción de la ilegalidad. Los creyentes deben exhortar al estado con una «palabra profética» respecto a su responsabilidad moral delante de Dios.

(2) Lo que es el reino de Jesucristo. El reino de Cristo, es decir, el reino de Dios, abarca su gobierno, señorío, poder y actividad espiritual en la vida de quienes lo reciben y obedecen su palabra de verdad (v. Jua 18:37). El reino de Dios es «justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo» (Rom 14:17). Confronta las fuerzas espirituales de Satanás con armas espirituales (véanse Mat 12:28; Luc 11:20; Hch 26:18; Efe 6:12). La función de la iglesia es la de servir a Jesucristo, no la de gobernar al mundo actual. Su fuerza no está en el poder terrenal sino en la cruz; su gloria está en el sufrimiento y rechazo a manos del mundo (2Co 3:7-18). La iglesia del NT sólo encontró el poder de Dios cuando renunció al poder terrenal. La iglesia de hoy se enfrenta a esa misma decisión; sólo perdiendo su vida en el mundo se encontrará a sí misma en Dios (véase el ARTÍCULO EL REINO DE DIOS, P. 1302. [Mat 12:28]).

(3) Lo que será el reino de Jesucristo. En el futuro, el reino y gobierno de Cristo estará finalmente en el cielo nuevo y la tierra nueva. Eso ocurrirá después de su venida a la tierra para juzgar a las naciones, destruir al anticristo, gobernar en la tierra por mil años, y luego llevar a Satanás a su destino final en el lago de fuego (Apo 19:11-21; Apo 20:1-15).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Mi reino no es de este mundo. Con esta frase, Jesús quería decir que su reino no estaba asociado con las entidades terrenales en el ámbito político ni nacional, y que tampoco provenía del maligno sistema mundial que está en rebelión contra Dios. Si su reino fuera de este mundo habría luchado. Los reinos de este mundo se defienden por la fuerza. El reino del Mesías no se origina en el esfuerzo del hombre, sino en el Hijo de Dios, quien de manera poderosa y definitiva vence el pecado en la vida de su pueblo, y quien subyugará al malvado sistema mundial en su Segunda Venida. Entonces establecerá su reino en el ámbito terrestre. Su reino no representaba una amenaza para la identidad nacional de Israel ni para la identidad política y militar de Roma. Su reino existe en la dimensión espiritual hasta el fin de los tiempos (Apo 11:15).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

18:36 Respondió Jesús: (no contesta la pregunta del ver. 35, sino la del ver. 33) Mi reino no es de este mundo; — El reino de Cristo no es como el imperio romano u otro gobierno humano. No es de la misma naturaleza, y no tiene el mismo propósito. Pilato no tenía comprensión alguna de algún reino no de este mundo.
— si mi reino fuera de este mundo, — el reino de Cristo fue establecido aquí en la tierra, pues los seguidores de Cristo son los ciudadanos de su reino, pero el origen de su reino no era terrenal (no era de la voluntad o fuerza humanas).
— mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; — Como Rey Jesús tenía servidores pero ¿cómo eran? ¿eran guerreros? ¿andaban por las calles armados, como los soldados romanos? En esto se ve claramente la prueba de que el reino de Cristo no era de este mundo, sino más bien era un reino espiritual y pacífico. Aun los romanos tenían que saber algo de la vida, enseñanza y práctica de Jesús, pues tenía más de tres años enseñando en ese territorio, aun en Jerusalén en el templo. Así, pues, no sólo los judíos, sino también aun los romanos podrían saber con toda seguridad qué Cristo no era un rey terrenal, sino el Rey espiritual. ¡Véanse los servidores de este Rey! ¡Allí está la prueba!
Los reinos del mundo tienen ejércitos y se defienden con armas, pero Jesús no tenía ni quería tener un ejército militar. «No militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo» (2Co 10:3-5). Si Cristo y sus seguidores hubieran tenido propósitos políticos, se habrían preparado con armas para que El no fuera prendido.
Si Cristo hubiera querido el apoyo de armas físicas, habría promovido este plan durante su ministerio. Si Cristo hubiera dado su permiso, los que querían «apoderarse de él y hacerle rey» (6:15), y muchos de los que lo alababan cuando entró en la ciudad (12:12, 13), y aun sus apóstoles (11:16; 18:10; Luc 22:49) habrían peleado para defenderlo. Además, El pudiera haber orado a su Padre, y le habría dado «más de doce legiones de ángeles» (Mat 26:53). Los romanos tenían unos cuantos centenares de soldados y los judíos tenían unos cuantos alguaciles, pero si Jesús hubiera querido tomar el poder, lo habría hecho, aun sin la ayuda de las «doce legiones de ángeles».
— pero mi reino no es de aquí. — Por lo tanto, Jesús y su reino no presentaban ninguna amenaza contra los romanos. El refutó el concepto de los judíos y de los premilennialistas de que el Mesías tendría un reino terrenal como el de David. Su reino es espiritual (Col 1:12-13). Los que nacen otra vez (3:3, 5) entran en su reino. El apóstol Pedro explicó la naturaleza espiritual del reino de Cristo el día de Pentecostés (Hch 2:29-36).
Cristo no sólo es un rey, sino más bien es el Rey de reyes, pero su dominio es sobre el corazón del hombre, y el enemigo de este reino son el error y todo pecado, incluyendo los deseos de la carne (1Pe 2:11).

Fuente: Notas Reeves-Partain

“Jesús le explica: ‘Mi autoridad suprema no tiene su origen en este mundo’”. Literalmente Jesús no responde a la última pregunta de Pilato, sino que describe la naturaleza de su dominio y poder real: Mi reino no es de este mundo. También se entiende “el poder de mi autoridad no depende de los poderes de este mundo”, “lo que me da autoridad no son los gobiernos de esta tierra”, «Yo no soy como los reyes de este mundo» (TLA).

Si mi Reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos, “Porque si fuera de aquí de la tierra, mis servidores hubieran peleado para que no me entregaran a las autoridades judías”. “Servidores” equivaldría a “subalternos”, “seguidores” o “los que están bajo mi autoridad”. La última oración del versículo se traduce también así: “No. Yo no soy como los que gobiernan aquí en esta tierra”, «pero mi realeza no es de aquí» (LPD).

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

REFERENCIAS CRUZADAS

g 1020 1Ti 6:13

h 1021 Isa 9:6; Dan 2:44; Dan 7:14

i 1022 Mat 26:53; Jua 18:11

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

no es de este mundo…no es de aquí. La misión y autoridad de Jesús le fueron dadas por Dios, y no por gobernantes terrenales o por aclamación popular; la fuente de su autoridad como rey no es del mundo, proviene del Padre que está en los cielos. Jesús no niega que es un rey (vers. 37), pero tampoco explica que algún día regresará en toda su gloria como un rey que conquistará y juzgará al mundo (cp. Ap 19:11– 21

Fuente: La Biblia de las Américas

36 super (1) Lit, proveniente de; así también en el v.37.

36 super (2) El mundo.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Como la respuesta de Pilato indicaba que su única preocupación era acerca de un reino político rival de Roma (v. Jua 18:35), nuestro Señor replicó de la manera que vemos en este versículo, dando a entender que Su reino no era de tal clase. Pilato quedó entonces satisfecho al ver que Jesús no resultaba una amenaza política y, por tanto, trató de soltarle.

reino. Mejor realeza; i.e., Mi autoridad no es de origen humano.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

pelearían… Lit. peleaban.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

O, no procede de este mundo

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit. peleaban.

Fuente: La Biblia Textual III Edición