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Comentario de Juan 19:31 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 19:31 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces los judíos, por cuanto era el día de la Preparación, y para que los cuerpos no quedasen en la cruz en el sábado (pues era el Gran Sábado), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas y fuesen quitados.

19:31 Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí. — Los romanos no se preocupaban por sepultar a los crucificados, sino que dejaban sus cuerpos en la cruz para ser destruidos por la putrefacción, o por animales de rapiña, pero los judíos insistían en que los cuerpos fueran quitados de la cruz. En eso eran muy inconsecuentes, pues acabaron de decir, «No tenemos más rey que César» (19:15). Si César no requería que los cuerpos de los crucificados se quitaran de la cruz, y si César era el único rey de los judíos, entonces ¿por qué querían quitar los cuerpos de la cruz? Esto demuestra otra vez la hipocresía de los judíos, pues citaban la ley de Moisés sólo cuando les convenía (véase también 8:5).

«Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en un madero, no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad» (Deu 21:22-23; véase también Jos 8:29). Estos judíos perversos que estaban dispuestos a crucificar a un hombre inocente (así violando Éxo 20:13) eran muy «piadosos» y «respetuosos de su ley» con respecto al colgado en madero, y con respecto al día de reposo. Este es otro caso de la hipocresía que Jesús denunció en Mat 23:1-39.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

por cuanto era la preparación de la Pascua. Jua 19:14, Jua 19:42; Mat 27:62; Mar 15:42.

para que los cuerpos no quedasen en la cruz. Deu 21:22, Deu 21:23.

pues era de gran solemnidad. Lev 23:7-16.

que se les quebrasen las piernas. Jua 19:1; Pro 12:10; Miq 3:3.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La preparación de la pascua fue un viernes, el día antes del día de reposo (v. Jua 19:14).

los cuerpos no quedasen en la cruz: Resulta irónico que en medio de un asesinato judicial deliberado los judíos fueran escrupulosos en cuanto a mantener la Ley ceremonial. De acuerdo a la Ley judía (Deu 21:23), era necesario remover los cuerpos de los criminales ejecutados antes de la puesta del sol. Para evitar transigir la Ley, los judíos pidieron que se quebraran las piernas de los condenados para que murieran rápidamente y pudieran sacarlos de las cruces. Este acto no siempre fue parte de la crucifixión. Pero, con las piernas quebradas, una víctima no podría levantar más su cuerpo para respirar y pronto moriría asfixiado.

de gran solemnidad: Literalmente se refiere a un «gran día». El día de reposo siguiente era especialmente importante porque era el día de reposo de la semana pascual.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

preparación de la pascua. Esto se refiere al viernes, el día antes o el «día de preparación» para el día de reposo. Vea la Introducción: Retos de interpretación. que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo. La práctica normal de los romanos era dejar a los crucificados en la cruz hasta que murieran, lo cual podría tardar días. Después dejaban que el cuerpo de las personas que habían sido crucificadas se descompusiera allí colgado y para que fuera devorado por aves de rapiña. La ley mosaica insistía en todo el que quedara colgado de un madero (por lo general después de su ejecución) no debía dejarse allí durante la noche, sino ser enterrado el mismo día (Deu 21:22-23). El ejecutado había quedado bajo la maldición de Dios, y dejarlo expuesto a la vista de todos sería percibido como una profanación por los habitantes de la tierra. que se les quebrasen las piernas. A fin de precipitar la muerte por alguna razón en particular, los soldados fracturaban las piernas de la víctima con un mazo de hierro. Esta acción brutal no solo producía traumatismo y pérdida adicional de sangre, sino que le impedía empujar con sus piernas para poder respirar (vea la nota sobre el v.Jua 19:18), de tal modo que la víctima moría asfixiada.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

19:31 Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí. — Los romanos no se preocupaban por sepultar a los crucificados, sino que dejaban sus cuerpos en la cruz para ser destruidos por la putrefacción, o por animales de rapiña, pero los judíos insistían en que los cuerpos fueran quitados de la cruz. En eso eran muy inconsecuentes, pues acabaron de decir, «No tenemos más rey que César» (19:15). Si César no requería que los cuerpos de los crucificados se quitaran de la cruz, y si César era el único rey de los judíos, entonces ¿por qué querían quitar los cuerpos de la cruz? Esto demuestra otra vez la hipocresía de los judíos, pues citaban la ley de Moisés sólo cuando les convenía (véase también 8:5).
«Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en un madero, no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad» (Deu 21:22-23; véase también Jos 8:29). Estos judíos perversos que estaban dispuestos a crucificar a un hombre inocente (así violando Éxo 20:13) eran muy «piadosos» y «respetuosos de su ley» con respecto al colgado en madero, y con respecto al día de reposo. Este es otro caso de la hipocresía que Jesús denunció en Mat 23:1-39.

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL AGUA Y LA SANGRE

Juan 19:31-37

Como era el viernes por la tarde, para que los cuerpos no se quedaran en las cruces todo el sábado (porque aquel sábado era un día especialmente solemne), los judíos le pidieron a Pilato que se les quebraran las piernas a los crucificados y se los bajara de las cruces.

Así es que llegaron los soldados, y le quebraron las piernas al primer reo, y también al otro que habían crucificado con Jesús. Pero al llegar a Él y ver que ya estaba muerto, no Le quebraron las piernas; pero uno de los soldados Le atravesó el costado con la lanza, e inmediatamente salieron sangre y agua.
Y el que da testimonio de esto lo vio, y lo que dice es cierto; y él sabe que está diciendo la verdad para que vosotros también creáis. Todo esto sucedió así en cumplimiento del pasaje de la Escritura que dice: «No se Le romperán los huesos.» Y también del otro que dice: «Verán al Que traspasaron.»

En una cosa sí eran los judíos más piadosos que los Romanos. Cuando los Romanos ejecutaban una crucifixión siguiendo sus reglas, simplemente dejaban que el reo muriera en la cruz, aunque fuera después de pasar varios días al calor del mediodía y al frío de la noche, torturado por la sed y por los insectos que se cebaban en sus heridas abiertas. A menudo los crucificados morían dando muestras de locura furiosa aunque impotente. Tampoco enterraban los Romanos a los que morían en la cruz, sino simplemente los dejaban a merced de los buitres y de los perros.
La ley judía era diferente, y establecía: «Si alguno hubiere cometido algún crimen por el que merece la muerte, y le ajusticiáis colgándole de un madero, no dejéis que su cuerpo pase la noche expuesto en el patíbulo; enterradlo sin falta el mismo día» (Dt 21:22-23 ). La Misná, la ley judía de los escribas, establecía: «Todo el que permita que un muerto pase la noche sin enterrar transgrede un mandamiento positivo.» El sanedrín se encargaba de que hubiera dos tumbas dispuestas para los que sufrieran la pena de muerte y no pudieran enterrarse en el mismo lugar que sus padres. En esta ocasión era todavía más importante el que no se dejaran los cuerpos en las cruces durante la noche, porque el día siguiente era sábado, y el muy especial sábado de la Pascua.

Para despachar a los reos que seguían vivos más de lo conveniente se usaba un método bastante macabro: se les rompían las piernas con una maza. Eso fue lo que hicieron a los reos que estaban crucificados con Jesús; pero en Su caso no fue necesario, porque cuando llegaron los soldados Jesús ya estaba muerto. Juan ve en esa circunstancia el cumplimiento de otro símbolo del Antiguo Testamento: había la norma de no quebrantar ningún hueso del cordero pascual (Nm 9:12 ). De nuevo Juan ve en Jesús al Cordero pascual de Dios que libra de la muerte a Su pueblo.

Por último se nos presenta un extraño incidente. Cuando los soldados vieron que Jesús ya estaba muerto, no Le rompieron los miembros con la maza; pero uno de ellos, probablemente para asegurarse aún más de que estaba muerto, le atravesó con la lanza el costado, del que fluyeron agua y sangre. Juan le atribuye a aquello un sentido especial. Ve en ello el cumplimiento de la profecía de Zac 12:10 : «Me mirarán a Mí, a Quien traspasaron.» Y añade expresamente que ese es el testimonio de un testigo ocular de lo que realmente sucedió, y que él personalmente garantiza que es cierto.

En primer lugar, preguntémonos qué fue lo que sucedió de hecho. No podemos asegurarlo, pero puede ser que Jesús muriera literalmente porque se Le rompiera el corazón. Lo normal, desde luego, es que el cuerpo de un muerto no sangre. Se ha sugerido que lo que realmente sucedió fue que las experiencias físicas y emocionales de Jesús fueron tan terribles que se Le reventó el corazón. Cuando sucedió aquello, la sangre del corazón se mezcló con el líquido del pericardio que rodea el corazón; la lanza del soldado rompió el pericardio, y brotó la mezcla de sangre y agua. Sería patético creer que Jesús, en el sentido más literal, murió porque se Le partió el corazón.
Aun así, ¿por qué lo subraya tanto Juan? Por estas dos razones.
(i) Para él era la prueba definitiva e irrefutable de que Jesús era un hombre real con un cuerpo real. Esa era la respuesta a los gnósticos con sus ideas de fantasmas y espíritus y una humanidad irreal. Aquí está la prueba de que Jesús fue carne de nuestra carne y hueso de nuestro hueso.
(ii) Pero para Juan aquello era más que una prueba de la humanidad de Jesús: era un símbolo de los dos grandes sacramentos de la Iglesia. Hay un sacramento que tiene por materia el agua: el Bautismo; y otro que representa la sangre: la Comunión, con su copa de vino rojo como la sangre. El agua del Bautismo es el símbolo de la gracia purificadora de Dios en Jesucristo; el vino de la Comunión es el símbolo de la sangre que fue derramada para salvarnos de nuestros pecados. El agua y la sangre que fluyeron del costado abierto de Jesús eran para Juan el agua purificadora del Bautismo y la sangre purificadora que se conmemora en la Mesa del Señor.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

4. La sepultura de Jesús (Jua 19:31-42)

TÍTULO: En esta unidad narrativa también se enfatizan varios elementos que no se recogen en los títulos tradicionales como El costado de Jesús traspasado (RV95), La lanzada en el costado de Jesús (DHH), La lanza en el costado de Jesús (TLA), La herida del costado (LPD), La lanzada (BJ). Nuestra propuesta puede ayudar a orientar la interpretación: Unidad de profecía, testimonio y fe

Análisis textual y morfosintáctico

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

a. Pilato acepta la petición de las autoridades judías (vv. Jua 19:31-37)

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Una traducción literal de este versículo no sería comprensible, por lo que habrá que reorganizar las oraciones: “Este día era de preparación pues el siguiente era un gran día de solemnidad porque era el sábado de celebración de la Pascua. Las autoridades judías no querían que los cuerpos quedaran colgados en la cruz durante la fiesta, motivo por el cual le pidieron a Pilato que autorizara a los soldados romper las piernas de los cadáveres y que los quitaran de allí”. La petición de las autoridades judías se puede traducir también en forma directa: “Las autoridades judías le solicitaron a Pilato: ‘Ordena que tus soldados quiebren las piernas de los crucificados y que bajen los cadáveres de donde están expuestos porque mañana es un día muy solemne para nosotros’.”

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Deu 21:22-23.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— preparación: Ver nota a Mat 27:62.

— una fiesta muy solemne: Así pues, según la cronología del cuarto evangelio (que en este particular no parece coincidir del todo con la de los sinópticos), la fiesta de la Pascua cayó aquel año en sábado.

— quebrar las piernas: Generalmente los crucificados morían por asfixia tras una lenta y dolorosa agonía. Si se quería apresurar su muerte, se les quebraban las piernas.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) O: “ellos”.

REFERENCIAS CRUZADAS

f 1062 Mat 27:62; Jua 19:14

g 1063 Deu 21:23

h 1064 Lev 23:7

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Los judíos…pidieron a Pilato. Era viernes entre las 3 y 6 p.m. (vers. 14), y el día de reposo comenzaba a la puesta del sol. La costumbre romana era dejar los cuerpos expuestos como advertencia de que la ley romana no podía desafiarse. Pero los líderes religiosos habían pedido a Pilato que removiera los cadáveres para no profanar el día de reposo (cp. Dt 21:22, 23) que era especialmente sagrado por caer durante la celebración de la semana de la Pascua y la fiesta de los Panes sin Levadura (v. coment. en Mt 26:2). Es irónico que se preocuparan tanto por el día de reposo, pero no de Jesús, el Mesías y el Señor del día de reposo (Mt 12:8; cp. coment. en Mt 27:57).

que les quebraran las piernas. Véase coment. en Mt 27:26.

Fuente: La Biblia de las Américas

pues aquel día de reposo era de gran solemnidad. I.e., el primer día de la fiesta de los panes sin levadura cayó aquel año en sábado, haciendo de él una «gran» fiesta (Éxo 12:16; Lev 23:7). Estaban ansiosos de que el cuerpo no quedara en la cruz (cp. Deu 21:22-23).

que se les quebrasen las piernas. Esto se hacía para apresurar la muerte puesto que la victima no podía ya levantarse sobre sus pies clavados a fin de facilitarse a si misma la respiración.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

preparación… Se refiere al lapso de 3 horas en que, después de sacrificarlo, el cordero debía ser asado para la fiesta de los panes sin levadura → §300; especial… → §221.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Lit., porque el día de ese día de reposo era grande

Fuente: La Biblia de las Américas

Es decir, de la Pascua.

Fuente: La Biblia Textual III Edición