Comentario de Hechos 2:14 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces Pedro se puso de pie con los once, levantó la voz y les declaró: —Hombres de Judea y todos los habitantes de Jerusalén, sea conocido esto a vosotros, y prestad atención a mis palabras.
2:14 — Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: — El sermón que sigue es único y exclusivo. Decimos que debemos imitar la predicación de los apóstoles, pero esa situación nunca se podrá duplicar, porque los apóstoles se dirigieron a los judíos que habían crucificado a Jesús (2:23). Nunca habrá otra audiencia como esa. El sermón es una obra maestra. Se basa principalmente en tres textos del Antiguo Testamento; el primero se aplica al evento de ese día y los otros a la muerte, sepultura, resurrección y exaltación de Jesucristo. Jesús había dicho a Pedro, «a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos» (Mat 16:19). En el día de Pentecostés esta promesa se cumplió en la predicación de Pedro y los otros apóstoles bajo la dirección del Espíritu Santo. Al predicar el evangelio usaron las llaves para abrir la puerta del reino. También Pedro usó las llaves para abrir la puerta del reino para los gentiles (Hch 10:1-48; Hch 11:1-30). Desde luego, el sermón registrado por Lucas es simplemente un breve bosquejo del sermón (este sermón puede leerse en pocos minutos). Como él dice (ver. 40), «Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba». Sin duda cada parte de este maravilloso sermón fue ampliada.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
con los once. Hch 1:26.
alzó su voz. Isa 40:9; Isa 52:8; Isa 58:1; Ose 8:1.
varones judíos. Hch 2:22; Hch 5:35; Hch 13:16; Hch 21:28.
oíd mis palabras. Hch 7:2; Deu 27:9; Pro 8:32; Isa 51:1, Isa 51:4, Isa 51:7; Isa 55:2; Stg 2:5.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Pedro, el primer discípulo en reconocer la verdad sobre Jesús (Mat 16:13-19), fue también el primero en llevar el testimonio sobre él. Pedro profirió el sermón a los varones judíos que consideraron que todo el episodio fue producto del exceso de vino (vv. Hch 2:13, Hch 2:15).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
EL SERMON DE PEDRO EL DIA DE PENTECOSTES. Tanto el sermón del día de Pentecostés como el mensaje que Pedro predico en Hch 3:11-26 contienen un modelo para la proclamación del evangelio.
(1) Jesús es Señor y Cristo: crucificado, resucitado y exaltado (vv. Hch 2:22-36; Hch 3:13-15).
(2) Ahora a la mano derecha de su Padre, Jesucristo ha recibido la autoridad para derramar el Espíritu Santo sobre todos los creyentes (vv. Hch 2:16-18; Hch 2:32-33; Hch 3:19).
(3) Todos deben fundamentar su fe en Cristo como Señor, arrepentirse de su pecado y ser bautizados en conexión con el perdón de los pecados (vv. Hch 2:36-38; Hch 3:19).
(4) Los creyentes deben esperar el don prometido o bautismo en el Espíritu Santo después de creer y arrepentirse (vv. Hch 2:38-39).
(5) Los que oyen en fe deben apartarse del mundo y ser salvos de esta generación perversa (v. Hch 2:40; Hch 3:26).
(6) Jesucristo regresara para restaurar plenamente el reino de Dios (Hch 3:20-21).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
con los once. Este número de apóstoles incluía al recién escogido Matías, quien remplazó a Judas Iscariote (vea las notas sobre Hch 1:23-24).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Después de la venida del Espíritu Santo, el principal acontecimiento de la historia de la iglesia fue el sermón de Pedro que trajo tres mil conversiones y fundó la iglesia (vv. Hch 2:41-47).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2:14 — Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: — El sermón que sigue es único y exclusivo. Decimos que debemos imitar la predicación de los apóstoles, pero esa situación nunca se podrá duplicar, porque los apóstoles se dirigieron a los judíos que habían crucificado a Jesús (2:23). Nunca habrá otra audiencia como esa. El sermón es una obra maestra. Se basa principalmente en tres textos del Antiguo Testamento; el primero se aplica al evento de ese día y los otros a la muerte, sepultura, resurrección y exaltación de Jesucristo.
Jesús había dicho a Pedro, «a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos» (Mat 16:19). En el día de Pentecostés esta promesa se cumplió en la predicación de Pedro y los otros apóstoles bajo la dirección del Espíritu Santo. Al predicar el evangelio usaron las llaves para abrir la puerta del reino. También Pedro usó las llaves para abrir la puerta del reino para los gentiles (Hch 10:1-48; Hch 11:1-30). Desde luego, el sermón registrado por Lucas es simplemente un breve bosquejo del sermón (este sermón puede leerse en pocos minutos). Como él dice (ver. 40), «Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba». Sin duda cada parte de este maravilloso sermón fue ampliada.
— Varones judíos, — «Varones piadosos de todas las naciones bajo el cielo» (ver. 5). Pablo dice (Rom 1:16), «al judío primeramente». Los judíos eran el pueblo escogido de Dios, los hijos de Abraham, hijos del pacto. Tenían grandes privilegios y ventajas (Rom 3:1-2), pero estos privilegios y ventajas también les dieron grandes responsabilidades.
Fuente: Notas Reeves-Partain
HA LLEGADO EL DÍA DEL SEÑOR
Hechos 2:14-21
Pedro se puso en pie con los otros once apóstoles, y empezó a hablarles en voz bien alta para que todos pudieran oírle:
-¡Eh, vosotros judíos y todos los que estáis en Jerusalén: enteraos bien y prestad atención a lo que os voy a decir! Estos no están borrachos como decís vosotros, puesto que no son más que las 9 de la mañana. Lo que pasa es que se está cumpliendo lo que dijo el profeta Joel: «En los días finales -dice Diosderramaré de mi Espíritu sobre toda la humanidad. Vuestros hijos e hijas darán profecías; vuestros jóvenes tendrán visiones, y vuestros ancianos, sueños. En esos días derramaré de mi Espíritu sobre los hombres y las mujeres que me sirven, y ellos serán mis profetas. Mostraré maravillas arriba en los cielos, y pruebas visibles de mi poder divino abajo en la Tierra: sangre, y fuego, y vapor de humo. El Sol se convertirá en tinieblas, y la Luna en sangre, antes que llegue el gran Día del Señor en todo su esplendor. Y será un hecho que todos los que invoquen el Nombre del Señor estarán a salvo.»
En el versículo 15, Pedro insiste en que esas personas no pueden estar borrachas, porque es la hora tercera del día (Versión Reina-Valera). Las horas del día contaban desde la salida hasta la puesta del Sol, es decir, poco más o menos, desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde; por tanto, la hora tercera eran las 9 de la mañana.
Todo el pasaje nos presenta una de las ideas dominantes y básicas del Antiguo y del Nuevo Testamento: El Día del Señor. Hay mucho en la Biblia que nos resultará difícil de entender a menos que conozcamos los principios que subyacen bajo esta concepción. Los judíos nunca perdían de vista que eran el pueblo escogido de Dios, e interpretaban que Dios los había elegido para una gloria y un privilegio especiales entre todos los pueblos de la Tierra. Sin embargo, eran una nación pequeña. Su historia había sido una sucesión de desastres. Estaba claro que, por medios humanos, nunca alcanzarían la gloria que les estaba destinada como pueblo escogido. Así es que, poco a poco, llegaron a la conclusión de que, lo que los hombres no podían, Dios lo haría. Y empezaron a esperar el día en que Dios intervendría directamente en la Historia y los elevaría al honor que soñaban. El día de esa intervención divina sería El Día del Señor. La Historia quedaría dividida en dos edades: La Edad Presente, y La Edad por Venir, que sería El Siglo de Oro de Dios. Entre las dos Edades estaría El Día del Señor, que sería el doloroso alumbramiento de la Nueva Era. Vendría tan por sorpresa como el ladrón nocturno; los cimientos de la Tierra serían sacudidos, y el universo entero se desintegraría. Sería un día de juicio y de terror. A lo largo de los libros proféticos del Antiguo Testamento y en gran parte del Nuevo encontramos descripciones de ese Día. Los pasajes más característicos son: Isa 2:12 ; Isa 13:6 ss; Am 5:18 ; Sof 1:7 ; Joel 2; 1Ts 5:2 ss; 2Pe 3:10 . Aquí Pedro les está diciendo a los judíos: «Hace generaciones que estamos soñando con el Día del Señor, el gran Día en que Dios intervendrá en la Historia. Ahora, con Jesús, ha llegado ese Día.» Detrás de todo ese escenario estaba la gran verdad de que, en la Persona de Jesús, Dios mismo había entrado en la escena de la Historia humana.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
— Pedro… tomó la palabra: Segundo discurso de Pedro que va a servir de modelo para los siguientes: el mismo esquema, el mismo mensaje, el mismo vocabulario (Hch 3:16-26; Hch 5:29-32; Hch 10:34-43; ver también el discurso de Pablo en Hch 13:23-41).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
t 68 Mat 28:16
u 69 Hch 7:2; Hch 22:1
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
El mensaje de Pedro sigue un bosquejo que era común en la predicación neotestamentaria: 1) Comienza con una explicación de la situación presente (vers. 14– 21); 2) procede a proclamar el mensaje acerca de la vida, muerte, resurrección y ascensión de Cristo (vers. 22– 36); 3) hace un llamado a la necesidad de arrepentimiento y de ser bautizados en el nombre de Jesús para recibir el don del Espíritu Santo (vers. 38– 40).
Fuente: La Biblia de las Américas
14 super (1) Esto indica que Matías, quien fue escogido en 1:26, fue reconocido como uno de los doce apóstoles.
14 super (2) Denota mayor dignidad y solemnidad que simplemente «judíos».
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
Aquí comienza el gran sermón de Pedro, con una explicación de los fenómenos de que eran testigos (vv. Hch 2:14-21). A continuación, proclamó el evangelio (vv. Hch 2:22-35) y aplicó el mensaje (v. Hch 2:36).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
BD480(1) Λοιποῖς se sobreentiende por el uso del artículo τοῖς: con los once restantes.