Comentario de Hechos 2:45 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Vendían sus posesiones y bienes, y los repartían a todos, a cada uno según tenía necesidad.
2:45 — y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. — La ley de Moisés proveía ampliamente para los pobres, pero había muchos pobres entre los judíos durante el ministerio personal de Jesús. La actitud típica de aquellos tiempos se describe en la parábola del buen samaritano (Luc 10:31-32, el sacerdote y el levita pasaron de largo). Por eso, lo que hacen estos nuevos discípulos es algo nuevo, una conducta no solamente admirable, sino también muy excepcional. Habían recibido el don del Espíritu Santo y ahora llevan el «fruto del Espíritu» (Gál 5:22-23). Hch 4:32-35 suple información adicional: «y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común… Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad». Este acto sacrificial demuestra la abnegación de sí, la muerte del egoísmo, porque decían que su propiedad personal no era de ellos mismos sino de todos, mayormente de los necesitados.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
y vendían las posesiones. Hch 4:34-37; Hch 5:1, Hch 5:2; Hch 11:29; Luc 12:33, Luc 12:34; Luc 16:9; Luc 18:22; Luc 19:8.
y lo repartían a todos. Sal 112:9; Pro 11:24, Pro 11:25; Pro 19:17; Ecl 11:1, Ecl 11:2; Isa 58:7-12; 2Co 9:1, 2Co 9:9; 1Ti 6:18, 1Ti 6:19; Stg 2:14-16; Stg 5:1-5; 1Jn 3:17.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
vendían sus propiedades. Esto indica que no habían juntado sus recursos (vea la nota sobre el v. Hch 2:44), sino que habían vendido sus propiedades para dar dinero a los miembros de la iglesia que lo necesitaban (cp. el v. Hch 2:46; Hch 4:34-37; 2Co 8:13-14).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2:45 — y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.– La ley de Moisés proveía ampliamente para los pobres, pero había muchos pobres entre los judíos durante el ministerio personal de Jesús. La actitud típica de aquellos tiempos se describe en la parábola del buen samaritano (Luc 10:31-32, el sacerdote y el levita pasaron de largo). Por eso, lo que hacen estos nuevos discípulos es algo nuevo, una conducta no solamente admirable, sino también muy excepcional. Habían recibido el don del Espíritu Santo y ahora llevan el «fruto del Espíritu» (Gál 5:22-23).
Hch 4:32-35 suple información adicional: «y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común… Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad». Este acto sacrificial demuestra la abnegación de sí, la muerte del egoísmo, porque decían que su propiedad personal no era de ellos mismos sino de todos, mayormente de los necesitados.
No había nada de fanatismo en su acción. No se dejaban llevar por una corriente de emoción excesiva, sino que comprendían perfectamente lo que hacían. No echaban al viento la razón para actuar de manera irresponsable. Los apóstoles no habían mandado que los discípulos vendieran sus propiedades y posesiones, sino que, más bien, era una demostración voluntaria de amor. ¡ Había una necesidad y la suplían ! «Necesidad» es la palabra clave (véanse Hch 2:45; Hch 4:34-35).
Esta práctica no tenía nada que ver con el comunismo; según este sistema político el gobierno confisca (roba) la propiedad privada y la reparte según su capricho. «Esto no era comunismo, sino el producto de algo que el comunismo no entiende» (Lenski). Lo que aquellos hermanos practicaban era simplemente la benevolencia voluntaria, ni más ni menos. No había distribución igual entre todos los miembros de la iglesia. Cuando los hermanos vendieron sus posesiones, no lo hicieron para que todos los discípulos tuviesen la misma cantidad de dinero y posesiones, sino que los nuevos santos de Jerusalén vendían sus propiedades y posesiones conforme a la necesidad de otros hermanos.
Probablemente esta práctica fue motivada por la presencia de judíos que habían venido de varias naciones (2:9-11) para celebrar la fiesta de Pentecostés y al ser convertidos a Cristo querían quedarse por un tiempo para aprender más del evangelio.
Los verbos que Lucas usa en Hch 2:44-45 y 4:32-35 para describir este gran acto de benevolencia son de tiempo imperfecto para indicar una acción continua. Individual y voluntariamente (5:4) los hermanos estaban vendiendo sus propiedades y posesiones según la necesidad de otros hermanos. Dice Hch 4:34, «Así que no había entre ellos ningún necesitado». Hoy en día cuando hermanos suplen la necesidad de otros hermanos necesitados, imitan el ejemplo de estos hermanos de Jerusalén. Así fue el propósito de la colecta para los santos de Jerusalén; 2Co 8:14 dice, «con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad». La igualdad no significa que todos los miembros tengan la misma cantidad de dinero y posesiones, sino que todos sean igualmente libres de la necesidad.
La iglesia de toda época debe imitar a estos hermanos del primer siglo en su determinación de proveer para los santos pobres. Al ayudar a los tales servimos a Jesús (Mat 25:35-40). Muchos textos del Nuevo Testamento hablan de la necesidad de ayudar a los santos pobres (Rom 15:25-27; 1Co 16:1-4; 2Co 8:1-24; 2Co 9:1-15).
Fuente: Notas Reeves-Partain
REFERENCIAS CRUZADAS
q 119 Mat 19:21
r 120 Isa 58:7; Hch 4:34
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
45 (1) Esto también es evidencia de la salvación dinámica que el Señor efectuó, la cual permitió que los creyentes pudieran vencer sus posesiones terrenales, que ocupan, poseen y usurpan a toda la humanidad caída ( Mat_19:21-24 ; Luc_12:13-19 , Luc_12:33-34 ; Luc_14:33 ; Luc_16:13-14 ; 1Ti_6:17).
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
R581 El verbo compuesto διαμερίζω significa: distribuir.
R967 Καθότι aparece con un sentido comparativo sólo dos veces en el N.T. (aquí y en Hch 4:35). En ambas ocasiones parece que ἄν particulariza cada caso: según la necesidad de cada uno.
T67 El tiempo imperfecto de los verbos ἐπίπρασκον y διεμέριζον tiene un sentido reiterativo (la acción ocurre a menudo, pero de manera espasmódica; comp. R884; el tiempo aoristo hubiera implicado que ocurría con frecuencia, pero no era universal ni se ejecutaba totalmente -BD325).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
g Mat 19:21; Mar 10:21; Luc 12:33; Luc 18:22.