Reteniéndolo, ¿acaso no seguía siendo tuyo? Y una vez vendido, ¿no estaba bajo tu autoridad? ¿Por qué propusiste en tu corazón hacer esto? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
5:4 — Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? — Este texto demuestra claramente que no había mandamiento de que Ananías vendiera su propiedad, ni tampoco que el ofrendara lo que recibió de la venta. Los que vendieron sus propiedades voluntariamente lo hicieron, y los que entregaron el dinero a los apóstoles voluntariamente lo hicieron .Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
no se te quedaba a ti. Éxo 35:21, Éxo 35:22, Éxo 35:29; 1Cr 29:3, 1Cr 29:5, 1Cr 29:9, 1Cr 29:17; 1Co 8:8; 1Co 9:5-17; Flm 1:14.
¿Por qué pusiste esto en tu corazón? Hch 8:21, Hch 8:22; Jos 7:25, Jos 7:26; Job 15:35; Sal 7:14; Isa 59:4; Eze 38:10; Stg 1:15.
No has mentido a los hombres, sino a Dios. Hch 5:3; Éxo 16:8; Núm 16:11; 1Sa 8:7; 2Re 5:25-27; Sal 139:4; Luc 10:16; 1Ts 4:8.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
No has mentido a los hombres, sino a Dios: El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santa Trinidad. Mentirle a Él (v. Hch 5:3) es mentirle a Dios.
en tu poder: Ananás y Safira pudieron quedarse con una parte o con todo lo recaudado; la administración de los recursos quedaba entre el Señor y ellos. Pero el problema era que querían que los demás creyeran que lo habían sacrificado todo, cuando en verdad, sólo dejaron una parte para el Señor.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
¿POR QUÉ PUSISTE ESTO EN TU CORAZÓN? La raíz del pecado de Ananías y Safira era que les encantaba el dinero y el reconocimiento de parte de los demás. Eso los puso contra el Espíritu Santo (Hch 5:9). Una vez que el dinero y la alabanza humana toman posesión de una persona, su espíritu se abre a toda clase de maldad satánica (1Ts 4:8). No se puede amar el dinero y al mismo tiempo amar y servir a Dios (Mat 6:24; Jua 5:41-44).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
5:4 — Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? — Este texto demuestra claramente que no había mandamiento de que Ananías vendiera su propiedad, ni tampoco que el ofrendara lo que recibió de la venta. Los que vendieron sus propiedades voluntariamente lo hicieron, y los que entregaron el dinero a los apóstoles voluntariamente lo hicieron .
Dios no quiere nuestra propiedad sino nuestro corazón. Los discípulos no estaban obligados a vender su propiedad, y aun después de vender su propiedad no estaban obligados a dar el precio al Señor. Todo era voluntario.
— ¿Por qué pusiste (concebiste, LBLA) esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. — José dijo, «¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?» (Gén 39:9). David dijo, «Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos» (Sal 51:4). ¿Puede el hombre engañar a Dios o escapar de Dios? Sal 139:1-4.
En el ver. 3 Pedro le acusa a Ananías de mentir al Espíritu Santo y en el ver. 4 dice que ha mentido a Dios. La inferencia necesaria que debemos sacar de estos dos versículos es que el Espíritu Santo es Dios. Compárese Efe 4:30, «no entristezcáis al Espíritu Santo».
Fuente: Notas Reeves-Partain
REFERENCIAS CRUZADAS
e 228 Deu 23:23
f 229 1Sa 2:25
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
mentido…sino a Dios. Pedro afirma la deidad del Espíritu Santo (vers. 3).
Fuente: La Biblia de las Américas
4 super (1) Estas, palabras indican que vender posesiones y distribuir entre los demás lo obtenido no era considerado por los apóstoles como una práctica obligatoria.
4 super (2), O, pusiste, fijaste.
4 super (3) Esto prueba que el Espíritu Santo, mencionado en el v. 3, es Dios.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
R965 Τί ὅτι realmente es una forma contraída de τί γέγονεν ὅτι (τί significa: por qué, en los vv. 4 y 9).
R1166 Note aquí la aguda antítesis con el uso de οὐ … ἀλλά (para destacar el asunto de que Ananías había mentido a Dios).
M120 El dativo de posesión aparece en οὐχὶ μένον σοὶ ἔμενεν, que significa: mientras la retenías, ¿no era tuya?
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, pusiste