Biblia

Comentario de Hechos 10:35 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Hechos 10:35 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

sino que en toda nación le es acepto el que le teme y obra justicia.

10:35 — sino que en toda nación (no solamente en la nación de los judíos) se agrada del que le teme y hace justicia (sin circuncidarse para llegar a ser judío) . — Entonces la enseñanza acerca de la predestinación de algunos para vida eterna y de otros para condenación es una falsa doctrina. Hacer justicia significa obedecer los mandamientos del Señor (Mat 3:15; Sal 119:172). En seguida Pedro dice que «todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre» (ver. 43); por lo tanto, creer en Cristo no significa la fe sola, sino que equivale a hacer justicia. Compárese Rom 1:5, «la obediencia a la fe»; Rom 16:26, «para que obedezcan a la fe». La palabra hace es la palabra obra (ergazomenos); Dios se agrada del que le teme y obra justicia.

Pablo dice (Rom 4:4), «Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda». En este texto ocupa la misma palabra (ergazomeno). Entonces, ¿hay conflicto entre lo que Pablo dice y lo que Pedro dice? Claro que no. Tampoco hay conflicto entre Rom 4:4 y Rom 1:5; Rom 16:26. Para ser salvos debemos reconocer que hemos pecado y que estamos «destituidos de la gloria de Dios» (Rom 3:23), y que, por eso, necesitamos el perdón de Dios que El ofrece a los que obedecen al evangelio (Hch 2:38). Al obedecerle aceptamos su gracia, su salvación que se ofrece gratuitamente a todos (Rom 6:23). El obrar justicia significa, pues, cumplir con los mandamientos del evangelio.

Pero en Rom 4:4 Pablo no se refiere a los que obran justicia (los que obedecen al evangelio, 1:5; 16:26), sino a los que quieren salvarse solos como si nunca hubieran pecado y como si fueran perfectos. Estos no buscan la gracia de Dios. No tienen interés alguno en Cristo y el evangelio.

Como dice a Tito, «nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación del Espíritu Santo» (Tit 3:5). Por bueno que sea, ningún hombre puede salvarse solo, por su buena vida o por sus buenas obras, sino que tiene que aceptar la misericordia de Dios a través del evangelio, siendo bautizado para perdón de sus pecados y para recibir el don del Espíritu Santo. Compárese Tit 3:5 con Hch 2:38.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

en toda nación. Hch 15:9; Isa 56:3-8; Rom 2:13, Rom 2:25-29; Rom 3:22, Rom 3:29, Rom 3:30; Rom 10:12, Rom 10:13; 1Co 12:13; Gál 3:28; Efe 2:13-18; Efe 3:6-8; Flp 3:3; Col 1:6, Col 1:23-27; Col 3:11.

se agrada. Gén 4:5-7; Ose 8:13; Luc 1:28; Efe 1:6; Heb 11:4-6.

del que le teme. Hch 10:2; Hch 9:31; Job 28:28; Sal 19:9; Sal 85:9; Sal 111:10; Pro 1:7; Pro 2:5; Pro 3:7; Pro 16:6; Ecl 12:13; 2Co 7:1; Efe 5:21; 1Jn 2:29.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

se agrada. Esta expresión griega significa «señalado por una demostración que favorece la complacencia divina».

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

10:35 — sino que en toda nación (no solamente en la nación de los judíos) se agrada del que le teme y hace justicia (sin circuncidarse para llegar a ser judío) . — Entonces la enseñanza acerca de la predestinación de algunos para vida eterna y de otros para condenación es una falsa doctrina. Hacer justicia significa obedecer los mandamientos del Señor (Mat 3:15; Sal 119:172). En seguida Pedro dice que «todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre» (ver. 43); por lo tanto, creer en Cristo no significa la fe sola, sino que equivale a hacer justicia. Compárese Rom 1:5, «la obediencia a la fe»; Rom 16:26, «para que obedezcan a la fe». La palabra hace es la palabra obra (ergazomenos); Dios se agrada del que le teme y obra justicia.
Pablo dice (Rom 4:4), «Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda». En este texto ocupa la misma palabra (ergazomeno). Entonces, ¿hay conflicto entre lo que Pablo dice y lo que Pedro dice? Claro que no. Tampoco hay conflicto entre Rom 4:4 y Rom 1:5; Rom 16:26. Para ser salvos debemos reconocer que hemos pecado y que estamos «destituidos de la gloria de Dios» (Rom 3:23), y que, por eso, necesitamos el perdón de Dios que El ofrece a los que obedecen al evangelio (Hch 2:38). Al obedecerle aceptamos su gracia, su salvación que se ofrece gratuitamente a todos (Rom 6:23). El obrar justicia significa, pues, cumplir con los mandamientos del evangelio.
Pero en Rom 4:4 Pablo no se refiere a los que obran justicia (los que obedecen al evangelio, 1:5; 16:26), sino a los que quieren salvarse solos como si nunca hubieran pecado y como si fueran perfectos. Estos no buscan la gracia de Dios. No tienen interés alguno en Cristo y el evangelio.
Como dice a Tito, «nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación del Espíritu Santo» (Tit 3:5). Por bueno que sea, ningún hombre puede salvarse solo, por su buena vida o por sus buenas obras, sino que tiene que aceptar la misericordia de Dios a través del evangelio, siendo bautizado para perdón de sus pecados y para recibir el don del Espíritu Santo. Compárese Tit 3:5 con Hch 2:38.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Jua 9:31; Rom 14:18.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

l 560 Rom 2:13; 1Co 12:13; Gál 3:28

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

en toda nación. La salvación no era sólo para los israelitas. Todo el que teme a Dios y confía en El puede venir a El (Mi 6:8).

Fuente: La Biblia de las Américas

35 (1) Los que temen a Dios y hacen justicia en toda nación todavía forman parte de la humanidad caída. Dios los acepta en vista de la redención de Cristo (véase la nota 4 (1)). Sin Cristo, ningún hombre caído es justificado por sus obras ( Rom_3:20 ; Gál_2:16).

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

O, le reverencia

Lit., obra justicia

O, Dios se agrada de él

Fuente: La Biblia de las Américas