Comentario de Hechos 13:16 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces Pablo se levantó, y haciendo una señal con la mano, dijo: —Hombres de Israel y los que teméis a Dios, oíd.
13:16 — Entonces Pablo, levantándose, hecha señal de silencio con la mano (21:40; 26:1). Dijo: Varones israelitas. — Les dio gusto ser llamado «israelitas», y siempre les gustó oír un sermón basado en la historia gloriosa de su nación. El uso que Pablo hace de esta historia es un poco diferente al uso hecho por Esteban quien se refirió a la rebeldía del pueblo. El propósito de Pablo era convencerles de que Jesús de Nazaret es el prometido Mesías, pero no podía comenzar de una vez hablando de El. Mas bien él comienza demostrando que él creía firmemente en las Escrituras y que sabía la historia de Israel y las promesas hechas a Abraham. — y los que teméis a Dios, — los «prosélitos de la puerta»; éstos no se habían circuncidado pero habían renunciado a la idolatría y asistían a la sinagoga para adorar a Dios. Oíd:Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
hecha señal de silencio. Hch 12:17; Hch 19:33; Hch 21:40.
Varones israelitas. Hch 13:26; Hch 2:22; Hch 3:12.
y los que teméis a Dios. Hch 13:42, Hch 13:43, Hch 13:46; Hch 10:2, Hch 10:35; 1Re 8:40; Sal 67:7; Sal 85:9; Sal 135:20; Luc 1:50; Luc 23:40.
oíd. Hch 2:14; Hch 22:1, Hch 22:22; Deu 32:46, Deu 32:47; Sal 49:1-3; Sal 78:1, Sal 78:2; Miq 3:8, Miq 3:9; Mat 11:15; Apo 2:7, Apo 2:11, Apo 2:17, Apo 2:29.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Pablo, levantándose: Los rabinos permanecían sentados cuando enseñaban; pero Pablo se levantó seguramente para que los oyesen mejor (Luc 4:20, Luc 4:21).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
los que teméis a Dios. Vea la nota sobre Hch 10:2.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
13:16 — Entonces Pablo, levantándose, hecha señal de silencio con la mano (21:40; 26:1). Dijo: Varones israelitas. — Les dio gusto ser llamado «israelitas», y siempre les gustó oír un sermón basado en la historia gloriosa de su nación. El uso que Pablo hace de esta historia es un poco diferente al uso hecho por Esteban quien se refirió a la rebeldía del pueblo. El propósito de Pablo era convencerles de que Jesús de Nazaret es el prometido Mesías, pero no podía comenzar de una vez hablando de El. Mas bien él comienza demostrando que él creía firmemente en las Escrituras y que sabía la historia de Israel y las promesas hechas a Abraham.
— y los que teméis a Dios, — los «prosélitos de la puerta»; éstos no se habían circuncidado pero habían renunciado a la idolatría y asistían a la sinagoga para adorar a Dios. Oíd:
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA PREDICACIÓN DE PABLO
Hechos 13:16-41
Pablo entonces se levantó, hizo una señal con la mano para que le prestaran atención y dijo:
-Israelitas, y todos los que no sois judíos pero honráis a Dios, escuchadme: El Dios del Pueblo de Israel eligió a nuestros antepasados. Cuando vivían como forasteros en Egipto, hizo que llegaran a ser un gran pueblo. Hizo gala de su gran poder al guiarlos para que salieran de Egipto, y los sostuvo en el desierto cuarenta años; destruyó a siete naciones en el país de Canaán, y le dio en herencia su tierra a Israel durante cuatrocientos cincuenta años. Más adelante les dio Jueces hasta el tiempo del profeta Samuel. Entonces pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl hijo de Cis, de la tribu de Benjamín, que reinó cuarenta años. Luego Dios le depuso, y puso como rey a David, al que avaló diciendo: «He descubierto que David hijo de Jesé es un hombre que me agrada, y que cumplirá toda mi voluntad.» De la descendencia de David, como Dios había prometido, ha puesto a Jesús como Salvador de Israel. Antes de que Jesús se manifestara, Juan estuvo predicando a todo el pueblo de Israel que se bautizara en señal de arrepentimiento. Cuando Juan estaba ya al final de su carrera, dijo: «¿Quién os figuráis que soy yo? Yo no soy el Mesías. Pero hay Uno que viene después de mí al Que yo no merezco ni desatarle las sandalias.» Hermanos porque me estoy dirigiendo tanto a los que sois descendientes directos de Abraham como a los que, aunque no sois judíos, participáis del culto que le damos a Dios-: ¡Es a nosotros a los que se dirige este mensaje de Salvación! Los habitantes de Jerusalén y sus responsables no reconocieron a Jesús como el cumplimiento de todo lo que habían anunciado los profetas, aunque sus libros se leen todos los sábados; pero, al condenarle a muerte, cumplieron las profecías. Aunque no pudieron acusarle de nada que mereciera la pena de muerte, le pidieron a Pilato que Le hiciera ajusticiar. Cuando acabaron de hacerle todo lo que las Escrituras habían dicho que se Le haría, bajaron su cadáver de la cruz y lo colocaron en una tumba. ¡Pero Dios Le devolvió otra vez a la vida! Durante un periodo considerable de tiempo se estuvo apareciendo a los que habían subido con Él de Galilea a Jerusalén, que pueden dar testimonio de primera mano al pueblo de que las cosas sucedieron así. Nosotros os traemos la Buena Noticia de que Dios ha hecho realidad lo que les promedió a nuestros antepasados en nosotros sus descendientes al devolver ala vida a Jesús como está escrito en el Salmo segundo: «Tú eres mi Hijo, hoy te he dado la vida.» Y en cuanto a que le devolvió otra vez a la vida para no volver ya nunca más a la corrupción de la muerte, esto es lo que dice: » Os daré las santas y seguras bendiciones de David.» Y por esto mismo dice en otro lugar: «No dejarás que tu Santo experimente la corrupción de la muerte.» David cumplió la voluntad de Dios en su tiempo y generación, y cayó en el sueño de la muerte y fue a reunirse con sus antepasados; así es que sí experimentó la corrupción de la muerte. El Que no la experimentará jamás es el Que Dios devolvió a la vida. Tened por cierto, hermanos, que se os ofrece el perdón de vuestros pecados gracias a este Hombre, y que todos los que ponen en El su confianza alcanzan la amnistía que no se podía conseguir por medio de la Ley. Tened mucho cuidado para que no os suceda lo que dijo el profeta: «¡Fijaos bien, burlones, y esfumaos de puro asombro! Porque voy a hacer en vuestros días algo que no os vais a poder creer cuando os lo cuenten.»
Este es un pasaje sumamente importante porque es la única reseña completa que tenemos de un sermón del apóstol Pablo. Cuando lo comparamos detenidamente con el sermón de Pedro en Hechos 2, vemos que los principales elementos son exactamente los mismos:
(i) Pablo insiste en que la venida de Jesús es la consumación de la Historia. Hace un resumen de la historia de Israel para demostrar que culmina en Cristo. Los estoicos creían que la Historia no hace más que repetirse. Un veredicto cínico moderno dice que la Historia no es más que la sucesión de los pecados y errores de la Humanidad. Pero el punto de vista cristiano es optimista: estamos seguros de que la Historia siempre avanza hacia una culminación según el propósito de Dios.
(ii) Pablo señala el hecho de que los hombres no reconocieron la manifestación de Dios en Jesucristo. Browning decía: «No tenemos más remedio que amar lo sublime cuando lo vemos.» Pero una persona, a fuerza de seguir su propio camino y rechazar el de Dios, puede acabar aquejada de una ceguera tal que ya es incapaz de ver nada. El mal uso del libre albedrío conduce, no a la libertad, sino a la ruina total.
(iii) Aunque los hombres, en su ciega locura, rechazaron y crucificaron a Jesús, Dios no podía ser derrotado, y la Resurrección es la prueba de que el poder y el propósito de Dios son invencibles. Se cuenta que una vez en una noche de tempestad impresionante, un niño asustado le dijo a su padre: «Dios tiene que haber perdido el control de sus vientos esta noche.» La Resurrección es la prueba de que Dios nunca pierde el control.
(iv) Pablo pasa a usar un argumento típicamente judío: La Resurrección es el cumplimiento de la profecía, porque a David se le hicieron promesas que está claro que no se cumplieron en su persona, y sí en Cristo. Una vez más vemos que la Historia no se mueve ni circularmente ni a la ventura; sino que el propósito de Dios se cumple.
(v) La venida de Cristo es la Buena Noticia para cierta clase de personas. Antes habían intentado vivir de acuerdo con la Ley, pero no hay nadie que pueda cumplir la Ley de una manera perfecta, y por tanto siempre eran conscientes de su fracaso y culpa; pero ahora pueden encontrar en Jesucristo el poder perdonador que los libera de la condenación que merecían y restablece la verdadera relación con Dios.
(vi) Pero lo que se pretende que sea una buena noticia puede ser mala para otra clase de personas. Y es que, sencillamente, hace peor la condenación de los que la han oído y han rechazado la invitación a creer en Jesucristo. El que nunca ha tenido la oportunidad, tiene disculpa; pero no el que ha visto la gloria del ofrecimiento de Dios y lo ha rechazado.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Hch 10:2; Hch 12:17.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— rinden culto a Dios: Lit. los que temen a Dios. Ver nota a Hch 2:11.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
q 673 Hch 12:17; Hch 21:40; Hch 26:1
r 674 Hch 13:26
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Hombres de Israel, y vosotros que teméis a Dios. Véase coment. en 10:2.
Fuente: La Biblia de las Américas
16 (1) Véase la nota 26 (1) del cap.7.
16 (2) Los gentiles que buscaban a Dios.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
T153 El participio con artículo depende del pronombre personal implícito ὑμεῖς: ustedes los que temen a Dios.