Comentario de Hechos 17:23 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pues, mientras pasaba y miraba vuestros monumentos sagrados, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. A aquel, pues, que vosotros honráis sin conocerle, a éste yo os anuncio.

17:23 — porque pasando y mirando vuestros santuarios (objetos de vuestra adoración, LBLA), hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO (a dios no conocido, LBLA, margen). Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio. — Sus santuarios u objetos de adoración eran sus templos, altares, estatuas, etc. Los atenienses tenían miedo de ser castigados por algún dios a quien no conocieran; por eso erigían altares «A dios no conocido». «Durante una plaga Epiménides aconsejó el sacrificio de una oveja al dios apropiado, quienquiera que fuera» (ATR). Se dice que durante esa plaga, el profeta Epiménides soltó muchas ovejas en la ciudad y dondequiera que una oveja se detuviera, en ese lugar era ofrecida al ídolo más cercano; si no había altar cercano, entonces erigían altar y se le ponía el rótulo, «A dios no conocido». (Esta es solamente una de las explicaciones ofrecidas de este fenómeno).

Lo que Pablo dice, pues, significa que él no estaba predicando dioses nuevos o extranjeros, porque en cuanto al Dios a quien él predicaba, ellos ya lo estaban adorando sin conocerle, sin saber su nombre, pero Pablo le conocía y sabía su Nombre, sus atributos, lo que hace para bendecir al hombre, y lo que hace para salvar sus almas. Si escuchaban a Pablo el dios no conocido llegaría a ser el Dios conocido y podrían adorarle con entendimiento.

«Con este golpe maestro echa a un lado cualquier idea de violación de la ley romana o de sospechas de herejía, y demanda su aceptación de su nuevo evangelio, un giro consumadamente diestro» (ATR).

Con esto quería convencerles que el Dios a quién él anunciaba se puede conocer. El discurso de Pablo acerca del «Dios no conocido» se puede bosquejar de la siguiente manera:

El carácter del Dios no conocido.

I. Creador de todo, v. 24-26.

A. Hizo todas las cosas.

B. Es el Señor del cielo y de la tierra.

C. No mora en templos hechos por manos humanas.

D. No es servido por manos de hombres.

E. Es el Originador de las naciones.

II. Está al alcance de todos, v. 27-29.

A. En El vivimos, nos movemos, somos.

B. Somos linaje de Dios.

III. El da salvación a todos, v. 30, 31.

A. Los tiempos de ignorancia ya pasaron.

B. Todos deben arrepentirse.

C. Porque habrá juicio universal.

Israel no conocía a Dios (Isa 1:3). Creían que Dios podía ser comprado (Miq 6:6-8); con esa actitud daban prueba de que no conocían a Dios.

En la actualidad muchos no conocen a Dios. Algunos creen que Dios es como el hombre (Sal 50:21); por eso no lo conocen. Los mormones no conocen a Dios, porque creen que El tiene carne y hueso. Los que creen que Dios no cumple su palabra (2Pe 3:3-10) no lo conocen. Los que creen que pueden esconderse de Dios (Gén 3:8-10) no lo conocen. Los que creen que pueden escapar de Dios (recuérdese el ejemplo del profeta Jonás), o escapar de su juicio (Sal 139:7-12) no lo conocen.

Jesús dice (Jua 17:3), «Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado». En el Día Final, los que no conocen a Dios serán castigados (2Ts 1:7-9).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

vuestros santuarios. Rom 1:23-25; 1Co 8:5; 2Ts 2:4.

AL DIOS NO CONOCIDO. Sal 147:20; Jua 17:3, Jua 17:25; Rom 1:20-22, Rom 1:28; 1Co 1:21; 2Co 4:4-6; Gál 4:8, Gál 4:9; Efe 2:12; 1Ti 1:17; 1Jn 5:20.

adoráis, pues, sin conocerle. Hch 17:30; Sal 50:21; Mat 15:9; Jua 4:22; Jua 8:54.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

AL DIOS NO CONOCIDO. Los atenienses eran supersticiosos y creían en poderes sobrenaturales que intervenían en el mundo gobernado por las leyes naturales. Por lo menos reconocían la existencia de un ser que estaba más allá de su capacidad para entender quién había hecho todas las cosas. De este modo, Pablo tuvo la oportunidad de presentarles al Dios Creador quien podía ser conocido (Deu 4:35; 1Re 8:43; 1Cr 28:9; Sal 9:10; Jer 9:24; Jer 24:7; Jer 31:34; Jua 17:3). Al evangelizar a los paganos, Pablo tomaba como punto de partida la creación que es la revelación general de Dios (cp. Hch 14:15-17). Al evangelizar a los judíos, siempre comenzaba con el AT (vv. Hch 17:10-13).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

17:23 — porque pasando y mirando vuestros santuarios (objetos de vuestra adoración, LBLA), hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO (a dios no conocido, LBLA, margen). Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio. — Sus santuarios u objetos de adoración eran sus templos, altares, estatuas, etc. Los atenienses tenían miedo de ser castigados por algún dios a quien no conocieran; por eso erigían altares «A dios no conocido». «Durante una plaga Epiménides aconsejó el sacrificio de una oveja al dios apropiado, quienquiera que fuera» (ATR). Se dice que durante esa plaga, el profeta Epiménides soltó muchas ovejas en la ciudad y dondequiera que una oveja se detuviera, en ese lugar era ofrecida al ídolo más cercano; si no había altar cercano, entonces erigían altar y se le ponía el rótulo, «A dios no conocido». (Esta es solamente una de las explicaciones ofrecidas de este fenómeno).
Lo que Pablo dice, pues, significa que él no estaba predicando dioses nuevos o extranjeros, porque en cuanto al Dios a quien él predicaba, ellos ya lo estaban adorando sin conocerle, sin saber su nombre, pero Pablo le conocía y sabía su Nombre, sus atributos, lo que hace para bendecir al hombre, y lo que hace para salvar sus almas. Si escuchaban a Pablo el dios no conocido llegaría a ser el Dios conocido y podrían adorarle con entendimiento.
«Con este golpe maestro echa a un lado cualquier idea de violación de la ley romana o de sospechas de herejía, y demanda su aceptación de su nuevo evangelio, un giro consumadamente diestro» (ATR).
Con esto quería convencerles que el Dios a quién él anunciaba se puede conocer. El discurso de Pablo acerca del «Dios no conocido» se puede bosquejar de la siguiente manera:
El carácter del Dios no conocido.
I. Creador de todo, v. 24-26.
A. Hizo todas las cosas.
B. Es el Señor del cielo y de la tierra.
C. No mora en templos hechos por manos humanas.
D. No es servido por manos de hombres.
E. Es el Originador de las naciones.
II. Está al alcance de todos, v. 27-29.
A. En El vivimos, nos movemos, somos.
B. Somos linaje de Dios.
III. El da salvación a todos, v. 30, 31.
A. Los tiempos de ignorancia ya pasaron.
B. Todos deben arrepentirse.
C. Porque habrá juicio universal.

Israel no conocía a Dios (Isa 1:3). Creían que Dios podía ser comprado (Miq 6:6-8); con esa actitud daban prueba de que no conocían a Dios.
En la actualidad muchos no conocen a Dios. Algunos creen que Dios es como el hombre (Sal 50:21); por eso no lo conocen. Los mormones no conocen a Dios, porque creen que El tiene carne y hueso. Los que creen que Dios no cumple su palabra (2Pe 3:3-10) no lo conocen. Los que creen que pueden esconderse de Dios (Gén 3:8-10) no lo conocen. Los que creen que pueden escapar de Dios (recuérdese el ejemplo del profeta Jonás), o escapar de su juicio (Sal 139:7-12) no lo conocen.
Jesús dice (Jua 17:3), «Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado». En el Día Final, los que no conocen a Dios serán castigados (2Ts 1:7-9).

Fuente: Notas Reeves-Partain

— dios desconocido: Era costumbre entre los antiguos (no sólo, por tanto, entre los atenienses) dedicar un altar al dios o dioses desconocidos, para evitar la posible ira de algún dios a quien se hubiera relegado al olvido.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Al dios desconocido. Con desconocido los griegos cubrirían cualquier omisión y no dejarían ningún dios sin reconocimiento. Tal altar enfatizaba su ignorancia del verdadero Dios.

eso os anuncio yo. La apelación paulina está basada en la revelación general de Dios, como en Listra (14:15– 17). Aquí él comienza donde se encuentran sus oyentes, para después llevarlos a la verdad.

Fuente: La Biblia de las Américas

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Fuente: La Biblia de las Américas