Comentario de Hechos 19:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Pero también algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, se pusieron a invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: —¡Os conjuro por el Jesús que Pablo predica!
19:13 — Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, — «Estos exorcistas iban de lugar en lugar, dando vueltas (peri) como los modernos adivinos gitanos» (ATR). Un exorcista es «uno que emplea una fórmula de conjuración para la expulsión de demonios, Hch 19:13» (WEV).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
exorcistas ambulantes. Gén 4:12, Gén 4:14; Sal 109:10; Mat 12:27; Luc 11:19.
intentaron invocar el nombre. Hch 8:18, Hch 8:19; Mar 9:38; Luc 9:49.
os conjuro por Jesús. Jos 6:26; 1Sa 14:24; 1Re 22:16; Mat 26:63; Mar 5:7.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
invocar el nombre del Señor Jesús: Era común en el mundo antiguo el uso de nombres mágicos para los exorcismos. Los practicantes de magia judíos disfrutaban de gran prestigio porque aseguraban conocer la verdadera pronunciación del nombre sagrado de Dios y, por lo tanto, podían liberar todo su poder. Estos practicantes se agarraron del nombre de Jesús para utilizarlo en el exorcismo.
dominándolos: Los siete seudoexorcistas se dieron cuenta que no bastaba conocer el nombre de Jesús; además, debían conocer su persona.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
judíos, exorcistas ambulantes. Simón el mago (Hch 8:9-25) y Barjesús (Hch 13:6-12) también fueron quizás ejemplos de esta clase de charlatanes (cp. Mat 12:27). A diferencia de la autoridad absoluta que ejercieron Jesús y los apóstoles sobre los demonios, esos exorcistas trataban de expulsar a los demonios con la simple invocación de un ser más potente con quien no tenían una relación personal, en este caso el Señor Jesús.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
19:13 — Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, — «Estos exorcistas iban de lugar en lugar, dando vueltas (peri) como los modernos adivinos gitanos» (ATR). Un exorcista es «uno que emplea una fórmula de conjuración para la expulsión de demonios, Hch 19:13» (WEV).
— intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo. — ¿Qué pasó con los nombres que habían invocado antes de saber de Jesús? Obviamente ellos creyeron que el nombre de Jesús era más poderoso. Pero ¿cómo usaban el nombre de Jesús? Como un nombre con poder mágico. Los apóstoles habían hecho grandes milagros usando el nombre de Jesús, pero no lo usaban como nombre mágico; «en su nombre» significa «por su autoridad».
Simón el Mago creía que Pedro era como uno de ellos y le ofreció dinero por el poder que él tenía; así también sin duda estos exorcistas creían que Pablo era uno de ellos y al oír lo que él decía creían que él usaba cierto encantamiento mágico para echar los demonios.
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA PUNTILLA A LA SUPERSTICIÓN
Hechos 19:13-20
Algunos de los exorcistas judíos itinerantes se atrevieron a invocar el nombre del Señor Jesús para expulsar a los demonios, usándolo como una fórmula de encantamiento:
-¡Os conjuramos por Jesús, el que predica Pablo!
Había siete hijos de un tal Esceva, que era una de las familias sacerdotales importantes, que lo hacían; pero una vez, el espíritu malo les contestó:
-¡Sé quién es Jesús, y también sé de Pablo! Pero, ¿quiénes sois vosotros?
Y el poseído se lanzó contra ellos, y los dominó y pudo más que ellos, hasta tal punto que tuvieron que salir huyendo de la casa desnudos y heridos.
Cuando supieron la cosa todos los judíos y los griegos que vivían en Éfeso se llenaron de miedo, y el nombre del Señor Jesús se tuvo por una cosa extraordinaria. Muchos de ellos aceptaron el Evangelio, y vinieron a confesar los errores que habían practicado y a revelar los secretos de sus encantamientos. Muchos de los que habían practicado la brujería trajeron sus libros y los quemaron públicamente. Cuando se calculó su precio, se dijo que llegaba a más de las cincuenta mil piezas de plata.
Así iba extendiéndose el Evangelio poderosamente y haciéndose maravillosamente eficaz.
Este es un cuadro lleno de color local de la escena de Éfeso. En aquel tiempo todo el mundo creía que las enfermedades, sobre todo las mentales, las causaban espíritus malos que se introducían en el cuerpo. El exorcismo era una práctica reconocida. Si el exorcista sabía el nombre de un espíritu más poderoso que el que había hecho su residencia en aquella pobre persona, se podía mandar al intruso que saliera en el nombre del más poderoso. Estás prácticas no han desaparecido del todo en este «siglo de las luces». La mente humana es sumamente misteriosa todavía, y hasta prácticas supersticiosas tienen a veces resultados por la misericordia de Dios.
Cuando algunos charlatanes trataron de usar el nombre de Jesús, empezaron a suceder cosas alarmantes. El resultado final fue que muchos de los farsantes, y hasta es posible que de los sinceramente equivocados, comprendieron su error. Nada muestra tan claramente la realidad del cambio como el hecho de que, en el Éfeso presa de la superstición, estuvieran dispuestos a quemar los libros y amuletos que les habían resultado tan rentables. Nos dan ejemplo con su rompimiento total aun de aquellas cosas con las que se ganaban la vida. No cabe duda de que muchos de nosotros odiamos nuestros pecados pero, o no podemos dejarlos, o lo hacemos con vacilaciones y nostalgia. Hay casos en los que-hace falta un corte radical.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
— exorcistas: Personas que ejercían el oficio de expulsar demonios mediante determinados ritos llamados exorcismos.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Hch 16:17; Mar 9:38; Luc 9:49.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
u 1001 Mat 12:27
v 1002 Mar 9:38; Luc 9:49
w 1003 Hch 16:18
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
judíos, exorcistas ambulantes. Estos trataron de imitar los milagros de Pablo por sus propios medios, invocando erróneamente al nombre del Señor Jesús.
Fuente: La Biblia de las Américas
exorcistas. Magos que podían echar demonios. La lección de esta historia (vv. Hch 19:13-17) es que para usar el nombre de Jesús con eficacia en un exorcismo, es menester estar completamente dedicado a Él. En contra de las teorías de la magia de aquel tiempo, el nombre por sí mismo no podía hacer nada; de hecho, este abuso se volvió contra los que lo practicaban (v. Hch 19:16).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
tenían… Lit. tienen.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Lit. tienen.