Biblia

Comentario de Hechos 21:37 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Hechos 21:37 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Cuando ya iba a ser metido en la fortaleza, Pablo dijo al tribuno: —¿Se me permite decirte algo? Y él dijo: —¿Sabes griego?

Hch 21:19; Hch 19:30; Mat 10:18-20; Luc 21:15.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Cuando Pablo habló en griego, el tribuno se dio cuenta que él no era el egipcio asesino que llegó a Jerusalén en el año 54 d.C y que afirmaba ser un profeta. Este egipcio llevó a cuatro mil fanáticos judíos al monte de los Olivos al prometer que los muros de Jerusalén caerían y que se destruiría el Imperio Romano. Félix, el gobernador de Jerusalén en esos años, ordenó a sus hombres subir al monte donde mataron cerca de cuatrocientos judíos y capturaron a otros doscientos. Sin embargo, el egipcio y algunos de sus seguidores se escaparon al desierto. A estos seguidores se los llamó sicarioi que significa «hombres del puñal». Ellos podían mezclarse con la multitud de Jerusalén en la época de fiestas y matar a los judíos que estaban a favor de Roma.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

¿Sabes griego? Lisias se sorprendió de que Pablo usara el lenguaje de las personas cultas, porque creyó que su prisionero era un delincuente común.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

ARRASTRANDO LA FURIA DEL POPULACHO

Hechos 21:37-40

Cuando estaban a punto de meter a Pablo en el cuartel, le dijo al comandante:

-¿Me dejas que te diga una cosa?

-¡Pero sabes hablar griego! -contestó el comandante-. ¿Es que no eres tú el egipcio que empezó una revuelta hace algún tiempo y que se llevó al desierto a cuatro mil terroristas?
-Yo soy judío, natural de la distinguida ciudad de Tarso, en Cilicia -le contestó-. ¿Me dejas que le hable a la gente?
El comandante le dio permiso, y Pablo salió a las gradas e hizo un gesto con la mano para que le escucharan. Cuando se callaron, Pablo se dirigió a ellos en hebreo.

La Torre Antonia se comunicaba con los atrios exteriores del Templo por dos escalinatas en los lados del Norte y del Oeste. Cuando ya estaban a punto de entrar en la torre, Pablo hizo una extraña petición: le pidió al comandante que le dejara hablar al populacho enfurecido. De nuevo vemos a Pablo siguiendo su táctica de mirar a la chusma a la cara.
El comandante se sorprendió de oír hablar en griego culto al que iba a linchar la multitud. Allá por el año 54 d C., un egipcio había guiado a un grupo de desesperados al monte de los Olivos con la promesa de que iba a hacer caer ante sí los muros de la ciudad. Los Romanos se habían encargado eficaz y rápidamente de los seguidores, pero el egipcio se les había escapado; y el comandante pensó que Pablo era el revolucionario egipcio, que había vuelto. Sus seguidores habían sido sicarios -es decir, portadores de dagas-, violentos nacionalistas que practicaban el asesinato. Llevaban las dagas escondidas bajo la ropa, se mezclaban entre la multitud y atacaban cuando podían. Pero cuando Pablo se identificó, el comandante comprendió que, fuera quien fuera, Pablo no era un vulgar revolucionario; así es que le dejó hablar.

Cuando Pablo se dispuso a dirigirse a la multitud, hizo un gesto para pedir silencio y, como por arte de magia, la rugiente multitud guardó silencio. No hay nada en el Nuevo Testamento que nos presente la fuerza de la personalidad de Pablo más realmente que este silencio que impuso a la chusma que había estado a punto de lincharle. En aquel momento, toda su persona irradiaba el poder de Dios.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Pablo ante la multitud. Este discurso es el primero de los que a veces se designan como “discursos de defensa”. La justificación de sus actos por parte de Pablo era simple: él era un buen judío y como tal, cuando era confrontado con las visiones y palabras del Señor, no podía sino obedecerlas.

37, 38 El tribuno se sorprendió de la capacidad de Pablo de hablar en gr. y se preguntó si no era el líder de una revuelta, un egipcio cuyos seguidores habían sido aplastados por Félix y sobre quien tene mos información de parte del historiador judío Josefo. En aquel tiempo no faltaban los posibles rebeldes judíos (cf. p. ej. los dos citados por Gamaliel en 5:36, 37). 39 Sin embargo, Pablo lo corrigió y se identificó como ciudadano de Tarso, una ciudad no insignificante. Era algo distinto de la declaración de ciudadanía romana que aparecería pronto (22:25).

40 A algunos les parece poco probable que la desordenada multitud callara ante el pedido de Pablo y toda la historicidad del discurso ha sido cuestionada sobre la base de que un hombre que había sido rescatado de una golpiza por parte de una turba asesina no estaría en condiciones como para dirigirse a una multitud. Pero de hecho puede ser que la multitud estuviera esperando para oír si aquel gol peado hereje (como deben haberle visto) ahora estaba dispuesto a retractarse.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

permites… Lit. si me es lícito.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R916 Εἰ se usa para introducir una pregunta directa (comp. Hch 19:2) y no se debe traducir aquí.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Lit. si me es lícito.

Fuente: La Biblia Textual III Edición