Comentario de Romanos 11:33 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

¡Oh la profundidad de las riquezas, y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios e inescrutables sus caminos!

11:33-36 — Estas palabras sublimes de admiración se refieren a las provisiones para salvación reveladas en el evangelio y presentadas en esta epístola. Dios ha hecho uso de hombres y naciones, y llevado a cabo decisiones, al desarrollar el plan de salvación para el mundo. Dios no ha dependido del hombre, ni le debe nada. Todo es de él, por él, y para él.

— “sus juicios,” (versículo 33) o sea decisiones (por ejemplo, en el caso de escoger a Jacob, en lugar de a Esaú, Véase 9:10-12).

— “inescrutables sus caminos” por los cuales se movía Dios al realizar el plan de salvación concebido en su mente aun antes de la fundación del mundo (16:25,26; 2Ti 1:9; Tit 1:2).

— “quién entendió… su consejero?” (Véase Isa 40:13). La respuesta: ¡Nadie! No consultó Dios con nadie en el desarrollo del plan de salvación. Fue asunto “oculto” (16:25) pero en el debido tiempo Dios reveló su mente a los hombres por medio de sus santos apóstoles (16:26; 1Co 2:9-10).

— “quién le dio primero… recompensado?” (Véase Job 41:11). Dios no debe nada a nadie. Nadie ha dada a Dios primero, y por eso lo que da Dios al mundo (Jua 3:16) es por gracia y no como deuda (Efe 2:8). El hombre no tiene queja alguna en cuanto al plan de salvación (9:20). Dios no le debe nada. No hay quien merezca la salvación. Si quiere ser salvo, obedezca los términos del evangelio y sea salvo por la gracia y misericordia de Dios (Tit 3:5). Al hombre le toca obedecer, no discutir.

— “de él,” es decir, Dios es la primera causa de todo.

— “por él,” es decir, por su poder todo ha sido realizado.

— “para él,” es decir, todas las cosas son para su honor y placer.

— “A él sea la gloria por los siglos. Amén.” Con razón el hombre salvo por el sacrificio de Cristo atribuye a Dios toda la gloria.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

¡Oh profundidad. Sal 107:8; Pro 25:3; Efe 3:18.

de las riquezas. Rom 2:4; Rom 9:23; Efe 1:7; Efe 2:7; Efe 3:8, Efe 3:10, Efe 3:16; Col 1:27; Col 2:2, Col 2:3

¡Cuán incomprensibles son sus juicios. Job 5:9; Job 9:10; Job 11:7-9; Job 26:14; Job 33:13; Job 37:19, Job 37:23; Sal 36:6; Sal 40:5; Sal 77:19; Sal 92:5; Sal 97:2; Ecl 3:11; Dan 4:35.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El método de Dios de tratar con los judíos y gentiles es una muestra de la profunda sabiduría divina.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

sabiduría. Vea Sal 104:24; Dan 2:20; Efe 3:10; Apo 7:12. la ciencia. La omnisciencia de Dios (cp. 1Sa 2:3; 1Re 8:39; Sal 44:21; Sal 147:5). sus juicios. Los propósitos o decretos de Dios que están por encima del entendimiento humano (cp. Sal 36:6). sus caminos. Los métodos que Dios escoge para cumplir sus propósitos (cp. Job 5:9; Job 9:10; Job 26:14).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

La majestad, grandeza y sabiduría del plan de Dios reveladas en los vv. Rom 11:1-32 motivaron a Pablo a estallar en una expresión espontánea de alabanza. Esta doxología es una respuesta apropiada no solo frente a los planes futuros de Dios para Israel (caps. Rom 9:1-33; Rom 10:1-21; Rom 11:1-36), sino a toda la discusión de Pablo acerca de la justificación por fe (caps. Rom 1:1-32; Rom 2:1-29; Rom 3:1-31; Rom 4:1-25; Rom 5:1-21; Rom 6:1-23; Rom 7:1-25; Rom 8:1-39; Rom 9:1-33; Rom 10:1-21; Rom 11:1-36).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

11:33-36– Estas palabras sublimes de admiración se refieren a las provisiones para salvación reveladas en el evangelio y presentadas en esta epístola. Dios ha hecho uso de hombres y naciones, y llevado a cabo decisiones, al desarrollar el plan de salvación para el mundo. Dios no ha dependido del hombre, ni le debe nada. Todo es de él, por él, y para él.
–“sus juicios,” (versículo 33) o sea decisiones (por ejemplo, en el caso de escoger a Jacob, en lugar de a Esaú, Véase 9:10-12).
–“inescrutables sus caminos” por los cuales se movía Dios al realizar el plan de salvación concebido en su mente aun antes de la fundación del mundo (16:25,26; 2Ti 1:9; Tit 1:2).
–“quién entendió… su consejero?” (Véase Isa 40:13). La respuesta: ¡Nadie! No consultó Dios con nadie en el desarrollo del plan de salvación. Fue asunto “oculto” (16:25) pero en el debido tiempo Dios reveló su mente a los hombres por medio de sus santos apóstoles (16:26; 1Co 2:9-10).
–“quién le dio primero… recompensado?” (Véase Job 41:11). Dios no debe nada a nadie. Nadie ha dada a Dios primero, y por eso lo que da Dios al mundo (Jua 3:16) es por gracia y no como deuda (Efe 2:8). El hombre no tiene queja alguna en cuanto al plan de salvación (9:20). Dios no le debe nada. No hay quien merezca la salvación. Si quiere ser salvo, obedezca los términos del evangelio y sea salvo por la gracia y misericordia de Dios (Tit 3:5). Al hombre le toca obedecer, no discutir.
–“de él,” es decir, Dios es la primera causa de todo.
–“por él,” es decir, por su poder todo ha sido realizado.
–“para él,” es decir, todas las cosas son para su honor y placer.
–“A él sea la gloria por los siglos. Amén.” Con razón el hombre salvo por el sacrificio de Cristo atribuye a Dios toda la gloria.

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL GRITO DE UN CORAZÓN ADORADOR

Romanos 11:33-36

¡Qué insondables son las riquezas y la sabiduría y el conocimiento de Dios! ¡Cómo trascienden Sus decisiones la capacidad de la inteligencia humana! ¡Cuán misteriosos son Sus métodos! Porque, ¿quién ha alcanzado jamás a conocer la mente del Señor? ¿O quién puede pretender ser Su consejero? ¿Quién Le ha dado a Dios nada que Le pueda reclamar? ¡ Todas las cosas proceden de Él, y existen gracias a El, y tienen en Él su meta! Por tanto, ¡a Él sea siempre la gloria! Amén.

Este es el pasaje más característico del apóstol Pablo. Aquí la teología se hace poesía. Aquí se pasa de la investigación de la mente a la adoración del corazón. Como conclusión, todo debe quedar como un misterio que el hombre no puede comprender ahora, pero cuyo secreto es el amor. Si uno puede decir que todas las cosas proceden de Dios, que todas las cosas tienen su ser por Él y que todas las cosas conducen a Él, ¿para qué decir más? Hay una cierta paradoja en la situación humana. Dios le ha dado al hombre una mente, y el hombre está obligado a usarla para pensar las cosas hasta donde pueda alcanzar su pensamiento. Pero es igualmente cierto que a veces se llega al límite y a uno no le queda más que aceptar y adorar.

Es pobre ahora mi cantar; mas cuando en gloria esté y allí Te pueda contemplar, mejor Te alabaré.

Pablo se había enfrentado con un problema descorazonador con todas las fuerzas de su extraordinaria inteligencia. No dice que lo ha resuelto como uno podría resolver un problema de matemáticas; pero dice que, después de intentarlo lo mejor posible, está contento con dejárselo todo al poder y al amor de Dios. Muchas veces en la vida no nos queda más que decirle a Dios: «Con mi mente no lo puedo comprender, pero con todo mi corazón confío en Tu amor. ¡Hágase Tu voluntad!»

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

— ¡Qué profundas…: Las acciones de Dios, por desconcertantes que a veces nos parezcan, siempre merecen la alabanza de los buenos (Sal 33:1). Por eso Pablo prorrumpe en este gozoso himno de alabanza.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Sal 139:6; Sal 139:17-18; Sab 17:1.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

El sobrecogedor propósito y plan de Dios

Pablo concluye su revisión del pasado, presente y futuro de Israel con un himno de alabanza al Dios cuyos caminos están más allá de nuestra comprensión y crítica. La sabiduría y el conocimiento de Dios (33) se refieren particularmente a la revelación de sus propósitos en Cristo (Ef. 3:5, 10; Col. 2:3). Estos propósitos, como ha mostrado Pablo en los caps. 9-11, están operando en el contexto de un proceso histórico que involucra tanto a gentiles como a judíos. Podemos no comprender cada detalle de ese plan, y quizá estemos tentados a discutir partes de él, pero, como nos recuerda Pablo con la cita del AT en los vv. 34 y 35 (Isa. 40:13 y Job 41:11a), cualquier crítica de parte de nosotros, meros mortales, está totalmente fuera de lugar. Porque Dios es la fuente (de él), el que sostiene (por medio de él) y la meta (para él) de todas las cosas. Confrontados con este Dios soberano y sabio, nuestra respuesta puede sólo ser la misma que la de Pablo: A él sea la gloria por los siglos.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

u 733 Rom 2:4; Rom 9:23

v 734 Pro 2:6; Pro 3:19

w 735 Sal 139:6

x 736 Sal 36:6

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Después de reflexionar acerca de los misterios de la elección divina y la forma en que la salvación se manifiesta, tanto para judíos como para gentiles (cap. 9– 11), Pablo prorrumpe con un himno de adoración al Dios que ha obrado estas bendiciones para su gloria y para beneficio de la humanidad.

Fuente: La Biblia de las Américas

33 super (1) Esta es una alabanza a Dios por Sus riquezas, sabiduría y conocimiento, los cuales trascienden lo que el hombre puede sondear y escudriñar, y los cuales Dios empleó al crear todas las cosas y al disponerlas para llevar a cabo la elección de Su pueblo, los escogidos. Esta alabanza y la que se encuentra en 16:25-27, al final de este libro, tienen orígenes y metas diferentes. La de Ro 11 procede de la elección de Dios y tiene como fin la realización de la misma; la de Ro 16 procede del misterio de Dios en los tiempos eternos y tiene como fin el cumplimiento de éste. El resultado de las dos alabanzas es que se da gloria a Dios.

33 super (2) La sabiduría es más profunda y más elevada que el conocimiento. La sabiduría se ve en la iniciación de algo, mientras que el conocimiento se ve en la aplicación práctica de lo que se emprendió por la sabiduría. Como se ve aquí, Dios es el único Iniciador, especialmente en lo que se refiere a Su elección. Su sabiduría en iniciarla, y Su conocimiento al llevarla a cabo, como se describe en los caps.9—11, merecen nuestra alabanza más sublime.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Poesía para ser recitada o cantada → Hch 16:25; Efe 5:19; Col 3:16.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R302 Ὡς se usa como una exclamación (comp. Rom 10:15; ambas referencias indican la ausencia del verbo conectivo): ¡Cuán inescrutables … !

BD146(2) Ὠ βάθος πλούτου …, introduce un acto de adoración, y así excluye la posibilidad de que aluda a una cantidad abstracta.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego