Comentario de Romanos 15:30 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que luchéis conmigo en oración por mí delante de Dios;
15:30-33 — Pablo pidió las oraciones de los santos en Roma. Fue por la voluntad de Cristo y por el amor del Espíritu (que tienen los unos por los otros cuando son guiados por el Espíritu) que se les rogó orar por él. Pablo sabía que los “rebeldes que están en Judea” (judíos inconversos) le perseguirían, una vez llegado él allí (véanse Hch 20:22-23; Hch 21:4-14). Tenía dudas de que los santos (los miles que estaban predispuestos contra él Hch 21:20-21) recibieran la contribución de los gentiles que él les llevaba. En esto su oración y la de los romanos fue contestada según fue pedida porque la aceptaron esos santos en Jerusalén. También le fue contestada la parte de la oración expresada en el versículo 32, aunque no tan pronto como él pensaba (Hch 24:27). Cuando por fin llegó a Roma, llegó como prisionero romano.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
por nuestro Señor Jesucristo. 2Co 4:5, 2Co 4:11; 2Co 12:10; 1Ti 6:13, 1Ti 6:14; 2Ti 4:1.
y por el amor del Espíritu. Sal 143:10; Flp 2:1.
que me ayudéis orando por mi a Dios. Gén 32:24-29; 2Co 1:11; Efe 6:19; Col 2:1; Col 4:12; 1Ts 5:25; 2Ts 3:1.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
ayudéis orando: La intercesión para el plan de ir a Jerusalén era la solicitud más importante de Pablo. Expresa tres preocupaciones:
(1) que se le liberara de los desobedientes en Judea,
(2) el éxito de su misión para Jerusalén, y
(3) una visita satisfactoria a la iglesia de Roma.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
el amor del Espíritu. Esta frase solo ocurre aquí en las Escrituras y se refiere al amor de Pablo por el Espíritu Santo, no al amor del Espíritu por él (cp. Sal 143:10).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
orando … para que sea librado. Muchos en Judea rechazaron el evangelio y estaban preparados para atacar a Pablo tan pronto regresara. Consciente de la adversidad que lo aguardaba (Hch 20:22-24), el apóstol quería que los cristianos de Roma oraran por su liberación para que pudiera completar el ministerio que el Señor le había encomendado. Sus oraciones fueron contestadas porque tuvo éxito en Jerusalén (Hch 21:17; Hch 21:19-20) y fue librado de la muerte, aunque no del encarcelamiento (Hch 21:10-11; Hch 23:11).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
15:30-33– Pablo pidió las oraciones de los santos en Roma. Fue por la voluntad de Cristo y por el amor del Espíritu (que tienen los unos por los otros cuando son guiados por el Espíritu) que se les rogó orar por él. Pablo sabía que los “rebeldes que están en Judea” (judíos inconversos) le perseguirían, una vez llegado él allí (véanse Hch 20:22-23; Hch 21:4-14). Tenía dudas de que los santos (los miles que estaban predispuestos contra él Hch 21:20-21) recibieran la contribución de los gentiles que él les llevaba. En esto su oración y la de los romanos fue contestada según fue pedida porque la aceptaron esos santos en Jerusalén. También le fue contestada la parte de la oración expresada en el versículo 32, aunque no tan pronto como él pensaba (Hch 24:27). Cuando por fin llegó a Roma, llegó como prisionero romano.
Fuente: Notas Reeves-Partain
CON LOS OJOS ABIERTOS ANTE EL PELIGRO
Romanos 15:30-33
Hermanos, os exhorto por nuestro Señor Jesucristo, y por el amor del Espíritu, que luchéis conmigo en oración a Dios por mí; porque necesito vuestras oraciones para no caer en poder de los de Jerusalén que no creen, y para que la ayuda que estoy llevando a Jerusalén resulte aceptable a los que están consagrados a Dios allí. Quiero que oréis para que en la voluntad de Dios pueda ir felizmente a vosotros, y disfrutar de un tiempo de descanso en vuestra compañía. ¡Que el Dios de paz sea con todos vosotros! Amén.
Llegamos al final del pasaje anterior diciendo que, por lo que nosotros sabemos, el proyecto de Pablo de ir a España nunca lo pudo realizar. Sabemos seguro que, cuando fue a Jerusalén, le detuvieron y pasó los siguientes cuatro años prisionero, dos en Cesarea y dos en Roma. Aquí se nos revela de nuevo la grandeza de su carácter.
(i) Cuando Pablo fue a Jerusalén, sabía lo que hacía y era plenamente consciente de los peligros que le acechaban
(Cp. Hch 20:22 ss; 21:10-14). Como su Maestro cuando «afirmó Su rostro para ir a Jerusalén» (Lc 9:51 , R-V), así hizo Pablo. El valor de más subido valor es el del que sabe que tendrá que arrostrar un grave peligro si cumple lo que considera su deber, y sin embargo sigue adelante. Ese es el valor del que dio muestra Jesús. Y ese es el valor que debemos tener todos los seguidores de Cristo, como lo tuvo Pablo.
(ii) En una situación así, Pablo pidió las oraciones de los cristianos de la iglesia de Roma. Es una gran cosa seguir adelante sabiendo que estamos arropados por las oraciones de los que nos aman. Aunque estemos materialmente a mucha distancia de los que amamos, ellos y nosotros nos podemos encontrar ante el Trono de la Gracia de Dios.
(iii) Pablo les deja su bendición y sigue adelante. Era sin duda todo lo que podía dar. Aunque no podamos hacer nada más, siempre podremos presentar a nuestros amigos y amados en oración a Dios.
(iv) Fue la bendición del Dios de paz la que Pablo envió a Roma, y fue en la presencia del Dios de paz como él mismo fue a Jerusalén, a pesar de todas sus amenazas. El que tiene la paz de Dios en el corazón se puede enfrentar sin miedo con todos los peligros de la vida.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
— apóyenme: Lit. combatan conmigo. La labor misionera es, ciertamente, un arduo combate (ver Col 2:1). Pero aquí Pablo parece aludir más bien al duro enfrentamiento que prevé con los judíos de Jerusalén y tal vez también con algunos círculos cristianos judaizantes.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) “Hermanos”, אADVgSyp; P46B omiten esta palabra.
REFERENCIAS CRUZADAS
e 943 Flp 2:1
f 944 2Co 1:11; Efe 6:18; Col 4:3; 1Ts 5:25
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
el amor del Espíritu. Este es el único lugar donde ocurre esta expresión en las Escrituras y se refiere al amor que el Espíritu imparte a los creyentes. La sumisión a Cristo y el amor del Espíritu deben motivar a los creyentes a orar unos por otros, y Pablo espera que esto impulse a los creyentes en Roma a orar por él.
Fuente: La Biblia de las Américas
BD223(4) Διά con el genitivo se usa aquí como un modismo (en un llamado urgente): por nuestro Señor.