Comentario de Romanos 16:25 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Y al que puede haceros firmes—según mi evangelio y la predicación de Jesucristo; y según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos,
16:25 — “al que puede confirmaros,” es decir, a Dios. Dios confirma por medio del evangelio para que no seamos movidos de nuestra fe en Cristo (véase 1:11). — “mi evangelio,” es decir, el que predicaba Pablo y no el predicado por los judaizantes o por otros que pervertían el evangelio de Cristo. Véase 2:16.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
y al que puede confirmaros. Rom 14:4; Hch 20:32; Efe 3:20, Efe 3:21; 1Ts 3:13; 2Ts 2:16, 2Ts 2:17; 2Ts 3:3; Heb 7:25; 1Pe 5:10; Jud 1:24, Jud 1:25.
según mi evangelio. Rom 2:16; 2Co 4:3; Gál 2:2; 2Ts 2:14; 2Ti 2:8.
y la predicación de Jesucristo. Hch 9:20; 1Co 1:23; 1Co 2:2; 2Co 4:5.
según la revelación del misterio. 1Co 2:7; Efe 1:9; Col 1:26, Col 1:27.
que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos. Sal 78:2; Dan 2:22; Amó 3:7; Mat 13:17, Mat 13:35; Luc 10:23, Luc 10:24; Efe 3:3-5, Efe 3:9, Efe 3:11; 1Pe 1:10-12, 1Pe 1:20.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
mi evangelio. Vea las notas sobre Rom 1:1 ; Rom 2:16; cp. Gál 1:11; Gál 2:2. la predicación de Jesucristo. Sinónimo del evangelio, este fue el compromiso supremo en la vida de Pablo (vea las notas sobre Rom 10:14-15 ; Rom 10:17; cp. 1Co 1:23-24; 2Co 4:5-6). del misterio. Vea la nota sobre Rom 11:25. En el NT, esta palabra no tiene su connotación moderna, sino que se refiere a algo que permaneció oculto en el pasado y ahora se ha dado a conocer (1Co 4:1; Efe 5:32; Efe 6:19; Col 1:25-26; 2Ts 2:7-8; 1Ti 3:9; 1Ti 3:16). El misterio más común del NT es que Dios haría provisión para la salvación de los gentiles tanto como para los judíos (Efe 3:3-9).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
La carta concluye con una bella doxología que alaba a Dios por su obra a través de Jesús y resume los temas principales en Romanos (vea las notas sobre Rom 11:33-36; cp. Mat 6:13; Luc 19:37-38; Efe 3:20-21; Heb 13:20-21; Apo 5:9-10).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
16:25– “al que puede confirmaros,” es decir, a Dios. Dios confirma por medio del evangelio para que no seamos movidos de nuestra fe en Cristo (véase 1:11).
–“mi evangelio,” es decir, el que predicaba Pablo y no el predicado por los judaizantes o por otros que pervertían el evangelio de Cristo. Véase 2:16.
–“la predicación de Jesucristo,” es decir, la que era concerniente a Jesucristo (Hch 28:31), o la que Jesucristo mandó. El sustantivo aquí, predicación, aparece en forma verbal en Hch 20:25; Hch 28:31, predicando.
Este evangelio en el cual quiso ver Pablo a los romanos confirmados era (y es) totalmente por gracia, y no en parte por la justificación de la ley de Moisés, y era (y es) igualmente para gentiles tanto como para judíos. Los judaizantes trataban de mover a hermanos de esta posición bíblica.
–“la revelación del misterio” significa la declaración por fin de las buenas nuevas (el evangelio) en Cristo Jesús.
–“oculto desde tiempos eternos.” Dios propuso en su mente el gran plan o esquema de redención aun antes de la fundación del mundo. (Véanse 2Ti 1:9; Tit 1:2; Efe 1:4; Efe 3:11).
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA ALABANZA FINAL
Romanos 16:25-27
A Aquel que es poderoso para hacer que os mantengáis firmes como promete el Evangelio que yo predico y ofrece el Mensaje que nos trajo Jesús, de la manera que se desvela ahora el secreto que estuvo envuelto en silencio largas edades pero que ahora aparece totalmente al descubierto y se está dando a conocer a todos los gentiles -como dijeron que sucedería los escritos de los profetas, y ahora Dios manda que sea- para que Le ofrezcan la sumisión que nace de la fe: ¡al único sabio Dios, por medio de Jesucristo, sea la gloria para siempre! Amén.
La Carta a los Romanos termina con una doxología que es también el sumario del Evangelio que Pablo amaba y predicaba.
(i) El Evangelio nos permite mantenernos firmes. «Hijo de hombre -dijo Dios a Ezequiel-, ponte en pie para que Yo hable contigo» (Ez 2:1 ). El Evangelio es el poder que nos permite mantenernos invictos frente a todos los golpes del mundo y los ataques de la tentación.
Un periodista relata un incidente de la guerra civil española. Había una pequeña guarnición de hombres sitiados. El fin estaba cerca, y algunos querían rendirse para salvar la vida; pero otros querían seguir resistiendo. El dilema se resolvió cuando un alma noble declaró: «Es mejor morir de pie que vivir de rodillas.»
La vida puede ser difícil; a veces abate con sus golpes. La vida puede ser peligrosa; a veces es fácil caer en los lugares resbaladizos de la tentación. El Evangelio es el poder de Dios para salvar; ese poder que nos mantiene erguidos, hasta cuando la vida se presenta de la peor manera más amenazadora posible. La vida no nos puede separar del amor que Dios nos ha mostrado en nuestro Señor Jesucristo (Rm 8:38-39 ).
(ii) Es el Evangelio que predicaba Pablo y que ofreció Jesucristo. Es decir: el Evangelio tiene su origen en Cristo, y lo transmiten las personas. Sin Jesucristo no podría haber Evangelio; pero si no hay personas que lo transmitan, otras personas no lo llegarán a conocer. El deber cristiano consiste en que, en cuanto Cristo nos encuentra, nosotros vayamos a encontrar a otros para Cristo. Cuando Jesús encontró a Andrés, Juan nos dice: «Lo primero que hizo éste fue salir al encuentro de su hermano Simón para decirle: «¡Hemos encontrado al Mesías!» (Jn 1:40-42 ).
Aquí tenemos el privilegio cristiano y el deber cristiano. El privilegio cristiano es apropiarnos el Evangelio para nosotros; y el deber cristiano, que no sea sólo para nosotros, sino que se lo transmitamos a otros.
Una leyenda famosa nos cuenta que Jesús, después de la Cruz y de la Resurrección, volvió a Su gloria, con las señales de Sus sufrimientos. Uno de los ángeles le dijo:
-Tienes que haber sufrido terriblemente por la gente de ahí abajo. ¿Ya saben todos los seres humanos lo que has hecho por ellos?
-No -respondió Jesús-,todavía no. Hasta ahora sólo lo saben unos pocos.
-Y -siguió preguntando el ángel-, ¿qué has hecho para que todos lo sepan?
-Bueno dijo Jesús-, les he dicho a Pedro, Santiago, Juan y los demás; que se dediquen a contárselo a todo el mundo, hasta que lo sepan hasta los que viven en el último rincón de la Tierra.
El ángel se quedó pensativo, porque sabía lo despistados que son los seres humanos.
-Sí -siguió diciendo-;pero, ¿y si se les olvida a esos? ¿Y si se cansan de decírselo a otros? ¿Qué pasará si, allá para el siglo XX, los que saben la historia de Tu amor Te fallan y dejan de contársela a otros? ¿Qué pasará entonces? ¿Es que no has hecho ningún otro plan?
-No he hecho ningún otro plan. Cuento con ellos. Me fío de ellos -fue la respuesta de Jesús.
Jesús murió para darnos el Evangelio; y ahora cuenta con nosotros para transmitírselo a todos los demás.
(iii) El Evangelio es la consumación de la Historia. Es algo que existía desde todos los tiempos, y que ha venido y se ha revelado al mundo en la Persona de Jesucristo. Algo absolutamente nuevo sucedió cuando Jesús vino al mundo: la eternidad invadió al tiempo y Dios apareció en la Tierra. Su venida fue el acontecimiento al que se dirigía toda la Historia anterior y del que fluye toda la Historia posterior. Después de la venida de Cristo, el mundo ya no puede seguir siendo el mismo. Fue el acontecimiento central de la Historia, y por eso fechamos el tiempo en antes de Cristo y después de Cristo, a. C. y d. C. Es como si, con Su venida, la vida y el mundo empezaran de nuevo otra vez.
(iv) El Evangelio es para toda la humanidad, y así ha sido siempre. No solamente para los judíos; su salida a todo el mundo no fue algo que ocurrió después. «De tal manera amó Dios al mundo», y no solamente a Israel. Los profetas, tal vez sin darse cuenta del todo, intuyeron y anunciaron el tiempo en que todos los pueblos conocerían a Dios. Ese tiempo no ha llegado todavía; pero es el propósito de Dios que algún día Su conocimiento cubra toda la Tierra como las aguas cubren el mar, y es nuestro privilegio el colaborar en que el propósito de Dios se haga realidad.
(v) El Evangelio conduce al mundo a la obediencia, a ser el mundo en el que Dios es el Rey. Pero esa obediencia no la impone una ley de hierro que quebranta al que se opone; es una obediencia que brota de la fe, una rendición que es la conquista y el resultado del amor.
Para Pablo, el cristiano no es uno que se ha rendido a un poder ineludible, sino uno que se ha enamorado del Dios que
ama a todos, y Cuyo amor se ha revelado para siempre en Jesucristo.
Así termina el largo argumento de la Carta a los Romanos: con un cántico de alabanza al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Efe 3:20; Jud 1:24-25; 1Co 2:7; Col 1:26; Col 2:2-3.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— su plan secreto. Lit. misterio.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) O: “aun”.
(2) Lit.: “quitar la cubierta; develar”. Gr.: a·po·ká·ly·psin; lat.: re·ve·la·ti·ó·nem.
REFERENCIAS CRUZADAS
i 985 Efe 3:20; Jud 1:24
j 986 Efe 1:9; Efe 3:9; Col 1:26
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
mi evangelio. Véase coment. en 2:16.
misterio. Véase coment. en 11:25.
Fuente: La Biblia de las Américas
25 (1) Los vs.25-27 también se podrían traducir así: Sea dada gloria mediante Jesucristo a Aquel que puede estableceros (conforme a mi evangelio, la proclamación en cuanto a Jesucristo, según la revelación del misterio, que se ha mantenido en silencio en las edades, pero que ahora ha sido manifestado, y, por medio de las Escrituras de los profetas según el mandato del Dios eterno, ha sido dado a conocer a todos los gentiles para la obediencia de la fe), al único y sabio Dios, a El, por los siglos de los siglos. Amén.
25 (2) Véase la nota 10 (7) de 1 P 5. En el cap.16 nuestra necesidad ya no es ser salvos ni ser santificados, sino ser confirmados. Puesto que todo ha sido consumado, nosotros solamente necesitamos ser confirmados. Ser confirmados concuerda con el evangelio puro y completo de Dios, es decir, la proclamación y la ministración del Cristo todo-inclusivo, y con la revelación del misterio, mantenido en silencio en tiempos eternos. Solamente el evangelio puro, el Cristo vivo y el misterio de Dios, el cual ha sido revelado, nos pueden confirmar y mantener en unidad para la vida de la iglesia.
25 (3) Es decir, el evangelio completo, que incluye la enseñanza acerca de Cristo y la iglesia y que culmina en las iglesias locales, según es revelado plenamente en este libro. Véase la nota 1 (9) del cap.1.
25 (4) El misterio de Dios, el cual se ha mantenido en silencio en tiempos eternos, consta principalmente de dos aspectos: el misterio de Dios, el cual es Cristo ( Col_2:2), quien está en los creyentes ( Col_1:26-27) como la vida de ellos y como su todo, para que sean los miembros de Su Cuerpo; y el misterio de Cristo, que es la iglesia como Su Cuerpo ( Efe_3:4-6) para expresar Su plenitud ( Efe_1:22-23). Por lo tanto, Cristo y la iglesia son el gran misterio ( Efe_5:32).
25 (5) Se refiere al tiempo desde el comienzo del mundo.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
del misterio. El misterio en sentido bíblico puede definirse así: algo desconocido en los tiempos pasados, pero revelado en el NT. Véase nota en Efe 3:3.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
R609 La preposición que aparece en κατὰ τὸ εὐαγγέλιον, se usa para introducir una norma o regla de medida.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Algunos mss. colocan toda esta doxología al final del cap. 15; otros, al final del cap. 14, y otros más la omiten por completo
O, tiempos eternos
Fuente: La Biblia de las Américas
§ Literalmente, “misterio,” un término que se refiere a una verdad secreta o a un plan secreto que es conocido solo por los creyentes religiosos. Ver también, versículo Rom 16:26.