Comentario de 1 Corintios 1:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús y llamados a ser santos, con todos los que en todo lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:
1:2 — a la iglesia de Dios — Sobre su establecimiento, véase Hch 18:1-11.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
la iglesia de Dios. Hch 18:1, Hch 18:8-11; 2Co 1:1; Gál 1:2; 1Ts 1:1; 2Ts 1:1; 1Ti 3:15.
a los santificados. 1Co 1:30; 1Co 6:9-11; Jua 17:17-19; Hch 15:9; Hch 26:18; Efe 5:26; Heb 2:11; Heb 10:10; Heb 13:12; Jud 1:1.
llamados santos. Rom 1:7; 1Ts 4:7; 2Ti 1:9; 1Pe 1:15, 1Pe 1:16.
con todos los que en cualquier lugar. Hch 7:59, Hch 7:60; Hch 9:14, Hch 9:21; Hch 22:16; 2Ts 2:16, 2Ts 2:17; 2Ti 2:22.
invocan el nombre. Τοις επικαλουμενοις το ονομα [G3686]. Que estas palabras no deben ser traducidas pasivamente, es evidente en la LXX, que traduce la frase ���� ����, «él invocará el nombre» que está activo, por επικαλησεται εν ονοματι Θυρου, o εν ονοματι Κυριου Gén 4:26; Gén 12:8; Gén 13:4-7.
nuestro Señor Jesucristo. 1Co 8:6; Sal 45:11; Hch 10:36; Rom 3:22; Rom 10:12; Rom 14:8, Rom 14:9; 2Co 4:5; Flp 2:9-11; Apo 19:16.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Una iglesia de Dios local es un grupo de personas que se identifican con Dios y se reúnen regularmente para adorarle y servirle.
santificados en Cristo Jesús: La santidad de los corintios provenía de su posición en Cristo, no de sus propias bondades. El tiempo del verbo santificados (en griego) indica que Dios santificó a los corintios en un momento específico en el pasado, lo que produjo un estado que aún disfrutaban en el presente.
llamados a ser santos: La obra de Jesucristo hace santo al creyente para siempre ante los ojos de Dios. Pero en la vida cotidiana, la santificación comprende pequeños cambios en el diario vivir (Heb 10:14). Por esta razón Pablo podía llamar a los creyentes corintios a ser santos, aun cuando los problemas de la iglesia testificaban que ellos se encontraban lejos de la meta de la santidad.
en cualquier lugar es probable que se refiera a iglesias locales a través del Imperio Romano (1Ti 2:8).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
LLAMADOS A SER SANTOS. Véase Hch 9:13, nota sobre el significado del término «santos».
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
santos. No se refiere a una persona pía o reverenciada que por alguna razón especial sea canonizada por una autoridad eclesiástica, sino una referencia a todos los que mediante la salvación han sido santificados, es decir, apartados del pecado para vivir en Cristo (cp. Gál 1:6; Efe 4:1; Efe 4:4; Col 3:15-17; 1Ti 6:12; Heb 10:10; Heb 10:14; 1Pe 2:9; 1Pe 2:21; 1Pe 3:9; 2Pe 1:3; Jud 1:1).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:2 — a la iglesia de Dios — Sobre su establecimiento, véase Hch 18:1-11.
La palabra “iglesia” es traducción del vocablo griego ekklesia, que significa “los llamados fuera” (de algo), o sea, asamblea. Este vocablo griego aparece en Hch 19:39; Hch 19:41, donde se traduce “asamblea”. Se usa en sentido universal, con referencia a todos los llamados o cristianos en el mundo (Mat 16:18), y en sentido local, como aquí (los llamados en Corinto). Considérense 1Ts 1:1; 1Ts 2:14; 1 Corinthians 10:32: 11:16,22; 15:9; 2Co 1:1; Gál 1:13; Gál 1:22; Rom 16:16.
Este grupo de llamados existían porque ¡ Dios les había llamado! Esta sencilla verdad condenaba todas las prácticas pecaminosas y faltas que en esta carta Pablo tendría que tocar.
La frase “iglesia de Dios” ¡no es nombre propio! Es una expresión del Nuevo Testamento que sencillamente da a entender que se hace referencia al conjunto de las personas que han sido llamadas por Dios mediante el evangelio (2Ts 2:14). La iglesia evangélica, o protestante, llamada La Iglesia de Dios (con mayúsculas), una pentecostal, por ser sectaria, comete el error de cambiar una frase bíblica en un nombre propio, torciendo así las Escrituras (2Pe 3:16). Hay otra denominación protestante que lleva el nombre propio de La Iglesia Asamblea de Dios. Este nombre es ridículo, pues es una tautología (una repetición inútil de un mismo pensamiento), pues “iglesia” y “asamblea” son traducciones de la misma palabra griega, ekklesia. Es como si se dijera, “La Iglesia Iglesia de Dios”.
— que está en Corinto — Sobre Corinto, véase Introducción, A.
A pesar de sus problemas y prácticas pecaminosos, representaba la iglesia de Dios en Corinto. Una iglesia del Señor no deja de serlo en el momento de pecar, sino en cuanto a que no se arrepiente ni deja sus pecados. Compárese Apo 2:5.
— a los santificados — La iglesia de Dios en Corinto disoluta consistía de gente que había sido apartada del pecado por Dios (Jua 17:19; Hch 26:18; 1Co 6:11; Col 1:13; 1Ts 4:3; Tit 2:14; 1Pe 2:8-9); es decir, santificada. Esto pasó cuando obedecieron al evangelio (Hch 18:8). La santificación continúa a través de la vida del cristiano (2Co 7:1), al arrepentirse de sus pecados, confesarlos y pedir perdón a Dios (Hch 8:22; 1 John 1:5–2:1).
— en Cristo Jesús — Esta santificación se encuentra solamente en conexión con quien es Cristo Jesús y lo que ha hecho por nosotros (1Co 1:30). Nos llama Dios a la santidad (Rom 1:7). La persona no es santa por sus propios méritos u obras, ni por la canonización humana, sino por la gracia de Dios. Lo que pone en Cristo al que cree, se arrepiente y confiesa su fe en Cristo, es el bautismo (Gál 3:27).
— llamados a ser santos — Como en el ver. 1 las dos palabras “a ser” no aparecen en el texto original, tampoco aparecen aquí. Allí “llamado apóstol”; aquí, “llamados santos”. Estos corintios eran santos (apartados) porque habían sido llamados por el evangelio y como llamados eran personas apartadas del pecado. La idea no es de ser llamados para ser algo, sino de ser cierta clase de santos. Llegaron a ser santos por medio del llamamiento de Dios.
— con todos los que en cualquier lugar — La santidad es lo que caracteriza a la hermandad (1Pe 2:17, V.M., etcétera). Los corintios eran parte de la iglesia universal de Cristo; sí, de un pueblo santo.
— invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo — Invocar su nombre es apelar a Cristo, para recibir de él lo necesario, como Pablo apeló (griego, invocó) a Cesar (Hch 25:11-12; Hch 25:25), y Esteban invocó al Señor Jesús (Hch 7:59). Al invocar se admite que la persona invocada tiene el poder de suplir lo necesario.
Esta expresión en el primer siglo vino a significar “cristianos”, porque reconociendo que el Señor es la única esperanza de salvación le obedecían en los términos del evangelio. Los que invocan su nombre se salvan (Hch 2:21). Saulo de Tarso, al bautizarse (después de creer en Cristo, y arrepentirse de sus pecados) invocó el nombre del Señor. Esto prueba que “invocar su nombre” quiere decir reconocerle como el Salvador (y en el caso del pecador forastero hacer lo que él manda que se haga, Mar 16:15-16). Rom 10:12-16 lo prueba también.
Invocar el nombre es invocar a la persona indicada por su nombre; es reconocer lo que es el que lleva tal nombre. El nombre siempre dirige la mente a identificar quién es dicha persona, y a reconocer qué es.
— Señor de ellos y nuestro — Hay un sólo Dios (8:6; Efe 4:5), tanto de los corintios como de los demás cristianos, de todos (Rom 10:12).
Por ser el Señor él es quien manda. Al hombre, pues, le toca obedecerle, y no nada más pronunciar la frase, “Señor, Señor” (Luc 6:46). El que reconoce quién es Jesucristo el Señor (Hch 2:36), se compunge de corazón y pregunta qué debe hacer (ver. 37). Al pecador forastero se le dice que se arrepienta y se bautice (ver. 38). Los que reciben esta palabra inspirada, se bautizan, y a tales personas el Señor les añade a su iglesia (ver. 41, 47).
El texto griego no dice “Señor” (de ellos y nuestro). Por eso las buenas versiones agregan la palabra “Señor” en letra cursiva (ASV., H.A., Mod.). Es que la frase “de ellos y nuestro” se combina más bien con “Señor” (de la frase arriba, “invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo”) que con el sustantivo “lugar” (que en el orden de palabras en el texto griego inmediatamente precede a la frase “de ellos y nuestro”). Considérese la N.C., que dice, “con todos los que invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo en todo lugar, suyo y nuestro”. Es una buena traducción del texto griego, en cuanto al orden de palabras, pero no contesta la pregunta: ¿qué es suyo y nuestro?
Fuente: Notas Reeves-Partain
1Co 6:11; Hch 9:14; Rom 10:13.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— en Corinto: Capital de la provincia romana de Acaya (ver Introducción a esta carta y nota a Rom 15:26). La expresión Iglesia de Dios se refiere a la concreta comunidad cristiana de Corinto, pero evoca la asamblea del Señor de la que se habla en el AT (Deu 23:1-8).
— consagrados: Lit. santos. Ver nota a Rom 1:7.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
d 3 Hch 18:1
e 4 Jua 17:19; 1Co 6:11; Heb 2:11; Heb 9:14
f 5 Dan 7:27; 1Pe 1:15
g 6 Mat 12:21; Hch 4:12
h 7 Rom 3:22; Efe 4:5
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
iglesia de Dios. Algunas veces iglesia se usa para referirse a una congregación en particular, como aquí (Ro 16:5; Gá 1:1), y otras veces se refiere a todos los creyentes en Cristo (Mt 16:18; Ef 5:25).
santificados en Cristo Jesús. Véase coment. en Ro 6:19.
Fuente: La Biblia de las Américas
2 (1) ¡La iglesia de Dios! No la iglesia de Cefas, de Apolos, de Pablo ni de ninguna práctica ni doctrina, sino de Dios. A pesar de toda la división, el pecado, la confusión, el abuso de los dones y la enseñanza herética que había en la iglesia en Corinto, el apóstol todavía la llamaba «la iglesia de Dios», porque allí estaba en realidad la esencia divina y espiritual que hace de los creyentes reunidos la iglesia de Dios. El apóstol se dirigió a la iglesia de esta manera basándose en el punto de vista espiritual que tenía al mirar la iglesia en Cristo. Esta expresión sencilla debía haber eliminado toda la división y confusión, tanto en práctica como en doctrina.
2 (2) La iglesia está constituida del Dios universal, pero existe en la tierra en muchas localidades. Corinto era una de estas localidades. En naturaleza, la iglesia es universal porque está en Dios, pero en práctica, la iglesia es local porque está en un lugar definido. Por consiguiente, la iglesia tiene dos aspectos: el universal y el local. Sin el aspecto universal, la iglesia carece de contenido; sin el aspecto local, es imposible que la iglesia tenga expresión y práctica. Por eso, el Nuevo Testamento también pone énfasis en el aspecto local de la iglesia ( Hch_8:1 ; 13:1; Rev_1:11 etc.).
2 (3) La frase a la iglesia de Dios equivale a la frase a los santificados en Cristo Jesús. Esto enfáticamente indica que la iglesia está compuesta de los santos y que los santos son lo que constituye la iglesia. No debemos considerar a la iglesia y a los santos como entidades separadas. Individualmente, somos los santos; corporativamente, somos la iglesia.
2 (4) Es decir, hechos santos, apartados para Dios con miras al cumplimiento de Su propósito. Véase la nota 2 (3) de Ro 1.
2 (5) En Cristo significa en el elemento y esfera de Cristo. Cristo es el elemento y la esfera que nos apartó, que nos hizo santos, para Dios cuando creímos en El, es decir, cuando fuimos unidos orgánicamente con Cristo por medio de nuestra fe en El.
2 (6) Los creyentes en Cristo son santos que han sido llamados, no personas que han sido llamadas para que sean santas. Esto es un asunto de posición, una santificación en la posición con miras a la santificación en relación con el modo de ser. Véase la nota 19 (2) de Ro 6.
2 (7) No dice y sino con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Esto indica: (1) que una iglesia local, tal como la iglesia en Corinto, se compone sólo de los creyentes que están en aquella localidad, y no de todos los creyentes que están en todo lugar; y (2) que esta epístola está dirigida no sólo á los creyentes en aquella iglesia en Corinto, sino a todos los creyentes que están en todo lugar. Esta epístola es para todos los creyentes de cualquier lugar y tiempo.
2 (8) Invocar el nombre del Señor implica creer en El ( Rom_10:14). Todos los creyentes en el Señor deben ser personas que lo invocan ( Hch_9:14 , Hch_9:21 22:16). Nosotros hemos sido llamados a invocar, hemos sido llamados por Dios para invocar el nombre del Señor Jesús.
2 (9) Cristo, Aquel que es todo-inclusivo, pertenece a todos los creyentes. El es la porción que Dios nos ha asignado ( Col_1:12). El apóstol agregó esta frase especial al final de este versículo para recalcar el hecho crucial de que Cristo es el centro único de todos los creyentes en cualquier lugar o situación. En esta epístola la intención del apóstol era resolver los problemas entre los santos de Corinto. Para todos los problemas, especialmente para la cuestión de división, la única solución es el Cristo todo-inclusivo. Todos hemos sido llamados a la comunión de Cristo, o sea, la participación en El (v.9). Todos los creyentes deben centrar su atención en El, sin dejarse distraer por ninguna persona dotada, por ninguna doctrina que se recalca demasiado, ni por ninguna práctica en particular.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
santificados. I.e., puestos aparte para posesión y servicio de Dios. Véase nota en 1Co 6:11. Esto era verdad acerca de los corintios a causa de su posición en Cristo (1Co 12:13), a pesar de sus demasiado notorias imperfecciones.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Corinto… → Hch 18:1.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
g Hch 18:1.
1.2 rtf1fbidisansiansicpg1252deff0fonttblf0fromanfprq2fcharset2 Wingdings 3; . Señor.