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Comentario de 1 Corintios 1:14 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de 1 Corintios 1:14 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Doy gracias a Dios que no bauticé a ninguno de vosotros, sino a Crispo y a Gayo,

1:14 — Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo — En el próximo versículo Pablo presenta la razón de por qué daba gracias sobre esto. Los sectarios que menosprecian la importancia del bautismo en el plan de salvación (Mar 16:16; Hch 2:38; Hch 22:16; 1Pe 3:21) citan este versículo pero ignoran el próximo.

Pablo había bautizado con sus propias manos a pocas personas en Corinto. Hace mención de dos de ellas en este versículo.

Crispo había sido el principal de la sinagoga en Corinto cuando Pablo llegó allí a predicar. Fue de los primeros convertidos (Hch 18:8). Hch 18:8 dice que Cristo “creyó en el Señor”, pero no dice explícitamente que fue bautizado (aunque la inferencia necesaria, deducida del resto del versículo, lo demanda). Este versículo aquí sí lo especifica. Bien se ha dicho que en el siglo primero no había creyente de veras que no hubiera sido bautizado.

En el Nuevo Testamento varias veces hay mención del nombre Gayo (Hch 19:29; Hch 20:4; 3Jn 1:1; Rom 16:23). Dado que la carta a los romanos fue escrita desde Corinto, es posible que el Gayo de Rom 16:23 es el mismo que éste mencionado en este versículo 14. Este también fue de los primeros conversos en Corinto. De lo que Rom 16:23 dice acerca de él, se puede deducir que era hombre de medios.

Seguramente tan pocos bautizados por Pablo no podían constituirse todo un partido en la iglesia.

Se les había mandado a los apóstoles bautizar, sí (Mat 28:19), pero no tenían que sumergir a las personas con sus propias manos, como Jesús bautizaba, pero empleando a sus discípulos para el acto mismo (Jua 3:22; Jua 4:1-2).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

doy gracias a Dios. 1Co 1:4; 1Co 14:18; 2Co 2:14; Efe 5:20; Col 3:15, Col 3:17; 1Ts 5:18; 1Ti 1:12; Flm 1:4.

Crispo. Hch 18:8.

Gayo. Rom 16:23; 3Jn 1:1.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Pablo dice: doy gracias a Dios que a ninguno de vosotros he bautizado, porque los corintios tomaron la costumbre de identificarse con sus líderes espirituales, en vez de identificarse con Cristo.

Crispo era el principal de la sinagoga en Corinto cuando Pablo comenzó a predicar allí (Hch 18:8). Fue instrumento en la conversión de muchos corintios.

Gayo podría ser la misma persona que hospedó a Pablo y a la iglesia entera (Rom 16:23).

Estéfanas era uno de los primeros convertidos de Pablo en Acaya, la región de la cual Corinto era la capital. Pablo lo elogia junto con su familia por su devoción al ministerio y por su asistencia (1Co 16:15). Estéfanas era uno de los correos que llevaba la correspondencia hacia y desde Corinto.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Crispo. Él líder de la sinagoga en Corinto que se convirtió bajo la predicación de Pablo (Hch 18:8). Su conversión condujo a la de muchos otros. Gayo. Como Romanos se escribió desde Corinto, este hombre puede ser el anfitrión mencionado en Rom 16:23.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

1:14 — Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo — En el próximo versículo Pablo presenta la razón de por qué daba gracias sobre esto. Los sectarios que menosprecian la importancia del bautismo en el plan de salvación (Mar 16:16; Hch 2:38; Hch 22:16; 1Pe 3:21) citan este versículo pero ignoran el próximo.
Pablo había bautizado con sus propias manos a pocas personas en Corinto. Hace mención de dos de ellas en este versículo.
Crispo había sido el principal de la sinagoga en Corinto cuando Pablo llegó allí a predicar. Fue de los primeros convertidos (Hch 18:8). Hch 18:8 dice que Cristo “creyó en el Señor”, pero no dice explícitamente que fue bautizado (aunque la inferencia necesaria, deducida del resto del versículo, lo demanda). Este versículo aquí sí lo especifica. Bien se ha dicho que en el siglo primero no había creyente de veras que no hubiera sido bautizado.
En el Nuevo Testamento varias veces hay mención del nombre Gayo (Hch 19:29; Hch 20:4; 3Jn 1:1; Rom 16:23). Dado que la carta a los romanos fue escrita desde Corinto, es posible que el Gayo de Rom 16:23 es el mismo que éste mencionado en este versículo 14. Este también fue de los primeros conversos en Corinto. De lo que Rom 16:23 dice acerca de él, se puede deducir que era hombre de medios.
Seguramente tan pocos bautizados por Pablo no podían constituirse todo un partido en la iglesia.
Se les había mandado a los apóstoles bautizar, sí (Mat 28:19), pero no tenían que sumergir a las personas con sus propias manos, como Jesús bautizaba, pero empleando a sus discípulos para el acto mismo (Jua 3:22; Jua 4:1-2).

Fuente: Notas Reeves-Partain

Hch 1:18; Hch 19:29; Rom 16:23.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

g 33 Hch 18:8

h 34 Rom 16:23

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

63 (f) La profecía es más importante que las lenguas (14,1-25). La crítica que hace Pa­blo de las lenguas indica que los corintios con­cedían una importancia indebida a este don. El misterioso balbuceo de sonidos ininteligi­bles se veía como el signo más claro de pose­sión por parte del Espíritu, de ahí que ofrecie­ra un mayor prestigio social. El individualismo latente queda manifiesto con la valoración he­cha por Pablo desde el punto de vista de la uti­lidad a la comunidad, que él pone de relieve comparando las lenguas con la profecía. 1. an­helad: Existe cierto realismo en la insinuación de que los creyentes suelen obtener el don que desean. 2. lenguas: Aunque audible, la glosolalia sólo es inteligible para Dios, el autor del don, y por tanto es totalmente diferente de las lenguas extranjeras de Hch 2,4-11 (por el con­trario, R. H. Gundry, JTS 17 [1966] 299-307). 3. profetiza: La profecía se define por su efecto en la comunidad. La revelación, entendida co­mo una comprensión nueva y más profunda del misterio de la salvación, se actualiza en la guía e instrucción pastorales; véase el comen­tario a 1 Tes 5,19-21; Rom 12,6. 5. a no ser que éste puede expresarlo con palabras: En este ca­so no hay diferencia entre glosolalia y profe­cía; véase el comentario al v. 13 y a los vv. 27-28. 6-12. Pablo utiliza tres argumentos para demostrar que un sonido sin inteligibilidad no aporta nada: su propio ministerio (v. 6), los instrumentos musicales (vv. 7-8) y las lenguas extranjeras (vv. 10-11). 11. seré un extranjero para el que me habla: Sin embargo, en la co­munidad de fe ¡el otro debe ser un hermano (8,11-12)! La glosolalia rompe la unidad de la comunidad. «Extranjero» traduce barbaros, «bárbaro»; ® Romanos, 51:18. 13-19. Las len­guas pueden hacer una aportación a la comu­nidad siempre y cuando vayan acompañadas por el ejercicio de la mente, que las hace inte­ligibles. 13. el que habla en lenguas pida la fa­cultad de producir lenguaje articulado: No hay un don de «interpretación» dado a otros dis­tintos del que habla en lenguas. Este debe as­pirar a otro don más, que haga inteligible su incipiente experiencia de Dios (véase A. C. Thiselton, JTS 30 [1979] 15-36). 14. mi espíritu: El Espíritu Santo activo en la persona como don y que actúa mediante cauces psicológicos dis­tintos de la mente racional. 15. La actividad inarticulada del Espíritu debe extenderse a la mente y hacerse inteligible, también cantaré con la mente: Véase Col 3,16. 16. si bendices: Dios es alabado con «acción de gracias» (eucharistia) por su gracia, p.ej., 2 Cor 1,3-4; 2,14. el que tiene la condición de los de fuera: Un cre­yente confuso acerca de lo que pasa o un no cristiano, dirá «amén»: El cristianismo heredó del judaísmo la costumbre de asentir a la ora­ción respondiendo «amén» (Dt 27,14-26; 1 Cr 16,7-36; Neh 5,13; 8,6). «Se subraya la respon­sabilidad que la Iglesia como un todo tiene de oír, entender, examinar y controlar» (Barrett). 20-25. Tras haber abordado la dimensión intracomunitaria de la glosolalia, Pablo cen­tra ahora su atención en la relación de ésta con el apostolado de la comunidad. 21. Pablo cita Is 28,11-12 en una trad. cercana a la de Aquila. Puesto que los israelitas no quieren es­cuchar al profeta, éste les amenaza con «el te­rrible galimatías de los invasores extranjeros» (Robertson-Plummer), a los que son incapa­ces de entender. 22. En el estilo de la diatriba (® Teología paulina, 82:12), Pablo pone una deducción sacada de la cita en boca de un ad­versario imaginario, el cual afirma que, si la glosolalia (a diferencia de la profecía) es ine­ficaz dentro de la Iglesia, su finalidad debe ser servir como signo apologético ante los de fuera (véase B. C. Johanson, NTS 25 [1978-79] 180-203). 23. Pablo reanuda su argumento (para este sentido de oun, véase BDF 451.1) y contradice a su interlocutor, gente de fuera o no creyentes: Los dos términos hacen referencia a los aspectos objetivo (gente de fuera) y subjeti­vo (no creyentes) del mismo grupo; el orden se invierte en el versículo siguiente, que estáis de­lirando: Un juicio que pondría el cristianismo en el mismo plano que los cultos mistéricos paganos con sus éxtasis. 24-25. Resulta tan claro que el interés mutuo expresado en la edi­ficación, el ánimo y el consuelo (14,3) es bue­no, y tan evidente su discrepancia respecto al egocentrismo del «mundo», que el de fuera se ve eficazmente apremiado a percibir la presen­cia activa de Dios en la comunidad.
64 (g) Orden en el uso de los dones espi­rituales (14,26-40). Las asambleas litúrgicas desordenadas o demasiado largas no edifica­ban la comunidad. Pablo, en consecuencia, tie­ne que descartar la idea de que la posesión de un don le diera a uno el derecho a abusar de una asamblea. 26. un himno: No un salmo del AT, sino una composición espontánea, como quizá Flp 2,6-11 ó 1 Tim 3,16. una revelación: La base del discurso profético. 27b-28. que uno de ellos lo exprese en palabras. Pero si no puede expresarlo en palabras, que permanezca callado en la asamblea: Véase el comentario a 14,13. 29. los demás juzguen: Pablo tiene presentes a todos (14,16; 1 Tes 5,19-22) y no simplemente a los demás profetas (por el contrario, D. E. Au­né, Prophecy 219-22). El criterio es ciertamente la armonía entre lo que se dice y la fe de la co­munidad. 34-35. Estos versículos no son un le­ma corintio, como sostienen algunos (N. Flanagan y E. H. Snyder, BTB 11 [1981] 10-11; D. W. Odell-Scott, BTB 13 [1983] 90-93), sino una interpolación pospaulina (G. Fitzer, Das Weib schweige in der Gemeinde [TEH 110, Múnich 1963]). No sólo es no paulino el recurso a la ley (posiblemente Gn 3,16), sino que estos versícu­los contradicen 11,5. Los mandatos reflejan la misoginia de 1 Tim 2,11-14, y probablemente proceden del mismo círculo. Algunos mss. po­nen estos versículos tras el v. 40. 36. ¡qué!: Las preguntas retóricas, intensificadas por la partí­cula disyuntiva é, son una reacción negativa ante la situación insinuada en los vv. 26-33. 37. es del Señor: Pablo tenía la autoridad de su misión (15,8-11) y la mente de Cristo (2,16). Aunque testimoniado por P46, entolé, «man­dato», no es auténtico (véase G. Zuntz, The Text of the Epistles [Londres 1953] 139-40). 38. tampoco él es reconocido: Pablo se niega a ad­mitir que esté inspirado (cf. v. 29).
(Auné, D. E., Prophecy in Early Christianity and the Ancient Mediterranean World [Grand Rapids 1983]. Cothenet, E., DBSup 8.1222-337. Grudem, W. A., The Gift of Prophecy in 1 Cor [Washington 1982], Hill, D., New Testament Prophecy [Atlanta 1979].)

Fuente: Nuevo Comentario Biblico San Jeronimo

Crispo…Hch 18:8. Gayo…Hch 19:29; Rom 16:23.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Algunos mss. antiguos no incluyen: a Dios

Fuente: La Biblia de las Américas

g Hch 18:8.

1.14 g Hch 19:29; Rom 16:23.

Fuente: La Biblia Textual III Edición